Película:
Ema
Año:
2019
Director:
Pablo Larrain
País:
Chile
Sinopsis:
Ema (Mariana Di Girolamo), una joven bailarina, decide separarse de Gastón
(Gael Garcia Bernal) su marido 20 años mayor, luego de entregar a Polo en
adopción, el hijo que ambos habían adoptado y que fueron incapaces de criar.
Desesperada por las calles del puerto de Valparaíso, Ema busca nuevos amores
para aplacar la culpa. Sin embargo, ese no es su único objetivo, también tiene
un plan secreto para recuperarlo todo.
Empoderándose
desde el regetone: Cómo el Neo-Perreo es un gesto político disruptivo
“Gracias a esa música,
ahora ese orgasmo lo podemos bailar, y esa huea es rica poh….” o algo así dictamina
un personaje de la película en relación al regetone. Se trata de una de las
compinches de Ema, una de las chicas que baila junto a ella por los alrededores
de Valparaíso. El regetone, un estilo de música monocorde y repetitivo, pero
urgente, que facilita por medio de su cadencia y actitud la exploración sexual,
desatando - como las llamas del fuego - la libertad y seguridad en quienes se
dejen llevar por aquel ritmo. Lo que dice aquel personaje es una respuesta
confrontacional contra la mirada convencional y académica que tiene Gastón, el personaje interpretado por Gael
Garcia Bernal, sobre la danza. Gastón es un coreógrafo de danza moderna que intenta
infructuosamente llevar adelante la preparación de un espectáculo folclórico que
retrate la ciudad de Valparaíso. Dos visiones cruzadas, pero que en resumidas
cuentas dan muestra de dos elementos decidores ante la vida: la clase social (o
elitismo) y la actitud. Las pequeñas decisiones son políticas, desde esa óptica podemos pensar que anteponer
un estilo de música marginal y precario como el regetone frente a la vara institucional
de la danza moderna, es un acto de rebeldía que no es tan repentina como puede
parecer. Ema es un filme que refuerza elementos del feminismo, personificándolos
en su protagonista, siendo el regetone un elemento más con el que podemos
entender la ideología con la que esta mujer se mueve por la vida.
En Ema seguimos los
pasos de la protagonista del mismo nombre, encarnada por la nouvelle y deslumbrante
Mariana Di Girolamo. Ema es una mujer intrigante, enigmática y arrebatadamente
libre, sus pasos para conseguir volver a estar cerca de su hijo adoptivo forman
parte de un plan retorcido y complejo que involucra engaños y damnificadxs
emocionales.
Ema no es una película
que destaque por su historia, pero se sostiene muy bien en una protagonista fuerte,
directa y que parece saber cruzar siempre cada límite de forma tan ominosa como
natural. Desde ese lado, el fuego y la música son elementos constantes en su
vida, ambos representan directamente sus emociones y caracteres. Ema, un
personaje que constantemente roza y encarna el peligro, fascinada por el fuego,
sus intenciones nunca son del todo claras, su mirada siempre es ambigua y no pide
ser querida ni comprendida, se muestra siempre empoderada y fulminantemente,
decidida. Por su juventud y los constantes códigos que subvierte, una mirada
conservadora y rígida la tildaría de un personaje amoral, pero realmente Ema es
una fuerza que revoluciona como un impacto. Así le ocurre al matrimonio que
ella seduce (tanto al marido como la mujer) En distintas escenas se puede ver
como es Ema quien domina siempre la situación de tensión, ya que ella es la que
está explotando la aletargada vida matrimonial de esa pareja. Subvierte la institución
familiar tal como hizo Terence Stamp en
Teorema de Pasolini.
