Año:2000
Director: Virgine Despentes; Coralie Trinh Thi
País: Francia
Una joven llamada Manu proveniente de un barrio marginal es violada y, después, durante una
discusión, mata a su propio hermano. Su destino se cruza con el de Nadine, también marcada por una violenta realidad: Es una prostituta que ha
matado a su compañera de piso. Las dos chicas se encuentran por azar en
su huida, y deciden aliarse en un salvaje viaje marcado por el sexo y
la violencia. La pareja asesina sin piedad a todos los hombres que se
cruzan en su camino. Al final del trayecto y con la policia tras sus talones Manu es asesinada cuando intentaba atracar un almacen y Nadine reflexionando sobre sus opciones decide suicidarse, pero antes quema el cuerpo de su amiga, en eso se queda dormida y es encontrada por la policia.
El post-porno como reacción ante la norma social de géneros
El post-porno más que
un subgénero de la pornografía como tal se trata de una reivindicación de
valores y principios, y justamente cintas como “Baise-moi” (“Fóllame” como fue traducido en varios países) hace
eco de estos y los patenta como un poderoso manifiesto político para desplegar
sus ideas. ¿Pero qué es el Post-Porno?
Básicamente estamos hablando de la subversión de los valores normativos que se
han impuestos en la industria pornográfica, los estereotipos con que nos
criamos al consumir pornografía y por consiguiente extendimos al campo de la
vida cotidiana. El post-porno se nutre de expresiones artísticas relacionadas
tanto con la perfomance, la
fotografía (de hecho el concepto post-porno surgió de uno acuñado por el
fotógrafo Wink Van Kempen) el video-arte, los hapening. Es decir prácticas muchas
veces entendidas como crípticas para las grandes masas que en contraste se desatan
viendo pornografía o algún reducto de ella por la televisión. Estamos ante una
parada filosófica, reflexiva, política y hasta combativa si se quiere, para la activista
chilena y especialista en el tema Lucia Egaña el postporno traza sus metas
simplemente en: “Desencadenar procesos
que desorienten o desencajen ciertas estructuras que permean y recubren lo
sexual hegemónico” Un ejercicio que busca deshacer el conducto regular y la
fantasía ominosa que proponen las películas pornográficas de los grandes
estudios como Penthouse, por ejemplo. Desde esa vereda la escritora feminista
Virgine Despentes en conjunto a la también feminista y ex actriz porno Coralie
Trinh Thi despachan una modesta película que de una forma bastante post-porno
hace ruido y cuestiona con desenfado el sentido social que se le reserva a la
mujer dentro de los márgenes de lo que es lo femenino.
“Baise-moi”
está basado en el libro homónimo de Despentes quien a lo largo de gran parte de
su vida vivió atormentada por comentarios perpetuos que le sugerían explotar
más su femineidad. Para Despentes esta alternativa era tan vacía como una nube
y no suponía realmente una forma de ver las cosas. Asumida como una punky
integrada a una comunidad con prácticas (para quien lo ve desde afuera)
bastante masculinas, Despentes eructaba y se tiraba pedos en público, hablaba
fuerte, se metía en peleas sin sentido y se desinhibía sin escrúpulos a la hora
de querer sexo, algo que es normal y hasta conveniente para un hombre en ella
era visto como obsceno, amoral y hasta denigrante. Evidentemente los personajes
que dan vida al tórrido relato que es “Baise-moi”
están basados en sus experiencias y sobre todo son expresiones e inquietudes de
querer manifestar su rabia, su rabia de que se le quitara la dignidad por
simplemente no querer encajar con el resto de las mujeres envueltas en esa
archivada femineidad que todos le exigían.
A ver, pongamos un
ejemplo simple para después ilustrar la idea que las directoras querían
contraponer, hay muchas películas mainstream donde los héroes tienen compañeras
que son vistas como UNO más hasta que en algún punto de la historia la niña del
grupo adopta por alguna razón actitudes femeninas que dinamitan su encanto y
belleza y por primera vez sus amigos la ven como una “mujer”, el caso que
primero se me viene a la mente es el de Harry Potter cuando Hermione va a un
baile de no sé qué en la escuela y se pone un vestido, cambia su peinado, se
ruboriza los pómulos, bah en fin, todo eso, el caso es que por primera vez Ron
y Harry se quedan impactados como queriendo decir “¿Oye Hermione era una
chica?” Como si sólo el énfasis en el cuidado personal y el embellecimiento le
provocaran la condición de mujer por sobre sus otros atributos que el personaje
tenía. Ósea era inteligente y valiente, pero resulta que también era mujer.
