En este puesto
revisaremos uno de los discos más importantes de una banda que ha quedado un
poco perdida en la historia y que no suelen referirla mucho cuando se habla de
new wave. Este disco tuvo la mala suerte de ser lanzado a finales de una década
y su propuesta sonora fue rápidamente refinada y amplificada por otros
exponentes, haciendo que XTC quedase como precursora de un movimiento y al
mismo tiempo algo ajena a éste durante la década de los 80’
Sonido
extravagante y visionario
XTC, una banda inglesa
venía de experimentar un New wave bastante colorido y empezaba a dibujar cierta
cadencia de lo que ese estilo sería un par de años después, pero la llegada del
tercer disco cambió un poco los horizontes con que el grupo definía su música.
Ya sin Barry Andrews en los teclados, la banda decidió
enfocarse en la presencia retumbante de las baterías así como en unas guitarras
juguetonas que serían de algún modo todo un referente para The Cars.
Si bien XTC entraría en
la larga lista de bandas new wave ochenteras, esa clasificación desaparece un
poco cuando nos enfrentamos a “Drums and Wires” donde podemos notar un
componente musical tan vivo y extravagante que bandas de la época como Devo,
Talking Head o The B-52’s también tenían. Es como si el disco, desde su portada
figurativa, nos estuviese gritando locura viva.
Con retazos de punk en
el ritmo colorido de las percusiones cortesía de un lúcido Terry Chambers,
guitarras estrafalarias por parte de Dave Gregory y un canto nasal de Andy Partridge que
consigue transmitir cierta calidez ya que contrasta con el grito constante del que
los colegas de su época hacían gala. Este disco consigue ser una antesala muy
bien elaborada para grupos que vendrían después como The Cardiacs u Oingo
Boingo, la banda de Danny Elfman.
Aunque gran parte del
trabajo compositivo se lo lleva Partridge, creando melodías con acento burlón y
conscientemente grandilocuentes, pero tontorronas, es el bajista de la banda Colin Moulding quien otorga las composiciones más
notables de un disco donde ninguna canción tiene gran semejanza entre si. Fue
obra de Moulding la genial “Making plans
for Nigel” una canción que respira una energía muy ochentera y que fue sin
duda la pauta para el sonido de algunas canciones de Men at work o los ya mencionados
The cars. “Making plans for Nigel”
cuenta la historia de un niño cuyos padres ya han trazado su destino, esa mezcla
entre seguridad y desazón por un futuro establecido se traspasa anímicamente en
una canción que prevalece no sólo por su interesante línea de bajo o extraña
letra, si no, por sobre todo gracias a su envolvente percusión.
Las baterías estridentes
que se anticiparían al sonido que el propio Phil Collins buscaría en “The air tonight” tienen sus momentos
de locura en la lúdica “Helicopter” o en la fresca “Reel by reel” quizás la más cercana a un sonido más propio del
rock setentero. “Ten feet tall” es otra de las composiciones de
Moulding, ese sonido luego dejaría ecos en el rock ochentero en grupos como The
Police o incluso en la banda argentina HIT, al mismo tiempo se trata de uno de
los temas que más explota un sonido post-punk tan desaliñado como elegante.
“Day
in, day out” es uno de esos temas adelantados a su
tiempo, mucho más progresivo y conscientemente ridículo en su canto, es uno de
los temas mejor logrados e inclasificables del disco. “When You’re Near Me I Have Difficulty” coquetea con el ska mientras
que “Roads Girdle the globe” parece
una mezcla del sonido más emblemático de Wings la banda de Paul McCartney, pero
no sólo en su música sino también en su letra, la mirada algo boba de un hombre
sencillo, Partridge ha declarado que su
inspiración para las letras son las cosas cotidianas que atacan tu inconsciente,
de esa manera su canto y mirada parecen genuinamente naif, pero es una óptica que
le viene bastante bien al sonido de este trabajo.
“Millions”
vuelve a los tiempos más progresivos y los quiebres de batería casi math rock, “That is the way” regresa con un sonido
new wave que nos parece clásico, pero que gana mucho por los detalles como el
rever de la guitarra o una trompeta que le termina de otorgar un toque curioso
que hace que el tema de pronto pase de un confuso rock a un relajante jazz. “Outside world” mantiene las baterías preponderantes
y unos riff punkis que recuerdan a The Dickies (sí, esa banda que tocaba la
canción de aquella inolvidable película “Killer klows from outer space”) “Scissor
Man” es un juego de voces y riff disparatados, sin duda una canción única, casi
infantil, pero muy vigorizante. El último tema del disco “Complicated Game” mantiene la esencia que se puede respirar en
todo el trabajo: un bajo sinuoso, una voz alocada, pero no desgarrada,
guitarras entrelazadas y baterías retumbantes, por lo que pude leer en una
entrevista Moulding confirmó que el sonido de la batería aporto mucho en
construir un sonido distintivo que luego sería ocupado por los discos solistas
de Peter Gabriel, no en vano Genesis parece ser la influencia más directa al
sentir las ondas del “Drums and wires”
El disco ofrece algunas
canciones Bonus que han conseguido a estas alturas del tiempo tanta notoriedad
como los temas propios del disco “Life
begins at the hop” es otra contribución de Moulding en donde destaca un
bajo potente así como un huracanado solo de guitara. “Chain of command” es otro tema que respira buen post-punk y que a
ratos recuerda por su despliegue robótico a las encabalgadas composiciones de
Devo. El final con “Limelight” no es
muy llamativo, sigue en una línea parecida a los últimos temas, aunque la alegría
soterrada de los riff sincopados y el bajo preponderante le dan al tema un
color mucho más pop, quizás pop progresivo.
XTC fue una de esas
bandas que se adelantó a muchas cosas, probo sonidos que luego explotaría con mayor impacto en la década
de las ochenta. Ellos finalmente nunca traicionarían su sentimiento localista
(nunca se mudaron de su pueblo Swindon) y se enfocaron siempre en
buscar un sonido que los representase más allá de crear hits, de hecho este
disco tiene el que sería su mayor hit en su carrera, y la banda luego de esto siguió
por un buen tiempo, incluso sin otorgar giras. Son de esas bandas de culto que logran
proporcionarnos discos que son mucho más de culto aún y que de alguna manera
avizora los ejes del sonido que dominará en unos años más la escena.-
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