Las compañías de anime
están pasando por una fuerte crisis económica que les ha valido el
cuestionamiento de muchas de sus decisiones comerciales, según la estrecha
visión de los orientales (já, chiste de doble sentido) este es el momento en
que generar series debe convertirse en algo rentable al menor costo posible,
por lo mismo se ha puesto en tela de juicio de forma acérrima el nivel de
producción de algunos capítulos de Dragon Ball Super o Sailor Moon Crystal.
Pero más allá de eso, pues de todos modos hay ciertas compañías que mantienen
los estandartes de calidad técnicos de forma muy óptima en sus producciones como
Madhouse, es bastante decidor como en este año crítico para las compañías de
anime la nostalgia ha venido a calmar un poco las aguas, al buen momento que viven
hoy por hoy series que hace 20 años ya causaban furor entre los niños se le sumó la secuela directa de Digimon
Adventure.
Digimon se estrenó en
1999 (no es una serie tan noventera como todo el mundo cree) y aunque en
occidente se le presentó como la competencia directa de Pokemon, realmente
nunca fue tan así debido a que ambas franquicias iban por caminos distintos a
pesar de concentrar al mismo público. La serie original si bien fue creada con
el fin de capitalizar un triunfo en productos de mercadotecnia el éxito
inusitado y relevante les dio pie inmediatamente a los creadores de querer
alargar la serie por un camino mucho más distinto al esquemático y monotonico
camino que Pokemon ya estaba asumiendo desde su tercera temporada y que
nodejaría más. Antes de pasar a analizar
el tema en cuestión hay que decir que en Japón estas series de estilo MONSTER durante
los 90 siempre gozaron de aceptación y promoción, pero fue durante la primera
mitad del 2000 que se promovieron con gran fuerza en Occidente sacando cada año
(o a cada semestre) una más forzada que la otra (esta Medabots, Beydblade,
Bakugan, Monster Rancher, Los caballeros del mundo mon, Shinzo, Flint el
detective del tiempo y actualmente Yo-Kai Watch….) Muchas de esas series se han
perdido en la memoria de cada quien que las atesore y en esencia le deben mucho
a Pokemon y a Digimon como principales fuentes de influencia, pero no nos
vayamos tanto por las ramas. Si bien el tiempo le dio la victoria a Pokemon
debido a que sigue en emisión y producción durante ininterrumpidos 17 años,
Digimon volvió a reclamar audiencia aunque a diferencia de Pikachu y sus amigos
no busca encantar nuevas generaciones si no aferrarse a quienes crecieron con
ellos. Nuevamente la nostalgia ataca con fuerza.
Ha esto hemos llegado cuando la nostalgia se mezcla con la histeria fanboy
Después de éxito de la
primera serie de Digimon se lanzó una secuela al año siguiente llamado Digimon adventure 02 situada dos años después de los eventos transcurridos en la primera. Esta secuela no supo mantener
bien el nivel de calidad que había dejado la primera por lo que a pesar de no
ser un fracaso definitivo no fue el golazo que todos esperaban y la producción
se precipito para culminar con un final definitivo mostrando a todos los
personajes ya crecidos y felices concluyendo definitivamente sus aventuras.
Pero Digimon no termino ahí, la franquicia había cumplido ciertos logros por lo
que para seguir generando mercadotecnia barata era necesario producir más
“comerciales” por lo que se creó Digimon Tamers que en un primer momento
confundió a muchos en Latinoamérica ya que se tituló como Digimon 03, esta
serie se centraba en un arco argumental totalmente independiente de las dos
series anteriores con eventos e historias nuevas, los siguientes años la
compañía siguió con esta tendencia y cada serie nueva de Digimon era una
historia independiente a la anterior. La cosa siguió así hasta la sexta serie
llamada Digimon Xros Wars lanzada en 2010 (luego de cinco años sin que la
franquicia anunciase nueva serie debido a los bajos niveles de audiencia que
obtuvo la última) que sí tuvo una especie de secuela aunque nadie considera que
sea tan así. De todos modos la cosa apuntaba a que la compañía que produce las
series, Toei Animation, continuase sacando entregas de Digimon con el objetivo
de captar nuevo público, hasta que en Agosto de 2014 con el pretexto de celebrar
los 15 años del estreno de la primera serie se anuncia, ante el estupor de
todos los viejotes que ya habían abandonado las nuevas tramas de la franquicia,
una nueva serie que se desarrolla como una continuación directa de Digiom Adventure 02 y tendría como
protagonistas a los personajes de Digimon Adventure 01.
