martes, 19 de julio de 2016

Series para ver, volver a ver y pensárselo mejor antes de ver: Bojack Horseman


Bojack es una serie hecha por hípster y en principio destinada a hípster lo que inmediatamente nos puede generar el prejuicio de que se trata de algo bastante pretensioso, pero que resulta más bien sonso. No obstante esta serie independiente creada bajo el alero de la compañía Netflix ha demostrado tener el potencial suficiente para perpetuarse como algo más que sólo un producto de nicho que busca el sabor de lo raro sin caer en los excesos de lo bizarro.
  
Menos profundo de lo que pensabas y más satírico de lo que esperábamos  



La figura de Bojack podría suponer una sátira a la carrera del actor Charlie Shenn. Bojack es actor que brilló en los 90’ gracias a una sitcom llamada Horsin' Around pero que actualmente está de capa caída, incapaz de reactivar su carrera y frustrado por perpetuarse como un mal chiste dentro del ambiente emborrachándose a diario y ligando  con chicas que no le importan en lo absoluto, por otro lado tiene que lidiar con los sinsabores de su fama (o antifama) que son el mantener en su casa un chico juerguista admirador de su trabajo llamada Todd que a pesar de ser agradable y ultra relajado esconde un pasado delictual muy trágico, soportar a su odiosa representante/amante ocasional Princesa Carolyn y lidiar con su ami-enemigo Mr. Peanutbutter un actor más joven que triunfó en una sitcom muy similar a la de Horseman. 

Como una movida para reactivar su alicaída carrera Horseman se compromete a escribir una autobiografía firmando con una editorial que está en la quiebra siendo este libro su principal carta de reactivación, el problema es que Horseman no empieza nunca por lo que en una movida desesperada el jefe de la editorial (que es un guiño a  Penguin Random House) convence a Horseman que contrate a una escritora fantasma llamada Dayane, una introvertida mujer que comienza a tener sentimientos por Bojack a pesar de que se trata de la novia del hiperventilado y torpe Mr. Peanutbutter. 

Esta serie, muy al estilo de Ugly Americans” propone un mundo conformado tanto por humanos como por animales antropomórficos parodiando muchas veces a personajes famosos del cine y la televisión jugando con sus nombres o haciendo chistes literales sobre las características y costumbres de un animal determinado.
  
A pesar de presentarse inicialmente como una comedia colorida, que se burla de los clichés típicos de Hollywood y hace chistes acerca de la condición de estrellas en decadencia, a partir del tercer capítulo los segmentos finales tornan a una seriedad algo inusitada convirtiendo la historia en un desolador espejo de los vacíos existenciales y cínicos que consumen el mito de Hollywood, además la continuidad se tiende en pequeños detalles que hacen que la serie se vaya construyendo como una verdadera novela y no una mera sitcom metareferencial (aunque las referencias a la TV y el cine son la sustancia prima de esta serie)

                                             En un par de días se estrena la 3 temporada
 

A pesar de eso, la seriedad que se intenta aparejar a la comedia negra del programa, termina siendo desproporcionada, perdiendose una en medio de la otra conforme avanzan los capítulos. Finalmente Horsemann lejos de ser la serie que desarticule el lado oscuro del corazón humano termina de todos modos siendo bastante colorida y esa amargura no llega a tener el suficiente impacto para dejar la comedia totalmente en un segundo plano, aún así el actor que da voz a Horsemann, Will Arnett intente proyectar la realización de esta comedia como un escondido drama psicológico: «La paradoja es que los animales protagonizan una comedia cruda sobre la condición humana y sobre una persona que no sabe avanzar (...) Parodiamos lo absurdo de este mundo interesado en las bajezas de los famosos. Es lo más dramático que he hecho. Raphael Bob-Waksberg y yo salimos de la grabación hechos polvo» En realidad todo eso sale a relucir de vez en cuando y no se equilibra bien con la dosis comica del show, palideciendo frente a otras series como "Steven Universe" o "Rick and Morty"

Si bien la libertad creativa que entrega Netflix a sus productos permite que la serie pueda burlarse de muchas cosas, los guionistas consiguen hacerlo con bastante inteligencia para que la sátira social tenga ese toque de humor negro desopilante y a la vez ingenuo que no cae en el mal gusto, por ejemplo en un capitulo Todd es encarcelado y dentro del recinto penal es cortejado (literalmente cortejado) por dos pandillas de criminales, los neo nazis y los latin breakers, en otro capitulo Bojack y sus amigos caen en un descabellado viaje acido. En definitiva Bojack Horseman es una serie que si bien peca de ser ambiciosa y enrevesada tiene los elementos para potenciarse y ha establecido un punto de referencia bastante importante para las series independientes, saliendo de un nicho, ese es quizás el mejor logro más allá si en su tercera temporada baje o no su calidad , Horseman ya estableció sus logros.-

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