martes, 12 de enero de 2016

CUENTO: KILL YOUR HEROES



 No puedo creer que David Bowie este muerto, si hace tres días antes había lanzado su último disco que está bastante bueno y se los recomiendo. Pero bueno así no más queda la cosa, audaz y repentina como un puñetazo en medio de la noche. La obra de Bowie es tan larga y tendida que hacer un top 10 de sus mejores temas es un desproposito, en todo caso no soy un mega fanatico de su figura y su música, pero el siempre hervidor de opinión que son las redes sociales me inspiró rápidamente para generar este cuento que espero les guste.-



 
Tenía 16 años cuando murió Freddie Mercury, iba en el auto con mi hermano mayor camino a la clínica por razones que ya he olvidado y anunciaron la noticia por la radio, tanto yo como mi hermano quedamos impactados, el Lalo de hecho tuvo que estacionar el auto porque no podía creerlo. Estaba soleado, era un día precioso, pero la noticia a las 10:00 de la mañana me descompuso todo y me fui a negro. Me encerré en mi pieza el resto del día y puse uno tras otro los cassette que tenía de Queen. Me sentía viudo, hace pocos días Mercury había anunciado públicamente su enfermedad y eso a mis ojos lo convertía en un grande, alguien que era capaz de destruir lo que en ese tiempo se creía que era imposible de derrotar, el SIDA. Por la influencia de mi hermano siempre escuche grupos o músicos que eran un toque más antiguos a lo que se supone estaban escuchando los de mi generación, y el caso de QUEEN me marco bastante, supongo que en el fondo también me ayudó a desentrañar los temas pendientes que tenía con mi mismo por ese tiempo, simplemente por eso Freddie se convirtió en uno de mis estandartes predilectos, en un verdadero ídolo y siempre soñé con poder ver a QUEEN en vivo y en directo en algún paraje del mundo, por eso quise ser periodista porque a mis dieciséis años creía que los periodistas podían viajar y cubrir ese tipo de cosas.  

Volviendo a mi pubertad ese triste lunes (la muerte de Mercury ocurrió el Domingo 24 de Noviembre, pero yo me enteré al día siguiente)  no hubo ganas de nada y hasta mis padre lo comprendieron y respetaron mi luto. Mi hermano escribió un poema y yo confeccioné un collage con fotos del cantante, lo mandamos por correspondencia al fans club oficial de Queen allá en Londres, nunca tuvimos respuesta, pero el sólo hecho de haber realizado esa ofrenda nos despejo un poco el alma. El dolor persistió por mucho tiempo, pero obviamente tampoco daba para deprimirse por siempre, el charlarlo con la gente no ayudaba mucho porque el pesar que todos daban sonaba bastante extraño e incómodo, era difícil para mí explicar  el vínculo tan íntimo que sentía con alguien que nunca me conoció así que prefería evitar mucho el tema. De todos modos eventualmente supere todo eso y a los veinte años deje de sentirme un ser tan especial con respecto al asunto. No era más que un fan llorando la partida de un astro, pero aun así costaba  asumirlo con firmeza, si incluso al año siguiente murió mi abuelita y el hecho no me dolió ni la mitad que lo que me había dolido la muerte de Freddie.


