domingo, 24 de febrero de 2019

Series para ver, volver a ver y pensárselo mejor antes de ver: The Umbrella Academy




La nueva serie de Netflix sobre gente con poderes (luego de cancelar su sociedad con Marvel) llamó la atención mediática por tratare de la adaptación del comics homónimo de Gerard Way, el mismísimo vocalista de la extinta (pero siempre recordada) banda de rock EMO My chemical Romance. La historia despliega parte del imaginario que Way plasmó en las letras de las canciones de su antigua banda, de esta forma se entremezcla un tufillo EMO con una historia de acción y ciencia ficción. Cercano a obras como Watchman o Marvel´s Runaway, la serie otorga variados momentos efectivos al espectador dentro de una trama que está lejos de considerarse fresca, pero que funciona por la interacción constante de sus personajes, transformándose en una historia coral en donde todxs tienen sus momentos importantes. Es un gran pastiche pop, aunque con varios aspectos débiles en su desarrollo, pero mejor veamos qué onda.

 


Los X-MEN necesitan psicoterapeutas



Súper héroes o gente con súper poderes sobrellevando traumas emocionales de su pasado, no es algo muy original a estas alturas, sobre todo porque la seriedad y el dramatismo hace rato que se han convertido en la gran tónica para este tipo de historias. Umbrella Academy nos presenta a una familia disfuncional, extravagante, pero por sobre todo histérica, en la que entran elementos de ciencia ficción y acción para llevar adelante una trama algo predecible. La historia comienza cuando Reginald Hargreeves (Colm Feore), un magnate e inventor, localiza a siete bebes en distintas partes del mundo que fueron dados a luz el mismo día, esos niñxs poseen poderes ocultos que Reginald estudiará y eventualmente despertará, de esta forma los entrena (de maneras ridículamente severas) y convierte en una elite de súper héroes llamados Umbrella Academy. Por un tiempo este grupo de jóvenes justicieros fue realmente famoso en el mundo, vendiéndose comics, juguetes y todo tipo de productos relacionados a ellxs, mientras que dentro de su casa vivían una infancia y juventud privada de cualquier afecto o diversión, dedicada casi exclusivamente a perfeccionar sus poderes, generando graves problemas de comunicación, confianza y afecto.  

Reginald Hargreeves es sin duda la peor versión de un profesor Xavier que pueda darse, sus métodos fríos y extralimitados de entrenamiento logran conseguir que todo el grupo le guarde resentimiento y se alejen de él y de la Umbrella Academy al cumplir la mayoría de edad. Luther (Tom Hopper) es el número uno, el líder, su poder estiva en su fuerza física, es el único que lucha aún por ganarse el afecto de su padre Reginald, éste por supuesto no le brinda ninguna palabra de aliento o satisfacción, Luther termina convirtiéndose en un hombre solitario, incapaz de hacerle frente o cuestionar las ordenes de su padre. Diego (David Castañeda) es el número dos, su habilidad es manejar los cuchillos a la perfección, siempre quiso independizarse de la Umbrella Academy para trabajar en solitario, como una especie de Batman, también para revelarse contra su padre y el liderazgo de Luther. Allison (Emmy Raver-Lampman) es la número tres, su habilidad está relacionado con el manejo mental: a quien le susurre al oído una orden, éste lo hará sin chistar. El número seis es Ben (Justin H. Min) quien al arrancar la historia ya está muerto, pero que tiene participación regular por medio de su hermano Klaus (Robert Sheehan) el número cuatro, un drogadicto, cínico y completamente neurótico, cuyo poder es conjurar a los muertos, habilidad que detesta y que sacó a la fuerza gracias a que su padre lo encerró por días en una cripta cuando niño. Finalmente la número siete, Vanya (Ellen Page), aparentemente no tiene habilidades, por lo que sufrió el desprecio de su Padre y fue ignorada por su familia durante toda su infancia y juventud, mutilando su autoestima al repetirle constantemente que no era nada especial. No es necesario ser muy hábil para adivinar que esconde inconscientemente un poder sorprendente y que eventualmente desatara el clímax en la historia.



Finalmente a esta imposible familia la completa Numero Cinco a secas (Aidan Gallagher) un niño prodigioso, altanero y sumamente sarcástico que es capaz de saltar por el espacio-tiempo, su habilidad y las ganas de perfeccionarla fueron lo que produjo la primera ruptura seria con la familia, ya que en un momento de ira discute con su padre y salta en el tiempo sin control hasta llegar al apocalipsis de la tierra, en donde todo el mundo está muerto, peor aún, no consigue volver a su tiempo, quedando atrapado en aquel mundo post-apocalíptico por muchos años.

La trama se desarrolla cuando los miembros que quedan de la Umbrella Academy vuelven a reunirse ya de adultos por motivo de la muerte de su padre. Para ese punto la familia está totalmente rota, desde hace trece años que no se hablan. Vanya, para superar sus traumas y resignificar su miserable infancia escribió un libro autobiográfico en donde revelaba todos los secretos de la familia y el trato inhumano que su Padre tuvo para con ellxs, Allison vive una crisis matrimonial en donde le ha sido negada la tuición de su hija pequeña, Luther arrastra un problema en su cuerpo que lo ha obligado a vivir en el más profundo ostracismo (literalmente, se fue a la Luna) Klaus es un drogadicto sin remedio y Diego es un súper héroe solitario que no consigue ganarse el respeto de nadie. Sea como sea, y por razones específicas de cada quien, terminan reunidos en la antigua casa en la que crecieron con la intención de velar a su padre, naturalmente todo sale mal porque son una familia llena de conflictos, incapaces de conversar y plantear sus problemas de un modo directo y no violento. Todo se complica mucho más cuando número cinco aparece ante todos, con una advertencia espantosa, el apocalipsis se producirá en ocho días más y tienen que evitarlo a toda costa.

