En abril del 2002 las
dos bandas que más discos habían vendido dentro del movimiento Pop-punk se
juntaron para realizar el llamado “Pop Disaster tour” Una seguidilla de
conciertos durante dos meses que fue registrado por las cámaras de MTV para un
programa de ese entonces llamado “MTV Diary” que buscaba contrastar la visión de
la vida y la música de los integrantes de cada grupo. Los de Blink salen muy
mal parados en este programa, se reflejan como músicos infravalorados,
patéticos y jugando el rol del adolecente estúpido con el que se ganaron a los
medios, frente a unos Green Day consolidados y maduros, pero que silenciosamente
se estaban estancando en un sitio de confort demasiado complaciente que los
haría ensombrecerse durante un par de años. Los de Blink eran la irreverencia hecha
carne, mientras que los de Green Day la estabilidad en el panorama del punk
rock de principios del 00’. A pesar de que ambas bandas representaron (y
representan) un eslabón importante para una generación que supo encontrar en
ellas una fuerza de expresión, eran evidentemente dos caminos distintos. A
pesar de las odiosas comparaciones que tuvo que soportar Blink a principios de
su carrera con respecto a Green Day, poniéndolos en un escenario de batalla que
nunca pidieron, y aunque a la larga esa confrontación nunca se dio y sólo
sirvió para fortalecer la oleada de bandas de ese estilo que surgieron por
aquellos años y que tuvieron el apoyo de los medios (principalmente de MTV),
siempre estuvo y estará esa duda personal para los que fuimos niñxs y adolecentes
durante ese tiempo ¿prefieres a Green Day o a Blink 182?
Blink 182 y Green Day hueviando de lo lindo |
Juzgar a cualquiera de
estas dos bandas por sus méritos artísticos es un poco absurdo, no estamos
hablando de astros ni genios de la composición, sino de dos bandas con caminos algo
similares melódicamente al de tantas otras que pululan por el mundo. Más allá
del trabajo y la constancia que ambas han tenido a lo largo de sus respectivas
carreras, es indudable que les ha tocado un poco de suerte y fortuna en algún
punto de sus existencias y de ahí en adelante cómo se las han arreglado es asunto
de cada uno de ellos.
Pongamos las cosas
sobre distintas balanzas, pero creo que no hace falta detallar demasiado si
acaso una es mejor que la otra técnicamente hablando. Si bien hay un estilo marcado
en cada una (del que ya hablaremos) creo que las comparaciones deben ir por
carriles más emocionales, y una de las primeras cosas que debemos tomar en
cuenta a la hora de comparar a estos dos monolitos del pop-punk es básicamente
la personalidad que ofrecen como grupo.
Green Day partió casi a
fines de los ochenta, luego de una época que podríamos llamar de práctica en
donde unos jovencísimos Billie Joe Armstrong y Mike Dirnt fundaron “Sweet Children” en 1989 en el condado de California. La banda convertida en un trio
(con el baterista Al Sobrante en principio, luego entraría el bufonesco Tre
Cool en su reemplazo y para siempre) se cambió el nombre a Green Day para
evitar conflictos con otra banda local de nombre similar y lanzaron un par de
demos que los mantuvo en escena junta a otras bandas que estaban en las mismas
durante ese tiempo como Rancid, Operation Ivy, Bad Religion y The Offspring. Todos
trataban de revitalizar el punk rock que había muerto comercialmente durante
los ochenta y cuyos únicos brotes de vida se mantenía en los Ramones. Pero
Green Day la pegó en 1994 con el disco “Dookie” lanzado bajo el sello Reprise,
una subsidiaria de Warner Music. El gancho de melodías pop con guitarras que
emanaran algo de brutalidad punk fue lo que los hizo destacar de inmediato con
canciones como “Welcome to Paradise”; “Basket Case” y “When i come around”. Se
convirtieron en un hit en un punto donde el rock gracias al movimiento grunge
había ganado mucha notoriedad en el mercado de la música, pero Green Day no
ofrecía teclas depresivas, ni asfixiamiento introspectivo, a diferencia de las
bandas de rock que la estaban rompiendo en ese momento, las canciones de Green
Day eran más infantiles aunque no inocentes, invitaban a la fiesta, a la dispersión,
a la locura y sobre todo al ridículo, y quien representaba bien esto era su frontman Billie Joe
Armstrong, principal compositor de la música de Green Day y quien lentamente
termino siendo la personificación del grupo a pesar de que sus compañeros siempre
han estado ahí también.