Terence Stamp en "Teorema" |
Pablo Larraín siempre
destaca por construir personajes con los que es difícil empatizar a priori, esta
película no es la excepción. El personaje de Di Girolamo es alguien en esencia
complejo de conectar debido a su imprevisible intensidad. Vive en constante
contradicción (y no lo oculta), pero lo más interesante es descubrir que en su
tenacidad para con sus determinaciones ella finalmente no busca un Poder sino
más bien subvertir un orden establecido. Ema lejos de representar un ideal o ser
una de esas llamadas Mary Sue que el feminismo de lo políticamente correcto ha
intentado meter adelante en películas mainstream, convida a adentrarnos en un
personaje subversivo que compatibiliza con la rama más rompe esquemas dentro
del inmenso árbol que es el pensamiento feminista. Ema quiere recuperar a su
hijo, pero su deseo de maternidad no se adecua con el de la norma. Ema no
quiere adecuarse a ninguna norma.
Ema en "Ema" |
Por otra parte, la
sororidad del grupo de amigas de Ema, con quienes baila, trasciende los límites del cariño y el deseo,
al punto de coordinar una lealtad casi de pandillas. Es un núcleo fuerte dentro de la
historia (al punto de que las amigas están en una de las escenas finales clave) Si el
feminismo de los últimos años ha hecho más ruido que nunca en las calles, creo es
porque se ha encontrado con una juventud que se siente mucho más proclive a
vivir sus ideales, de forma brusca, exuberante e impetuosamente luminosa.
Quizás el accidente más afortunado para los tiempos que corren es que incluso
anclado en los símbolos y modos de vida capitalista, existen feminismos o
formas de practicar el feminismo con elementos que sumidos en el sistema y todo, consiguen
resistir a sus moldes. Feminismos sostenidos, mayormente, por juventudes
disidentes que son capaces de tomar elementos incluso programados por el
capitalismo y dotarles de un aura subversiva, como pasa con el regetone.
Muchos de los
comentarios sobre la película apuntan al “fallo” de cómo las mujeres se van a
sentir empoderadas a través del regetone que históricamente se lo ha calificado
como una música de contenido lirico altamente misógino. Ema es una película totalmente
plástica y como tal, el diseño de
fotografía (a cargo de Sergio Armstrong) y los planos que muestran las escenas
de baile son sumamente potentes y expresivos, en aquellas composiciones la música regetone resulta ser un buen
acompañamiento para la onda urbana, más allá de eso, Ema retrata una revolución
que comienza a explotar en los cuerpos juveniles. La cinta filmada varios meses
antes del estallido social chileno, ya avizoraba el espíritu anárquico de las
nuevas generaciones. En su momento, la música y moda que transmitía aire caótico
fue el punk, que sucumbió rápidamente a los preceptos capitalistas que consumió
la estética y lo termino despojando de cualquier elemento peligroso o
subversivo, algo parecido ocurrió con el hip hop, un estilo y genero musical
que en su momento fue representativo de una identidad anti sistema y ahora ha
terminado como uno de los engranajes más potentes dentro de la industria del
espectáculo. En el caso de Ema, el regetone es el ritmo que aflora los sentimientos
revolucionarios, lo cual a diferencia de los ejemplos arriba mencionados parece
una reversa curiosa ya que en vez de ir del underground al mainstream (como
paso en los casos anteriores) el regetone (que sigue siendo un género
mainstream, por supuesto) ha empezado a ganar terreno hace algunos años en el
sector más under y revolucionario, con artistas que se han apropiado del estilo
y han dejado un mensaje tan político e incómodo como lo hicieron el punk y el
hip hop en su momento.
Tomasa del Real y Mis Nina Exponentes y precursoras del neo-perreo |
Pero tal vez
generalizamos demasiado cuando decimos regetone. El género tiene sus ramificaciones
y una de ellas es la línea del llamado neo-perreo impulsado desde hace algún
tiempo por personajes como Tomasa del Real o Mis Nina. Esta variación del
regetone, en realidad es un cambio de actitud ante la formula conocida y no
sólo se aplica al regetone, también hay exponentes del neo-perreo dentro del
trap (SASHA SATHYA, Cazzu) y el género urbano (Negra Liyah, Talisto). En el
neo-perreo se ensaya una perspectiva de género - aún insólita para los
estándares del regetone mainstream – El estilo fue muy bien aceptado en los ambientes
de fiestas de disidencia sexual. Una parte de la comunidad LGTBQ+ tomo algunas
de las canciones del neo perreo para interpretarlas como sus himnos, luego la
conexión con ciertos sectores del feminismo que compatibilizan con las luchas
pro-sexo siguieron promoviendo este estilo hasta que eventualmente empezase a
hacerse más conocido aunque hasta el momento no consigue arrebatar los primeros
lugares en rankings musicales a los exponentes clásicos del regetone, quizás
porque su mensaje de liberación sexual conlleva una verdadera subversión a las
ideas más convencionales que son justamente las más patriarcales.
