jueves, 11 de febrero de 2021

Shingeki no Kyojin y la creación del enemigo

 

Shingeki no kyojin es hace mucho uno de los mejores animes dentro del panorama actual. Su calidad de animación (pese a los cambios de estudio que ha sufrido) y la historia de carácter dramático-épica que envuelve a la producción con personajes si bien no complejos, con muchos matices a desarrollar, llevan la serie a un nivel muy intenso. Actualmente se está emitiendo en Japón su última temporada la cual en su primera tanda de capítulos nos hizo reflexionar sobre la naturaleza grotesca de la venganza, así como los costos de una revolución en la que siempre se toman vidas inocentes.

No hay revolución sin víctimas

 

EREN

SHINGEKI NO KYOJIN o Titan de ataque, es una historia creada por el mangaka Hajime Isayama en 2009 y es considerada como un SEINEN, es decir, una obra apta para un publico más adulto por tanto las temáticas que se permite tocar exceden en varios aspectos la simpleza o la, muchas veces, unidireccionalidad de los conflictos que otros animes como Dragon Ball, por ejemplo, presentan sin tapujos.

Sin animo de hacer un resumen ni nada porque creo que esta es una serie que vale la pena disfrutarla capitulo a capitulo con todos sus detalles, diré que a grandes rasgos nos presenta un mundo dominado por unos monstruos gigantescos que devoran humanos, los titanes. Estos monstruos que parecen no razonar y comportarse únicamente de forma salvaje y violenta, amenazan constantemente una enorme ciudad amurallada que no logra contener a estas bestias mediante su ejército, así mismo, la presencia de los titanes no les deja ir más allá de los límites permitidos. La historia principal se centra en Eren, un muchacho que desea entrar a la Legión de reconocimiento del ejército (es decir quienes se enfrentan a los peligros fuera de las murallas) para liberar a su mundo del yugo de los titanes, en este punto Eren se muestra como cualquier típico personaje de anime genérico: entusiasta, enérgico, emocional, gritón. A lo largo de la serie vamos viendo la evolución de este personaje desde que entra al ejército, se esfuerza por formar parte de las milicias de reconocimiento y quizás el cambio más fundamental, su capacidad para convertirse en titan.

Esto de convertirse en titan no se da porque sea el elegido de algo ni nada por el estilo, hay una línea narrativa bastante bien hilada que va dibujando la ruta por la que Eren adquiere y poco a poco domina ese poder. Por otro lado, el odio recalcitrante que éste tiene hacía los titanes no sólo tiene relación con la destrucción y amenaza constante que estos suponen para lxs humanxs sino también porque de niño le toco vivir una experiencia traumática al ver a su mamá ser devorada por uno. Este fue el motor que alimentó su odio y a la vez su fuerza para mantenerse siempre en pie de lucha y pese a la gran cantidad de peligros, conseguir siempre sobrevivir junto a sus compañerxs.

En la serie pasan varios años de guerra contra los titanes, luego se sabe que hay titanes que sí tienen uso de  razón y ocupan su poder tácticamente, se descubre que estos titanes al igual que Eren son humanos con el poder para transformarse, esos humanos corresponden a soldados infiltrados de otra nación la cual ha usado su astucia política para mantener a la Isla Paradise (el lugar que Eren y sus compañeros pensaban que era el mundo) aislados en ese lugar repleto de bestias. 

Esta revelación se da en los últimos capítulos de la tercera temporada y da a entender para los protagonistas que el mundo es más grande de lo que pensaban y los enemigos con los que estaban lidiando nunca fueron en sí los titanes desparramados por toda la isla, sino algo mucho más complejo y hasta perverso, una verdadera nación llamada Marley, que por medio de confabulaciones políticas consiguieron cierto control y dominio de los Poderes de los titanes, convirtiéndose en una nación dominante dentro del mundo.

Bueno en fin, este es sólo un resumen a MUY grandes rasgos de la historia que realmente no tiene desperdicio, sólo quiero llegar a un punto central: Eren, el protagonista que durante toda la historia saca fuerzas desde su rabia producto de sus experiencias traumáticas, en la última y actual temporada en emisión sufre un cambio drástico. Ahora se le ve decidido, enfocado, mucho más táctico y frio a la hora de luchar, no tan pasional como se nos presentó durante toda la serie. Eren se terminó convirtiendo en un revolucionario completamente templado y preparado para la batalla, sin objetar en su conciencia los sacrificios que eso acarrea tanto a nivel personal como colectivo. Esa actitud repercute quizás en el aspecto más difícil que conlleva una revolución, sus víctimas.