Billie Joel Y SU GRUPO |
El asunto no es que
Mike Dirnt y Tre Col sean ignorados, el tema es que en Green Day todo gira
alrededor de Billie y en cada puto disco este factor se repite. La idea de
banda resulta curiosa porque Green Day cada vez parece más un proyecto de un
solo hombre en donde los otros dos quedan muy en segunda línea, pero aparentemente
no hay conflicto en ello. Hoy en día Green Day es una banda de estadios, de
espectáculos de más de dos horas, de fuegos artificiales y de más de tres
músicos tocando ahí, pero la personalidad del grupo, su materia prima y todo lo
que la ha convertido en lo que se la puede reconocer durante todas sus
respectivas épocas es gracias a Billie Joel, por lo que a veces siento que los
fans más que gustarles Green Day les gusta Billie Joel. Demás está decir que
cada vez que la banda ha tenido algún cambio estético o sonoro (recordemos que
con Dokie muchos de sus fans originales le dieron la espalda al considerar que
su sonido era muy vendido) siempre ha sido por decisión final de Billie.
Con Blink 182 la cosa
es muy distinta. Se formaron en 1992 con Mark Hoppus al bajo y Tom Delong a la
guitarra (su baterista original fue Scott Raynor que luego del segundo disco
sería sustituido de manera permanente por Travis Barker) Desde un primer
momento eran una banda que parecían no tomarse nada en serio, con letras
escatológicas, absurdas, demasiado bobas e idiotas. Eran el referente del
adolecente que sólo estaba obsesionado con
la pornografía y ponerse en pedo cada fin de semana. Jóvenes que sólo
buscan existir por inercia sin nada que hacer más que experimentar con
hedonismo el presente, de algún modo Blink 182 representaba a esa generación de
jóvenes que mostraba la película “Kids” de Larry Clark: Irresponsables,
irrespetuosos e irreverentes. En ese sentido, Blink 182 eran el lado más osado
e infantil de Green Day, pero llevado a la quinta ponencia. Cuando lanzaron su
primer disco “Cheesire cat” en 1994 coincidieron con “Dokie” y otros discos del
mismo estilo. Si bien Blink 182 no fueron tomados en cuenta, ni siquiera por la
MTV (que años después los amarían) ellos persistieron y anotaron su primer gol
en 1997 con el lanzamiento de su segundo disco “Dude Ranch” y específicamente
con la canción “Damnit”.
A pesar de un origen parecido,
las dinámicas entre Blink y Green Day ad portas del nuevo milenio eran distanciadas.
Mientras Green Day se perfilaba como una súper banda exitosa, energética y cada
vez más madura, Blink eran los nuevos payasos del lugar y al mismo tiempo el
nuevo sabor del momento. Los muchachos eran bastante conocidos por dedicarles
muchos minutos de sus shows a realizar números humorísticos que incluían cosas
tan estúpidas como flatulencias y referencias sexuales pueriles. Pero los de
Blink estaban logrando un acelerado éxito que empezaba a incluso a opacar a
unos Green Day que no habían conseguido acertar otro golpe de éxito en el
mercado desde “Dookie”. Blink 182 además tenían un curioso plus, caían bien,
eran simpáticos, sus videos eran graciosos y es porque se mostraban sin ningún
miedo a la vergüenza como verdaderos idiotas, su música no estaba mal, no eran
la gran cosa dentro del panorama y de hecho Green Day los superaba bastante,
pero la dupla Hoppus-Delong tenían una química que los hacía brillar muchísimo
dentro de un panorama donde cada vez salían más y más bandas del mismo estilo.