Bueno eso es lo
importante de saber para poder contextualizar el asunto ahora vamos al hecho en
sí porque el 20 de Noviembre pasado se estrenaron los primeros cuatro ovas de
la serie, sí, OVAS, esta será la modalidad de Digimon Tri, se producirán 6
películas divididas en cuatro ovas de 24 minutos cada uno, las películas serán
repartidas en distintas fechas de aquí hasta el 2017 aparentemente, lo que sin
duda es una muy buena decisión desde el punto de vista comercial debido al
público más “maduro” que apuntan y también para el desarrollo argumental de la
serie sin estar forzado el equipo de producción a sacar siempre un capítulo a
la semana (cosa que bien podría joder su calidad) Bueno, lo primero que impacta
sin duda es el diseño de los personajes humanos rompiendo con todo el estilo
que la franquicia ha sellado como propio desde que comenzaron a generarlos. Es
un cambio visual que obedece mucho a la tendencia que los animes
lamentablemente están alimentando desde hace un tiempo, personajes muy
estilizados, muy delgados y atractivos (joder, sí hasta a Goku lo tuvieron que
adelgazar) pero aunque muchos criticaron ese aspecto y aunque el diseño desde
que se lanzaron las primeras imágenes hasta el día de hoy ha cambiado
sutilmente, realmente no es algo chocante de ver y rápidamente se pasa por alto
debido al tono que el argumento intenta forjar mucho más serio y dramático, si
bien es cierto que Digimon, al menos en sus primeras temporadas, siempre se ha
caracterizó por elevar mucho el drama del desarrollo personal por sobre las
batallas de monstruos o las aventuras místicas (lo contrario a Pokemon y otras
series por el estilo) en esta temporada parecer ser que el nivel de dramatismo
es un poco más complicado y central (claro que siempre tomando en cuenta – y
por mucho que nos pese a los viejotes de casi treinta años– que es una serie
infantil o a lo más juvenil) por lo que
estos personajes de tono un poco más realistas y con diseño de serie romántica
colegial quedan bastante ad-hok. Al contrario sus compañeros Digimon han tenido
un ligero cambio estético, resultando un poco más Kawais al punto de que ahora
sí que parecen peluches en contraste a sus amigos humanos.
La serie transcurre
cinco años después de Digimon 02, el contacto con el digimundo se ha cerrado
sin explicación y los Digivice de los niños elegidos han dejado de funcionar
hasta que misteriosamente algunos Digimons descontrolados traspasan la barrera
de su mundo y la realidad y causan destrozos por Japón. Los cuatro primeros capítulos se centran mucho
en el conflicto interno de Tai el líder nato del grupo quien después de ver la
destrucción y muerte que ha dejado el ataque de un Digimon comienza a tener
serias dudas sobre como accionar ante casos de emergencia. Tai a diferencia del
resto de los chicos elegidos es consciente por primera vez que las batallas y
acciones a lo loco pueden generar desastres directos y consecuencias terribles
a pesar de que estén luchando por un bien mayor y eso lo detiene en muchos momentos planteándose una y otra vez si lo que hace es
correcto. Un poco masturbatorio aquello, pero la serie nuevamente brilla más
por la variedad de sus personajes y sus relaciones que por el héroe atormentado
que todos sabemos que finalmente podrá vencer sus temores. El cómo cada personaje ha crecido y se ha
desarrollado frente a sus propias preocupaciones y desafíos resulta bastante
entretenido y más jugoso que la amenaza misma que enfrentan, de hecho estos
cuatro primeros OVAS se centran con fuerza en ellos, pero no otorgándoles
capítulos intensos como era el formato de la primera serie si no que cada capítulo
actúa de modo coral entregando dulces momentos en que se muestra como las
personalidades adolecentes de estos muchachos dicen mucho más de lo que ellos
