Hora del remember: Hey Arnold!

Hace un par de meses me entere que Hey Arnold! volvía para el 2016 a la televisión con nueva historia, el hecho se debe a una movida del nuevo vicepresidente de contenidos de Nickelodeon Chris Viscardi que quiere reactivar viejas glorias del canal de cable. La noticia me hizo muy feliz ya que esta serie era una de las que más disfrute cuando niño, pero a diferencia de casi todas las otras que vi durante esa bella infancia con Hey Arnold! pude continuar enganchado ya de grandote, es más, hubo un tiempo como a mis veinte, veintiún años más o menos que volví a ver la serie a través de youtube y me gustaba mucho, de hecho, por más cliché que suene la frase durante aquel segundo visionado debo decir que puse otra mirada sobre la caricatura casi podría decir que la entendí desde otro ángulo. Los años posteriores vería los capítulos solo de vez en cuando porque realmente me había dado un atracón con la serie, pero la cosa es que hasta el día de hoy cuando la veo me produce el mismo goce que cuando la veía a mis seis, siete años. Con Rugrats, Bob Esponja, Catdog, La vaca y el pollito o cualquier otra no me pasa eso, sí tengo buenos recuerdos  de ellas y todo eso, pero no es algo que me entretenga actualmente, llámalo madurez o aburguesamiento, pero me aburre un poco seguir viendo las series infantiles que seguía cuando niño salvo unas cuantas excepciones y entre aquellas está el cabeza de balón.

Año 1997, periodo de escuela, tardes eternas para jugar y pelearse con los amigos, días de calor y a la vez de lluvias intensas, la televisión vivía un apogeo revolucionario y silencioso de animación que en veinticinco años explotaría con nostalgia por internet. Tanto Los Simpsons como Beavis y Butthead eran consideradas caricaturas para adultos con criterio formado, pero igual los niños nos deslumbrábamos con Celebreity Deatmatch cuando lo encontrábamos en MTV, la manía por Dragon Ball Z era cuatica y más allá de ese programa y algún que otro anime los “monos japoneses” todavía no derrochaba tanto glamour como lo harían un año después. Durante aquel mítico 97 y sus años precedentes  los niños teníamos tres opciones fuertes para ver dibujitos por televisión: Fox Kids, Cartoon network o el “aparecido” Nickelodeon que tenía buenas series y era el que campeaba a grandes ratos ya que su programación intentaba enfocarse en aquel complejo grupo de niños que no se sentían tan niños como todos pensaban, pero aun así lo eran. (Cabe mencionar también a Discovery Kids que si bien no era el canal que es hoy en día y se le extraña, igual no lo considero junto a los tres grandes por su enfoque más educativo. Por otro lado canales como ETC TV o MAGIC KID tampoco los considero por no poseer producciones propias) 

 

Bueno en una de esas tardes/noches de invierno anuncian en Nickelodeon que en su segmento estelar llamado Planeta Nick estrenarán Hey Arnold! Una serie que no sabían muy bien cómo presentar más que como las aventuras comunes de un niño normal. No parecía muy atractivo el concepto sobre todo porque ya había una serie de ese estilo que se llamaba Doug así que por varios días no pesque el nuevo programa y en el colegio no se comentaba por lo que no parecía ser la gran cosa tampoco hasta que eventualmente me topé con un capítulo, lo vi y me encanto. Se trataba del emotivo episodio del hombre paloma, una historia que marcaba mucho las diferencia de esta serie con varias de sus coetáneas en el tenor emocional y maduro que buscaba impregnar en su audiencia, todo eso sin dejar de lado historias cómicas e irónicas sobre una sociedad que no quiere entender a los niños y niños que no pueden entender a la sociedad. El siguiente capítulo que me cautivo fue el del chico del pórtico, y reafirme mi idea sobre Hey Arnold! De que era una serie con un carácter más maduro que muchas de las que estaban dando en Cartoon Network o Fox Kids, una madurez que se reflejaba en pequeñas cosas e invitaba a la vida de la forma más positiva. Así fue como la primera temporada no me la perdí ni un solo día viéndola de punta a punta, adoraba el capítulo de las frutas perdidas en la ciudad, el de Arnold y Gerald luchando por ver el cometa Haley, el de la tortuga mandíbulas, el de la bicicleta de Eugene (siempre merendaba viendo ese capítulo por alguna extraña razón) el de las 24 horas de vida de Arnold. Amaba la habitación de Arnold, lo moderna y guay que era, amaba la paz interior de Arnold y su forma de tratar con el resto y lidiar con sus problemas, me encrespaba los monólogos románticos de Helga, pero a la vez me mataba de la risa su bipolar personalidad. Cada día de la semana veía los episodios y esperaba con ansias los capítulos de estreno que daban los sábados a las 20 horas, es que esta serie tenía todos los ingredientes para que un niño de los noventa se sintiese “madurando” viéndola.

