Les presento una nueva
sección del blog. Aquí rankearemos bajo mi súper subjetiva mirada la
discografía de bandas o artistas que me gustan. De partida tengo que decir que
es una tarea ingrata ya que no es muy fácil ir estableciendo posiciones de
discos que amo (en su mayoría) y que automáticamente dejaría en el primer
lugar. Ni modo, siempre hay que aplicar un filtro de calidad e ir evaluando por
detalles ínfimos cuál disco es finalmente mejor que el otro. Para esta primera ocasión
rankearemos la discografía de una banda que ha vuelto a dar que hablar luego de
un largo tiempo estando en piloto automático, me refiero a Billy Corgan y sus Smashing
Pumpkins.
Oe que noventero tu |
Los de Illinois son una de esas bandas que tienen
muchas canciones geniales, pero no necesariamente discos legendarios, obvio que
si sos fanático lo que acabo de decir te parecerá una burrada. En lo personal,
sus discos no me complacen al cien por ciento (salvo uno que ya sabrán cuál es),
pero todos tienen al menos tres o cuatro canciones (minino) que me vuelan la
cabeza. Actualmente los comandados por el pelao Corgan han vuelto a sus
andanzas en un ejercicio nostálgico muy poco sutil. James Iha quien se había
alejado de los Smashing desde el 2000 y Jimmy Chamberlain que hizo lo propio el
2009, han vuelto a configurar el grupo, a salir de gira e incluso grabar nuevos temass. Todo sería perfecto si la D'arcy Wretzky hubiese sido parte de todo este
remember. Dichos más, dichos menos, este reencuentro (incompleto) de la
banda ha despertado mucho el entusiasmo
de sus fans ya que han revivido canciones de sus primeros discos, lo más
exitosos y recordados, despachándose conciertazos como este.
En lo particular considero una lástima que D'arcy no se haya podido incorporar a la gira de
reunión, ella formo una parte importante de los Smashing Pumpkins y se nota que
su alejamiento fue dado por rencillas personales con otros miembros (quien
quiera enterarse de toda esa teleserie puede pinchar acá) Pero en fin, vamos a
hablar de sus discos que es lo que nos compete. Hay que dejar claro que para
este ranking no tomaré en cuenta discos especiales, lados B, grandes éxitos,
discos en vivo, EP o ese experimento raro que quiso hacer Corgan en el 2010 y
que se llamó “Teargarden by Kaleidyscope” (de paso les digo que estaba muy
bueno). La única excepción a todo esto será “Machina II/The Friends &
Enemies of Modern Music” trabajo que si bien, en parte, se puede considerar un
disco de versiones alternativas, no deja de ser un esfuerzo que calza perfecto
dentro de su discografía y además tiene ese componente de fisura, ya que fue el
último trabajo de la banda en su formación estelar, lo que vino después fue un
desorden esquizofrénico que ha hecho que muchxs le pierden el paso. Bien, sin
más dilación aquí va la discografía de Smashing Pumpkins, del peor al mejor.
Ah, hola Señor Alga.
Número
9: Monuments to an Elegy (2014)
Es una lástima que el
último disco de los Smashing sacado a la fecha, sea para mí, el peor de todos. “Monuments
to an Elegy” vendría siendo la conclusión (forzada) de aquel ambicioso proyecto
que Corgan empezó el 2009 llamado “Teargarden by Kaleidyscope” y se nota el
cansancio de querer llevar adelante tan titánica tarea. Este disco me resulta
sumamente insípido, su sonido no me termina de convencer con respecto a la
música de los Smashing, más bien parece una banda nueva que toma influencias de
los calabazas. Los toques de música electrónica suenan demasiado alejados del
sabor agridulce que Billy le había puesto a todos sus otros trabajos. Al menos
es una producción breve, igualmente se nota la poca expectativa que Corgan
tenía al respecto (al año siguiente dijo en un par de entrevistas que no tenía
muy claro si seguiría con la marca de la banda) prueba de aquello es la mínima
repercusión que este trabajo tuvo en vivo. Ni siquiera los aportes bateristicos
de Tomy Lee funcionaron, es simplemente un disco que no se siente seguro ni
divertido.
Canciones destacadas: “Drum
+ fife”; “Monuments”; “Anti-Hero”
Número
8: Adore (1998)
A pesar de estar muy
abajo en esta lista, créanme que “Adore” se encuentra a años luz de “Monuments
to an Elegy”. Uno de los discos que les hizo tomar riesgos en su momento. Un experimento
mucho más electrónico, oscuro, depresivo y sofocante de lo que venían haciendo
(y eso es decir bastante). Si querían a los Smashing más góticos, aquí están.