expresan a pesar de que mantienen su esencia intacta (excepto Tai que está en
su fase EMO). Por un lado Zora (lo siento, no diré los nombres originales en
japonés) mantiene su esencia de chica equilibrada intentando convalidar de
alguna forma su amor por Matt y amistad-algo-más con Tai, trayéndole más de
alguna complicación que yo sé que muchos fans disfrutaran. Mimi continua siendo
la chica espontanea del grupo, pero es admirable su que se muestre una
evolución logrando ser la más perceptiva del grupo. Izzy continúa siendo el
genio informático que se las sabe todas casi por arte de magia, pero ahora está
entrando en plena pubertad y sintiendo cosas vergonzosas por Mimi. TK dejo de
ser el llorón que todos odiaban al muchacho lindo que se aprovecha de su
galantería (algo medio inesperado para los fans) Joey fue el que menos se vio
durante esta entrega, sigue estresado por los estudios y obligaciones como en
la primera serie, parece retraído de todo lo que ocurre aunque fue el
protagonista de uno de los mejores momentos del tercer capítulo. Kari no dio
mucho que hablar durante esta entrega aunque todos vaticinan un idilio con TK
que parece verla sólo como amiga. En cuanto a Matt su actitud vehemente y
apasionada han sido hasta ahora el gatillo para que Tai reaccione de su sopor.
A esto se le suman tres personajes nuevos que no dieron mucha luz en esta
primera entrega y que no parecen tan relevantes o hasta este momento más allá
de una nueva niña elegida muy opacada por una personalidad extraña y que se
presentó formalmente en el último capítulo de esta serie de OVAS por lo que dará más caña que cortar en capítulos próximos.
En conclusión se trata
de un ejercicio nostálgico, incluso su opening y ending rediseñados para la
ocasión no logran transgredir mucho más a los originales. La trama avanzo
lento, pero adecuado al ritmo que se propone desde un principio. Ahora el
sentido de madurez que se le ha implantado a la serie es un tanto EMO y resulta
molesto si continúan con tanto lloriqueo en las siguientes entregas, de hecho
Digimon 01 tenía momentos más dramáticos, densos y hasta existenciales sin
dejar el enfoque infantil que tanto gusto, a diferencia de ello esta serie cae
un poco en el drama relamido porque sí y a pesar de que hasta ahora ha sido
interesante ver a estos personajes más creciditos si la cosa no empieza a
avanzar de una forma más conveniente para su género no seguirá con el mismo
éxito que esta primera entrega tuvo. En todo caso me pareció una decisión acertada
e inteligente por parte de la compañía lanzar la serie en OVAS para así
enfocarse en un público selectivo que sepa aguantar una trama lenta y disculpar
los errores que esta pueda insinuar, además un lanzamiento en OVAS supone
siempre una mejor calidad técnica que la de una serie común aunque a pesar de
eso igual encontramos momentos discutibles en cuanto a la animación sobre todo
en las escenas de pelea que son de por si bastante aburridas y anticlimáticas,
escazas en desarrollo y obstructivas para lo que realmente se quiere ver. En
definitiva es una serie que solamente podrán disfrutar quienes la vieron de
niños así como los fans más adeptos a la franquicia, pero no es aplicable para
otro público y si nos ponemos un poco más objetivos es muy posible que la serie
llegue agotarse antes de tiempo si en sus siguientes entregas no propone giros
dinámicos y acciones imprevistas en sus valiosos personajes que ya están casi
escaneados por todos y sería más refrescante verlos en otras facetas, es decir,
ir más allá de la pura nostalgia que el concepto propone.-
PD: Por cierto, creo
que la serie se ha ganado un punto al darle un uso práctico a los Google de
Tai, en cada puta temporada un personaje los ocupaba sólo por algo cool y sin
real conexión con el argumento ni nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario