miércoles, 11 de marzo de 2015

Series para ver, volver a ver y pensárselo mejor antes de ver: Clarence




Cartoon Network logró retornar el paso que había perdido a mediados del 2000 y el año pasado se coronó como el canal de mayor audiencia infanto-juvenil, ¿qué le dio este impulso? El nuevo enfoque que obtuvo gracias a sus series que hoy por hoy la rompen por sobre la mayoría de las de Disney Chanel o Nick. Es cierto que a mediados de los noventa y principios del 2000 Cartoon Netowork era un atalaya para los infantes, pero siendo bien objetivos hay que decir que muchas de sus series eran simplistas (La vaca y el pollito, El laboratorio de Dexter) o repetitivas (Las chicas súper poderosas, Las sombrías aventuras de Billy y Mandy) aun así nadie tiene un mal recuerdo de esas caricaturas porque claro marcaron infancia, no obstante yo creo que las series de Nickelodeon siempre estuvieron por delante que las del canal con el logo blanco negro, estuvieron por delante tanto por historia, personajes y hasta animación, pero bueno pasaron los años y todos esos canales tuvieron que ir mutando su programación a favor de los reclamos de los nuevos televidentes y dejando paulatinamente crecer a los niños que se criaron viéndolos. Yo por ejemplo desde el 2005 deje de ver todas esos canales casi de sopetón, pero el 2010 le di una oportunidad a las nuevas animaciones y empecé con la popular Phineas y Ferb de Disney Chanel y me gusto bastante entonces fui cachando cómo iba el panorama y a pesar de que Nick va cuesta abajo en cuanto animación, Cartoon Network tenía ya por esos años sus caballitos de batalla (no, no esa mierda de BEN 10 que no entiendo de dónde saco su éxito) Adventure time y Regular Show, ambas series trataban sobre aventuras fantásticas y surrealistas con toques de humor absurdo, ambas series tenían un estilo muy indie  en su gráfica y ambas series lograban llegar con éxito a un público transversal, ósea, era disfrutado tanto por los niños actuales como por los que dejamos de serlo hace  un tiempo, eso bien se podría deber también al recambio de escritores y dibujantes que entro a Cartoon Network.  En fin, hoy en día la cosa está a favor de aquel canal y su programación se basa mayormente en series con un estilo indie que bordea en historias fantásticas, absurdas y de una animación extremadamente acelerada, actualmente todas las series populares de CN dominan la mente de los niños y no tan niños, pero hay que decir que se aportillaron en una clase de programación demasiado psicodélicas (fumar un porro y ver Cartoon Network hoy en día es un gusto) eso hasta que llego Clarence. 


Clarence tal vez no sea la  serie favorita de CN  (posiblemente ese honor lo tenga Regular Show actualmente) pero dentro del universo locuaz que domina el canal tenemos una serie de perfil completamente distinto, su creador Skyler Pager buscaba un tono naturalista similar a las caricaturas de los noventa, pero con una sensibilidad moderna, el principal escritor de la serie Spencer Rothbell lo describe simplemente como “empoderar a los niños y que ellos se diviertan” Y de eso se trata, no estamos frente a aventuras absurdas de dos adolescentes con conflictos de madurez, o de una aventura piscoactiva dentro de un mundo post apocalíptico, o de sketch animados de diversa gráfica, no, cada episodio de Clarence nos trae aventuras hechas por niños para niños, todo dentro del límite que un infante se puede permitir por lo que cada vez que los niños realizan parodias a adultos o cosas por el estilo es sólo para generar risas en el espectador, aunque claro, es una serie cómica y siendo así está completamente permitido una cuota de fantasía que se usa adicionalmente para generar situaciones hilarantes. 


                                     La linda (y súper hipster) canción del ending de la serie



La premisa de la serie trata sobre un niño gordo, imaginativo y de actitud siempre positiva llamado Clarence quien con una personalidad inquieta  y algo enfermante atrae a quien esté en su entorno las más insospechadas aventuras viéndolo todo desde su ingenuidad. Junto a él están Jeff un niño cuyo diseño parece haber sido sacado de Minecraft y que tiene una obsesión por mantener todo en orden, todo perfecto y todo según una milimétrica regla, ósea es un cuadrado al igual que su cabeza, sin embargo, Clarence es el único que lo aguanta y lo acepta cómo tal además suele ser la voz de la razón dentro del grupo de Clarence y quien generalmente por su mesura termina recibiendo involuntariamente el mal trato de la mayoría de los niños, el otro amigo es Sumo, un niño que en el fondo le sigue las andanzas en todo a Clarecen, este chico viene de una familia de desahuciados, una numerosa prole que vive en una caravana lo que en Gringolandia se considera como White Trash, es decir personas que supuestamente no hacen nada por la vida ni les interesa hacer nada, bueno Sumo viene de esa familia y por lo mismo su actitud a veces suele ser acelerada y salvaje.

                                              Ah la niñez, siempre simple y colorida


 Por supuesto hay un montón de otros personajes que le dan a la fauna de Clarence mayor riqueza y que de seguro te recordarán a algún compañero de curso que tuviste en tus tiernos años de colegio (vamos, la serie también hace mella de estereotipos, está el ricachon pesado, el grandulon torpe, el pequeño sin personalidad, la niña tonta...) Así mismo cada capítulo se basa en cosas sencillas que terminan siendo grandes odiseas bajo el poder de Clarence: cazar lagartijas, pijamadas con los amigos, expediciones al campo en bicicleta, hacer travesuras en el baño, construir barcos mal hechos en fin, un montón de cosas que paradójicamente los niños de hoy en día no hacen, vamos, lo único que hacen es pegarse frente al computador, sí, igual que nosotros. También destaca en Clarence los guiños y referencias a películas y series populares dirigidas a los más viejos que sin duda nos reconfortará ya que es una clase de detalles que siempre unos pocos pueden interceptar.


Si bien el personaje de Clarence no es la gran cosa y para muchos puede ser molesto, la serie es muy buena por la empatía inmediata que te producen las situaciones, de hecho, a veces me cuestiono si realmente a los niños les gustará esta serie que no ofrece mucha fantasía, es más, una de las cosas que más se le ha aplaudido a este programa es que toca directamente los temas peludos como el abandono o el divorcio de los padres sin caer en melodramas ni exageraciones, el detalle está en que no es algo que se oculta al espectador ni se trata de entregar un mensaje moralizante o alienante al respecto, la serie simplemente te dice “Hey, eres niño, no te preocupes por esas cosas, los adultos verán” lo que me parece una excelente forma de valorizar esa etapa de la vida en donde las preocupaciones deberían ser descubrirse a uno mismo y aceptarse, nada más, aunque claro nunca se han expuesto cosas más heavys como el maltrato o la explotación infantil, pero bueno, estamos hablando de una comedia, aunque si siguen por esta senda quizás un día lo hagan y sea algo bastante decente. En fin, Clarence lo defino como el nuevo Hey Arnold! Una serie que nos devuelve en serio la alegría y la añoranza de la infancia, recomendada al 100% para grandes más que chicos. En serio veanla, antes que las ansias de audiencia la arruinen.-

 Uno de los cap que llega al alma, sólo 11 minutos, venalo no se arrepentirán, resume bien lo que es la serie.

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