Vaya.
“Baise-moi” justamente
busca aniquilar ese patrón de conducta, de considerar a una mujer como tal sólo
cuando ellas se arreglan. La historia en si es violenta, sucia y estrepitosa,
nos presenta dos figuras femeninas que rompen el molde de lo que se supone debe
ser una chica, y lo rompen radicalmente al punto de comportarse de un modo
exacerbadamente “masculino”, es decir, el sin sentido de las acciones de Manu y
Nadine, su rabia contra el mundo, su forma desequilibrada de comportarse, su
irracionalidad y su violencia desquiciada son síntomas que buscan anular
únicamente la realidad con que se ve a una mujer, como una víctima, una víctima
silenciosa que hay que proteger. Es cierto que la historia puede ser chocante y
es increíble la cantidad de comentarios negativos que esta película genera en
los hombres justamente -quizás porque
mancilla su estructura de lo que una mujer debe ser- porque parece impensado
adjuntar la actitud irracional y violenta de las protagonistas con el prototipo
de dos mujeres jóvenes y lindas, pero la lógica de violencia y venganza (en
este caso venganza contra nadie en particular, pero contra todos) es una motivación
a la que Tarantino hace mella constantemente y nadie se escandaliza tanto ¿será
por qué Tarantino es hombre y se le admite en él esos arrebatos? incluso en “Kill Bill” donde una mujer es la
protagonista se busca entender la justificación de la violencia que despliega
Uma Thurman por razones bastante fuertes que justamente tienen que ver con un
escenario muy mujeril, la búsqueda de un hijo raptado. Aquí no hay justificación,
las chicas lo hacen porque sí, ¿no es eso un escenario muy masculino?
“Faster Pussycat! Kil! Kil!” es una gran película de los 60 dirigida
por el guru de las bubis Russ Meyer y también nos presenta un escenario
parecido al de “Base-moi” mujeres furiosas, robando, golpeando y humillando a
los hombres a sazón de nada en particular más que la delictualidad de sus
protagonistas, pero donde Russ Meyer explota una salvaje sexualidad, Despentes
y Thrin Thi prefieren simplemente despojar el acto sexual de todo encanto y
profundidad y lo exhiben de manera indecorosa, fuerte y directa, por ende las
escenas sexuales tienen un tratamiento demasiado frío rozando lo que podrían
ser los videos porno amateur, escenas que no buscan ensalzar la sexualidad de
nada ni incitar al espectador a la masturbación. Las protagonistas de
“Base-moi” tienen hambre sexual, un apetito que un hombre sí se puede permitir
exhibir públicamente.
Si pensamos que
“Base-moi” es un manifiesto sobre el desquite hacia la femineidad podríamos
comprenderla mejor. Virgine Despentes fue totalmente vapuleada cuando lanzó su
libro, no por la historia o la forma en que estaba
escrita sino por el decoro que –según los críticos- mancillaba a las mujeres.
Nuevamente nos enfrentamos a la misma línea de combate, un hombre puede
escribir un libro en donde se torture y golpeé a las mujeres, pero una mujer no
puede asumir la ficcion a la inversa porque no es el papel lógico de una women.