El problema de este trabajo puede ser quizás su sobrecarga de melancolía,
llegado a un punto todos los temas parecen repetirse y no hay mucha más vuelta
que darle, el disco tiene pocos matices. También la ausencia de Chamberlain en
las baterías se deja sentir como una gran carencia, no es que el sonido de beats
programados queden mal, pero después de grandes trabajos es muy obvio que le
falta algo de push. Es un gran disco, sumamente sombrío, pero no llega a
excitarme lo suficiente como para escucharlo una y otra vez.
Canciones destacadas:
“Perfect”; “Pug”; “Annie dog”; “Shame”; “For Martha”
Número
7: Zeitgeist (2007)
¡Sorpresa! el disco
menos favoritos por los fans no es el peor para mi gusto. ¿Estoy mal? La verdad
es que es un trabajo que me entretiene mucho, siempre estuvo rodeado de un halo
de mala crítica, sobre todo porque este disco en su momento fue el gran regreso
de la banda. Escuchándolo a la distancia y en
retrospectiva de toda la discografía, he llegado a la conclusión de que
es un buen álbum. En su momento fue comparado con el proyecto de corta vida
llamado Zwan que Billy había intentado llevar a cabo tras la primera muerte de
los Smashing y eso le genero gran parte de su mala crítica. ¿Qué tiene este
disco que lo hace mejor a los anteriores? De partida la presencia impecable de
Chamberlain logra dotar de una gran energía a las canciones, muchos temas
funcionan impecable dentro de un sonido rock maintream, logrando su propia
identidad, es decir, puedes reconocer realmente el sonido de los Smashing, su esencia
(lo que no pasa en “Monument to an elegy”). El disco es jodidamente agresivo,
pero también se da sus respiros, a pesar de eso, carece de grandes momentos de
genialidad, haciendo olvidable gran parte de sus canciones, incluso algunas que
están muy bien elaboradas pasan desapercibidas. Sin duda es un disco que le
falta mística. Fue duramente criticado en su momento, pero para lo que es
Smashing Pumpkins hoy en día, resulta ser que no es un trabajo tan malo como
decían.
Canciones destacadas: “Doomsday
Clock"; "7 Shades of Black"; "Bleeding the Orchid"; "That's
the Way (My Love Is)"; “Neverlost”; "(Come On) Let's Go!"
Número
6: Gish (1991)
El debut de la banda
fue un acierto comercial y una sorpresa musical para muchxs. Obviamente está
demasiado amparado por el sonido de sus coetáneos: Pearl Jam, Nirvana y hasta
rasgos de Sonic Youth, son puntos de referencia obligatorio para entender este
disco. La carga generacional que tiene este trabajo es bastante pesada y creo
que por eso se le recuerda con tanto cariño, pero por supuesto no es el disco
perfecto. Podemos escuchar una banda con gran potencial, y que notablemente
busca una identidad y un sonido propio, pero que aún le falta pulir algunas
esquinas de su piedra filosofal. Las influencias del hard rock y los elementos
intensos del neo-wave (incluso en lo estético) daban a entender que estaban en
pleno proceso de maduración. Eran un grupo listo para entrar a la cancha y
mostrar lo que tenían, aquí suenan muy desafiantes y más prístinos que nunca.
Realmente considero que este es un trabajo magistral y sólo está en este lugar
porque lo que vino después elevó mucho el nivel. Influencias psicodélicas, punk
e incluso del rock indie (se puede sentir un aroma a Pixies en varios momentos)
dejarían un fuerte precedente. Esta sería una forma elemental de debutar en el
mercado rock de los noventa, pero repito, lo que vino después fue mil veces
mejor y creo que por eso, pese a lo defenestrado que esta la banda hoy en día,
no se puede olvidar.