Ahora ya con cuarenta y un años, Freddie Mercury tiene muy poca cabida en mis memorias y es una de las cosas que menos se me vienen a la mente durante la semana. Últimamente he estado trabajando como loco, he querido evitar cualquier minuto de reflexión con respecto a lo que fuese, tengo mis motivos mi pareja se separó de mi hace un mes y me ha costado no mandar todo a la cresta y hacerme mierda en el piso llorando, pero soy hombre conocido y no puedo andar dando lastima por trivialidades como estas ni mucho menos. Trato de alejarme de las redes sociales y todo ese embrollo durante mis tiempos libres, salgo a correr, a pasear al perro, pero de todas formas estoy condenando porque mi trabajo consiste en envolverme sí o sí en ese espejismo de realidad. Me enteró como un espía de tantas cosas cuando ando por Facebook, Twitter o Instagram, no puedo considerar posible que la gente desde los más viejos hasta los más jóvenes  expongan tanto , me asquea, me asfixia. Pero igual trabajo y gano dinero gracias a las redes sociales y sin ellas actualmente estaría frito. Ser periodista hoy en día no es lo que  me imaginaba a los dieciséis años, pero tampoco es un tormento ni una vida dura. Soy periodista musical y como tal tengo que estar al día en todas las informaciones concernientes a aquel mundo, estar inserto en el ambiente musical nacional, las bandas convergentes, los artistas de moda, las eternas revelaciones, en fin, debido a esta pega cada año estoy despachando noticias de algún artista que muere en tal o cuál condición, pero la mañana del 11 de Diciembre volví a sentirme impactado como hace mucho una noticia de este estilo no me producía. Atónito leí el titular al menos tres veces. David Bowie ha fallecido a los 69 años. Tenía cáncer. Imposible si hace un par de días nada más había lanzado su último disco “Blackstar”.



A mis veintitantos años redescubrí a la figura de Bowie, por supuesto conocía sus canciones más emblemáticas (si era el hombre que había compuesto UNDER PRESSEAURE junto a Queen, porfavor) pero fue su movida más electrónica, más industrial, aquella de mediados de los noventa que llamó fuertemente mi atención sobre él. Un día simplemente llegué a la conclusión de que David Bowie era un genio, un inmortal, alguien que ya había hecho la mermelada cuando el resto estaba sacando la fruta del árbol. Para ese momento parece que necesitaba sí o sí rellenar el vacío que dejo Freddie Mercury en mi corazón, pero realmente y por más obvio y natural que parezca nunca espere que fuese Bowie el que lo hiciera, simplemente pasó. A mis veinti tantos me empezó a gustar el rock industrial y me atiborré de las cosas típicas como Marilyn Manson, Nince Inch Nile, KMFDM, pero entre todo eso y de manera insospechada como si fuese un superviviente de la nueva escena se alzaba Bowie, y aunque no era del todo lo que esperaba, realmente me gustó y lo revaloricé, y entendí porque en el pasado era el duque blanco, y entendí que su propuesta era mucho más que una parada de moda, más que un mero personaje. Era un artista tan complejo como la vida misma en sus múltiples decisiones. Me gustó tanto que salí de esa onda dark industrial en que estaba metido para abrazar el eclecticismo que el propio Bowie respiraba, me gustó tanto que  hasta anduve con un tipo sólo porque tenía un sutil y profundo parecido a los ojos de Bowie ¿Cómo se puede estar más pirado? A Bowie sí lo pude ver en el 97 cuando vino a Chile y es un recuerdo grabado con fuego en mi memoria. Como sea, al final enfilé mi carrera musical hacía los derroteros que apuntaba Bowie, incluso la primera y fracasada revista de música que edite la bautice como STARDUST en un pobre y descriteriado homenaje. Lo cierto es que igual el tiempo pasa y Bowie se fue quedando atrás o mejor dicho sin muchas ganas de aparecer ante el ojo público en un mundo donde la exposición parece ser básicamente el capital humano. Bowie dejó de hacer giras y el 2013 anunció su regreso con un nuevo disco que alabe y todo, pero el viejo ya no pisaba los escenarios salvo contadísimas veces asi que yo tenía que estar atento a otras cosas, Arcde Fire, Morrisey, Artic Monkeys, las tendencias que la llevaran en tal o cual momento. De todos modos yo sabía que Bowie estaba ahí y que algún día volvería a pisar los escenarios, lo tenía muy claro en mi cabeza, era una afirmación silenciosa que sin embargo se apagó total e inesperadamente como quien te sopla la vela que está en el pastel de tu cumpleaños.