Y si hablamo de cameos muy innecesarios |
Esa idea de payasear al
límite Blink 182 la siguió manteniendo incluso hasta el día de hoy cuando sus
integrantes ya han pasado la barrera de los cuarenta años. En ese sentido la
madurez nunca fue un camino para Blink 182 y en cuestiones de personalidad cada
miembro brillaba por si sólo, pero se potenciaban más cuando lo hacían como grupo,
incluso Travis Barker que siempre se mantenía como un tipo más parco que sus
compañeros lograba tener sus momentos de ridiculez, en definitiva, ese
sentimiento de ver una banda en donde todos están en la misma línea de
jerarquía y en donde se nota que hay un trabajo de equipo es algo que sí se
encuentra en mayor medida en Blink 182, pese a que su música mucho no haya
evolucionado. Por lo que pasemos a ver el segundo punto de esta comparativa.
Una cuestión de
estilos
Pero nosotros salimos en la pelicula de los simpsons y además morimos |
Si bien ambas bandas
tocan el mismo estilo de música, obviamente hay diferencias marcadas que hacen
que no sean una mera copia. Y ante este punto hay que decirlo, Green Day han
tenido una carrera más consistente, no han tenido que separarse como banda en ningún
momento. Han logrado reinventarse cuando parecía que ya estaban perdidos,
después de “Dookie” los discos que le siguieron sólo hicieron notar una mella
en la banda “ya no somos unos adolescentes, tenemos demasiada fama y ya no podemos
hacernos los locos” dijeron en determinado momento, quizás “Warning” fue el
disco que culmino definitivamente el sonido de “Dookie” y de paso hizo que la
banda se atreviera con otros estilos y se desenmarcara un rato del punk-pop -aunque
aparentemente no estaban tan seguros de querer hacerlo- Pero su segundo impacto
comercial vino con la opera rock “American Idiot” un álbum conceptual que lograba
enganchar con el sonido punk-pop de la época de las bandas que estaban en boga
en ese tiempo. Camaleónicamente Green Day supieron renovar su estilo, e incluso
tener una parada de crítica social ante la situación política de su país(la
guerra contra Iraq), de ahí en adelante Green Day intentaría aspirar a más, a
punta de conciertos en estadios gigantescos y una cada vez más exorbitante
fama, el segundo aire de Green Day los agarraba en un punto de madurez en el
que ya no estaban para tirarse pedos y gritar “fuck your mum” a cada rato como
lo hacían sus colegas, incluso fueron llamados al salón de la fama del rock and
roll. Sin embargo la pretensión les paso la cuenta y con el disco lanzado el
2009 “21st Century Breakdown” no pudieron repetir el éxito. Obviamente no les
fue mal, pero la segunda opera-rock de Billie Joel no tuvo el mismo impacto,
luego de eso ya sabemos lo que vino, una penosa época para Green Day en el que
lanzaron tres discos malos en un mismo año, un periodo de rehabilitación alcohólica
de Billi Joel (con escándalos públicos incluido) que puso en stand by al grupo
y el resurgimiento el 2016 de un nuevo disco que prometía, pero que no cumplió
las expectativas. Sin embargo en todos estos años de aciertos y desaciertos
Green Day se ha hecho de un público demasiado fiel que entienden que el fuerte
de la banda son sus enérgicas presentaciones, con Billie Joel gritando con su
tono grave y rasgando sus riff de guitarra con fuerza. A veces lejos del punk,
a veces más cerca del punk, pero ya se han convertido en una marca distintiva del
rock contemporáneo y con un público fiel que los apaña a todas.
