viernes, 4 de junio de 2021

DRAGON BALL AF: Cuando un fan art crea leyenda


Dragon Ball fue una franquicia muy importante para mi infancia. Recuerdo las figuritas de BANDAI, los videojuegos para la Play y los álbumes coleccionables de la empresa SALO, todos con el sello oficial del producto. Por supuesto también recuerdo el anime cuya emisión diaria acaparaba parte de la televisión noventera, pero lo que recuerdo con más cariño son los juegos que realizábamos con mis amigos de ese entonces: Torneos imaginarios de artes marciales, delirar con la propulsión de un genuino Kame Hame Ha brotando de nuestras palmas, y teorizar sobre qué rumbo tomaría la historia. Así suman y siguen experiencias en torno al imaginario que Toriyama creó y que poco a poco paso a convertirse en una suerte de patrimonio universal, en donde lxs fanáticxs pudimos hacer nuestro ese mundo y la mayor prueba de esto, es la existencia de aquel mito cyber-urbano llamado DRAGON BALL AF.

EN BUSCA DE UN FANDOM DECENTE



De pequeño recuerdo que Dragon Ball lo relacionaba mucho a una sensación vigorosa que nos identificaba, a todos los niños de mi condominio, como parte de una sola tribu. Era casi un sentimiento futbolístico, algo un poco vehemente. A muy pocos niños les desagradaba la serie de Goku y sus amigos, incluso cuando más series de anime empezaron a potenciarse más y más en la televisión Latina, Dragon Ball siguió teniendo su lugar privilegiado. Pero en ese tiempo fanáticos hardcore no sé si éramos del todo. Aunque habláramos todo el día de la serie, nos supiésemos los nombres de todos los personajes (y los que no, los inventábamos), cantásemos a todo pulmón las canciones y nos quedásemos mirando embobados los poster o imágenes del anime que se colgaban en las ferias artesanales, aunque de vez en cuando alguno le compraban esos VHS de las películas de la serie (cuyo doblaje al Español de España se convirtió extrañamente en un deleite) Más allá de todas estas cosas, no creo que cupiésemos en la categoría de fanáticos extremos y la razón es bastante práctica: Con el correr de los años me he ido dando cuenta de algo que es cada vez más evidente desde que apareció Star Wars en el mapa de la mercadotecnia. Para que una franquicia prospere adecuadamente es necesario que su fandom  invierta en cada mínima pelotudez que ésta lance.

Para pagar hay que tener poder adquisitivo, algo que los niños de los noventa no soñábamos. Hoy, a casi 30 años de la publicación de esta simpática historia en las páginas de un manga japones, podemos notar que DRAGON BALL se ha convertido en dispensario de cuanto producto exista, incluso con mayor auge que en sus años dorados y la lógica es implacable, ahora muchos de los que fueron niños en los noventa, son adultos millenials, quizás sin hijos que buscan mantener intacto ese vínculo con su pasado a través de la nostalgia que produce la serie y en eso cae el fetichismo absoluto.

El negocio de la nostalgia no es ningún crimen, pero ciertamente se va arrinconando hasta un corredor sin salida ya que a fin de cuentas, la franquicia en cuestión se concentra mucho en la base de fans del pasado, ósea, en quienes puedan gastar dinero en productos de ésta. Desde ese lado podemos encontrarnos con fandoms bastante tóxicos, gente que siente que su vinculo nostálgico con el producto es tan fuerte que debe mantenerse casi intacto, rechazando cualquier intento de ayornar la franquicia. Es el tipo de fan capaz de amenazar por tweeter al creador de la serie por alguna razón tan antojadiza como inocua. Pero por otra parte, también existen fanáticos y fanáticas que consiguen conectar con DRAGON BALL de una forma muchísimo más personal e imaginativa si se quiere, y es en esos casos donde mi infancia y todo el fanatismo que en su momento exprese por esta ficción, empieza a cobrar sentido.



Al ser Dragon Ball una caricatura con diseños de personajes tan característicos, una de las cosas que más nos hacía sentir como propia a la franquicia era dibujar a sus personajes, a veces simplemente los calcábamos, otras veces intentábamos hacerlo bajo nuestro propio pulso. Yo recuerdo que un día aprendí a dibujar correctamente el cabello de Goku y nunca lo olvidé, pero había quienes iban más allá y creaban sus propios personajes que intentaban enganchar con los de la serie oficial. Los Fan-art de aquellos años eran sinceros porque realmente no buscaban destacar demasiado, sino evidenciar, que el mundo de DRAGON BALL también podía ser nuestro si lo quisiéramos. Obvio, no todos éramos buenos para el dibujo y poco a poco fueron quedando solo quienes realmente les fascinaba ese arte.

Con estos elementos puedo empezar a contar la verdadera historia de todo esto que tiene mucho que ver sobre la comunidad de fanáticos, sus creaciones personales y un rumor alimentada por las expectativas e ilusiones que duró casi 20 años de existencia y que finalmente - de un modo extraño - termino haciéndose realidad y dándole sentido a ese fanatismo casi ingenuo y que no tiene tanto que ver con consumir elementos insólitos de una franquicia sino en proponer otro punto de vista sobre ésta. Señoras y señores, esta es la extraña, nostálgica y realmente emocionante historia de como una mentira consiguió hacer perdurar una franquicia sobre una base de seguidores que no querían decirle adiós. Esto es la historia de DRAGON BALL AF.

