Había mucho incesto. Las
conexiones entre los personajes era un caos. Cada vez que se hablaban parecía
que se puteaban mal. Sus frases eran hyper mega pretenciosas y a veces hasta
sonaban con un nivel de pedantería increíble. Pero aun así allí va la mejor
serie sobre viajes en el tiempo y seguramente la que tenía el mejor casting… ¿No lo creen?
Alemanes
que viajan en el tiempo y se acuestan con sus madres en vez de matar a Hitler
La serie Alemana
estrenada en 2017 llegó a su fase final. Creada por Baran bo Odar y Jantje Friese, gozó durante sus años de
emisión de un ganado respeto y fanatismo por parte de lxs amantes de la ciencia
ficción, particularmente aquel costado denso y puntilloso que refiere a los
viajes en el tiempo y las dimensiones paralelas.
Dark es una serie con
fama de compleja y aun así, pese a su densidad narrativa y sus pretensioso diálogos
filosóficos, consiguió tener un gran éxito lo que demuestra algunas cosas a
destacar:
-La audiencia no es estúpida. La historia es típica, alguien tiene
un buen proyecto para adaptar a serie o película, pero tal vez por sus
protagonistas, por su forma de relatarse o simplemente por su premisa, muchxs
ejecutivos y productores dirán NO junto a una respuesta de manual “El público
no lo entendería” El éxito de series
como esta hacen ver que ese razonamiento es ridículo, simplemente existe un
mercado que no le interesa innovar, quiere mantener las mismas historias,
contadas de la misma forma y explotando los mismos clichés una y otra vez,
ojala como secuelas de alguna franquicia ya probada comercialmente. Netflix
está lejos de ser una empresa de streaming perfecta, pero hay que valorar que
muchas veces han tenido el coraje de darle luz verde a muchos proyectos que de
otra forma jamás hubiesen podido existir gracias a las estúpidas pautas de
producción y comercialización. No es que el streaming no menosprecie a su audiencia,
pero al menos existe mayor margen para apostar por series, películas e incluso
ciertos experimentos que exige un mínimo de atención por parte de sus
espectadores.
-La
importancia de una narrativa audiovisual consistente. Parece
ridículo si quiera mencionarlo, pero lamentablemente no es común que las series
y películas tengan una coherencia argumental tan sólida. Quizás lo que atrajo
de DARK a un público masivo fue justamente el refinamiento a la hora de pulir
un guion que necesitaba ser lo suficientemente prolijo como para darle forma a
una historia que desde el principio se presentaba como un laberinto profundo.
Pero no es sólo un buen guion ya que la serie (no sólo guionizada por el
matrimonio Odar y Friese sino también
dirigida por ellxs) cuenta con un montaje increíblemente robusto, lleno de
detalles y técnicas que muchas veces te explicitan cosas o aspectos de la trama
sin que exista la necesidad de que alguien lo diga. Este tipo de montaje que
juega con los sonidos al momento de cambiar de escena, con los planos para
poder transmitir cierta interioridad del personaje y por sobre todo, los
colores para reflejar el tono general de una escena, además de generar conexiones
y darle un orden mucho más coherente a una historia pantanosa, es algo que
siente va más allá de que tan detallista sea el guion de la serie, es
prácticamente un curso de lenguaje audiovisual que permite que alguien que no
sea un friki de la serie ni que la esté mirando junto a un árbol genealógico de
los personajes a mano, igualmente pueda disfrutarla y sentirse atraído por lo
que se muestra (obvio que aventurarse en esta tercera temporada sin haber visto
nada de ella antes, no es para nada recomendable)
A pesar de que la
primera temporada de Dark fue una verdadera revelación y su segunda temporada bastante
sublime, superando con creces las críticas que comparaba esta serie con Stranger
Things, esta tercera temporada me ha dejado un poco…no tan conforme.
Ciertamente el cierre que tenemos es bastante contundente y bien estructurado
con respecto a toda la trama que se venía presentando, incluso las
explicaciones físicas y los razonamientos filosóficos (en esta temporada un
poco hartantes a cierto punto) creo que fueron bastante adecuadas y le dieron
completa coherencia a todo lo que veíamos, de esta forma DARK deja la vara muy
alta al ser una historia que trato con bastante lógica algo que siempre resulta
tan problemático y que conlleva casi obligatoriamente agujeros de guion, los
viajes en el tiempo.
Una
historia de conceptos y no de personajes
Pero no es eso lo que
me dejo a medias, ya la segunda temporada había conseguido atar tan bien esos
cabos que no me hubiese molestado si detectaba una que otra inconsistencia
narrativa al respecto. Las expectativas estaban muy altas, pero no era para
menos, la segunda temporada conseguía ser fascinante y al mismo tiempo sorprender
una y otra vez, hasta incluso con aquellas cosas que uno piensa – en primer
momento –se las sacaron del culo. Estaba seguro que algo así no se podría
repetir y es por eso que esperaba que esta temporada pusiese el foco en los deseos
y matices de los personajes, pero fui bastante ingenuo. La temporada 3 de DARK
nos muestra una serie que imitando y referenciando las tragedias griegas se
termina convirtiendo en una historia grandilocuente estelarizada más por
conceptos que por personajes. Esto no es de sorprender, la segunda temporada
empezaba a dar muestras de esta escalada, al punto de que empezaba a ser casi inútil
que la serie volviese a interesarse en aspectos más humanos, la metafísica y su
grandiosa perplejidad empezaban a dominar la narrativa de DARK y esta temporada
se vio engolada por ello.
Y es que el meollo de
DARK, la razón por la que todo comenzó, el punto que originó el apocalipsis, no
sólo en una realidad (la realidad de Adam) sino también en otra (la realidad de
Eva) resulto ser por causa de algo bastante humano: La imposibilidad de aceptar una perdida, la muerte. Tannhaus, el relojero que durante toda la
serie parecía un comodín dentro de la trama, tuvo en los últimos momentos un
efecto importante para el desenlace de esta, creando una máquina del tiempo, la
cual al accionarla originó por error la creación de la realidad de Adam y la
realidad de Eva, errores en la matrix. Bueno, eso no es tan loco, en realidad
lo que más me sorprendió fue que Tannhaus decidiese crear la máquina del tiempo
sólo porque no pudo lidiar con la muerte de su hijo…hombre, existe la terapia
de duelos. En fin, esta sorprendentemente poco práctica decisión fue parte de un
leiti motiv ya que a fin de cuentas
todas las motivaciones de los personajes inicialmente nacían por la
desesperación y negación a enfrentarse a la muerte de sus seres queridos, algo
que nos hace pensar en la poca relación que nuestra sociedad Occidentalizada
tiene con la muerte.
Esto me hace pensar en
dos personajes que durante esta tercera temporada tuvieron una especie de
involución y una verdadera revelación, pero que fueron desaprovechados. Primero
Jonas, el protagonista de la serie desde el primer momento se presentó como un
personaje trágico, envuelto en un destino cruel del que no puede escapar. Ya en
muchos momentos de la temporada 2 se dejaba
en claro que en todo este intrincado él no jugaba otro rol más que el de un
simple peón. Por lo mismo yo pensaba que a estas aturas Jonas estaría harto de
la situación y mandaría a la mierda todo. Me hubiese encantado que el personaje
tomase ese rumbo. Siendo justamente una
de las preguntas reiterativas de la serie “¿Estamos predestinados o elegimos
nuestro destino?” No sé, para un personaje que lo ha perdido todo, ha
viajado a distintas épocas, ha estado con sus versiones futuras y más encima ha
terminado viajando a otro mundo, el que siga recibiendo ordenes, indicaciones y
pautas de otras personas en quienes confía ciegamente, pues resulta un poco
chocante y hasta el mismo personaje tiene un leve momento en donde quiere mandar
todo al carajo, pero a fin de cuentas, para lo que la serie trazó en esta
última temporada, realmente Jonas como personaje, con matices, sombras y luces,
ya no importaba mucho. Jonas pasó a ser más que nada un actante y por lo mismo
su destino cada vez me importaba menos ya que quedaba claro que no podría ser
otro que el de la muerte, bastaba averiguar si sería una muerte épica, poética o
trágica.
A su vez, la Martha de
esta temporada también se convirtió en un personaje soso y tan peón de ajedrez que
duele incluso más que Jonas. Martha tuvo un buen desarrollo durante las dos
temporadas. Aquí se nos presentaba una Martha de un mundo alternativo que en
una primera instancia pintaba como un personaje potente, e incluso la
introducción a su mundo y sus motivaciones o la atracción hacía Jonas (quien en
esa realidad nunca existió) conseguían dar bastante material para ahondar
en la construcción de un personaje
heroico y que podría generar un recambio de ideas ante un Jonas ya agotado,
pero no fue así y ya al tercer episodio teníamos una Martha que para la
historia no tuvo otra importancia mayor que la de ser otro peón más. Realmente
me hubiese encantado que estos personajes se revelasen hacía sus versiones
mayores quienes en todo momento les manipularon, hasta el punto que ya parecía
broma.
Por otro lado, también
hay que aclarar que siendo DARK una serie tan aferrada a elementos de la física,
se remita casi automáticamente al mito del amor romántico como brújula.
Finalmente Jonas y Martha se aman, se buscaran por siempre y trataran de
salvarse, de reencontrarse y blablá. Honestamente cuando la serie tomaba ese
camino me daba un poco de lata porque en mi corazón sentía como se echaba por
la borda conceptos tan bien atados en pos de algo que se asume porque si. En lo que a mi respecto el concepto del
amor dentro de cualquier historia debería ser algo que se construya, pero en
esta serie Jonas y Martha son adolescentes y se aman porque sí, ok, considero
que esa no es razón suficiente para que su amor sea interdimensional. Entiendo
que la serie trata de tomar de entre sus influencias mitos incluso bíblicos, pero
no deja de sentirse forzado que estos dos personajes se amen sólo para
perderse, especialmente cuando la Martha de esta temporada que no conoce al
Jonas que llega a su mundo y su enamoramiento hacía él se explica más por
razones conceptuales que de actitud. Pero más allá de eso, como ya lo mencione,
estos personajes perdieron bastante humanidad y por lo mismo finalmente terminaron
representando conceptos abstractos como la eternidad, el recuerdo, el amor (sea
lo que sea) entonces la última escena tiene un sentido mucho más filosófico, sobre todo cuando Martha
entendiendo su destino le pregunta a Jonas "¿Crees que quedará algo de
nosotros? ¿O eso es todo lo que somos? Un sueño. Y nunca existimos
realmente" a lo que éste le responde "No lo sé. Estamos hechos el uno
para el otro. Nunca dudes de eso". Lo que da para una escena bastante poética,
pero que yo personalmente me cuesta tomar en serio como declaración de
principios.
La revelación o al
menos el personaje que más me gusto como se presentó en esta temporada fue
Hannah, para muchxs la antagonista de la serie debido a la gris moralidad de sus
acciones, que a pesar de todo, nunca son antojadizas, ni ridículas, incluso sus
razonamientos son lo bastante profundos como para poder entenderla. Hannah en
esta temporada, en todas las líneas temporales y dimensionales que se mostró,
resulto ser el único personaje que conservaba matices de humanidad y que
incluso tiene un momento girl power bastante potente, pero lamentablemente su
cierre de arco fue nefasto, aunque difícil que hubiese podido ser otro. Lo que
me hace recordar que la mayoría de los arcos de personaje se cerraron de forma trágica,
lo cual daba una mayor de que el cierre definitivo no podría ser algo bonito.
Por último, el añadido
de nuevos personajes en esta temporada fue bastante curioso, ya que las
versiones paralelas de los personajes que conocemos, resultan bastante interesantes,
pero no muy aprovechadas, incluso trazan retazos de tramas que pudieron ir más
allá. Pero las versiones futuras de la Martha alternativa son quizás lo que
resulta más decepcionante, ya que definitivamente cumplieron el rol de
personaje de exposición y nada más, muchas veces detallando sus planes en forma
de monólogos aunque seguramente esto también se debe a que en un punto el guion
no podía valerse de otro recurso para explicar algo tan enredado. Así mismo hay
que agregar que si bien yo estoy conforme con el final, el cómo se llegó ahí
fue un poco anticlimático y sobre todo bastante soso, tomando en cuenta que
nuevamente quien le tira toda la data al protagonista para llegar al desenlace
no es otra que Claudia, quien ya había hecho eso antes y además resulta
bastante extraño que un personaje como Adam que viajo infinitas veces por el
tiempo, mató al “amor de su vida” y guio los caminos de su yo del pasado,
primero le crea así como así a alguien que en un primer momento fue su rival y
segundo, él mismo no haya imaginado antes la posibilidad de un tercer mundo.
El hombre sin nombre y
sus versiones de niño y anciano, fueron quizás uno de los mejores añadidos a la
primera parte de esta temporada. Personajes misteriosos, exagerados e incluso
un poco cómicos (y eso tómenlo con pinzas porque en Dark la comedia y los
momentos distendidos son contados con los dedos de una mano) lograron otorgarle
a la historia por unos momentos una sensación de peligro latente que las
temporadas anteriores no tuvieron, y bueno, después cuando ya se supo quién era
este personaje, las cosas se fueron desintegrando sobre si mismas. Del mismo
modo, la serie estaba más preocupada en cerrar su trama coherentemente que término
desperdiciando historias interesantes como la de Bartosz, Noah o la versión
futura de Elizabeth. Pero bueno, la historia siempre estuvo al servicio de la
trama y no de sus personajes.
Estos puntos que marcó
no son para nada intentos por deslegitimar esta excelente historia, la cual se atrevió
a tocar de una forma profunda algo que realmente es abismal. Hay muchas cosas
que aprender gracias a Dark y es de esperar que todos los elementos que
brindaron de gran calidad a este producto sean tomados en cuanta para más y más
series potentes, porque hay algo bastante claro en todo esto: Necesitamos más
seres que así como DARK no infravalore al espectador y tenga una coherencia
tanto en su lenguaje audiovisual como en su historia, sólo así sentiremos que
estamos experimentando una experiencia estética que nos haga cuestionar uno que
otro aspecto de nuestra realidad.-
Me encanta como escribes y tu critica a esta tercera temporada, sin embargo discrepo en un par de cosas:
ResponderEliminarEstamos en latinoamérica. Puede ser que nuestra mirada occidental sea un sesgo en la comprensión de aquella "densidad narrativa" y la tragedia constante. Lo otro, es que creo que es importante darle una oportunidad a priorizar el "concepto" antes que los personajes; es una jugada arriesgada pienso, pero a mi parecer con Dark sí resultó. Y por último, aquella brújula de amor romántico que guía las motivaciones de los personajes Jonas y Martha no creo que deban ser menospreciados, me hace ruido y me da para pensar que implicitamente se cree que el amor "adulto" y casi "empírico" sólo es amor. Aquí vienen a entrelazarse conceptos socialmente percibidos como opuestos ( teorías de la física por un lado, y el amor o aquello inmedible, ilógico e irracional, por el otro). Por lo demás, recomiendo ver Interstellar que toca una temática, digamos, similar. Buen artículo (ya te compartí en mi fb jaja) besos.