En su libro “Teoría King-Kong” Despentes asume que básicamente ser femenina es
ser servil, automáticamente sumisa y muda, sobre todo muda, una víctima muda
que no puede salir adelante de sus problemas si no es con la ayuda del sexo
opuesto, vamos, que la televisión nos archipega con este tipo de conceptos (“La
rosa de Guadalupe”; “Lo que callamos las mujeres” el escenario de la mujer
siempre es el de víctima) por tanto
según este ideal el único camino de ascenso social que una mujer puede
conseguir es el matrimonio (nuevamente la televisión nos ha inundado de este
tipo de presiones) justamente es por eso que las chicas que se meten en el sexo
pagado (sean actrices porno o prostitutas tal cual las protagonistas de la
película) y que, siendo autónomas, obtienen un beneficio concreto de su
posición de hembras, deben ser castigadas públicamente. Han transgredido el
papel de buena madre y buena esposa que les tiene reservada la sociedad, por lo
que deben ser excluidas. En resumidas cuentas la mujer no puede alcanzar éxito
sin el hombre incluso en asuntos tan domesticos como el sexo, nuevamente reflejado en la pornografría:
“¿Por
qué los hombres se han apropiado de la industria pornográfica si es el cuerpo y
la actitud de la mujer es la que se valoriza? Porque no debe ejercerse ni
obtenerse beneficios si no es por medio de la colaboración masculina, el
orgasmo pornográfico de las mujeres es un vivo ejemplo, ellas no pueden llegar
a él si no es a través de los hombres. Los hombres deben saber proveerlas de
satisfacción, ellas por si solas no pueden llegar, desde ese punto la
masturbación femenina se ha convertido en un asunto vedado de análisis y
reflexión.”
Despentes. “La
teoría King Kong”
Aplicar esa cita a todo contexto de la naturaleza humana, incluso la misma co-directora Coral
Thrin Thi no se le permitía desde el mundo cinematográfico realizar otra
innovación, según Virgine “Los hombres no querían ver al objeto de sus
fantasías salir del marco particular en el que lo habían encerrado” Es por esto
que Despentes no cree en la femineidad como actitud ante la vida, y en su libro
y película trata de dejarlo en claro con una historia que si bien no es lo más
original, ni nada (muchos sentirán el eco de “Thelma y Louis”) generó
resquemores por su discurso. Finalmente Despentes asume algo que hasta para mujeres empoderadas puede resultar fuerte y
difícil de aceptar, pero que me hace mucho sentido con la lógico de su
historia: “No es la sociedad la que
debería sentirse responsable cuando vemos en todas las películas a las mujeres
haciendo papeles de las víctimas más atroces. Somos nosotras las que debemos
sentirnos responsables de lo que nos sucede, de negarnos a palmarla, de querer
vivir para contarlo” Pensamiento que se nutre directamente del de Camille
Paglia: “Es un riesgo inevitable, es un
riesgo que las mujeres deben tener en cuenta y correr si quieren salir de sus
casas y circular libremente. Si te sucede, levántate, dust yourself, desempólvate,
y pasa a otra cosa. Y si eso te da demasiado miedo, entonces quédate en casa de
mamá y ocúpate de hacerte la manicura”.
La violencia de género,
tema que parece no terminar sobre todo cuando se es naturalizado por la prensa
y las instituciones, según estás feministas es un combate que hay que dar
asumiendo cruentamente que inevitablemente pasará por la sola condición del
sexo femenino. Duro entenderlo así y hasta puede parecer casi machista, pero a
los hombres se les enseña a entrar a un mundo despiadado y tienen permiso de
usar todas sus artimañas posibles, a las mujeres en cambio se les enseña a ser
ingenuas damiselas que deben esperar a ser rescatadas. Manu y Nadine no son
heroínas ni nada por el estilo, tampoco son personajes que vengan a reivindicar
el estatus del sexo femenino, son simplemente mujeres que entendieron y
reaccionaron ante este atropello monumental que es el ser víctimas en silencio y
se inmiscuyen (sin éxito, pero afrontando siempre las consecuencias trágicas)
en el mundo violento y ruin que le es reservado únicamente a los hombres,
despojándose de su innecesaria femineidad. ¿Para el espectador que queda de
todo esto? Muy probablemente nada si no se quiere entender básicamente que “El feminismo es una aventura colectiva. No
se trata de oponer las pequeñas ventajas de las mujeres a los pequeños derechos
adquiridos de los hombres, si no de dinamitarlo todo”
que buen blog!! me gusta mucho!!! te sigo desde ya!
ResponderEliminarpásate si quieres http://chinchetasmacqueso.blogspot.com.es/
Gracias Chincheta, le echaré un vistazo a tu blog igual, saludos
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