Canciones destacadas: "I
Am One"; "Siva"; "Rhinoceros";
"Suffer"; "Snail"
Número
5: Mellon Collie and the Infinite Sadness (1995)
Para el mundo, este
maravilloso disco doble es el Alpha y Omega de Smashing Pumpkins, pero yo no
estoy de acuerdo y sé muy bien que están listos con sus picotas y rastrillos
para perseguirme por el pueblo y lincharme, pero créanme que es un trabajo que
me cuesta digerir. Es cierto que posee varios de los mejores temas que la banda
ha despachado, es cierto que es una producción magistral en donde desarrollan
todo el talento que poseían, es cierto que es un disco sin miramientos a la
hora de atreverse, es cierto que es un disco que marco pauta. Todo lo que
quieran, pero no logra maravillarme tanto. Quizás es porque se trata de un
trabajo muy engolosinado y sumamente pretensioso. Para empezar su duración es
un problema, personalmente considero que la cohesión es lo mejor en trabajos
artísticos, menos es más, y para romper aquello tienes que venir con una idea
demasiado pulenta. Este disco es hermoso a ratos, pero llegado a un punto
simplemente aburre. Honestamente lo hubiese puesto un poco más arriba en la lista,
pero no puedo desconocer que es un trabajo esencial para – podríamos decir – el
rock mainstream de los 90´. No propone cosas nuevas, es cierto, pero aquí es
donde los Smashing logran pulir completamente un sonido y un estilo que los
definiría como una de las bandas más icónicas en su momento. La visión oscura
del mundo (esa que tanto le agradecía Homero Simpson a Billy Corgan) no resulta
tan sofocante gracias a varias escenas de dulzura, las cuales se intercalan con
episodios violentos, dando muestra de una rabia que se transmite muy bien en
canciones como "Jellybelly" o la inmejorable “Zero”, exclamaciones
iracundas que no se volverían a repetir con tal grado de espontaneidad. Aun así
el trabajo se empieza a desinflar y caer por su propio peso casi en la mitad
del primer disco. Se agradece la valentía de romper moldes en su momento, pero
a vista general, el disco no enciende tantas emociones como sí lo hacen otros
de manera no tan mega elaborada.
Canciones destacadas: "Tonight,
Tonight"; "Jellybelly"; "Zero";
"Bullet with Butterfly Wings"; "Fuck You (An Ode to No
One)"; "Where Boys Fear to Tread"; “Bodies”; "1979"; "Tales
of a Scorched Earth";
Número
4: Machina/The Machines of God (2000)
“Machina” es un gran
disco que se ha visto un poco opacado por el éxito popular de todos los
anteriores trabajos. Estamos ante una banda totalmente madura y consciente de
su peso, asumidos como una completa referencia del rock. Este es el disco que
mejor equilibra el sonido que venían cultivando. Hacen mella en el rock
alternativo, consiguen arrojar elegantemente sus arrebatos más violentos a la
vez que contener de una manera bastante pop sus canciones más oscuras y
calmadas. Este disco no exuda pretenciosidad, aunque eso no le quita su
pomposidad al tratarse de una obra conceptual. Las canciones poperas funcionan
en su justa medida. Es uno de los trabajos más accesibles del quinteto y el
mejor punto de llegada para cualquiera que se quiera iniciar en los mundos sonoros
de la banda. Obviamente le falta ese algo para hacerlo el mejor disco, supongo
que un poco más de arrojo y menos soberbia.
Canciones destacadas: "The
Everlasting Gaze"; "Raindrops
+ Sunshowers"; "Stand Inside Your Love"; "I of the Mourning"; “Try, try, try”; "Heavy Metal Machine"; “This time”;
“Glass and the lost children”; “Wound”; “Age of innocence”
Número
3: Oceania (2012)
“Oceania” fue una gran
sorpresa, nadie se esperaba grandes cosas de una banda que parecía muerta y
enfrascada en un proceso de cambio sonoro intenso que no terminaba de definir para
dónde quería ir. Por supuesto que con sólo Billy Corgan a la cabeza, había
mucha desconfianza sobre qué podía hacer una banda que ya había perdido su
relevancia con tanta fuerza. Este trabajo fue, según sus creadores, el mayor
esfuerzo desde “Mellon Collie and the Infinite Sadness” y eso se nota. Es un
disco que abunda en detalles de producción, es pretensioso, pero no sofocante y
tiene muchos pliegues de elegancia en sus canciones. Uno de los fuertes fallos
de “Zeitgeist” fue tratar de linkear una rabia adolecente que ya no le quedaba tan
bien a la propuesta de la banda, en cambio, en “Oceania” hay una continuidad
con respecto a la madurez alcanzada en “Machina”, pero también hay una
propuesta mucho mejor presentada en cuanto a la evolución del sonido. Los
experimentos previos de “Teargarden by Kaleidyscope” (por cierto, este disco
también forma parte de aquel box set) llegan a su punto culmine con este
trabajo en el que operan de manera sofisticada una gran cantidad de guitarras,
ritmos psicodélicos y una electrónica que toma su inspiración los episodios más
solemnes de “Adore” Si este hubiese sido el último disco de los Smashing
Pumpkins creo que hubiese sido un excelente adiós. Corgan rescata los mejores
momentos del pasado y los conecta con efectividad. Lo mejor de todo, es que es
un disco muy luminoso, hasta positivo se podría decir, algo que no se esperaría
de los Smashing, pero que de alguna funciona excelente.
