No me pregunten cómo, pero en algún momento de la noche, la virtualidad
perdió el rumbo y me estrelle en una interminable playlist de cumbia villera
que desbloqueo algunos recuerdos tan pueriles de mi juventud que sólo suenan a
eso, a cumbia villera.
¿Qué tengo que ver yo con esta música?
Una aclaración, de niño y adolescente nunca me gusto la cumbia, al menos hasta los 23 años, más o menos, cuando empecé a disfrutarla de a poco (coincidiendo con las primeras borracheras universitarias) y cada año me fue gustando más, hasta el punto que actualmente me interesa conocer más sobre la cumbia, sus variantes, sus estilos, su musicalidad. Es una curiosidad genuina aunque no más intensa que el que tengo con otros estilos.
Para quién no lo sepa, así como el metal se ramifica en múltiples subgeneros, pasa lo mismo con la cumbia y uno de los subgeneros más peculiares es la cumbia villera, una variación del ritmo clásico, pero con la implementación de
teclados casio y baterías más simples, esto le da en sí un sonido muy
característico que cobra mayor sentido con la temática de las letras que tratan sobre marginalidad social
y cierto orgullo de pertenencia, es decir resignifica una clase social estigmatizada, pero no desde los elementos moralizantes impuestos desde arriba, sino más bien desde elementos propios como la ironía, la desfachatez y la burla. Se trata de música popular, hecha para vender y
gustar a las masas de un determinado sector social, pero la cumbia villera
tiene un origen que poco tiene que ver con el mercado de la música.
Es cierto que en determinado momento de la historia, el mainstream tocó a
la Cumbia Villera, generando una multiplicidad de artistas que fueron, como se
suele decir, “blanqueando” el estilo (cuya mayor expresión llegó ad portas del
2015 con la llamada Cumbia Cheta) Antes de los negocios con los sellos
discográficos, bandas como Dama Gratis o Supermerk-2, surgían porque querían
tomar un lugar de relevancia en sus propios barrios y villas, por medio de la
música quisieron retratar de manera
entretenida sus vivencias como marginales, por lo que es una música que apela y
representa a una clase social golpeada, que poco a poco fue convirtiendo a
estxs artistas en grupos relevantes dentro de la escena nocturna, notorios en
cuanto a masividad e incluso tenían su propia estética reconocible.
Lo mainstream pudo exprimir lo más superficial de la Cumbia Villera, pero su esencia y mayor virtud que tiene que ver con enunciar en primera persona lo que es llevar una vida en la pobreza, en donde, no necesariamente aparece una mirada del todo triste o crítica (como a veces ocurre con el hip-hiop) muchas veces, es incluso una mirada gozosa la que se expone, ya que la Cumbia Villera muchas veces habla de llevar una vida algo dionisiacas.
Actualmente L-GANTE se esta convirtiendo en una sensación regional, su formula del éxito no es más que agregarle trap a la Cumbia Villera, algo simple, pero que revitalizo el genero a nivel maínstream ya que hace años venía siendo algo olvidada y transformada más en una parodia de si misma, y aquello en gran parte es por culpa de la explotación del mismo estilo por parte de productores, el ejemplo más indicado para esto es el caso del grupo Wachiturros, quienes manejados totalmente por un productor ajeno quiso construir una especie de boy band de Cumbia Villera, pero no consiguió los resultados esperados a largo plazo y poco a poco los principales productores de Cumbia Villera fueron trabajando con artistas que intentaban mezclar el electro dance con el estilo caracteristico, los ejemplos de estos son artistas tan aborrecibles como Tu Papá o Nene malo, artistas que fuero del contexto de boliches a las 4 AM en Argentina, no tenían mucho sentido. En el caso de L-GANTE la cosa es distinta, ya que su formula es tan simple, pero efectiva cuando se realiza de manera acertada y por supuesto, teniendo a la persona adecuada y que de el ancho para esto, una persona que represente esas vivencias en su sola presencia. Esa en gran medida es la esencia que la Cumbia Villera adoptó y por lo mismo, quien conseguía un éxito o legitimidad mayor dentro del ambiente, era igualmente aplaudido por una leal saga de seguidores que se enorgullecían por los logros de aquel artista, sintiéndose igualmente parte de esos logros. Ahora que lo pienso, este fanatismo que despiertan ciertos artistas de la Cumbia Villera en ciertos sectores sociales, es muy parecido al amor que sienten los hinchas por sus equipos de fútbol locales, temática que naturalmente también se explota en muchas canciones de bandas de cumbia villera.