 

Pensar que Arnold nació en los albores de los 90 de la idea de un animador llamado Craig Bartlett que un día presentó un trabajo en stop motion hecho con plastilina en el que se mostraba un niño con cabeza de balón que de tan aburrido que estaba en la iglesia usó su imaginación para volar de ahí mientras el pastor daba su salmo. Después de otros trabajos por el estilo (The Arnold Waltz y Arnold ride a chair) y un par de comics del personaje cortesía de la revista Simpson Ilustrated de la editorial BONGO que dirigía por aquel entonces el  cuñado de Craig, Matt Greoning y en los que ya se presentaba directamente a otros personajes como Helga, Harold o Gerald, Bartlett presentó la idea formalmente a Nickelodeon y el 96 se produjo el capítulo piloto que traía ciertas diferencias en cuanto al diseño de personajes que todos conocimos, la buena recepción de este episodio (que es el de 24 horas de vida, ese donde Harold quiere golpear a Arnold) hizo que de inmediato los ejecutivos pidieran más capítulos y así la seria se convirtió en una de las más exitosas y recordadas. ¿Pero por qué la serie consiguió tal éxito? Creo que es por lo bien caracterizados y definidos que están la gran cantidad de personajes que orbitan en el universo de Arnold, realmente todos aportan desde su lugar (muchas veces estereotipado) a las situaciones e historias. Vale decir que la serie sí buscaba en muchos de sus capítulos moralizar o dejar una lección, pero desde un lugar bastante simple y cotidiano que finalmente no llegaba a molestar o no dejaba que el escozor de la moralina fuese tan empalagoso, además hay capítulos con genuinos momentos  emocionantes y aleccionadores como el episodio en donde Arnold siente la falta de sus padres a su lado, pero después se da cuenta que sus abuelos siempre estuvieron con él. El capítulo en donde Arnold logra reunir al señor Hyun con su hija o en el que Helga va al psicólogo. Historias directas, simples y muy atractivas aunque a veces un poco lentas (bueno para el estándar de lo que ven los niños hoy en día) Todas estas historias aderezadas con una impecable música compuesta por Jim Lang que lleva característicos ritmos de jazz, soul y rock, es sin duda una de las series con la mejor banda sonora de su época y que enaltece el carácter de los personajes. Además es una música que se puede escuchar muy bien por si misma. 

La animación de Arnold a medida que avanzaba en sus temporadas fue mejorando mucho, al igual que su popularidad incluso tuvo su propia película el 2002 que marcó el cese definitivo de la serie debido a que fue una producción apresurada que no logro cautivar a nadie y sólo se trató de un episodio larga duración como suele suceder. Sin embargo, el gran secreto de todo esto es que Bartlett planeaba terminar la serie con otra película que contase una historia más concluyente e importante que la de la primera cinta, se trataba del encuentro de Arnold con sus padres. En el último capítulo de la temporada 6, Arnold descubre un diario que narra los sucesos que sus padres pasaron antes y al poco tiempo después de que el naciera. El capítulo termina con una incógnita porque al final Arnold parece encontrar una pista sobre el paradero de sus desaparecidos padres, lamentablemente Nickelodeon opto por no continuar la serie por problemas con su creador quien quería trabajar en otras series esto sumado al bajo recibimiento que la primera película de Arnold tuvo y las ganas de Bartlett de terminar la historia con otra película aunque fuese solo para la televisión. De esta forma Hey arnold! Fue cancelado sin un final digno y dejando la historia en suspenso aunque muchos no entendieron lo que había pasado realmente.