El gran fuerte de esta historia es la interacción que los personajes van teniendo entre sí, ya que a lo largo de los diez capítulos (cada uno de casi una hora de duración, uff) el protagonismo es compartido, equilibrado y completamente variado, las parejas de personajes en las que se centra gran parte de un capitulo van rotando, de esta forma podemos notar las distintas relaciones, afinidades y comportamientos que estos adquieren al juntarse con uno u otro según sea el caso. Esto no sólo se reduce a los protagonistas, ya que los antagonistas (al menos de la primera parte de la historia) Hazel (Cameron Britton) y Cha Cha (Mary J. Blige) dos sicarios extravagantes (por supuesto, por qué no) consiguen llevarse gran parte de la atención y favoritismo ya que sus personalidades, aunque en principio acartonadas, van logrando una mayor evolución y podemos entender sus motivaciones, otorgando momentos genuinamente geniales.

Más allá de un par de personajes que funcionan en este contexto descabellado, la serie no consigue encantar mucho más. Hay un gran número de conveniencias argumentales y conflictos que estallan a razón de nada, como si la trama se acelerará porque sí. También es exasperante la forma en que están construidos los capítulos, en donde más de la mitad de las veces, nada es concluyente únicamente porque los personajes son incapaces de comunicar sus planes y simplemente terminan peleando, discutiendo y alargando agónicamente una trama que se excede en la exposición, la reafirmación de hechos y la anticipación anunciada. 



Mucho ruido y pocas nueces



La serie tiene varios momentos de saltos al pasado en donde nos van contando de a poco cómo es que esta familia termino rota, lo que es en gran medida el peso dramático de la historia, por otro lado, paralelo a eso la historia va avanzando a veces de manera dispersa, pareciera que un montón de otras tramas o arcos irrumpen sin mucha dirección o correlación a lo que estamos mirando, incluso los antagonistas en un momento determinado viven su propia aventura. Desde ese lado parece que la trama es segmentada, como si hubiesen tratado de unificar forzosamente varias historias independientes dentro de un arco que culmina con la llegada del apocalipsis (hecho que muchas veces simplemente se olvida) Incluso un capitulo es un desperdicio de tiempo ya que al siguiente se anula todo lo que se vio ahí, y ni siquiera es que las revelaciones o elementos que se exponen sean muy importantes, porque posteriormente se vuelven a generar. En muchos casos, las cosas que ocurren se sienten más que nada como una táctica para estirar  situaciones o escenas que finalmente no aportan nada, sólo para poder cumplir con la duración de cada episodio. Hubiese preferido una historia más concisa, pero bien unificada.

También vale decir que hay relaciones de personajes más interesantes, o que brindan mejores momentos que otras. La historia de amor entre Luther y Allison es completamente soporífera, de hecho, estos son los personajes menos competentes para el ritmo de comedia y drama que la serie quiere llevar adelante. Por su parte, cabe destacar la buena interpretación de Ellen Page quien consigue con gran sutileza ponerse en la piel de una persona golpeada emocionalmente, así como el rol soberbio que cumple el joven Aidan Gallagher quien personifica a un tipo egocéntrico, loco y al mismo tiempo aterrado con la idea del apocalipsis, los momentos en pantalla de estos personajes, ya sea interactuando con otrxs o solos, son simplemente magistrales. Mientras que Klaus, consigue dar la cuota de humor (es el Shaggy del grupo) debido a sus diálogos y momentos exóticos, pero a veces simplemente se hace agotador su muletilla de personaje chistoso, aunque afortunadamente tiene una progresión interesante.

Como ya mencione los capítulos tienen un esquema repetitivo, el que muy pronto empieza a cansar. Que los personajes sean tan impulsivos, que ninguno se escuche o diga realmente lo que está pasando, es una táctica de guion que se quema muy rápido. Esta bien que se trate de una familia rota en la que todos los lazos están cortados, pero ante una amenaza latente como el apocalipsis, ninguno parece querer responder adecuadamente, hasta que ya es demasiado tarde. Por otro lado, casi todos los capítulos tienen un montaje musical que en la mayoría de los casos no aporta nada y sólo sirve para ilustrar lo obvio o dar un cierre bonito al final de los capítulos.  

En definitiva, Umbrella Academy es una serie con mucho potencial, con momentos genuinamente divertidos o intensos, pero en gran parte sólo dilata su historia y a veces entrega elementos de forma antojadiza. Su trama avanza muchas veces de manera conveniente, después de que se pierde mucho tiempo en elementos difusos que ni siquiera tienen un cierre adecuado. En un punto cansa tanta discusión sin sentido entre sus personajes, y realmente creo que es un error que sus capítulos duran tanto, ya que gran parte de lo que se ve no aporta nada a la historia y carece de total interés. Se rescata que es una producción bien hecha, con gran trabajo y cuidado en la parte técnica y a pesar de que sus montajes musicales parecen estar ahí más que nada para rellenar la hora de capitulo, su banda sonora es muy variado y divertida. La base de fans del comics ha visto con buenos ojos esta adaptación, por lo que es probable que la serie siga por muchas más temporadas, ya sea para bien o para mal. Y por si se lo están preguntando, no, no hay ninguna referencia al EMO o a My chemical Romance en ninguno de los capítulos, salvo un easter egg muy oculto, pero eso ya es otra historia.-


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