¿Pero qué significa todo esto para mí? En primer lugar y creyendo entender un poco la dinámica más profunda que esta música transmite a la sociedad, creo que realmente sólo puedo disfrutarla en situaciones de joda, cosa que de todas maneras es una de las misiones con la que esta música es concebida, pero eso no quita que de vez en cuando pueda disfrutar sin ningún asomo de ironía de esta música. Ahora, ¿tanto importa lo que escuche o no? Claro que no y creo que deberíamos abrir más los limites de lo que escuchamos, sólo que en este caso, la cumbia villera potencia la identidad de un sector de la sociedad que es totalmente invisibilizado y aunque esto sea un blog que quizás nadie lea, igualmente no quiero sentir que me estoy apropiando de algo que en primer lugar esta hecho por y para ese sector. Bajo esa mirada políticamente correcta, mi respuesta de que sólo puedo escuchar esta música en contextos de joda, resulta frívola.
Pero igualmente, siempre escucho esta música en contextos de joda…ah, esperen un momento, no es
tan así...la pubertad y la Cumbia Villera a veces pueden ser palabras que se cruzan extrañamente y es esa la razón de crear este post:
LAURAAAAAA SE TE VE LA TANGA
La estética de la cumbia villera es única, los dibujos de las portadas de
los discos de Yerba brava, Dama Gratis o las mal fotoshopeadas imagenes de
supermerka-2 le daban realmente un aura muy freak al asunto, casi como si fuese
un lenguaje estético único, incluso el dibujito del niño que esta meando que
aparece en los discos de Yerba Brava es
prácticamente un símbolo, un icono y que tiene mucha relación con los sticker
que los choferes de autobuses solían pegar para tunear sus maquinas. Por lo
menos así pasaba en Chile a mediados de los años dos mil, época en que muchas
modas ridículas hacían alarde de excentricidad, pero la más atrevida era sin
duda la moda villera, aunque decir moda suena superfluo, ya que no es como los
punks, claro, hay cortes de pelo, ropa característica como las camisas a
cuadros o las chaquetas gruesas de colores apagados, pircing, claro, todo eso
podría decirse que eran distintivos, pero nuevamente, al ser una música tan
arraigada a una clase social, más que moda en si era la forma que tenía la
gente de la villa de vestirse y expresarse ante los constantes prejuicios, por lo que lo único que tiene sentido cuando se
habla de moda villera para mi es algo más relacionado con una actitud ante la
vida.
Una actitud que tiene que ver con el despilfarro, la amistad, el sexo, el galantaneria de cuarta, la borrachera (mucha borrachera) y la marihuana, la Cumbia Villera le canta mucho a la marihuana, pero no tanto a la planta sino más bien a la sensación de estar volao, al disfrute y al placer por el ocio, lo que otrxs llamarán directamente vagancia. Ante esto sospecharán que el estilo de vida que la Cumbia Villera expone, no era para nada del gusto de la moralidad protocolar del buen pensar.
Yo, si bien, nunca viví en una villa, sí viví en un barrio de clase baja y esta música se escuchaba y de alguna manera te traspasaba todo su imaginario marginal, del cual yo no formaba ni me seducía formar parte, pero igualmente la reconocía como algo que era parte de mi entorno. Por ello el gusto por la Cumbia Villera tenía un carisma más bien absurdo en mi adolescencia y por lo mismo lo relaciono mucho a la puerilidad de la época. Bueno, sin hacer más largo esto, en mi adolescencia voluntariamente o no tan voluntariamente, escuché y disfruté de muchas de estas canciones que en algún punto mi inconsciente olvido, pero aquí quiero recordar las más destacables:
Escuchá - Vengo de la casa de ella
La banda se llama Escuchá y desde ahí ya queda claro el tono del asunto. La
portada del disco, ese croma, esos efectos, todo hecho a mano, obviamente es
una horrible portada, pero se sentía que estaba hecha con cariño, como que los
chicos que aparecen en ella no ocultan su orgullo. En cuanto al tema, me
encanta, recuerdo la cantábamos en el colegio, por lo menos el coro, durante
las mañanas, porque (se viene un flashback) mi colegio era católico y todas las
mañanas nos obligaban a reunirnos en el gimnasio para rezar, entonces cada vez
que volvíamos de vuelta a la sala, con un compañero a modo de webeo cantábamos
el coro, con ese acento tan único que entona el vocalista.
La base - SABROSON
Esos teclados iniciales son tan característicos, que al sólo escucharlos
sientes que estas ingresando a un submundo en el que ya no tienes el control de tu destino.