Sin embargo a diferencia de la muerte de Freddie Mercury puedo notar que en este caso todo el mundo tiene que decir algo al respecto, escritores que escriben sentidas palabras de homenaje, músicos que lo tributan, gente que publica sus videos, sus canciones, todo el mundo escribiendo en una línea adiós David Bowie, tendencia mundial, ciudades que le rinden homenaje y son hot news en un segundo que se pierde durante las horas del día, muchachitos jóvenes tristes por la noticia, muchachitos que ni sabían de sus canciones más allá de haberlas escuchado en incontables películas, muchachitos que hacen entradas en sus blogs sobre el legado del duque. Simplemente no hay espacio para el silencio, no hay espacio para el duelo. Me enteré que en la noche en algún lugar de la ciudad harían incluso una velaton, se juntarían un par de muchachos a cantar sus canciones y a comentar o que se yo, muchachos de menos de treinta años que nunca lo vieron y que al igual que yo como con Freddie jamás podrán saber qué significa tener a tu ídolo a metros.  Todos escribiendo algo, todos posteando su sentir incluso algunos lo hacían de forma irónica, todo el mundo posteaba el link de youtube de la canción “Under presseaure” y escribía cosas como: Ahora ambos están cantando en el cielo. Incluso amigos que se que son ateos publicaban ese tipo de cosas. Todo el mundo amaba a Bowie parece ser. Y yo aquí encerrado, sin ganas de trabajar y sintiéndome mal porque no  se me ocurre que poner, qué expresar, qué decir. Bowie era mi ídolo por ende algo debería hacer, alguna manifestación debería mandarme. Pensé en agarrar una campana y ponerme en la calle agitándola como un pregonero gritando cosas como “HA MUERTO DAVID BOWIE EL AUTOR DE TEMAS INMORTALES DEL AYER Y HOY COMO STARMAN, ASHES TO ASHES, LETS DANCE, HEROES” Pero no me dio la perso, mejor dejaba un mensaje simple y consistente en facebok. RIP DAVID BOWIE. EXTRAÑARÉ BOWIE. GRACIAS POR TU LEGADO QUE NO SE APAGARÁ EN MI CORAZÓN. O tal vez tenía que mandarme un sendo texto explicitando mi dolor, no sé alguna chorrada así, pero no me nacía, no lo sentía necesario, no sentía que algo así pudiese reflejar y expugnar mi pena. Me telefoneé con unos amigos. “Si que lata la muerte del loco…Oye y viste el informe que te mande…” Como si nada, pero todos habían puesto lo mal que se sentían por su muerte incluso las estrellas más famosas del rock y del pop lo hacían.
 

Simplemente esta vez me tocó vivir un luto distinto, más acomedido, en la noche puse un vinilo con su música mientras comía unas pastas que había preparado. No iba ni por la tercera canción cuando me llaman y me anuncian que mi hermano murió en un accidente. Trastornado me senté frente al computador, las lágrimas me corrían solas, David Bowie de fondo, Life on mars o algo así. Trague saliva con dificultad. Este 2016 empezaba con el pie izquierdo. Trastornado y sin entender muy bien lo que hacía escribí en mi muro de Faceboock. “ESTA NOCHE HA MUERTO MI HERMANO” Inmediatamente recibí muchos likes y mensajes de condolencias. Al rato me llamo una amiga que también había sido íntima de mi hermano. Después de charlar largo y tendido ella me dice “Fernando entiendo que te sientas como el pico, pero me parece que no deberías andar publicando esas cosas por Facebook, el dolor es íntimo” Le di la razón sin ganas de discutirle nada. Luego me eché en la cama y me quede dormido pensando que lo mejor para este fin de semana sería, si se podía, arrendar una cabañita e irse a la playa, escuchar música, fumar un porro, respirar aire fresco, bañarse, escribir una carta, un poema si me daba el talento y hacer un collage.-



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KILL YOU IDOLS por http://blogdeperrachica.blogspot.cl/2016/01/cuento-kill-you-idols.html se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-SinDerivar 4.0 Internacional.
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