Canciones destacadas: "Quasar";
"Panopticon"; "The Celestials"; “My love is Winter”; “Pinwheels”; “Oceania”; “Pale
horse”; “The chimera”; “Glissandra”; “Inkless”;
Número
2: Machina II/The Friends & Enemies of Modern Music (2000)
Lo sé, esto es hacer un
poco de trampa. “Machina II” se le considera un disco casi apócrifo ya que
nunca fue lanzado comercialmente y el 40% de su material corresponde a
versiones alternativas de otras canciones lanzadas originalmente en “Machina”.
Los temas inéditos que presenta este trabajo se consideran descartes del
anterior disco, por lo tanto, se podrían pensar que es algo así como los lados
B de “Machina”, pero lo cierto es que fueron trabajados en las sesiones de
“Machina” con la idea de formar parte de un futuro trabajo independiente. El
problema fue el abrupto hiatus que la banda tomó por esa fecha, un proceso que
obligó a Billy a mandar todo a la mierda y querer terminar de raíz con cualquier
proceso, y no encontró mejor forma que tomar todas esas canciones, compilarlas
en un disco artesanal y regalárselo a los fans. Se preguntaran entonces ¿por
qué no incluiste en esta lista al impecable Pisces Iscariot? En efecto, aquel es un gran
conjunto de canciones, pero fue un trabajo realizado por la disquera y presentaba
muchos temas que ya eran conocidas, en “Machina” al menos hay material inéditos.
Por su forma y enfoque, “Machina II” es un trabajo desordenado, torpe, pero que
goza de espontaneidad, maneja con soltura todos los elementos sonoros
reconocibles de los Smashing, el aura que despliega en sus canciones es de pura
genialidad, a pesar de que la producción no es muy espectacular. Es un trabajo
que anticipa muy bien para dónde viraría el rock comercial del nuevo milenio
con respecto al revival del garaje-rock. Un disco que no aburre y que te lleva
por varios estados, naturalmente le falta un poco de cohesión aunque mantiene
la línea conceptual de su antecesor.
En cuanto a las
versiones alternativas de canciones ya conocidas, no hay desperdicio alguno, no
se siente como un intento de rellenar nada, la versión de “Try try try” no es
mejor ni peor que la que conocemos, es diferente y es igual de buena.
Canciones destacadas: “Slow
Dawn"; “Satur9”; "Speed Kills But Beauty Lives Forever"; "Try
(Versión 1)”; “Glass”; “Dross”; “Real Love”; “Go”; “Let Me Give The World To
You”; “Home”; “If there is a god”;
Número
1: Siamese Dream (1993)
Bueno, tal vez no sea
la gran sorpresa, pero para mí el mejor disco de los Smashing es el que
justamente toda la crítica establece como el mejor. Pero es que es algo
innegable, “Siamese dream” fue un salto cualitativo muy grande con respecto a
su debut. Se trata del segundo disco de una joven promesa del rock, pero el
trabajo supero cualquier expectativa. Aquí dejan asentado las bases de su
sonido, las características propias de sus melodías, la teatralidad de Corgan
al cantar, el equilibrio entre cada miembro de la banda, tal vez, si somos muy
quisquillosos, podemos notar como detalle que Chamberlain no se soltaba tanto como
lo haría en futuros trabajos, pero es algo ínfimo y para nada reprochable.
El disco combina de
manera acertada varios elementos presentes en aquel momento en el mundo de la
música: Las guitarras lisérgicas (“Soma”, “Sweet, sweet”) , el aire pesado del
grunge (“Cherub Rock”, “Today”, “Hummer”), las baladas melancólicas en su mayor
apogeo, pero que también toman elementos del dreampop (“Disarm”; “Mayonaise”; “Spaceboy”;
“Luna”), las explosiones de punk y los acordes bien manejados del hard rock,
así como los toques precisos del shoegazing (“Quiet”, “Rocket”, “Geek USA”; “Silverfuck”).
Este disco es sin duda
el más orgánico de toda su discografía, un momento irrepetible para la banda
que seguramente estaba en el éxtasis de su creatividad y que a partir de aquí
se comieron la década de los noventa por un buen tiempo. Nirvana había muerto,
los dinosaurios ochentosos del rock empezaban a oxidarse en sus fósiles. La
generación X pedía una banda sonora que sólo Smashing Pumpkins supo interpretar
en este hermoso cancionero que no ha hecho más que envejecer de la mejor forma
posible.
Canciones destacadas:
Todas
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