Lo bueno de ver “Better call saul”
(BCS) sin haber conocido un ápice de “Breaking Bad” (BB) es que te hace disfrutarla
desde una dimensión singular y no te creas ilusiones apresuradas por ver a BB
en ella. Lo malo es justamente los suculentos detalles y referencias (puestos a
propósito) que uno se pierde y que favorecen la relectura de BB.
Esto a raíz de un bolo que creció
en internet sobre la supuesta llegada de un personaje clásico de la serie madre
al final de la segunda temporada de BCS, teoría plausible y que fue ganando
muchos adeptos, pero que finalmente no cobro vida y frustro a muchos, es que
todo el mundo sólo piensa en apresurar la serie, en ver las conexiones directas
con BB, en creer que básicamente esto se trata de un gran flashback que sirve para establecer
todas las claves del universo diegético en que transita la aclamada trama de
Vince Giligan. Ante esto el actor que encarna a Jimmy/Saul, Bob Odenkirk asegurabaen una entrevista que estaba harto que
cada tanto la prensa o los fans de BB intentaran rastrear pistas de una serie
sobre otra, ya que básicamente BCS va por otro camino. Naturalmente la gracia
de un spin off no es parasitar eternamente de su tronco mayor, como todo hijo tiene que independizarse o
morir en el intento y los creadores
están conscientes de esto, simple sería contentar a la audiencia invitando indiscriminadamente a todos los personajes de BB
para que hagan una aparición esporádica o fija y se involucren en la historia,
pero eso significaría sacrificar toda la construcción de identidad que han
tratado de elaborar en estas dos temporadas, claro, muchos de los actores
principales de BB han evidenciado en varias entrevistas sus ganas de aparecer
en BCS y por línea argumental y narrativa justamente las condiciones están dadas
para que eso pase en algún momento, de alguna forma (Giligan siempre tendrá ese
as bajo la manga) pero lo que a todos nos ha quedado claro luego de esta
segunda temporada es que estamos ante una serie diferente, obvio que con
códigos y contextos idénticos (planos de cámara, banda de sonido, paleta de
colores, estilo narrativo) pero con una historia principal propia que no busca adelantarse con desencadenar en
el lugar que todos los fans de BB conocen, no por nada las dos temporadas han
abierto con escenas flash forward de Jimmy
viviendo una gris rutina, escenas por lo demás enigmáticas e incomprensibles
para quienes no hayan visto BB.
Básicamente para zanjar este asunto
os dejo un extracto de una entrevista a Odenkirk realizada el año pasado con motivo
del final de la primera temporada, en donde ciñe definitivamente este asunto de
ambas series explicando el origen de BCS:
"En mi segunda temporada, que fue la
tercera de Breaking Bad, Vince me detuvo en el pasillo y me dijo, '¿y si
hacemos un spin-off?'. Creo que no lo tomé en serio. Pero aún así le dije, 'Va.
Tú lo escribes y yo lo hago'. Al principio, él y Peter Gould (el otro creador)
hablaron de un personaje mucho más chistoso de una forma convencional, como una
comedia de media hora de algún canal abierto. ¿Se podría hacer eso? ¿Sería
divertido? Hablaban de un show en el que cada semana lidiábamos con un cliente
diferente. Pura gente de mal vivir y la idea era un poco burlona. Luego al
final nos sentamos en el hotel Chateau Marmont y les dije, 'Okay, ya, hablemos
en serio de esto'. Estuvimos platicando sobre el hecho de que teníamos que
estar de su lado, pero no como en Breaking Bad, donde el señor bonachón se
convierte en Cara cortada. Digo, Walter White termina siendo un tipo horrible y
la gente aún lo quería. Este otro tipo tenía que ser agradable. Luego Vince y
Peter empezaron a hablar sobre el pasado de Saul, es decir, antes de que Jimmy
McGill se convirtiera en Saul Goodman. Así fue la evolución".
