miércoles, 8 de marzo de 2017

El cine que no vimos: Comedian




Película: Comedian
Año: 2002
Director: Christian Charles
País: Estados Unidos

Sinopsis: Jerry Seinfeld, uno de los comediantes más respetados en la escena norteamericana decide acabar con su show televisivo a pesar del ofertón que la cadena le ofreció (90 millones de dólares rechazados de cuajo) y comenzar de cero con un show de comedia en pequeños bares, a micrófono abierto, probando nuevos chistes y  nuevas rutinas de forma experimental, este documental retrata esta construcción y plantea temáticas que van más allá de la comedia y que atañen directamente al comediante y su oficio.

 

SENTIRSE VIVO

Seinfeld es un alma inquieta, luego de terminar su súper conocida y exitosa serie homónima, descrita muchas veces como una comedia “sobre nada” estaba listo para el retiro, forrado en dinero y con un buen vivir parecía inútil reinventarse en el stand up comedy, disciplina que lo vio nacer a mediados de los 70’, pero quedarse quieto no era opción. Para él la risa es el movimiento involuntario más revelador del estado del alma: “Toda mi vida he estado tratando de reírme... estoy obsesionado con ese movimiento. Cuando estás riendo, has dejado tu cuerpo, has dejado el planeta... es una experiencia increíble" explica, y bajo esa filosofía esta claro que  iba a seguir buscando estrategias para explotar la risa aun luego del final de su rentable serie de televisión. Si la risa nos mantiene vivos es necesario explorar los dispositivos que despiertan esa fuga, y ahí está el trabajo del buen comediante, eventualmente uno se puede reír de cualquier estupidez, pero es una risa inconsciente, acto reflejo quizás hasta de un estado de supervivencia, pero la risa que no esperas y que lentamente puede devenir en carcajada (acto tomado como grosería en otros tiempos, sobre todo si venía de parte de mujeres) es desprevenirse y entregarse totalmente  al gestor de aquello.

En “Comedy” vemos los esfuerzos de Seinfeld por empezar de cero,  a cuestas de su figura de renombre sabe que no tiene todo tan en bandeja de plata, en un momento del documental mientras conversa con colegas ellos mismos explican la situación: La gente le da quince minutos de gracia en el escenario porque lo conocen, pero pasado esos quince minutos Seinfeld es igual que un desconocido, si su rutina no gusta no habrá nada que hacer. Y se nota ese pulso, en un momento la película muestra como el comediante se queda en blanco en plena rutina, su rostro se desencaja, el público por el cariño que le tiene lo aplaude y se ríe pensando que eso forma parte también de la rutina, pero los segundos se convierten en caníbales con colmillos filosos que empiezan a triturar el ambiente, a cada momento Jerry se queda más en blanco, vuelve a sus apuntes, no tiene cómo retomar el chiste, no sabe cómo salir de ese bochornoso lugar y finalmente se resigna. A pesar de eso, se puede notar el training y la experimentación del hombre sobre el escenario, la práctica del stand up es puro ejercicio, una cosa que debe hacerse de bar en bar, de manera implacable y sin tiempo para lamentarse. El documental se cuida de mostrar a un Seinfeld frustrado, sí muchas veces nervioso y ansioso ya que probar sus nuevos chistes, sus nuevas rutinas, su nuevo espectáculo que eventualmente debería cubrir una hora y tantos minutos no es un asunto que nace mágicamente en una tarde, es estudio, práctica y sobre todo error, Seinfeld lo entiende y por eso no baja la guardia y va a todos los lugares posibles, incluso a bares con micrófono abierto donde naturalmente los asistentes no pueden creer lo que están viendo.  

"Ya tengo un nombre en la industria del espectáculo, ya no se trata de dinero ni de fama. Ahora todo pasa por mantener una conducta creativa." Sentencia el humorista en una entrevista, por lo que esto sólo persigue el noble objetivo de plantearse un nuevo desafío vital. En cierto momento Seinfeld se entera que el legendario humorista Bill Cosby a sus sesenta y pico de años estaba realizando un espectáculo de dos horas y media con material totalmente  nuevo, Seinfeld queda impresionado y profundamente motivado a mantener su senda ya que vio reflejado sus objetivos en él, crear una rutina nueva de manera periódica. “(…) Fue en 1993. Cuando yo empecé, alguien del público gritó: '¡Ya lo oí!'. Fue como si me hubieran clavado un cuchillo en el pecho. Uno presenta el material como si fuera nuevo, ingenioso, y un tipo dice que ya lo oyó. Me produjo mucho dolor. Como quería evitar que eso volviera a pasar, empecé con todo esto." 
 

LO HOSTIL DE HACER REIR


El humor de Seinfeld se basa en la observación de cosas cotidianas, así como se puede corroborar en las múltiples situaciones de su serie, sus rutinas tienen que ver con lo mismo, pero no es azaroso ni casual, el hombre se toma el tiempo de caminar muchas horas por la ciudad, hablar con personas, fijarse en detalles y darle vueltas una y otra vez a lo mismo, refinar el comentario, el chiste de aquello que pasa inadvertido por la simpleza de la realidad, puede resultar a veces un trabajo ingrato cuando la rutina no funciona, cuando las risas son complacientes y no devotas, por eso Seinfeld se obsesiona  puliendo sus ideas, incluso por años:  “(…) Mi trabajo es como el de los artistas de la caligrafía japonesa o los samuráis. Quiero hacer con la comedia algo afín a esas jaulas de grillo, esas muy pequeñas con una puertita. Eso quiero: soledad y precisión, refinar una cosa chiquita sin otro motivo que hacerla perfecta.” 

Un número cómico es algo tedioso, doloroso y lento, buscar la risa de un público es algo hostil, siempre te puedes engañar y creer que todo anduvo bien, que la gente realmente se rio o que fue incapaz de entender tu humor, pero la realidad siempre es uno y los hechos hablan por si mismos. Lo complejo es que si hacer reír es todo un tema, hacer reír con un contenido determinado es titánico. Más cuando uno espera algo de calidad sobre determinado humorista y no puros chistes de flatulencias o estereotipos.  Perdonen el ejemplo, pero hay una película de Adam Sandlers llamada “Funny people” en donde Sandlers interpreta a un famoso actor de películas cómicas que es adepto a ir a los bares de Stand Up y ahí conoce a Ira un aspirante a comediante cuyo humor se basa en  chistes infantiles y pueriles, en un momento de la película Sandlers le hace ver que ese humor sólo funciona por una noche, pero que eventualmente debe encontrar su estilo de comedia, uno más allá de repetir la fórmula probada, algo raro que el consejo venga de alguien que se ha reinventado tan poco como los es Adam Sandlers, pero para el documental “Comedian” viene como anillo al dedo la referencia "Les aseguro que contar cómo se construye un número cómico no es un proceso que a cualquiera le puede resultar entretenido —declara—. Es algo tedioso, doloroso y muy lento." Y es qué, cómo saber si lo que creaste realmente es divertido cuando ya pasaste tanto tiempo puliéndolo y abstrayéndolo. Además no se trata de chistes, se trata de humor, para Freud el humor difiere del chiste, ya que el chiste es sólo la artimaña para aflorar elementos reprimidos de nuestro inconsciente. El humor busca negar o cuanto menos ridiculizar la realidad superándola y despreciándola, por eso el humor negro resulta tan complejo de entender a veces, en parte porque hay malos exponentes al respecto, para el humor negro se debe construir toda una situación que habilite y aminorice una realidad determinada. Recuerdo el caso de un humorista chileno que sin construcción ni nada, sólo por contar chistes negros se manda una desafortunada frase “Qué culpa tienen los judíos de ser tan buen combustible” levanto polvo y crítica por todos lados, y poco a poco el humorista  entendió que hacer humor negro no se trataba de lanzar chistes aleatorios que cayesen pesado. El ejemplo de Freud tal vez no es  gracioso, pero sí es decidor al respecto. “A un preso le informan durante el fin de semana que el próximo Lunes será ahorcado. Llega ese Lunes y por la mañana el preso saluda al oficial diciéndole, bonita forma de empezar la semana” la situación, el patetismo y las ganas de obstruir la realidad son lo que refuerzan el humor y su consecuente gracia. Es por eso que para hacer humor negro o de plano hacer cualquier tipo de humor inteligente no hay que reírse de nadie más de uno y su experiencia, no del otro, por ejemplo, Chris Rock asume gran parte de sus rutinas cómicas sobre bromas a la comunidad afroamericana de la que él proviene y forma parte vital de sus experiencias. Del mismo modo Seinfeld mezcla su aguda observación de la realidad con sus experiencias aquí un ejemplo del filme, extracto de una rutina: "Adoro a mi esposa. Es la persona más increíble que conocí en la vida. Y ella piensa que yo soy la persona más increíble que conoció en su vida. Y nos lo decimos todo el tiempo. ¿Saben por qué?" Una larga pausa. "La relación no funciona."

EL BUFÓN DE TURNO



Comedian es un documental casi observacional, la idea comenzó cuando su director Christian Charles y el productor Gary Streiner le ofrecen a Seinfeld registrar el proceso que conlleva la creación del nuevo material, Seinfeld los conocía porque había trabajado en los 90’ para unos comerciales con ellos, pero creía que el resultado sería más útil y mejor recepcionado por sus propios amigos y colegas del rubro no obstante después de ver algunos metrajes de la cinta decide que el filme se expanda un poco más, esto dio pie a contrastar su figura con la de Orny Adams dentro del filme, un joven comediante en asenso que se muestra en todo momento desatado y con hambre de reconocimiento, la diferencia de perspectivas entre él y Seinfeld queda de manifestó en la primera conversación que mantienen, Orny quiere ser famoso, quiere llegar lejos, esta harto de ver como todos sus otros amigos tienen una mejor vida, con familia, hijos y ganando mucho dinero en Wall Street, mientras él sólo se la pasa en bares sin nada claro aún. Seinfeld le recomienda que se relaje, que deje de pensar en eso, que finalmente esta es la vida que él escogio y debería estar feliz por eso. La película muestra como Orny poco a poco comienza a tener renombre, pero su actitud dentro del filme lo hacen calzar como un patan incapaz de capitalizar su éxito y sobre todo de llevar a cabo sus sueños, un total contrapunto con Seinfeld. El objetivo de Orny no obstante se logra y su estrellato siguió viento en popa por lo menos hasta mediados del 2005, por cierto también participo en la ya aludida película de Adam Sandlers “Funny People” interpretandose a si mismo.

Las distitnas perspectivas y elementos con los que cada comediante debe ligar esta muy bien reflejado, la película logra una notoria intimidad pese a su accidentado y casual estilo, así como pobre y referencial puesta en escena. El filme obviamente se basa mucho en la figura de Seinfeld, pero en última instancia busca la quinta escencia del humorista dentro de todos sus colegas: Las añoranzas, los temores, los fracasos y sobre todo refleja de manera estupenda aquel nervio que todo humorista sienten antes de subir a un escenario cualquiera, sea pequeño o gigante. Como documento testimonial es un gran filme que cumple su cometido.- 


Entrevista a Seinfeld:

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