No podía dejar pasar
por alto el modesto, directo y atronador disco que la banda hardcore Dead Cross
lanzó hace poco. Para mi tiene un valor significativo por dos cosas: 1) Es la
vuelta de la figura de Mike Patton al rock puro y duro y 2) Es un nuevo proyecto
en el que Mike vuelve a enfilarse junto al tremendo baterista Dave Lombardo. En
fin, vamos con una reseña rápida y al hueso tal cual el disco propone.
Mike Patton, de quien
tengo un cierto fanatismo, ha estado últimamente en una etapa bastante low perfil (claro, dejando de lado su
extenuante actividad con Faith No More, que dicho sea de paso actualmente –y de
hace un año ya- se encuentra inactiva y no parece tener nada previsto ni para
este ni el año siguiente) por lo que
resulta bastante evidente que ha perdido cierta pro actividad trabajólica de
décadas anteriores que lo caracterizaba, resulta obvio que ya no quiere casarse
con ningún proyecto, los últimos discos que ha sacado en el periodo del 2016
han sido bastante ignorados por el público y por él mismo, de hecho uno de
ellos fue el esperado “Neverman” en conjunto con Tunde Adebimpe y Adam Drucker al
cual después de una ínfima promoción no se le dio más bola, así como “Bacteria”
el segundo trabajo de la dupla Kaada/Patton el cual curiosamente no tuvo ni
siquiera un show de muestra. Incluso las participaciones en canciones de otros
artistas de los que Patton era tan acérrimo se han reducido bastante en este
periodo. Dos opciones, o Faith No More lo dejo agotado o el real interés del
músico es el trabajo de composición de bandas sonoras, lo que igual me parece
un poco lamentable porque personalmente esa arista de su trabajo no es muy de
mi agrado, ahora está preparando la composición para una película producida por
netflix llamada “1922” basada en una novela de Stephen King. Habrá que ver y oír.
Pero bueno más allá de
Patton hay más música y aunque resulte un poco frustrante para sus fans el
notar como casi definitivamente ha abandonado parte de sus proyectos
emblemáticos como Fantomas, Lovage, Mondo Cane, ahora se nos suma un nuevo
grupo a su extenso curriculum. Dead Cross es una banda que yo sólo conocía de
nombre porque entre sus filas tiene a algunos conocidos del mundo de la música
y del mundo pattoniano. Por supuesto el gigante Dave Lombardo, ex baterista de
Slayer y que ya había trabajado con Patton en…bueno en ese otro proyecto al que
todos nos gustaría volver a ver en forma plena, se unió al vocalista Gabe
Serbian y al bajista Justin Pearson ex The Locust y actuales Retox (dos bandas
de desquiciado hardcore punk) en 2015 para formar una nueva banda de trashcore,
hardcore punk, advantgardecore o como quieran llamarle a esa exquisita mezcla
de ruidos, rabia y ardor. Al trio se le sumo el guitarrista Mike Crain de
Retox, por lo que se podía decir que Dead Cross era básicamente Retox + Dave
Lombardo. En fin, desde su creación
hasta finales del 2016 la banda realizo presentaciones esporádicas tocando canciones
de The Locust y algunas creaciones inéditas, obviamente la impronta de Lombardo
era lo bastante grande y brutal como para llamar la atención del público.
Lanzaron sólo un tema por internet y bueno…qué puedo decir, eran un grupo más
del montón abriéndose paso con la ventaja de tener a Lombardo en las batacas,
pero todo cambió cuando Serbian decide dejar el grupo, a pesar de que ya habían
grabado su disco debut y ya habían hecho negociaciones para lanzarlo, la banda
decidió no hacerlo y prefirió buscarse un nuevo vocalista que regrabara las
partes de Serbian, uno que básicamente se convirtiese en su nuevo vocalista.
La elección de Patton
era media obvia tomando en cuenta la cercanía que tiene con Lombardo, pero éste
no estaba tan seguro de querer ofrecerle el puesto a Patton por lo ocupadísimo
que estaba con sus proyectos. Finalmente Lombardo le planteo la oferta a Mike,
le mando las canciones (con la voz de Serbian) y bueno el resto es historia.
Ahora tenemos disco debut, dos figuras prominentes del mundo del rock en la
escena hardcore y un par de presentaciones fechadas que nos dan la esperanza de
que al menos este proyecto durara una temporada en la vida de Patton.
Directo
y a la vena
La propuesta de Dead
Cross no tiene engaño ni truco alguno, el propio Patton lo dice “Va al grano, directo y visceral. Es decirno iba a tocar el teclado o agregar cualquier tipo de sonidos para orquestar.Es como “Simplemente ve por el” Por lo que no hay nada muy complejo que
buscarle. Es hardcore en su estado natural, sin pretensiones ni
experimentaciones, atrás queda cualquier
idea previa que se tenga de los trabajos de Fantomas aplicados aquí, este es el
típico hardcore de bandas como Siege, Acused o Dropdead y quizás más básico aún.