Bajo el signo de la
libertad de elección y reivindicando el placer con una fuerte actitud de
justicia erótica (en términos de Gayle Rubin) el transfeminismo ha levantando una consigna que fue acogida por
los fundamentos del neo-perreo, que tomando los mismos códigos del regetone,
pero dotándolos de un cambio de enfoque (e incluso una estilística que aporta
sonidos de otros mundos) el regetone del neo-perreo se convirtió de esta forma
en un grito de reivindicación feminista, donde el placer propio como mutuo, el
respeto, el consentimiento e incluso la eliminación de roles de género son un
tema a tratar. El regetone además, gracias a su baile promiscuo desata una energía
incontrolable en quienes la transmiten, una energía que para Gastón es sólo un
baile absurdo, aeróbico, algo más que un mero ejercicio de simpleza, él no
experimenta el fuego liberador de las llamas del neo- perreo porque tal como lo
apuntan en otro momento de la película “El no tiene calle”, su ritmo e
idiosincrasia viene de la simple postal que vende un imaginario nostálgico del
puerto de Valparaíso.
Ema es una película que
busca ser provocadora: los diálogos entre Ema y Gabriel siempre son confrontacionales,
la actitud de Ema siempre es provocadora, a punto de iniciar un incendio, un
constante aviso de tormenta, eso es lo que hace tan seductor al personaje. Su
fuerza intenta representar a una juventud feminista que se apropia de los
placeres y los ritmos. El neo-perreo constituye entonces la mejor forma de
desatar esa energía y esa actitud.
Este enfoque ideológico
no me lo invento yo, proviene de la misma película que va detallando ese
posicionamiento con el que de algún modo podemos comprender un poco más a Ema.
Su grupo de amigas, así mismo, no obedecen a estereotipos de belleza femeninos,
nunca les interesa sobreponerse a ese lugar. Representan una juventud enérgica,
colorida que parece encarnarse en ambientes salvajes. El regetone al ser música
popular dibuja el entorno de muchas ciudades y Valparaíso, a pesar de ser una
ciudad-puerto no es la excepción. Por lo mismo, la película constantemente
busca provocar en el espectador una sensación de vértigo, pero no al estilo
efectista de Gaspar Noe, sino más bien, de forma seductora e imprevisible,
aunque igual eso dependerá de cada espectador, no me resulta difícil pensar que
para un público más “conservador” el personaje de Ema le parecerá repugnante. Lo
cierto es que el puñetazo de esta película, de algún modo, traza una mirada que
va más allá de lo obvio. Y es que las películas de Larrain conllevan demasiadas
interpretaciones ocultas, por ejemplo “No” además de ser la historia que cuenta
el inicio del proceso de transición a la democracia por medio de un plebiscito,
bien puede hablar del comienzo en Chile de una campaña política basada
enteramente en el marketing, la democracia era un concurso de popularidad y esa
película lo exhibe. “El club” no sólo cuenta la historia del recluimiento de un
grupo de curas violadores en un rincón del fin del mundo, sino que también
habla de la violencia dentro de la justicia y como ésta termina convirtiéndose
más en un relato ideológico. En “Ema” Larraín lo que busca es dar un puñetazo
que avizore la sensibilidad de los nuevos tiempos. Una fuerza incontrolable. El
feminismo, el neo-perreo, la juventud, Ema.-
LINKS:
INFORMACIÓN NEO-PERREO:
ENTREVISTA A ACTRIZ GIANNINA FRUTTERO:
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