De esta forma Eren consigue infiltrarse en la nación de Marley (sí, sé que hay más cosas detrás, pero no quiero dar spoiler y para el análisis que voy a llevar a cabo, lo otro es irrelevante) y con total paciencia espera el momento definitivo para realizar un ataque devastador contra los lideres de aquella nación que sumieron a su gente de la Isla Paradise al horror de los titanes. En una escena espectacular donde uno de los líderes de los países colindantes a Marley propone aliarse para declarar la guerra a Isla Paradise, Eren emerge convertido en titan y comienza una masacre destructiva que cobra vidas inocentes de niñxs y civiles. Su propia compañera de batalla, Mikaza, se acerca y le cuestiona esta situación “Eren, estas consciente de lo que hiciste. No hay vuelta atrás. Mataste gente inocente, mataste niños” le dice de manera sufrida mientras Eren sólo continúa enfocado en el combate y en su propio plan a medida que la cámara va mostrando los escombros y montañas de cadáveres inocentes que su destructivo ataque dejo.

La revolución de Eren esta motivada por la venganza (sé que existe algo más, pero ya, ya) y su objetivo es liberar a su pueblo como cual Moisés. Este delirio, no obstante, lo hace actuar en completo egoísmo, siguiendo sus propios parámetros y llevando adelante una venganza para nada personal sino que simulada como todo un acto glorioso en donde deben existir “sacrificios necesarios” tanto de un lado como del otro.

Es cierto que el ataque de Eren se puede entender como una revancha a causa del destrozo que la gente de Marley le ocasiono a su vida y no tanto como un acto revolucionario para acabar con las fuerzas armadas de una nación poderosa, pero a grandes rasgos muchas veces quienes actúan convencidxs en pos de una revolución arrastran motivos personales muy hondos para llevar a cabo una acción que quieran o no trae coletazos a gente inocente. A menos claro, que sean férreos ideales los que movilicen la causa, no obstante, esos ideales estaban más marcados durante su época como miembro de la Legión de reconocimiento, de alguna forma el Eren actual pasó por sobre aquellos ideales y ahora sólo apuesta por un plan revolucionario en donde se juega el todo por el todo.

Pienso en la revuelta en Chile en 2019, en las miles de manifestaciones que generaron destrozos en comercios de pequeños emprendedores como quioscos de revistas u otros negocios que por verse en medio de una gresca entre manifestantes y fuerza policiaca, sufrieron graves consecuencias. O el caso más angustiante de gente que le tocó la mala suerte de estar en el lugar equivocado y fue brutalmente golpeada por carabineros, generando incluso traumas oculares de los que el Estado no se ha hecho cargo. El enfrentamiento violento de dos fuerzas aparentemente no puedo no traer el cobro de víctimas ajenas o al menos consecuencias jodidas, es el lado oscuro de todo enfrentamiento porque quieran o no siempre habrá quienes quieran mantenerse al margen de un conflicto de esa naturaleza, no tomar partido por una u otra razón. Es quizás eso lo complicado que representa una revolución, que termine convirtiéndose en una fuerza que finalmente si no convence por medio de argumentos a quienes estén indecisos de apoyarla, lo convencerá por medio de la misma presión.

Mi enemigo/mi identidad

 
En la serie, el buen Armin, uno de los mejores amigos de Eren, reflexiona si acaso no hay una forma distinta de afrontar un conflicto tan mayúsculo, establece la idea de que quizás por medio del diálogo es posible llegar a un entendimiento tomando como referencia la camaradería que los prisioneros Marlynenses comenzaron a desarrollar con los eldianos de la Isla Paradise, al ir enseñándoles parte de su tecnología y cultura. Este hecho hace pensar a Armin que el conflicto siempre es un problema generado por los poderes facticos y que por el bien común lo preferible es un convenio, sobre todo al darse cuenta de la humanidad del enemigo. Posteriormente Armin, ya mucho menos idealista, parece entender que en una situación como la que se encontraban, la única solución posible era atacar revelándose frente al enemigo, matando de esta manera a muchxs inocentes, casi inevitablemente, manchando su alma para siempre con la culpa.