Cybercafe, goku super saiyan 5 y una búsqueda sin objeto

Cuando la última pagina del manga de Dragon Ball fue publicada el 05 de Junio de 1995, su creador evidentemente no quería seguir alargando el asunto, ya evidenciaba una notoria falta de calidad en su historia. No obstante, durante los años de publicación del manga y especialmente durante los años de transmisión del anime, Dragon Ball se convirtió en un colosal. Definitivamente no era la mejor historia, no tenía la mejor animación, sus personajes muchas veces eran planos y a decir verdad, han ido envejeciendo bastante mal, sobre todo  su humor. Pero era indudable que la serie tenía un magnetismo casi místico y quizás simplemente estuvo en el momento y lugar indicado para brillar por sobre otras gemas del anime de aquella época. Por eso, la empresa encargada de producir el anime no iba a permitir que su gallina de huevos de oro se esfumara, por lo que decidieron seguir exprimiendo la historia con una continuación ahora apócrifa, pero que en su momento intento ser una continuación tan oficial como digna. Ya todxs sabemos que eso no resulto, Dragon Ball GT fue un fracaso en audiencia y hoy se le reivindica únicamente por los personajes nuevos que siguieron dotando a la fauna de Dragon Ball para futuros juegos o expansiones del universo.

Cuando Dragon Ball GT dejo de emitirse en 1997, hubo amagues desde la producción de Toei Animation por intentar algo nuevo, incluso se rumoreo un posible spin off con las aventuras de Goku Jr y Vegeta Jr (esas encarnaciones infantiles que aparecieron en el último capitulo de la serie y que de hecho en el caso de Goku Jr, cuenta con un especial televisivo llamado Dragon Ball GT: 100 Años después) pero no hubo caso.

Ante el disgusto de la fanaticada por la serie de Dragon Ball GT y sobre todo ante el impacto mundial que la franquicia continuaba teniendo, mucha gente siguió pidiendo más. Dragon Ball GT no fue un éxito en japón ni la rompió demasiado en el resto del mundo, pero sí es cierto que muchxs fanaticxs veían bastante potencial en los escenarios desaprovechados que la historia de esta tercera entrega proponía. Fue así como en España, Abril del año 1999, un joven fanático de la serie llamado David Montiel, envió a la revista Hobby Consolas un dibujo de un personaje que él imaginó. El estilo del personaje estaba muy apegado al que usaba Toriyama y al carecer de nombre inmediatamente se popularizo simplemente como la fase quinta de un Super Sayajin. En números posteriores de la revista, David seguiría mandando dibujos en donde profundizaba sus fan-art los cuales parecían tener como firma el logo DRAGON BALL AF. ¿Qué significa esas siglas? En una entrevista web, David aclaró que se trataba de “Alternative Future” ya que pretendía crear una historia a partir del momento en que Trunks volvía a su línea temporal para acabar con los Androides 17 y 18. Lamentablemente decidió dejar su proyecto para dedicarse a otras cosas en su vida, pero el efecto “bola de nieve” que su “amateur” trabajo conseguiría sería insospechado. Aquí es donde comienza lo hermoso.

Scan oficial de la revista HOBBY CONSOLAS Abril, 1999. Con el mitico dibujo del supuesto Super Sayajin Nivel 5

¿Qué sacas al juntar las ganas de generar un rumor que aviente fuertemente las expectativas de un montón de fanáticos y la mitología casi encriptada del internet de finales de los 90’ y principios del 2000? Pues a Dragon Ball AF. Yo recuerdo mis idas al cibercafé a principios de los años 2000, cuando las paginas web sobre series o franquicias existían y en ellas había un lugar reservado para esta misteriosa “nueva” saga. Muchos sitios tiraban la información que podían, o inventaban con lo que tenían a mano. La principal responsable de todo esto fue la web Estadounidense Majin.com que para el día de los inocentes del año 2000, les jugo una broma a su legión de fanaticxs de Dragon Ball anunciando la supuesta confirmación de la continuación de la historia, la cual seguiría las aventuras de Goku Jr y Vegeta Jr, afirmando que habían conseguido una imagen oficial de una nueva transformación, mostrando el dibujo que David había enviado para la revista Hobby Consola. El dibujo si bien ya pululaba bastante en la internet de la época, carecía de contexto y forma, bastaba que una web popular lo difundiera y entonces no hubo vuelta atrás, pese a que la misma web dio a entender que toda la info que había difundido era falsa, una broma, pero no hubo caso, ya la bola de nieve había comenzado a crecer y quienes no vieron la confirmación de la mentira, seguían estando ante la duda. Por cierto ese mítico dibujo, años después David confirmó que no era Goku en fase 5, ni nada de eso, se trataba de un personaje propio llamado Tables y su transformación llevaba por nombre SPIRIT KILLER.

