El año pasado toda la frikeria quedo loca con el pelado de
Saitama y sus puñetazos invencibles, y en el albor de toda la euforia que
provocó One Punch Man (OPM) se anunció de manera escueta y con muy bajo perfil
la adaptación a anime de Mob Psycho 100 (MP1) otra historia creada por “ONE” y
que aparentemente guarda ciertas similitudes con OPM, sin embargo, el hype de
su serie “hermana” no la ha acompañado. ¿Por qué será? ¿Agotamiento de la
formula? ¿Ya dejó de ser la sensación del momento? ¿La serie no es tan buena?
Revisemos qué onda.
La
futilidad de ser un prodigio de la naturaleza
MP1 es un shonen que
nace de la misma forma humilde que OPM, por medio de un feo webcomics con
dibujos estrepitosos y escenarios desprolijos. Sin duda la gran popularidad de
OPM hizo que los ejecutivos de cadenas de televisión no perdieran de vista esto
y posaran su atención sobre el otro trabajo de ONE que circulaba por internet,
así fue como se decidió adaptar MP1 que a diferencia de la serie anterior su
animación es fiel al estilo enclenque de dibujo de ONE, quizás la primera gran
diferencia que han notado los fans a la hora de compáralo con OPM. Sin embargo,
esto no es por falta de recursos o ahorro en la producción como suele pasar -
bueno, tal vez un poco sí – en realidad se trata de un criterio artístico
decidido por el estudio encargado la adaptación, que en este caso es Bones quienes
mantienen el mismo profesionalismo en técnica y calidad que Madhouse, de hecho
su último gran éxito “Boku no HeroAcademia” se ha convertido en menos de un año en esa clase de animes que
arrasan con todo y les ha traído estupendos dividendos al estudio de animación
por lo que difícilmente podríamos decir que estamos ante un producto menor.
MP1 narra la historia
de Shigeo un estudiante de preparatoria que nació con increíbles poderes
psíquicos (tan increíbles que dobla cucharas involuntariamente mientas come)
los cuales se desatan con total descontrol cuando ocurre algún hecho o una
seguidilla de hechos que desborden sus emociones. Al ser esto algo peligroso
para el mundo Shigeo mantiene una vida sin grandes emociones ni sorpresas que
lo alteren, asumiendo un perfil tan bajo que ha terminado anulado su presencia
frente al resto, razón por la que su jefe Reigen lo llama “de cariño” Mob
(multitud) al ser alguien que no resalta del montón. Reigen es un estafador
que se hace pasar por espiritista, pero simplemente vive de engañar a la gente
ingenua, no obstante cuando realmente hay fantasmas o presencias espectrales
peligrosas llama a Shigeo quien trabaja con él a medio tiempo…por alguna razón.
Reigen por lo demás oficia como una especie de confidente y maestro del
muchacho al ser la única persona con la que abiertamente puede hablarle de sus
poderes psíquicos y entre los dos se establece una relación de amistad…algo
rara, pero en el fondo sincera, en muchos momentos se da entender que Shigeo
sabe que Reigen es un fraude, alguien que no tiene poderes, pero de todos modos
lo respeta.
