sábado, 2 de mayo de 2020

RANK: Del peor al mejor disco de Weezer





Weezer es una de esas bandas que siempre están en la retina. Alternativos, pero no lo suficiente  como para no enganchar un éxito radial. Nerds, pero con una cuota interesante de emoción y energía, son un grupo que ha quedado un poco en el limbo de la nostalgia y la indiferencia. Cada tanto aparecen en el mapa del mainstream, aunque sea gracias a un desaliñado cover de TOTO. En fin, Weezer realmente es para mí una de esas bandas que no despierta grandes pasiones, los encuentro divertidos, pero su discografía nunca me pareció esencial, pero  tomando en cuenta los contextos, las épocas y los sonidos que exploran en cada uno de sus doce discos, debo decir que me lleve una sorpresa, esperaba encontrar una carrera medianamente regular, con picos altos y mesetas prolongadas, pero no fue así, Weezer es una banda muy bipolar, con curvas muy insólitas. Vamos a ver que encontramos.




Weezer [Black álbum] (2019)






Poco después de lanzar de manera digital un disco de covers (The teal álbum) que nadie pidió y que comenzó como una broma cuando uno de sus seguidores exigió en twitter que la banda versionase “Africa” de Toto. Luego de todo eso que puede resultar en una anécdota simpática, pero definitivamente no en un conjunto de covers bochornosos y poco ingeniosos, después de eso… vino lo peor: The black álbum. Pese a lo seductor de su nombre en clave, es otro disco desastrozo que sigue los derroteros del pop más genérico y monótono. A estas alturas parece que los Californianos no les interesa tomarse ningún tiempo para desarrollar y pulir mejor sus ideas, en vez de eso van lanzando discos cada año sin fijarse mucho en el control de calidad. El disco es anodino, perezoso, pero por sobre todo agota con la paciencia de quien espera encontrar una pizca de emoción. La misma banda en sus conciertos sólo tocan dos o tres canciones, valdría la pena dejar de sacar trabajos que ellos mismos ignoran. Luego de la burla y casi insulto cultural que es Can't Knock the Hustle una especie de canción de pop Rusa olvidada de los años 80 y que en ninguna cabeza cabría como un buen inicio de disco, el grupo no tiene ningún pudor en entregar un tema aburrido como Zombie Bastards una canción donde la batería y el bajo suenan tan mal y sin alma que definitivamente no podemos tomarla en serio. Este sonido de batería sintética y sampleada se repetiría sin gracia en High As A Kite o Piece Of Cake. Definitivamente un disco que sólo tiene la intención de colar un tema dentro de las listas pop, casi como una fijación de Rivers Cuomo en volver a componer y producir un tema súper exitoso y mundialmente conocido, en este disco no lo consiguen para nada.

Canciones favoritas: Ninguna


Raditude (2009)



Podemos rastrear un momento en la historia del grupo en que los estándares empezaron a bajar mucho y se dio en Raditude. Un disco completamente olvidable, su frontman Rivers Cuomo canta con la cuota precisa de sentimiento, pero las composiciones suenan horribles y alejadas del aura característica de la banda. El uso de sintetizadores no consigue pegar con su estilo, o ellos no se apropian de ese recurso musical de la mejor forma, terminando en desastrosos resultados que emulan una canción pop de Timbaland como la patética Can’t Stop Partying donde al igual que cualquier canción pop genérica invitan a un rapero para que tire un par de líneas sin sentido (en este caso el deshonor caería en el reciclable Lil Wayne) Tal vez en ‘I’m Your Daddy’ podemos rastrear una chispa del sonido Power pop indie de los de los californianos, pero no es contundente. Otras canciones que parecen un simple copy-paste de los éxitos de la lista Bilboard son la monótona  Put Me Back Together o la penosa Love is the answer, por más mística que le quisieron poner incluyendo cantos y sonidos Hindu, es un despropósito. Ninguna canción consigue si quiera ser atendible, en mi caso la única que me ha parecido interesante es The Underdogs, más que nada por su estructura que mezcla la calma y la tristeza de forma amena, pero es un tema incluido como Bonus sólo en algunas versiones. En general un disco insípido y que no sólo sepulta una carrera que venía hasta ese momento en descenso, sino también termina de alejar a quienes aún bancaban a la banda sólo por sus primeros discos.