Falso SCANS

De esta forma empezaron a aparecer supuestos scans de revistas japonesas en donde se informaba que Dragon Ball AF sería estrenada, luego información más inusual sobre que la serie sería producida por una casa animadora de Estados Unidos y únicamente transmitida en un canal de cable de territorio yanke. A la par seguían pululando por la web con la firma de DRAGON BALL AF un montón de fan arts de diversas calidades en los que se mostraban personajes como Pan con el pelo amarillo o Goku con el pelo verde. A este punto era muy claro que todo se trataba de un rumor sin patas ni cabeza, pero seguía agarrando presencia, incluso aún cuando la pagina oficial de Dragon Ball Z desmintió oficialmente todo lo correspondiente a AF. Pero hubieron fanáticos que igualmente vieron en este Dragon Ball AF una excusa para volcar tanto su fanatismo como su veta más artística.

El fanático que se convirtió en autor

Es cierto que el misticismo que Dragon Ball AF acarreaba en la internet de los 2000´s era muy grande, y quizás se explica por esa necesidad de desarrollar un potencial que la franquicia en manos de sus “responsables oficiales” no podían ver. Es cierto que DRAGON BALL AF sirvió como un caza bobos para que aprovechadores sacaron provecho, famoso es el DVD de esta serie que no contiene nada más que videos mal editados o imágenes sacadas de contexto, o incluso los ports para videojuegos creados por fanaticxs. Pero lo realmente destacable de todo esto fue algo que sin duda ayudo mucho a que la empresa de Toei Animation se diera cuenta que revivir la franquicia con nuevas historias no era una estupidez antojadiza.



En 2006 el dibujante nipon Toyble creo su propia versión de la historia mediante un manga que respetaba mucho el estilo grafico de Toriyama, pero que a diferencia de las últimas historias que éste hizo para Dragon Ball, Toyble desde su condición de fan parecía saber otorgarle a sus compadres y comadres exactamente lo que querían: Transformaciones tan descabelladas como extremas, desarrollo inteligente de personajes secundarios que el anime oficial había dejado de lado, ampliación del universo de la franquicia. El Dragon Ball AF de Toyble construyo una continuación a Dragon Ball GT tan lucida como estéticamente reluciente ante los ojos de una fanaticada que podía notar la buena calidad tanto en el trazo, así como los conceptos fantasiosos que a la larga no estaban mal desarrollados, especialmente si tomamos en cuenta que se trataba de la obra de una sola persona y que en ese momento no era profesional.

Portada del primer manga de DBAF creado por Toyble


Así como Toyble creo su propia versión de Dragon Ball AF, otros dibujantes amateurs como  Young Jiji, también lo han hecho, siguiendo el estilo grafico de Toriyama, pero dotándolo de un fanservice bastante más adecuado que el de productos oficiales de la franquicia como Dragon Ball Heroes lo ha intentado, en el caso de Jiji la historia se basa en una constante ida y venida de villanos que sumen al universo en el caos, desde el hijo de Friezar, Ize, hasta demonios poderosos como Chiyoko y Marble que desean aterrorizar al mundo tras la muerte de Dabura.

Portada del manga DBAF creado por Young Jijii

Quien empezó toda esta historia, David Montiel, también tiene su propia versión. Muchos años después de enterarse de las repercusiones que su dibujo causó, en 2018 también quiso sumarse al carro e hizo su propia versión de todo esto, aunque realmente llego bastante tarde y quizás no ha tenido el reconocimiento necesario por parte de la comunidad.

Algunos Fan-art que David dibujo en la época de Hobby Consolas

El caso de Toyble es el más emblemático, ya que algunos años después, en 2013 este muchacho tuvo que dejar la publicación de este manga ya que sería contratado por una división de la editorial SUHESIA para dibujar el manga oficial de DRAGON BALL HEROES. Su trabajo gusto tanto a la editorial y al mismo autor de la obra original que sólo unos años después Toyble, ahora con el nombre artístico de Toyotaro sería designado para dibujar el manga oficial de Dragon Ball Super, el cual es mensual y mantiene su ritmo de publicaciones desde que comenzó en 2015. La relación entre Toriyama y Toyotaro es bastante fluida y aparentemente Tori parece querer pasarle en cualquier momento la antorcha de su creación a este aprendiz que secretamente ha ido adhiriendo al manga de Dragon Ball Super, elementos de su descontinuada versión de Dragon Ball AF.

Juego pirata de DBAF

Como pueden ver, DRAGON BALL AF representa de algún modo ese sueño que un fanático de niño podía tener en relación a esta franquicia, hacerla propia y poder innovar sobre ella. Es por ello, que por muy ridículo que a veces parezca, los fan-fic, fan art y cualquier cosa que provenga de la imaginación de fanaticxs, no siempre tiene que ser un bodrio patético, muchas veces da para generar relatos tan prominentes como este que a fin de cuentes ha terminado siendo a grandes rasgos casi mucho mejor que el propio regreso oficial de la historia.-


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