Si bien los primeros
tres capítulos hacen parecer que esta serie se alza como una comedia en donde
en cada capítulo hay evento unitario que Mob
soluciona expulsando sus poderes psíquicos de manera involuntaria al sentirse
agobiado (algo como el chiste de Saitama derrotando a todos de un solo
puñetazo) en realidad no es así, el enfoque principal de la serie es la
búsqueda de Mob por querer ser aceptado en la sociedad a pesar de todo. Mob
justamente evita usar sus poderes en la vida cotidiana y contra las personas
normales para demostrarse a si mismo que no tiene ninguna ventaja sobre el
resto, el problema es que sus poderes muchas veces se manifiestan por si solos
haciéndolo un monstruo que él mismo a llegado a odiar. En su afán por
integrarse y esforzarse como cualquier ser humano normal, Mob entra al equipo
de fisicoculturistas (que contra todo estereotipo lo aceptan y respetan)
mostrando siempre un ideal de superación, actitudes que contrastan con otros
personajes que utilizan sus poderes psíquicos para vanagloriarse como seres
superiores al resto y despreciar a la humanidad en su totalidad, quizás el
ejemplo más interesante es el de Ritsu el hermano menor de Shigeo quien toda la
vida ha sido el joven ejemplar, buen estudiante, destacado en los estudios y
exitoso con las chicas, pero sin poderes psíquicos, hecho que lo destruye
moralmente al saberse inferior al menos en ese aspecto a su hermano. Luego de
varios sucesos Ritsu podrá despertar sus poderes psíquicos y experimentara un
sentimiento megalómano que lo hará rivalizar con Mob en una oposición de
principios e ideas tan o más interesante que las secuencias de pelea.
Desde ese punto de
vista siento que MP1 es una serie con una profundidad más evidente que OPM,
pero a la vez con un mensaje más oscuro y con momentos ciertamente más
dramáticos y genuinamente emocionantes como la escena que viene luego de que Mob
expulsara inconscientemente todo su poder, comprendiendo que sin importar lo
que haga nunca podrá ser como los demás, un momento realmente triste y chocante
y es que son estos deseos e inquietudes los que convierten a Mob a pesar de su
apatía ante los sucesos que lo rodean en un personaje más dimensional que
Saitama finalmente, Mob aún le queda una evolución impactante y dolorosa que
recorrer y sin importar que - hasta el momento - se presente como el más
poderoso de su universo, su vida sí corre peligro en muchos momentos por lo
imprecisable de sus poderes o al menos la vida de sus seres más queridos, una
tensión que no estaba muy presente en OPM. En este caso la historia va más allá
al centrarse en varios personajes carismáticos e imprevisibles ya que es
bastante loable la manera en que la historia va matando los clichés típicos que
uno esperaría de tales personajes los cuales van evolucionando a un punto más
realista en su modo de actuar.
La serie cuenta con
muchos momentos de comedia absurda y surrealista propias de la temática que no
molestan, pero cuando los capítulos buscan adquirir un tono serio no hay chiste
que valga, es interesante la fuerza que tienen en los fans de esta serie los
capítulos con carga más dramática y por otro lado es rescatable lo bien hilada
con que se desarrolla la historia, donde cada evento de capítulos pasados
realmente puede llegar adquirir relevancia en próximos. Pero a pesar de todas
estas flores MP1 no deja de ser una serie de luchas con escenas llenas de locura y
secuencias con luces y poderes que buscan el impacto por sobre cualquier cosa (fijense en el video de arriba si no), estas escenas están muy bien animadas tal vez no alcanzado la pulcritud y
fluidez de sus similares de OPM, pero con un estilo propio y bien elaborado. Ahora con respecto
al diseño de los dibujos, ONE es un pésimo dibujante y sus obras parecen echas
por un niño de 5 años, claramente esto no se replica tal cual en el anime, pero
sí hay muchos dibujos que tratan de mantener esa intención tal vez como una
forma de alejarse del grado de perfección que tenía la producción de OPM.
Finalmente elementos como la música y las voces de los actores que dan vida a
los personajes están bastante adecuados, y aunque el opening puede resultar no
muy ganchero su ending tiene todo lo necesario para ser de esas canciones que
no te sacas de la cabeza.
MP1 es una serie que
busca no ser comparada con OPM a pesar de que sabe que así será, sin embargo,
en este poco tiempo ha demostrado un perfil absolutamente distinto que al menos
en historia y concepto me parecen mucho mejores que OPM, por lo que me resulta
extraño que no se le haya brindado tanto realce como pasó con la otra serie el
año pasado, tal vez hay que darle tiempo, o tal vez simplemente el mismo
estudio quiso darle un perfil más bajo para evitar en exceso las odiosas
comparaciones que la hagan terminar a la
sombra de OPM.-
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