Gabi

Eren también entiende que la guerra, el enemigo, es una construcción que desde el Poder se genera para orientar los intereses políticos y estratégicos de un gobierno. Marley ocupa a los Eldianos presentes en su nación como carne de cañón, ciudadanos de segunda clase cuya única forma de escalar es sobresaliendo en la batalla, estos Eldianos crecen y se desarrollan con la cabeza casi lavada en relación a quienes son los enemigos. La actitud apasionada y desenfadada que Eren manifestaba al principio de la serie se transfiere, en esta última temporada, a la pequeña Gaby, una niña eldiana habitante de Marley con grandes aspiraciones a ser una soldado de elite, entusiasta y temeraria. Desde que nos la presentan ella almacena un odio directo hacía los llamados demonios de Isla Paradise debido a que según todo lo que le han dicho desde que nació es que aquellxs son lxs malxs y por su culpa lxs Eldianos que viven en Marley han sido desprestigiados. Luego del ataque que Eren realizó, obviamente el odio, rabia y sentido de venganza de Gaby se direccionó  hacía ese personaje.

Mediante este ejemplo Isayama grafica como el enemigo siempre es construido por un otrx para moldear la identidad que el Poder espera producir en nosotrxs.  Humberto Ecco en su texto Construir el enemigo explica que en muchos casos nuestra identidad se moldea en base a aquello que no somos, a aquello que se nos dice debemos temer, repeler, odiar.

“Tener un enemigo es importante no solo para definir nuestra identidad, sino también para procurarnos un obstáculo con respecto al cual medir nuestro sistema de valores y mostrar, al encararlo, nuestro valor. Por lo tanto, cuando el enemigo no existe, es preciso construirlo.”

Eren forjó su personalidad en relación al odio y la venganza que sentía hacía los titanes porque en gran parte eso fue lo que se le enseñó desde pequeño, que los titanes eran los monstruos que acabarían con la humanidad, cuando se enteró que los enemigos eran otros su rabia se dirigió hacía una nación entera para luego culminar en un gesto con el que siempre supo mataría muchxs civiles inocentes. Ahora el enfoque está puesto en Gaby quien siempre forjó su personalidad, en gran parte por la cultura en la que creció, entendiendo  a la gente de la Isla Paradise como la amenaza que acabaría con el mundo y ahora concretamente sus armas están puestas sobre Eren. Es un ciclo casi sin fin en donde de alguna manera victimas y victimarios no terminan de intercambiar roles.

Establece Ecco que los enemigos son distintos de nosotros no tanto a causa de sus costumbres diferentes, sino en la medida que entendemos estas costumbres como desvalorizadas siempre tomando las nuestras como modelo. La diferencia es justamente aquello que nos brinda de pluralidad y potencia el enriquecimiento de la humanidad, el Poder, en cambio, lo establece como la clave para demonizar al otrx. Detalles de la fisiología que bajo una cierta mirada hacen ver al otrx como un demonio (cuando los saqueadores Europeos llegaron al continente Americano y describieron a lxs nativos como barbaros), costumbres ancestrales que se exponen como anómalas bajo una mirada hegemónica (la xenofobia que producen algunas costumbres culturales Chinas)

No obstante, qué pasa cuando ese enemigo que nos construyen convive con nosotrxs, como pasa con lxs Eldianos que viven en Marley, o para dar un ejemplo más realista: los manifestantes mapuches criminalizados como terroristas y por años tachados bajo un relato eurocentrista como flojos y borrachos. ¿Qué pasa en esos casos? Ecco describe que esto tiene relación con el concepto del inmigrado extracomunitario que, de alguna manera, actúa de forma distinta o habla mal nuestra lengua” quien habita nuestro espacio, pero por una u otra razón se construye como un enemigo interno. La división de las fuerzas que definen a un enemigo, un otrx que a su vez le da la identidad a un pueblo determinado, siempre estará enfocado en los intereses del Poder como organismo que define los modelos de conducta que rigen el orden y la normalidad que se intenta imponer en una sociedad, y de ahí que para lxs chilenxs el pueblo Mapuche sea extraño y peligroso, pero no así la comunidad Inglesa o Alemana que habita el sur del país, desde el Poder te moldean que hay ciertas diferencias que crean identidad y en cambio otras diferencias que parece hay que aspirar.

En tiempos de conflicto social o de guerra la tarea de construcción del enemigo es mucho más especifica y al mismo tiempo violenta ya que casi no admite medias tintas, por ello en el mundo de Shingeki no Kyojin  se crean enemigos para que la sociedad determinada las tenga como referencia sobre a quién odiar, de esta manera manteniendo las bases de un Poder que le conviene esta concepción de mundo para mantener las cosas en una constante tensión que puede, eventualmente, ocupar a su favor, mientras tanto, mucha gente inocente cae victima de estas manipulaciones.- 

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