domingo, 6 de enero de 2019

Poema: El beso de la Afrodita virtual



Porque realmente Instagram está lleno de gente así, ojo, no es una crítica, más bien una reflexión desesperada sobre una actitud virtual que aún no logró descifrar del todo, bien aquí va, mi primer poema del 2019:





El beso de la Afrodita virtual

Ya sé
      eres la típica chica
que con media sonrisa y dos miradas fijas
     consigue lo que quiere.

Ya sé
      eres la típica chica
que se saca una selfie
       y se queja del clima.

Ya sé
      eres la típica chica
que escucha canciones
     ignorando sus letras y melodías.

Ya sé
     eres la típica chica
que no le importa que la apunten como
            la típica chica
porque eres como quieres
y causas estragos igual.

Nadie es tan inmune e inteligente
como para abstraerse
de tu esencia,
y responder a tus fingidas galimatías.
Nadie es tan seco,
y nadie es tan rígida
como para no ser absorbidx
x tus labios que susurran el grito secreto del algoritmo digital.
Corazón virtual,
luces infinitas,
omoplatos extendidos como
quien nada
sin pavor a la inmortalidad.

Tu sabor suena a Strauss
a ese crescendo del “Así hablo Zaratrustra”   
una visión que se eleva hasta abarcar la vía láctea
donde se pueden contar
innumerables
hombres y mujeres que lo darían todo x estar cerca tuyo.

Ya sé
     eres la típica chica
             que fetichizan sinceros ególatras
y suicidas depresivos.

Ya sé
     eres la típica chica
             que una lesbiana desea besar,
pero que no lo admitirá.


Ya sé
     eres la típica chica
         que dice que se quiere casar y tener hijxs,
pero antes viajar y coger mucho
mientras, la tribuna te sueña y te juzga a través de las redes sociales.

Tus migajas de atención en la plataforma cibernética,
caprichosas y fluctuantes,
son como una balada de los 60’
que repite muchas veces la palabra dolor.
Lóbrego es el caminar en la fila
de quienes sostienen tus sonrisas de sopor.

Ya sé
     eres la típica chica
             que no cree en la paz
porque prefiere
terremotos de aplausos,
y ese ruido que se repite en lopps
donde suenan ecos de fiestas alborotadas
y máquinas de gimnasios pequeños.

Convertiste tu intimidad
en capital erótico.
Supiste hacer babear a los monos con navaja.
Supiste enamorar rebeldes y budistas por igual.
Supiste inspirar y devastar.
Supiste tanto con sólo posar.
Un juego de cartas
con el diablo
es un desafío simple que menoscaba tu potestad,
por eso ahora seduces a Dios con tu húmeda sensualidad.

Y te diste cuenta
que hay que redoblar las apuestas
porque vienen muchas más como tú.
Se extenderán
hasta que el océano se vuelva  alquitrán,
en este mundo toxico
de chongos narcisos
que se juran sólo eres un trofeo
a su violenta masculinidad.

Mascaras de papel maché,
alas de mazapán.
Así de frágil es tu indestructible verdad,
¿qué pasará cuando llegues al mundo real?
¿Y qué es el mundo real?
¿El tiempo?; ¿El olvido?; ¿El apagón del router que te conecta a tus admiradores?

Eres la típica chica
          y al mismo tiempo
tan diferente a las demás.
Tan especial
         y al mismo tiempo
                       tan igual.-

1 comentario:

  1. Paren con los besos,
    escritores de versos

    ¡Les faltaba ya uno sobre pedos!

    Era sabido que así ninguno quedaría...
    Que a ese paso que seguían,
    la pornografía un día
    a todos se los llevaría.

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