Canciones favoritas: The Underdogs (aunque está incluida sólo como Bonus en algunas versiones) 



Pacific Daydream (2017)



Después de algunos trabajos que redimieron en algo la mala racha del grupo, este disco resulto en una nueva decepción. Un trabajo que pasó muy desapercibido y que vuelve a dejar al grupo en un precipicio. Para este disco Rivers Cuomo aseguró que quería enfocarse en letras más maduras, para ello busco un sonido más taciturno, no tan deliberadamente intenso que en sus anteriores entregas y eso a ratos se nota como en Mexican Fender o en Beach Boys, un tema que podría ser oro en las manos de Rhianna. En cuanto a letras, se puede notar un deseo de tocar temáticas de una forma más responsable, ya no tanto desde la figura del looser adorable, pero en cuanto a música que es lo que importa, el disco es genérico y se pierde en el montón de bandas y artistas convergentes de la década. La grata sorpresa fue Happy Hour un tema que busca ser decididamente pop, de esos que se escuchan de fondo en los centros comerciales, pero que de algún modo consigue enlazar muy bien con el sonido más simplón de Weezer y se convierte en un tema agradable y entrañable a la larga. Pero es el único rayo de luz que acontece en este desastre y diría que es casi por pura casualidad.  Feels Like Summer resuena con menos gracia a las canciones pop que se cantaban en la serie Glee, con un beat de batería terriblemente insípido y un coro que perfectamente le quedaría mejor a alguna canción de Maroon 5. El disco producido por verdaderos artificies de la música comercial como Butch Walker o Toby Gad terminaron transformando el álbum en un laberinto que resuena a Katy Perry, Taylor Swift o Beyone, sólo que sin la gracia de cualquiera de esas artistas. 

Canciones favoritas: Happy Hour



Hurley (2010)



Juro que me forcé a que me gustase este disco, sólo por el hecho de que en su portada aparece el actor que interpreta a Hugo Reyes de la serie LOST. El disco no tiene ni en sus letras ni concepto nada que tenga que ver con la serie sobre náufragos, aun así el detalle es simpático y doy crédito a que Rivers Cuomo sigue siendo ese freak desentonado con el mundo cool del rock, lamentablemente su música no me transmite lo mismo. Empeñados en intentar recobrar algo de la dignidad que desparramaron por el suelo en su anterior trabajo, se abocan a un estilo más estruendoso que remite a la intensidad de sus primeros trabajos, pero el resultado parece ser más una parodia. Es cierto que Ruling me suena potente y no cuesta imaginársela como el opening de alguna película de adolecentes o alguna serie de MTV sobre docu realitys juveniles, pero al mismo tiempo suena como una formula musical agotada, sin inventiva y sobre todo añeja. En este disco Weezer intentan ser los chicos cool que nunca fueron, con música que puede sonar bien en una fiesta para gente de 12 o 13 años, o mejor dicho, son canciones que suenan bien para acompañar las fotos y videos del cumpleaños de tu primo de 12 años, Trainwrecks o Memories así lo dejan ver. Estamos ante un disco genérico y que desesperadamente intenta ser agradable al oído, ondero, pero alejado de todo clima adecuado, dan más ganas de que Cuomo y Desmond Child le escriban canciones a una teen band de rock-pop. Aunque Hurley consigue hacernos mover la cabeza en ciertos momentos mediante riff pegadizos y estribillos bien onderos (Where's My Sex?) definitivamente con este disco no llegan a ser más que una banda demasiado obtusa en su idea de power pop, terminando como una gris parodia a sus propias influencias (Green Day, Nirvana, The pixies) y de paso a ellos mismos. Sólo le doy un pelo más de crédito porque Unspoken es la única canción que consigue despertar algo de emoción y energía, devolviendo por unos minutos a los viejos Weezer.