Por otro lado, los muchachos en el grupo parecen más una pandilla que un grupo, por lo que se siente directamente el orgullo por el
producto, sin importar lo simple que se pueda presentar, ellos no ocultaban que
detrás de ese negocio musical, habían ganas de pasarlo bien.
ROMAN EL ORIGINAL – YO SOY TU MAESTRO
Supermerk-2 la lata
Supermerk-2 es una banda de culto dentro de la cumbia villera, realmente
esta canción sí me gustaba cada vez que la escuchaba, y la cantaba con gusto
con mi compañero, es más, recuerdo que una vez él hizo una rifa cuyo único
premio era un disco de supermerk2…disco pirateado, porque claro. El tema lo siento
una genialidad, un reflejo certero de la actitud, de la viveza y sobre todo de
la mirada más picara hacía la vida. AH POR SUPUESTO, NO puedo dejar fuera a la
emblemática “Que calor” pero esa realmente esta muy quemada y se ha convertido
en un himno de colegiales.
Pibes chorros – La colorada
No me voy hacer el gil, obviamente la cumbia villera esta plagada de
canciones sexistas y unas cuantas bien misóginas, la más suave de ellas sería
“Laura se te ve la tanga” de Dama Gratis, que de escandalosa no tiene nada,
pero esta canción, supongo que sólo se puede entender dentro de un contexto
completamente de joda, ebriedad, merca y alguna que otra cagada. Es decir, una letra
que esta más hecha para joder, molestar y sobre todo webiar en buena onda. De todos modos, hay artistas que han intentado darle un vuelco temático al estilo, especialmente cuando se trata de temas de disidencia sexual y la gran prueba de ellos son grupos como Chocolate, Cumbia Queers, Tranki Punki. Así como el regetone tuvo su costado más divergente frente al discurso muchas veces machista que aparecía, la cumbia villera no es la excepción, aunque eso lo dejamos para otra ocasión.
Esto es un cover, ¿verdad? Bueno, la verdad no me importa si lo es o no,
porque realmente creo que es temazo en si mismo, bajo su forma, su estructura
rítmica, la melodía, la voz carrasposa, tal vez la versión original es más
entrañable, pero esta versión no carece de ningún atractivo.
AGRUPACION MARILYN – Su florcita
Acá es quizás donde me di cuenta que la cumbia villera también podía buscar
profundidad en sus temáticas. La canción de ritmo dramático, pero jolgorioso
como lo pide el estilo, esconde una letra desgarradora que habla directamente
del secuestro, violación y asesinato de una menor de doce años. Realmente la
canción siempre me pareció muy bizarra por la forma en que conjugaba toda esta
narrativa macabra en una canción de un estilo tan en apariencia banal, pero ahí
estaba yo, estúpido e ignorante, midiendo la calidad de las cosas según mi
obtusa mirada, obviamente la cumbia desde que es cumbia se sirve del dolor, el
sufrimiento para abarcar sus temáticas, eso siempre ha sido así, lo curioso o
peculiar de esta canción es que es una de las pocas que consiguió un relativo
éxito hablando de forma tan directa sobre un crimen.
Nestor en bloque – una calle nos separa
A medida que reviso estos éxitos, más me percato de lo vigentes que están
hoy en día, por medio de memes o referencias, convirtiéndose en una especie de
hito cultural generacional que consigue superar las barreras sociales…ponele,
pero este tema también lo disfrutaba mucho de cantar por los pasillos del
colegio.
Dama Gratis - El humo de mi fasito
Pablo Lescano, el cerebro tras Damas Gratis, ha sido completamente legitimizado por el rock argentino y
eso significa simplemente que los obtusos rockeros argentinos respetan un poco más la cumbia villera (sobre todo después de que apareció la Cumbia Cheta, empezaron a valorar más la Villera) lo cierto es que esta música es parte de la cultura
ARGENTINA, por más que en cada provincia del país existan sus propios
delirios musicales como ocurre en Córdoba con el Cuarteto (un mundo más bizarro tal vez) Es cierto que la música de la Cumbia Villera remite más a los
barrios marginales de Buenos Aires, pero igualmente ha sabido captar el
sentir nacional de muchxs y le ha otorgado voz, identidad e incluso dignidad a mucha gente estigmatizada socialmente, supongo que es el gran potencial de este estilo de música, por fuera de ser sólo música para bailar o webiar en el colegio con tu compañero, como sea, un saludo Morales (mi compañero del colegio que sí escuchaba esta música porque le gustaba) y gracias al algoritmo youtubiano por las recomendaciones. Ah por cierto, esta canción no la escuche mucho en mi adolescencia, pero la dejo acá porque es uno de los himnos más importantes dentro del estilo.
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