Por su parte Blink 182
es mucho más entregado a un estilo casual, un salga lo que salga. Su gran éxito
vino con “Enema off the state” de 1999 en donde básicamente pulían todo lo que
habían hecho antes musicalmente, con la inteligente incorporación de Travis
Barker un baterista que está a un nivel musical mucho mayor que el resto de sus
compañeros, dándole toques muy técnicos y sofisticados en las percusiones a
melodías que no tienen mucho misterio, el éxito fue instantáneo y por tres años
al menos fueron los reyes absolutos del panorama punk-pop. El día que Blink decidió
dejar atrás las boberías infantiles, fue con su disco homónimo del 2003 y si
bien se ve un esfuerzo por llevar adelante un sonido más adulto y característico
que les entrego algunas ideas interesantes como “I miss you” o “Asthenia”, también llegaron a otras cosas muy poco
afortunadas que demostraron que eran una banda que aún le faltaba evolución
para llevar adelante otras fisuras sonoras. Tom Delong ya venía buscando
madurar el sonido de Blink 182 tanto musical como conceptualmente, sin duda las
diferencias musicales entre él y Mark Hoppus quien buscaba seguir con un corte
más radial y típico al clásico estilo que cosecharon fue uno de los detonantes
del primer quiebre del grupo. El disco “Blink 182” en cierta medida era la búsqueda
de un estilo propio por Tom de tocar guitarra, de cantar, de producir y de
expresar, una forma más individual que lo hacía separarse de esa amalgama que
había logrado con sus compañeros en todos los discos anteriores. Sus
aspiraciones eran un poco más ambiciosas y su proyecto solista “Angels and
airwaves” dio muestras de aquello, pero Blink 182 eran de un estilo más
relajado, más rápido y siempre adolecente. Por algo en su esperado regreso del
2016 “California” los de Blink (con Matt Skiba en la guitarra) volvieron a
repasar ese toque juvenil que los lanzo al éxito en una suerte de nostalgia
musical efectiva.
En definitiva Blink 182
y Green Day son dos vinos de sabor variado. Si bien ha habido momentos en donde
Blink 182 busca otros pasajes sonoros (sus discos “Blink 182” del 2003 y
“Neighborhood” del 2011) no logran funcionar si no es con la formula clásica, y
aunque tengan un baterista de lujo su música es siempre simplona y necesita ese
toque de graciosa estupidez, que hace la química de la banda, incluso ahora que
ya no está Tom Delong. Por su parte Green Day es una banda que ha forjado un
estilo característico a través de los años, que ha tenidos sus búsquedas
acertadas y otras más olvidables, pero que descansa demasiado en la figura de
Billi Joel desde todo ángulo dejando al resto de los miembros como simples
monigotes que están ahí para respaldarlo como si fuese el absoluto capitán de sus
destinos. ¿A cuál banda eliges tú?
[img]https://i2.wp.com/miamiextrema.com/wp-content/uploads/2017/10/billy-joel.jpg?resize=400%2C300[/img]
ResponderEliminarTengo amigos que son fanáticos de Blink-182 a cagar pero yo nunca enganché... creo que porque cuando chico no tenía acceso a tv cable y veía MTV sólo si se daba el caso entonces nunca pegué con ellos (aunque lo mismo se podría explicar para Green Day... no sé entonces). Aunque una vez me acuerdo que grabé varios vídeos de el MTV en un VHS y entre otros estaba él de Rock Show que me encantaba.
Green Day si pegué harto con el Dookie y varios singles después... los ponían más en la radio (Rock&Pop/FMHIT) que a Blink. También saqué varios temas en guitarra y bajo sobre todo, que eran fáciles como para empezar pero luego les fui perdiendo el hilo... cuando iba como en 7mo sacaron el American Idiot que me gustó pero pegó tanto y les gustaba hasta a las niñas más lonjis de mi curso que me saturó (típico dilema juvenil). Luego de eso le traté de hincar el oído a los nuevos discos pero no me llegó ningún tema.
Resumiendo: me gusta el Green Day de '90-'00 y a Blink sólo los paso un poco.