Canciones favoritas: Unspoken


Weezer [Red álbum] (2008)



A estas alturas ya queda claro que Weezer es una banda con una estrategia comercial demasiado extraña o simplemente inexistente, capaces de sacar discos redondos así como también verdaderas bazofias, el lanzamiento de su también llamado Red Album fue la primera chispa que demostró que la banda quizás había llegado a un tope. Este es un disco bastante disparejo, en el que conviven temas que remiten a una genialidad rock/pop única como Pork and Beans o Heart song que tienen todas las credenciales de ser un tema con la identidad propia del grupo (melodías simpáticas, estribillos potentes, letras irónicas y geek) y al mismo tiempo disparates insólitos como The Greatest Man That Ever Lived (Variations on a Shaker Hymn) o la añeja Automatic. Definitivamente un disco que evidencia el estancamiento sonoro de la banda y que marca el camino de pop comercial y genérico que empezaría a tomar en sucesivos trabajos. Con este disco se abre lo que se conoce como una de las peores épocas del grupo (los años siguientes publicarían los discos arriba mencionados) siendo este trabajo la puerta directa para bajar al infierno. El grupo como camaleones fallidos intentan acogerse con algún sonido propio de la época como la garagera Everybody Get Dangerous o la pseudo punki Troublemaker, sólo consiguen sonar como un plagio muy bien producido. Hay momentos que intentan darle un giro a su sonido deudor de Dinosaur Jr con Dreamin' pero termina siendo una canción notablemente cansina y poco imaginativa. Un disco que empezaba a notar el agotamiento de la formula, haciendo que los temas de Weezer empezasen a sonar como un cumulo de melodías sin nada distintivo. De todos modos se rescatan canciones brillantes que remiten a sus mejores momentos como en en Cold Dark World.

Canciones favoritas: Pork and beans,  Cold Dark World, Heart Song.
 


Make Believe (2005)





El quinto álbum de la banda fue un momento especialmente feliz en términos comerciales. El grupo volvió a ser relevante luego de un periodo de olvido, su single Beverly Hills fue ridículamente famoso, para mí una de las canciones más básicas de la banda, pero que consigue convertirse en una marca propia, casi como un himno. Pero más allá de ese súper éxito, el disco ofrece momentos bastante divertidos y bien manejados, siendo un trabajo agradable de escuchar y lleno de canciones destacables como ocurre con  Perfect situation tema de una irresistible vibra noventera que recuerda a esos nostálgicos one hit wonder como “Closing time” de Semisonic o “Story of a girl”  de Nine days. This is a such pity o We are all on drugs conservan un aire dramático muy cercano al rock de esa llamada etiqueta “Adulto contemporáneo” pero con la fuerza musical propia del grupo. Make Believe es un momento de respiro y lucidez en la errática carrera de Weezer, un disco al que le sobran muchas canciones, es cierto, pero las que consiguen entregar algo interesante son totalmente añorables.





Maladroit (2002)





Maladroit fue un trabajo duramente criticado en su momento, parte de la fanaticada del grupo no lo ve con buenos ojos y esto se debe a que fue el disco que rompió con la “racha”  de buenos trabajos que el grupo venía lanzando desde su debut. En este álbum la banda se aleja del sonido power pop de su anterior álbum y quizás lo más representativo de esta época es la utilización de riff metaleros para construir canciones con vibra popera. A mí, la mezcla me parece genial, muy al estilo de la música japonesa donde dentro del pop se usan acordes poco convencionales para el estándar de una canción comercial. Cuomo y compañía llevan adelante un disco lleno de sonidos intrépidos y duros, en los que terminan ejecutando melodías simpáticas que invitan a saltar. El disco contiene himnos enérgicos, vibrantes y completamente únicos dentro del catálogo de la banda, tales como American Gigolo, Dope Noise, Possibilities o Fall Together. A pesar de ser mucho más duro en su sonido y con algunos momentos un poco desconcertantes como Take a Control o Slave la banda de todos modos consigue despertar curiosidad en canciones como Death and destruction, Slob, Burndt jamb y lo mejor de lo mejor, no suenan reciclados, se sienten frescos, propositivos y con mucha energía que dar. Sin ser su disco más emblemático en cuanto a sonido, detrás de la distorsión guitarrera y las baterías potentes, Maladroit es un trabajo que no aburre y otorga buenísimo momentos de Headbanger, es simplemente un disco ignorado por poseer un sonido más agresivo que no pegaba mucho con el ritmo ni estilo general de Weezer, pero viéndolo a estas alturas, es definitivamente un sonido interesante y que funcionaba a la perfección en más de un tema.




