jueves, 2 de junio de 2016

Cuento "Súper" II Parte



 
 
 
Segunda parte del cuento, preparense para conocer el lado más demencial de Pac-man. La locura sigue, mañana seguramente la última parte de este cuento loco. 



Entro a la cocina, como siempre la cañería de su lavaplatos está defectuosa, siempre se la arreglo, pero se la dejo media averiada apropósito, el truco es que luego de dos meses nuevamente le comience a fallar para que así me tenga que pedir que se la arregle de nuevo y así por siempre, yo le tiro el cuento que su departamento es muy antiguo, que se debería cambiar todo el sistema de cañerías, sé engatusarlo.

Mientras arreglo las cosas, Pac-Man me observa en una esquina de su cocina sentado frente a su mesita, tiene entre sus manos un cartón de metanfetamina, no sé muy bien desde cuando se hizo tan adicto a esa mierda, a mí no me gusta porque me pone muy frenético y necesito relajarme en este duro mundo. Sin embargo Pac no se mete el cartón a la boca, juega con él, tampoco me está hablando de sus experiencias insólitas ni nada por el estilo, aunque tampoco es algo que me interese mucho escuchar, quiero terminar rápido ese asunto y que me pague pronto para así poder no solamente ir a comprar hongos si no también ir a ver  Peach y poner mi pene entre sus tetas.  

-Estoy saliendo con una chica, la conocí en una convención de mitos y leyendas nacionales que se hizo en Brooklyn. Me han dicho que es esquizofrénica, pero me gusta estar con ella ¿Crees que soy un loco?.- El gordo me buscaba conversa, de hecho ha sacado dos cervezas de la nevera, mierda, quería chachara, mejor corto el royo ya.

-Si sientes que es la indicada para ti, entonces es lo único que importa.- Le aconsejo con cero ganas de ahondar demasiado en el tema.

-Ella podía ver fantasmas que la aterraban día y noche, dice que una vez para perderlos se metió al hotel embrujado de  Stanley.-

-¿Ese es el de la película? ¿El Resplandor? Que pirada.- Le dije mientras me apresuraba en terminar el asunto.

-Ella es especial, tiene poderes, me ha hecho conectarme con parte de mí que no esperaba encontrar.- Agrego Pac tomando un largo sorbo de cerveza y mirando hacía la pared como perdido, eso me hace sentir súper incomodo, todo indica que Pac se está trastornando.

-¿Tú nunca has sentido algo así por una chica?.- Me pregunta abriendo mucho sus ojos como si estuviese dispuesto a comerme.

-Las mujeres para mí son sólo conchas. Bueno ya termine esto.- Me levanté de inmediato y le mostré que la tubería ya estaba lista (claro, hasta los próximos dos meses) Pac insistió en que me quedará, iba a pedir una pizza, pero yo le asegure con algo de violencia que me tenía que ir y que me pagara. Pac hizo un par de ademanes de buscar dinero, pero no salió con nada, luego me dijo que podía quedarme con todos los cartones de metanfetamina que quisiera ya que a él no le interesaba probarlos más. Le espeté que no me interesaban en lo absoluto, que quería dinero, Pac como un tarado simplemente agrego que no tenía nada, que lo lamentaba, que estaba seguro que algo de dinero le quedaba, que de última me pagaba el Lunes o a más tardar el Martes, que confiara en él, que ahora quería mostrarme algo importante, que me quedara a su lado.

-Eres un imbécil, te dije que me pagaras, te lo advertí cuando hablamos.- Me empecé a exaltar.  

-Por favor, no seas así, somos amigos.- Decía Pac con algo de tristeza, de pronto se agarró a mis ropas tironeándolas como si se trataran de alguien exigiendo ver a su hijo muerto…o algún pedo así. Ahí fue cuando me decidí, soy un tipo resolutivo y cuando me quieren encontrar no me hago mucho de buscar, Pac estaba loco, saque mi pistola y en dos tiempos le di un tiro en la cabeza.

 -Gordo de mierda, conmigo no se juega, te lo advertí muchas veces.-

-Gra…cias.- Fueron sus últimas palabras las cuales me desencajaron un poco. Pero no había tiempo que perder, lleve el cuerpo hasta el cuarto y ahí me encontré con el secreto del gordo bastardo. Una chica igual de gorda que él yacía en su cama, estaba muerta y podrida, se notaban las puñaladas que su abdomen había recibido ¿Sería la chica que me había comentado? La imagen me hubiera horrorizado, pero he visto mil cosas peores en mi vida, de todos modos me desconcertó el hallazgo, miles de preguntas vinieron a mí, pero así mismo de rápido las espante, no quería verme envuelto en todo este embrollo, seguramente los vecinos del departamento ya comenzarían a preguntarse qué onda ese ruido. Me puse a buscar el dinero que el gordo tenía por ahí, poco había, ni modo. Antes de salir se me cruzo por la mente que tal vez todo esto había sido una jugada de Pac, que él me había mandado a llamar como queriendo invocar a su ángel de la muerte, eso explicaría su comportamiento taciturno, pero, no, es Pac, un gordo de mierda, un gordo de mierda y loco, que iba a planear su muerte, su mente no es fuente de tácticas y estrategias, menos mortuorias, es sólo un flipado. Lo mejor era dejar de pensar tanto y volar de este lugar maldito, dejar a Pac y su novia con los fantasmas que tanto perseguían.

Camine a paso tranquilo rumbo hacía el metro, no me ponía nervioso haber matado a alguien, de hecho lo había hecho antes y por cómo van las cosas en este país sé que lo volvería a hacer. No siento culpa, Pac estaba loco, si no lo hacía yo lo hacía otro seguramente. Yo al menos era su hombre de confianza. 

-Hey Jumpman.- Escuche a mi derecha, pero no alcance a reaccionar a tiempo, una masa que venía a toda velocidad me embistió y dejo tirado en el suelo, intente reestablecerme, pero el tipo que me ha empujado ahora me propina una fuerte seguidilla de patadas que me hacen escupir sangre. Es una emboscada, siento que otro malnacido me agarra por detrás y me levanta arrinconándome en las sombras de un callejón, aun así puedo ver a la calaña de cobardes que me están agrediendo ¿Quién otro? The Hedge y su nuevo amiguito Crash. The Hedge se ha dado cuenta que lo he reconocido y comienza a darme puñetazos en mi panza, trato de desprenderme de las amarras de Crash, pero el pendejo era solido en el arte de atrapar.

CONTINUARA...

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