 

Al pasar los años Bartlett reconoció los planes que tenía para darle una conclusión decente a la serie, presento por medio de internet los bocetos que tenía y parte del guión de lo que sería la auto-denominada película “Hey arnold the jungle movie” la historia que reencontraría a Arnold con sus padres. Supuestamente sería una película de aventura en donde toda la clase de Arnold se gana un viaje a San Lorezo y  pasan algunas cosas que eventualmente harían que Arnold volviese con sus padres. La historia traería la respuesta a muchas otras cosas como el apellido de Arnold que nunca fue dicho formalmente (luego Bartlett confirmaría que el apellido de Arnold era Shortman, Hombre pequeño como le decía su abuelo) y se resolvería los sentimientos de Arnold hacía Helga que habían quedado en el limbo durante la primera película después de que Helga se le declara. En fin por años aquello fue un deseo que los fans de la serie no pudieron olvidar y pujaron para conseguir de alguna forma que se concretara aunque pasaba el tiempo y ni rastros de algo fuese a  pasar al punto de que Bartlett ya había dado varios detalles de lo que sería aquella película que prometía producir de manera independiente. En el 2000, un par de años antes del final prematuro a la serie, Bartlett  trabajo junto  a Michelle Lamoureaux en un spin off de la serie que estaría centrado en Helga y se llamaría The patakis aunque la trama estaba centrada para un público derechamente adolecente porque trasladaba a los personajes ocho años después de la serie original ósea cuando ya todos tenían 15 años y en esta serie Arnold no estaba ya que se había ido a vivir con sus papas. La serie no fue aprobada al ser considerada muy oscura (recordemos que los personajes de la familia Pataki ya en la mismísima Her Arnold! Eran bastante disfuncionales, con una madre borracha, una hermana perfeccionista y un padre megalomaniaco la pobre Helga no tenía otra forma de ser) y porque para ese entonces ya existía una serie muy parecida llamada Daria.

Pero bueno todo eso ya quedo en el pasado. Arnold vuelve, aun no se saben del todo los detalles, se ha dicho que vuelve en forma de película televisiva y eso da a sospechar que seguramente será la tan anhelada The Jungle movie dándole el final que tanto merece y los fans esperan. Aunque también es probable que vuelva como una serie. Sea como sea creo que este regreso será destinado en gran parte al público que creció viendo esta caricatura y se enamoró de sus personajes. Personalmente espero que se produzca la película y le de el fin que todos siempre quisimos ver en la serie…Aunque después les de por seguir con una serie y la caguen, pero por favor no nos quiten la esperanza de realmente ver este final, han sido tantos años que parece mentira es el deseo desesperado de un fan que aun disfruta los episodios tanto como cuando era un niñato de 6 años.-

DATO FAN FREAK:

Aunque Arnold era una serie con muchos chistes escondidos dirigidos a un público adulto (y otros no tan escondidos) los fans han elaborado ciertas teorías oscuras que naturalmente el autor no se ha preocupado en desmentir porque pueden sonar algo ridículas, pero igual las nombro por lo divertidas que pueden ser:

-Lorenzo, el chico más rico de la escuela y de la ciudad es hijo de un narcotraficante. Lo que me parece muy xenofóbico por parte de los gringos el crear ese bolo, sólo pr ser latino y tener dinero.

-Braini tiene síndrome de down. 

-El señor Hyun, el maestro Simon y Eugen son homosexuales. Al menos en el caso del señor Simon el creador de la serie sí confirmo aquello.