Pinkerton (1996)





Pinkerton es un disco de culto a estas alturas. Un disco muy singular y que supuso una especie de nueva cara luego del Blue Album, ese increíble debut que parecía imposible de superar. Pinkerton, como todxs saben, fue un disco no muy bien recibido por la crítica, al publico tampoco le gustó mucho en su momento ya que la estela de power pop se inundaba de acordes más distorsionados, ruidosos y  un Rivers Cuomo totalmente inspirado cantándole a la soledad y las fobias sociales. Este trabajo, en algún punto, consigue incorporar un poco de la “distorsión pop” De Sonic Youth y al mismo tiempo echa mano a los momentos más amables dentro de la discografía de The Melvins. Actualmente la fanaticada eleva este trabajo como el mejor de la banda, aunque yo lo considero un disco algo torpe y descentrado. El poco reconocimiento que tuvo en su momento provoco un largo hiatus en el grupo y la convicción casi dominante en Rivers Cuomo que para sobresalir en el mercado de la música hacía falta llevara adelante una formula probada. En Pinkerton hay desorden, angustia y especialmente una rabiosa actitud, como dejan en claro los primeros temas Tired of sex y Getchoo. Producido por la banda, con una actitud visceral y subiendo bien fuerte el sonido áspero de las guitarras y una ruidosa batería, es un disco potente y muy propio del estilo de su época noventera, emulando en algo el destello de Nirvana y de la mayoría de grupos de rock del catálogo de la disquera subpop. Con todo esto cuesta entender que el disco fuese un fracaso comercial en su momento, es cierto que era mucho más oscuro (en todo sentido) que su predecesor. Quizás el hecho de ser un trabajo que no terminaba de encontrar su lugar y que espantó a quienes se encantaron con la fórmula del primer disco fue la razón de que en su momento a Pinkerton lo vapuleasen. Aún así con el correr de los años ha sido bastante reivindicado, caracterizándose por ser un trabajo atípico en toda su discografía, mostrando un costado que Weezer decidió no alimentar demasiado por muchos años más



Weezer [White álbum] (2016)



Un viento fresco, en el disco blanco por fin podemos volver a sentir a esos Weezer onderos del 2001. El power pop se condensa con el sonido más punk y californiano. Los ritmos de rock alternativos son llevados con gran maestría, basta notar el impecable arranque con California Kids. Las letras que hacen constante alusión a los entornos de California, así como los guiños de sucesos ocurridos en ese lugar, dejan en claro que este es probablemente el disco con más groovy que la banda ha conseguido publicar. La mayoría de los temas son divertidos, así mismo la producción se enfoca en generar un sonido limpio, de guitarras más afiladas y baterías redoblantes, el uso de los sintetizadores siempre son para producir algún efecto particular y las voces llevan la melodía en todo momento, siendo altamente pegajosas. Esta producción aleja a Wezeer del sonido que los hacía parecer una banda de gargage de cualquier parte del mundo y se anclan más a un estilo de música californiana que a pesar de todo no les sienta nada de mal. 




Everything Will Be Alright in the End (2014)





Mucha gente considera la llegada de este disco como un resurgir en la carrera del grupo. Las cosas empiezan a tomar un cariz mucho más direccionado, las melodías por fin empiezan a tener la personalidad de Weezer y el disco en general suena entretenido. Acercándose mucho más al sonido de su Green Album, podemos encontrar una banda más centrada en recuperar sus raíces en vez de dar con la fórmula perfecta de canción rock/pop. Aquí ya no hay pop desalmado, hip-hop de Disney Channel y hormonas de pubescente. En cambio hay reminiscencias a Nirvana, Hüsker Dü, Pixies y Dinosaur Jr. Incluso momentos que pueden recordar a Los Ramones. Este trabajo llegó a levantar el puño luego de una seguidilla de pésimos discos que habían sepultado el carácter de la banda.

El disco se caracteriza por dos cosas: Por un lado un Rivers Cuomo irónico, punzante que escribe con algo de sarna hacía los detractores que la banda fue ganando los últimos años, de alguna forma, un costado provocador del que nunca había hecho mucha gala. Por otra parte, el disco desde el primer minuto suena exuberante. Las guitarras, el bajo, las voces, todo parece estar al doble, la banda suena revitalizada, quizás lo único cuestionable es que a la larga el disco logra devolver el nivel de sus primeros trabajos, pero no consigue aportar algo nuevo que encaje bien con el sonido actual del grupo, en eso parte de la responsabilidad es de  Ric Ocasek, productor del Blue y Green Album, quizás la única voz autorizada en la que el grupo confía a la hora de pedir una segunda opinión. Ocasek consiguió que Weezer volviese a entrar en forma retomando los elementos fuertes del pasado. Un buen disco que vuelve a poner un punto de inicio en la historia de la banda, que siguió con buen píe el 2016 al lanzar el White Album, pero como sabemos, se fue todo al carajo en los siguientes discos.-




Weezer [Blue Album] (1994)



El Blue álbum es una especie de súmmum del sonido de rock alternativo que había conquistado el mercado musical en la primera mitad de los noventa. Influencias directas a Pixies, Green Day, Dinosaur Jr, Sonic Youth, pero también buscando inspiración en cándidas bandas olvidadas de power-pop de los 80´ como Cheap Trick, Raspberries, 20/20 y The Quick. Blue Album presenta el rock alternativo condensado de la forma más comercial y amigable posible, así y todo. Con una banda que se presentaban como unos verdaderos nerds y que en cierta medida le daban voz a la juventud Geek que no se representaban con pardillos drogadictos a lo Kurt Cobain. Un disco juvenil, alegre y sobre todo potente, invita a explotar, a saltar e incluso a bailar. Ese sonido noventero que hace parecer que Weezer es una banda que está ensayando en el garage de cualquier parte del mundo, inconscientemente hace que uno escuche el disco con un extraño sentido de cercanía. El gran gol de Weezer fue tomar los elementos que el rock alternativo de principios de los noventa había puesto sobre la mesa, dotarlos de una personalidad torpe y nerviosa (gracias al personaje nerd que Rivers Cuomo se inventó mediáticamente) y producir diez canciones perfectamente equilibradas, simpáticas y pegajosas. Un disco redondo, necesario para una generación y que constantemente es puesto como el mejor trabajo de la banda. Sea como sea, aquí es el disco donde suenan más sinceros y directos en su actitud, con los  posteriores trabajos ellos podrían acercarse más o menos a esa esencia, pero definitivamente no volvieron a aquel nivel de organicidad. 




Weezer [The Green álbum] (2001)



Después de cinco años de silencio, Weezer volvió de una forma abrumadora. Consiente de las críticas a Pinkerton, un disco demasiado agrio y oscuro, Cuomo decide volver a hincar el diente sobre el power pop, pero esta vez alejando un poco esa vibra noventera de su primer trabajo y encajando un estilo mas punk, pero mucho más prolijo y ordenado. Para este disco la banda se tomó en serio el querer producir un impacto, por lo que este trabajo es producto casi de un estudio de mercado que el propio Rivers Cuomo desarrolló, analizando los hits del rock alternativo de los últimos años y dando con una fórmula que aplicaría en la mayoría de sus canciones, esta táctica la repetiría en posteriores trabajos. De esta forma Green Album sería el disco más prolijo, consciente y completamente redondo de toda su discografía, donde básicamente cada canción es mejor que la otra, es consistente y sobre todo la banda no suena desesperada, se escucha segura en su estilo. Mejorando en muchos niveles el sonido y la propuesta del disco azul así como ordenando un poco el caótico fuego que esparció Pinkerton, The Green Album es para mí el disco que pudo repetir el fenómeno de su debut, pero no lo consiguió simplemente porque el 2001 fue un año complejo para el mundo en general. Sin embargo, Weezer con este disco tenía todas las armas para comerse el mundo: Canciones de intenso espíritu punk como en Don´t let go,  Knock –down Drag – Out o Simple pages, otras que anticipan el riff metalero como la insuperable y adictiva Hash Pipe, asi como aquellas que mantienen la esencia del grupo, pero con una fidelidad mucho mayor como ocurre en Photograph o Glorious Day. El grupo también sabe controlar sus niveles y despacha una balada tierna y nostálgica, la mundialmente conocida y súper comercial Island in the sun (que acompañó a cuanta publicidad de televisión existiese en esos años) Esa capacidad de construir clásicos contemporáneos que se sacuden un poco del sonido noventero, es el gran logro de este disco, inteligente y optimista, es un trabajo que muestra a una banda ya madura y dispuesta a dar el salto a otro nivel….lamentablemente la historia nos muestra que no fue ta así y este disco queda como el último esfuerzo prominente en toda su carrera.



1 comentario: