martes, 30 de junio de 2020

Series para ver volver a ver y pensárselo mejor antes de ver: Dark Tercera temporada




Había mucho incesto. Las conexiones entre los personajes era un caos. Cada vez que se hablaban parecía que se puteaban mal. Sus frases eran hyper mega pretenciosas y a veces hasta sonaban con un nivel de pedantería increíble. Pero aun así allí va la mejor serie sobre viajes en el tiempo y seguramente la que tenía el mejor casting… ¿No lo creen?


Alemanes que viajan en el tiempo y se acuestan con sus madres en vez de matar a Hitler



La serie Alemana estrenada en 2017 llegó a su fase final. Creada por Baran bo Odar y  Jantje Friese, gozó durante sus años de emisión de un ganado respeto y fanatismo por parte de lxs amantes de la ciencia ficción, particularmente aquel costado denso y puntilloso que refiere a los viajes en el tiempo y las dimensiones paralelas.

Dark es una serie con fama de compleja y aun así, pese a su densidad narrativa y sus pretensioso diálogos filosóficos, consiguió tener un gran éxito lo que demuestra algunas cosas a destacar:

-La audiencia no es estúpida. La historia es típica, alguien tiene un buen proyecto para adaptar a serie o película, pero tal vez por sus protagonistas, por su forma de relatarse o simplemente por su premisa, muchxs ejecutivos y productores dirán NO junto a una respuesta de manual “El público no lo entendería”  El éxito de series como esta hacen ver que ese razonamiento es ridículo, simplemente existe un mercado que no le interesa innovar, quiere mantener las mismas historias, contadas de la misma forma y explotando los mismos clichés una y otra vez, ojala como secuelas de alguna franquicia ya probada comercialmente. Netflix está lejos de ser una empresa de streaming perfecta, pero hay que valorar que muchas veces han tenido el coraje de darle luz verde a muchos proyectos que de otra forma jamás hubiesen podido existir gracias a las estúpidas pautas de producción y comercialización. No es que el streaming no menosprecie a su audiencia, pero al menos existe mayor margen para apostar por series, películas e incluso ciertos experimentos que exige un mínimo de atención por parte de sus espectadores. 

-La importancia de una narrativa audiovisual consistente. Parece ridículo si quiera mencionarlo, pero lamentablemente no es común que las series y películas tengan una coherencia argumental tan sólida. Quizás lo que atrajo de DARK a un público masivo fue justamente el refinamiento a la hora de pulir un guion que necesitaba ser lo suficientemente prolijo como para darle forma a una historia que desde el principio se presentaba como un laberinto profundo. Pero no es sólo un buen guion ya que la serie (no sólo guionizada por el matrimonio Odar y  Friese sino también dirigida por ellxs) cuenta con un montaje increíblemente robusto, lleno de detalles y técnicas que muchas veces te explicitan cosas o aspectos de la trama sin que exista la necesidad de que alguien lo diga. Este tipo de montaje que juega con los sonidos al momento de cambiar de escena, con los planos para poder transmitir cierta interioridad del personaje y por sobre todo, los colores para reflejar el tono general de una escena, además de generar conexiones y darle un orden mucho más coherente a una historia pantanosa, es algo que siente va más allá de que tan detallista sea el guion de la serie, es prácticamente un curso de lenguaje audiovisual que permite que alguien que no sea un friki de la serie ni que la esté mirando junto a un árbol genealógico de los personajes a mano, igualmente pueda disfrutarla y sentirse atraído por lo que se muestra (obvio que aventurarse en esta tercera temporada sin haber visto nada de ella antes, no es para nada recomendable)  

A pesar de que la primera temporada de Dark fue una verdadera revelación y su segunda temporada bastante sublime, superando con creces las críticas que comparaba esta serie con Stranger Things, esta tercera temporada me ha dejado un poco…no tan conforme. Ciertamente el cierre que tenemos es bastante contundente y bien estructurado con respecto a toda la trama que se venía presentando, incluso las explicaciones físicas y los razonamientos filosóficos (en esta temporada un poco hartantes a cierto punto) creo que fueron bastante adecuadas y le dieron completa coherencia a todo lo que veíamos, de esta forma DARK deja la vara muy alta al ser una historia que trato con bastante lógica algo que siempre resulta tan problemático y que conlleva casi obligatoriamente agujeros de guion, los viajes en el tiempo.

Una historia de conceptos y no de personajes



Pero no es eso lo que me dejo a medias, ya la segunda temporada había conseguido atar tan bien esos cabos que no me hubiese molestado si detectaba una que otra inconsistencia narrativa al respecto. Las expectativas estaban muy altas, pero no era para menos, la segunda temporada conseguía ser fascinante y al mismo tiempo sorprender una y otra vez, hasta incluso con aquellas cosas que uno piensa – en primer momento –se las sacaron del culo. Estaba seguro que algo así no se podría repetir y es por eso que esperaba que esta temporada pusiese el foco en los deseos y matices de los personajes, pero fui bastante ingenuo. La temporada 3 de DARK nos muestra una serie que imitando y referenciando las tragedias griegas se termina convirtiendo en una historia grandilocuente estelarizada más por conceptos que por personajes. Esto no es de sorprender, la segunda temporada empezaba a dar muestras de esta escalada, al punto de que empezaba a ser casi inútil que la serie volviese a interesarse en aspectos más humanos, la metafísica y su grandiosa perplejidad empezaban a dominar la narrativa de DARK y esta temporada se vio engolada por ello.

Y es que el meollo de DARK, la razón por la que todo comenzó, el punto que originó el apocalipsis, no sólo en una realidad (la realidad de Adam) sino también en otra (la realidad de Eva) resulto ser por causa de algo bastante humano: La imposibilidad de aceptar una perdida, la muerte.  Tannhaus, el relojero que durante toda la serie parecía un comodín dentro de la trama, tuvo en los últimos momentos un efecto importante para el desenlace de esta, creando una máquina del tiempo, la cual al accionarla originó por error la creación de la realidad de Adam y la realidad de Eva, errores en la matrix. Bueno, eso no es tan loco, en realidad lo que más me sorprendió fue que Tannhaus decidiese crear la máquina del tiempo sólo porque no pudo lidiar con la muerte de su hijo…hombre, existe la terapia de duelos. En fin, esta sorprendentemente poco práctica decisión fue parte de un leiti motiv  ya que a fin de cuentas todas las motivaciones de los personajes inicialmente nacían por la desesperación y negación a enfrentarse a la muerte de sus seres queridos, algo que nos hace pensar en la poca relación que nuestra sociedad Occidentalizada tiene con la muerte.



Esto me hace pensar en dos personajes que durante esta tercera temporada tuvieron una especie de involución y una verdadera revelación, pero que fueron desaprovechados. Primero Jonas, el protagonista de la serie desde el primer momento se presentó como un personaje trágico, envuelto en un destino cruel del que no puede escapar. Ya en muchos  momentos de la temporada 2 se dejaba en claro que en todo este intrincado él no jugaba otro rol más que el de un simple peón. Por lo mismo yo pensaba que a estas aturas Jonas estaría harto de la situación y mandaría a la mierda todo. Me hubiese encantado que el personaje tomase ese rumbo. Siendo justamente una de las preguntas reiterativas de la serie “¿Estamos predestinados o elegimos nuestro destino?” No sé, para un personaje que lo ha perdido todo, ha viajado a distintas épocas, ha estado con sus versiones futuras y más encima ha terminado viajando a otro mundo, el que siga recibiendo ordenes, indicaciones y pautas de otras personas en quienes confía ciegamente, pues resulta un poco chocante y hasta el mismo personaje tiene un leve momento en donde quiere mandar todo al carajo, pero a fin de cuentas, para lo que la serie trazó en esta última temporada, realmente Jonas como personaje, con matices, sombras y luces, ya no importaba mucho. Jonas pasó a ser más que nada un actante y por lo mismo su destino cada vez me importaba menos ya que quedaba claro que no podría ser otro que el de la muerte, bastaba averiguar si sería una muerte épica, poética o trágica.

A su vez, la Martha de esta temporada también se convirtió en un personaje soso y tan peón de ajedrez que duele incluso más que Jonas. Martha tuvo un buen desarrollo durante las dos temporadas. Aquí se nos presentaba una Martha de un mundo alternativo que en una primera instancia pintaba como un personaje potente, e incluso la introducción a su mundo y sus motivaciones o la atracción hacía Jonas (quien en esa realidad nunca existió) conseguían dar bastante material para ahondar en  la construcción de un personaje heroico y que podría generar un recambio de ideas ante un Jonas ya agotado, pero no fue así y ya al tercer episodio teníamos una Martha que para la historia no tuvo otra importancia mayor que la de ser otro peón más. Realmente me hubiese encantado que estos personajes se revelasen hacía sus versiones mayores quienes en todo momento les manipularon, hasta el punto que ya parecía broma.



Por otro lado, también hay que aclarar que siendo DARK una serie tan aferrada a elementos de la física, se remita casi automáticamente al mito del amor romántico como brújula. Finalmente Jonas y Martha se aman, se buscaran por siempre y trataran de salvarse, de reencontrarse y blablá. Honestamente cuando la serie tomaba ese camino me daba un poco de lata porque en mi corazón sentía como se echaba por la borda conceptos tan bien atados en pos de algo que se asume porque si. En lo que a mi respecto el concepto del amor dentro de cualquier historia debería ser algo que se construya, pero en esta serie Jonas y Martha son adolescentes y se aman porque sí, ok, considero que esa no es razón suficiente para que su amor sea interdimensional. Entiendo que la serie trata de tomar de entre sus influencias mitos incluso bíblicos, pero no deja de sentirse forzado que estos dos personajes se amen sólo para perderse, especialmente cuando la Martha de esta temporada que no conoce al Jonas que llega a su mundo y su enamoramiento hacía él se explica más por razones conceptuales que de actitud. Pero más allá de eso, como ya lo mencione, estos personajes perdieron bastante humanidad y por lo mismo finalmente terminaron representando conceptos abstractos como la eternidad, el recuerdo, el amor (sea lo que sea) entonces la última escena tiene un sentido mucho  más filosófico, sobre todo cuando Martha entendiendo su destino le pregunta a Jonas "¿Crees que quedará algo de nosotros? ¿O eso es todo lo que somos? Un sueño. Y nunca existimos realmente" a lo que éste le responde "No lo sé. Estamos hechos el uno para el otro. Nunca dudes de eso". Lo que da para una escena bastante poética, pero que yo personalmente me cuesta tomar en serio como declaración de principios.

La revelación o al menos el personaje que más me gusto como se presentó en esta temporada fue Hannah, para muchxs la antagonista de la serie debido a la gris moralidad de sus acciones, que a pesar de todo, nunca son antojadizas, ni ridículas, incluso sus razonamientos son lo bastante profundos como para poder entenderla. Hannah en esta temporada, en todas las líneas temporales y dimensionales que se mostró, resulto ser el único personaje que conservaba matices de humanidad y que incluso tiene un momento girl power bastante potente, pero lamentablemente su cierre de arco fue nefasto, aunque difícil que hubiese podido ser otro. Lo que me hace recordar que la mayoría de los arcos de personaje se cerraron de forma trágica, lo cual daba una mayor de que el cierre definitivo no podría ser algo bonito.

Por último, el añadido de nuevos personajes en esta temporada fue bastante curioso, ya que las versiones paralelas de los personajes que conocemos, resultan bastante interesantes, pero no muy aprovechadas, incluso trazan retazos de tramas que pudieron ir más allá. Pero las versiones futuras de la Martha alternativa son quizás lo que resulta más decepcionante, ya que definitivamente cumplieron el rol de personaje de exposición y nada más, muchas veces detallando sus planes en forma de monólogos aunque seguramente esto también se debe a que en un punto el guion no podía valerse de otro recurso para explicar algo tan enredado. Así mismo hay que agregar que si bien yo estoy conforme con el final, el cómo se llegó ahí fue un poco anticlimático y sobre todo bastante soso, tomando en cuenta que nuevamente quien le tira toda la data al protagonista para llegar al desenlace no es otra que Claudia, quien ya había hecho eso antes y además resulta bastante extraño que un personaje como Adam que viajo infinitas veces por el tiempo, mató al “amor de su vida” y guio los caminos de su yo del pasado, primero le crea así como así a alguien que en un primer momento fue su rival y segundo, él mismo no haya imaginado antes la posibilidad de un tercer mundo.



El hombre sin nombre y sus versiones de niño y anciano, fueron quizás uno de los mejores añadidos a la primera parte de esta temporada. Personajes misteriosos, exagerados e incluso un poco cómicos (y eso tómenlo con pinzas porque en Dark la comedia y los momentos distendidos son contados con los dedos de una mano) lograron otorgarle a la historia por unos momentos una sensación de peligro latente que las temporadas anteriores no tuvieron, y bueno, después cuando ya se supo quién era este personaje, las cosas se fueron desintegrando sobre si mismas. Del mismo modo, la serie estaba más preocupada en cerrar su trama coherentemente que término desperdiciando historias interesantes como la de Bartosz, Noah o la versión futura de Elizabeth. Pero bueno, la historia siempre estuvo al servicio de la trama y no de sus personajes.

Estos puntos que marcó no son para nada intentos por deslegitimar esta excelente historia, la cual se atrevió a tocar de una forma profunda algo que realmente es abismal. Hay muchas cosas que aprender gracias a Dark y es de esperar que todos los elementos que brindaron de gran calidad a este producto sean tomados en cuanta para más y más series potentes, porque hay algo bastante claro en todo esto: Necesitamos más seres que así como DARK no infravalore al espectador y tenga una coherencia tanto en su lenguaje audiovisual como en su historia, sólo así sentiremos que estamos experimentando una experiencia estética que nos haga cuestionar uno que otro aspecto de nuestra realidad.-

1 comentario:

  1. Me encanta como escribes y tu critica a esta tercera temporada, sin embargo discrepo en un par de cosas:
    Estamos en latinoamérica. Puede ser que nuestra mirada occidental sea un sesgo en la comprensión de aquella "densidad narrativa" y la tragedia constante. Lo otro, es que creo que es importante darle una oportunidad a priorizar el "concepto" antes que los personajes; es una jugada arriesgada pienso, pero a mi parecer con Dark sí resultó. Y por último, aquella brújula de amor romántico que guía las motivaciones de los personajes Jonas y Martha no creo que deban ser menospreciados, me hace ruido y me da para pensar que implicitamente se cree que el amor "adulto" y casi "empírico" sólo es amor. Aquí vienen a entrelazarse conceptos socialmente percibidos como opuestos ( teorías de la física por un lado, y el amor o aquello inmedible, ilógico e irracional, por el otro). Por lo demás, recomiendo ver Interstellar que toca una temática, digamos, similar. Buen artículo (ya te compartí en mi fb jaja) besos.

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