Fuente: http://www.cinepremiere.com.mx/53405-entrevista-con-bob-odenkirk-por-el-final-de-better-call-saul.html
Bueno aclarado ese punto
primordial - que espero se distienda más al pasar las próximas temporadas de BCS-
ahora sí puedo referirme únicamente al arco de diez episodios que nos entregó
la serie y que se pueden resumir bajo la
frase “No conviene tomar medidas
parciales”. Si la primera temporada ponía todo su peso en Jimmy y sus
escaramuzas tan bien diseñadas y para nada azarosas, esta segunda temporada
amplía el abanico de tramas y se deja reposar en varios momentos en un sub
protagonista (por llamarlo de alguna forma) se trata de Mike Ehrmantraut (por
supuesto otro personaje recurrente en BB) su historia y participación durante
la primera temporada no parecía algo más que puntual y hasta nostálgico para
algunos, pero en estos episodios el personaje se ha intensificado, con mucha
parsimonia y consistencia se ha visto
envuelto desde el primer capítulo en un montón de situaciones que lo han
esculpido como uno de los tíos fundamentales para la serie aún sin siquiera
tener relación con Jimmy. La participación de Mike en una historia que corre
por caudales opuestos y hasta alaternos a lo que es la historia principal de
Jimmy es una jugada atípica ya que pocas
series mantienen narrativamente tan distantes a sus protagonistas, pero al
mismo tiempo es una jugada por bifurcar los arcos en dos historias, dos series y
es que por un lado esta Jimy, Chuck, Kim y un pesado cara a cara entre lo legal
y sus límites y por otro lado está Mike,
los salamanca, la droga y el descenso definitivo de cualquier código moral en
el submundo del narcotráfico. Muchos consideraban que los capítulos que se
centraban más en Mike y sus “trabajitos” terminaban siendo más emocionantes que
la propia trama de Jimmy y los abogados, creo entender el por qué y en realidad
es muy simple, la historia de Mike
retrotrae directamente al universo de BB: Al desierto, a Cuco Salamanca, a las drogas,
a los tratos sucios y las venganzas. Si a esto le sumamos que el destino de
Mike en BB ya está dicho todo tiene un aire de suspenso fatal, Mike es un
personaje que empieza a tensionarse en la cuerda floja de la que siempre se ha
equilibrado, por el momento duda en apretar el gatillo, no quiere matar, prefiere
mantener el honor de su hijo un ex policía honrado asesinado por cuestiones
turbias de las que no tenía nada que ver. La transformación de Mike en una máquina
asesina es algo depurado y consistente, la trama no agarra atajos ni se
sostiene de cliffhangers para alborotar a sus personajes. De todos modos Mike
es el resabio de BB en BCS y la razón con la que ambos mundos pueden fluir.
Del otro lado está Jimmy quien esporádicamente
en toda la temporada ha demostrado atisbos de acercarse al Saul que todos
conocen o al menos a una versión inocente del Saul que todos conoce en BB. Jimmy
al igual que Mike se equilibra ente lo
legal y sus límites, falsifica pruebas, soborna personas para poder convencer a
potenciales testigos, engaña para poder
filmar comerciales sin pagar un solo peso, logra timar a personas que recién conoce para que le
paguen su cuenta de comida. En fin, Jimmy es un hombre que se siente más cómodo transitando bajo sus parámetros
que siguiendo un manual de instrucciones, y aunque sus infracciones parecen más
travesuras inocentes de un niño hiperquinetico, no son acciones inocentes ni
aisladas, su naturaleza es ser así y en un contexto normal debería ser
castigado. Por supuesto nadie quiere eso ya que Jimmy representa a ese malandrín
adorable, ese chanta que al final igual hace que te rías con sus historias
falsas, hasta este momento de la historia Jimmy es un sujeto que cae bien a pesar de lo
que hace, un malo-bueno y eso estriba mucho en el extraño código moral con el
que se rige y que por supuesto se ve muy disonante con respecto al área legal en
la que se desenvuelve. Jimmy le gusta timar a las personas, pero sólo lo hace
con gente que alardea de sus decisiones exitosas, casi como una especie de
lección de humildad. Jimmy cae bien a los ojos de los ancianos, su clientela
más leal son los abuelos desamparados legalmente, Jimmy nunca deja de actuar
frente a ellos, no los menoscaba como clientes, pero sabe cómo engancharlos. Jimmy
es un personaje kitch dentro de su forma y lenguaje, todo en el respira extravagancia,
pero no a un estilo contemporáneo cool sino más bien vetusto y desorientado, es
como si estuviese constantemente desarraigado de su contexto, algo que en todo
caso la serie deja sentir y evidenciar al dedicar los primeros cinco capítulos a
la gran problemática de Jimmy de no sentirse a gusto en un trabajo perfecto donde
tenía todo a su disposición, cinco capítulos que se tomaron su tiempo, espacio
y dedicación a enfatizar esta situación dejando bien en claro que estabilidad
no era necesariamente lo que perseguía Jimmy. Por último Jimmy es un tipo que
cae bien aún sabiendo que puede ser mezquino y egoísta, cae bien porque parece
real e inmediato como si fuese el gordo del kiosco que me vende chupa chups y
me habla de algo que no sabe sólo para que me quede más rato en el negocio y me
den ganas de comprar algo más. No es odiable es admirable y mucho tiene que ver
el hecho de que no se deja dominar únicamente por una doble moral como se
podría fácilmente pensar si no por lo que la situación y sus sentimientos le exige
determinar. Es bueno con su hermano a pesar de tener una mala relación con él,
ama a Kim a pesar de que ella figure en lo contrario de lo que su actitud le
dicte. Cuando tiene que elegir entre los dos para beneficiar a una parte o la
otra la decisión nunca es tan fácil porque ambas partes son importantes para él.
Esta segunda temporada supo
desarrollar a los personajes fuera de la órbita de Jimmy, Kim y Chuck ganaron
sus sitiales propios y desarrollaron su controvertida personalidad de manera
equilibrada según sea la necesidad del episodio. Fueron amados y odiados,
comprendidos y malinterpretados, durante toda la temporada nunca estuvieron en
una sola línea de posicionamiento y mantuvieron un recorrido casi más esquizofrénico
que los protagonistas de la serie, incluso en más de alguna ocasión se robaron
el protagonismo. La gracia de Gould y Gilligan de crear personajes que no se
estanquen en simplezas y que por el contrario funcionen en un momento
determinado como antagonistas y en otros como secundarios hace que uno se
enganche más por la complejidad con la que operan. Si bien el final de la
temporada parece dejar claro que Chuk será el principal antagonista de Jimmy,
todos han demostrado luces y sombras, matices demasiado profundos para
encasillar simplemente a uno como el
malo de la película y a otro como el bueno. Los vacíos legales y los límites
del derecho penal sin constituir un elemento demasiado pesado en la trama se
convierten en temáticas detonantes para los conflictos morales en que los
personajes se involucran.
BCS es actualmente una de las
mejores series de ficción, su apartado técnico y estético brillan con luz
propia, las interpretaciones de los actores principales guían las escenas sin
caer en ramplonas formas de comedia o drama si no que todo lo contrario…El guion
es consistente y como ya apuntamos bastante depurado, lo que hace que se produzca
una combinación bastante rara en donde nada es casual y al mismo tiempo todo
puede girar para el lado menos esperado. Personalmente disfrute mucho esta
segunda temporada, que se separa un poco de la comedia sutil y equilibrada de
la primera temporada y adentro con más fuerza a los personajes secundarios, si bien
el final de temporada uno se esperaría un avance más significativo en la trama (parecía
como el cierre de cualquier otro capítulo) la serie se mantiene firme y sincera
en su ritmo y estilo aunque indudablemente le falta potenciarse más para poder
salir definitivamente de la sombra de BB ya que aún sigue etiquetada como una serie de nicho para aquellos viudos de Walther White.-
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