Hoy en la mañana
escuchaba por la radio a unos periodistas hablar sobre Pokemon Go y estos
decían a modo de broma que el juego sería nuestro Skynet, que en cincuenta años
más cuando las maquinas nos dominarán miraríamos esta fecha para decir “Aja, ahí
comenzó todo” Fuera de la obvia
caricatura y de las simplonas protestas de los neo hippies que alegan (por
medio de las redes sociales) que la tecnología hace que nos encerremos más en
nosotros mismos y no seamos capaces de conectarnos con el resto directamente,
es fuerte salir a la calle darse un par
de vueltas y ver a muchas personas caminando con la mirada fija en el celular emocionados
por atrapar criaturas que no existen. Es fuerte, pero después uno dice “Bah, es
normal y no es la gran cosa” El impacto que esto genera en la dinámica de
nuestra realidad es tan relativa que ya nadie podría impresionarse por algo que
seguramente fue el sueño de muchos en nuestra niñez.
Un juego de las características
de Pokemon Go no sólo es llamativo por su simple mecánica ya que mucho antes del
apabullante éxito de éste los juegos de realidad aumentada para losdispositivos como Android se conocían y no tenían gran impacto ni mucho menos,
más bien parecían simuladores de actividades que nadie tomaba muy en serio,
pero bastaba que la marca de algo lo suficientemente popular como Pokemon con
toda su mitología se incrustara
adecuadamente en un juego simple y – por el momento – sin grandes sorpresas
para que el éxito fuese estratosférico y básicamente salvase las acciones de
Nintendo que habían estado muy bajas el último tiempo. Bastó que los primeros
usuarios se hicieran con el juego para que de un solo pestañeo todo el mundo se
pusieses hablar sobre el tema convirtiéndose
en la tendencia absoluta en lo que va del año (bueno y también Donald Trump).
La historia de esto la verdad es simple y responde
a la inquietud de tantos fanáticos de hacer realidad lo más posible su sueño de
convertirse en un maestro Pokemon, quizás el gran espaldarazo para concretar la
idea millonaria se dio en 2014 con un video de Google donde se animaba a losusuarios a registrarse en el Google maps Pokemon Challenge, una supuesta
experiencia que proveería a millones de un juego en donde se podría simular
atrapar a las criaturas de manera bastante realista. El video fue un chiste por
el día de los inocentes en el que muchos cayeron, no obstante la compañía
Niantic que trabajaba para Google y que ya venía generando juegos de esta
índole (algunos incluso muy parecidos a lo que es Pokemon Go hoy en día) supo que el asunto había que tomarlo más en
serio y consiguió las licencias de la franquicia para desarrollar el juego. Es
así como el 2015 se lanzó un comercial viral que dejaba ver lo que para muchos
sería la aplicación que revolucionaria todo.
Ya hay como cien videos de youtube de gente que le han robado su celu por jugar Pokemon Go |
En realidad no podemos decir
que este juego sea revolucionario ni necesariamente el futuro de los
videojuegos, en esencia no tiene grandes diferencias con otros juegos de
realidad aumentada, no obstante, la histeria y sobre excitación del publico han
hecho que el hype promueva las cosas a un nivel quizás demasiado loco del que
no cabe razón para preguntarse ¿por qué tanto alboroto? Eso es lo que genera el
ruido y podría trazar las ideas hacía un destino crucial para la industria
videojugabilistica. Evidentemente una franquicia con la historia de Pokemon deja
ver que mucaos otras sagas pueden hacerse correctamente con esta idea sin
grandes cambios (al menos en un primer momento) imagínense un “Doom” bajo esta
premisa. En este caso el gran punto de inflexión que Pokemon Go propone es
salir a caminar, salir al mundo real (pero con tu cabeza pegada al celular)
para atrapar Pokemons y eventualmente interactuar con otras personas en puntos estratégicos
de la ciudad que estén en la misma. La vastedad de personajes que el videojuego
tiene, la presencia de Pokemons en
ciertos sitios especiales y no otros, la idea de que se debe viajar a otros
puntos del mundo para encontrar otros Pokemon que no están en tu región y poder
llenar el inventario es quizás la idea más atractiva y obsesionante que hasta
el momento está dando frutos, incluso muchos llegan a obviar el detalle de que
el juego no te permite realizar una batalla pokemon con otro entrenador, aunque
tal vez eso cambie. No resulta curioso creer que esto podría realmente convertirse en un trabajo, basta que una empresa interesada comience a dar
auspicios adecuados para que existen personas que sólo se dediquen a esto,
luego tampoco es aventurado decir que en un par de años más la idea de que el ranking
de maestros Pokemon de cada país puede dar cuenta de indicadores de desarrollo económico…o
cosas por el estilo. Todo depende del auge y estabilidad que este juego gane,
evidentemente estamos en una fase donde todos quieren la última novedad sin
importar mucho si es entretenida o no, en ese sentido el ocio que alimenta
Pokemon Go está motivado por una curiosidad atractiva más que por una certera
gana de experimentar algo nuevo.
Sea como sea las cartas
están echadas, es probable que todo pase y se olvide en un par de meses, ya se
ha informado que comenzaran a salir juegos del mismo estilo, pero de otras
franquicias como Harry Potter y puede que Pokemon quede totalmente rezagada (a
pesar de que aún quedan como 700 personajes más que agregar) pero también es
probable que esto quede muy instaurado en el ADN colectivo y pase a
normalizarse realmente en la sociedad al punto de convertirse en un trabajo,
eso sólo dependerá de las estrategias de marketing y aplicaciones ingeniosas e
interactivas que el juego vaya incluyendo. Hace tiempo que ya estamos inmersos
en una Hiperrealidad, existen oficios, actividades y profesiones que se
mantienen de acuerdo al diseño virtual, regimos nuestro tiempo libre de acuerdo
a información digital que hace tan sólo 30 años no estaba. Los medios
tradicionales se han tenido que adaptar forzosamente a un universo en donde las
redes sociales mueven mucho más a las masas que la influencia de los poderes
fácticos, hemos tenido que soportar invasión a nuestra privacidad no una sino
mil veces a causa de querer participar más activamente en la realidad virtual (sí
Oliver Stone, también Pokemon Go es un arma de control masivo, pero meh) Nos
excitamos con imágenes sexuales o violentas que nada tienen que ver con la
sexualidad y la violencia cotidiana, creemos tener el control de las decisiones
a través de un par de Likes, han surgido programas de computación tan
accesibles que han permitido que hoy en día cualquiera pueda editar videos o
canciones a puntos que antes sólo ciertos expertos podían. Todo ha pasado
rápido, tanto que no nos hemos dado cuenta de cómo cambiaron nuestros hábitos,
pero hay que aceptarlo, no es algo terrible, es sólo como decidimos tomar el
rumbo de las cosas, como las imágenes y la información se han diversificado a
un punto donde ya no llegan ni siquiera a tener sentido…Por eso Pokemon Go es
sólo una muestra más de que la hiperrealidad que tanto pregonaba Baudrillard se
ha establecido sin punto de retorno y este video es el mejor ejemplo al
respecto.
¿Es malo o es bueno? No
tiene sentido pensarlo, pero definitivamente ya estamos en el apocalipsis de
una época, una en donde la tecnología a pesar de estar ahí seguía siendo un
sueño del futuro, soñar el futuro en esos términos ya no tiene sentido, la
ilusión de un futuro tecnológico se empieza a extinguir porque sin darnos
cuenta ya estamos en el y no es motivo de sorpresa. Ah y porsiacaso, no pude
jugar el dichoso Pokemon Go, mi celu no está habilitado…
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