En ese sentido esta sería la primera vez que tenemos a la figura de Patton
frente a una propuesta tan convencional, pero como el mismo ha declarado le gustó
mucho la oferta porque básicamente es volver a esa música que disfrutaba en su adolescencia,
es volver a la furia de lo que escuchaba en los tiempos de secundaria, sentirse
otro dentro del sistema, es enarbolar la rabia como propuesta. Nuevamente lo
digo, es hardcore puro y duro, de hecho el disco no llega ni a los 30 minutos
de duración. Rápido, brutal y directo, un choque fulminante.
“Seizure and desist”
abre con una intro noise que puede recordar a algunos trabajos de los Locust,
rápidamente da paso a un arrebato de guitarras y baterías ensordecedoras, sin
embargo, el tema sólo saborea los punzantes ritmos del hardcore ya que quizás
se trata de la canción más crosover en cuanto a forma porque de las baterías
diabólicas de Lombardo pasamos a unas guitarras punketas y a un Patton bastante
más melódico de lo que el resto de las canciones mostraría, el registro del
vocalista en este caso se acerca un grado a Tomahawk e incluso un poquito a
Faith No More. Pero la verdadera cara del disco viene de la mano de
“Idiopathic” un tema punketa en el que Patton derrocha intensidad y adrenalina,
influencias de bandas como Nasum e incluso Black Flag conviven en esta rápida
canción. “Obedience Schol” es bastante más trash, sin duda la doble pedalera de
Lombardo le da la velocidad desbordante y desequilibrada que hace recordar de
inmediato al glorioso “Angel of death” de Slayer. “Shillelagh” ya era conocida
por el público y de hecho muchos lo consideraban un tema demasiado melódico, pero
en realidad es un disparo de potencia, aunque más justicia al joven sonido de
la banda le hacen los temas “Divine Faith” y “Grave Slave” el primero mantiene
esa esencia metalera cortesía de la brutalidad de Lombardo, mientras que la
segunda arremete con violencia mediante riff de guitarras propios de Dillinguer
Escape Plan y un corte que hace recordar en cierta medida al Refused de los
primeros años, todo al ritmo de Patton gritando “Pistolero, pistolero”, una de
mis favoritas. “The future has been Canceled” mantiene la tendencia de riff
metaleros que da espacio a cortes punketas en la canción, de alguna forma este
tema también tiene cierta reminiscencia a Tomahawk por la forma en que Patton
la transmite, pero la herencia letal que llena esta canción (y cada espacio de
este disco) es decididamente los ritmos cortantes de The Locust. Los dos
últimos temas son los más largos “Gag réflex” de cuatro minutos se podría
pensar que es el tema más pattoniano dentro del repertorio, pero para quien
conoce del universo musical de estos personajes en realidad encontrara en este
tema un vínculo directo con Philm el proyecto que comandaba Lombardo hace
algunos años, debido esos quiebres psicodélicos mezclados con sus riff
psicoticos. Finalmente “Church of
motherfucker” es un tema digno de motociclistas, bastante stoner y agresivo
creo que logra ser el mejor tema del breve LP ofreciendo una variante de posibilidades
más interesante que el resto de las canciones. Por cierto algunas versiones del disco ofrecen un malogrado cover de la canción de Bauhaus "Bela lugosi´s dead" del cual mejor no hablar porque es realmente un punto bajo.
Los cuatro músicos
parecen tener una buena química aunque no necesariamente logran hacer un
trabajo parejo. También es interesante que este disco permita a Patton por primera
vez (creo) cantar letras con temática directamente más política y social
obviamente en concordancia con el hardcore, en ese sentido Patton tiene una
perfromance destacable, en la mayoría de los temas canta con rabia, con un
registro rasgado, chilla y grita como le conocemos y nos gusta, pero siempre
mantiene una dinámica propia que hace que sus melodías y voz no suenen repetitiva. La presencia de
Lombardo le da sin duda al grupo una personalidad indiscutible, sus doble
pedaleras y arranques de platillos son marca registrada es naturalmente la otra
estrella de la banda. En ese sentido el papel de Pearson y Crain queda al debe,
tal vez opacados automáticamente por las figuras con quienes comparten escena,
sus instrumentos no logran transmitir, si bien es cierto que la guitarra cumple
los márgenes precisos del hardcore, hay momentos para crear algo interesante
que se desaprovechan.
En definitiva Dead
Cross es un disco que pese a su brevedad llega a ser un tanto irregular, los
cortes brutales funcionan, pero como conjunto no logra estar a la altura de
trabajos de otros grupos más direccionados en el mismo estilo como Wolfbrigade
o Doom, tal vez porque justamente falta equilibrar ciertos niveles de presencia
entre sus miembros ya que si bien todos hacen un buen trabajo es evidente que
Patton y Lombardo le dan ese plus extra de frescura que la banda necesita.
Rescato sin duda la potencia de Lombardo que puede llegar a darle un distintivo
total a la banda si es que llegan a mantenerse como grupo y la cosa no termina
siendo simplemente otro proyecto más que Patton tomó para divertirse y pasar el
rato. Después de todo este tipo de bandas para configurar una marca registrada
y un sonido lo que más necesitan es evolución y constancia y tomando en cuenta
la cantidad de proyectos del engominado mezclado con su edad, dudo mucho que
éste sea el caso.-
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