domingo, 13 de diciembre de 2020

100 discos para mis treinta: #50 Kendrick Lamar - To Pimp A Butterfly (2015)

 


¡Por fin! Hemos llegado a la mitad de esta lista la cual francamente nunca pensé me tomaría tanto tiempo, pero bueno ya estamos en el meridiano y con que pedazo de disco. Es cierto que tengo una deuda con el hip hop, en el puesto número 100 marque el impecable disco de Big Notorius "Ready to die" un trabajo que me vuela la cabeza cada vez que lo escucho, pero considero que este disco del joven Lamar supera en mucho la vara que el hip hop gringo había estado impulsando durante la década del 2010. Un disco que se alimenta tanto del jazz como de las composiciones experimentales para desplegar una narrativa tan dispersa como potente, me atrevería a decir que éste es el gran trabajo que el rapero oriundo de Compton ha podido firmar, pero aún le queda mucho carrete y no se descarta que a futuro nos entregue algo igual o más potente, sin más dilación vamos a revisar esta obra.

Una novela al ritmo del hip hop

 



El excelente estado del hip hop yankee se vio impulsado por muchos nombres que durante la década del 2010 fueron dándole un giro muy interesante al repetitivo enfoque que el hip hop más mainstream estaba tomando. Desde entonces muchos raperos sobresalientes han aparecido en escena con discos bastante potentes como la violencia de Danny Brown con su excelente Atrocity Exhibition (2016), el estrambótico Vince Staples con Big Fish theory (2017) o la locura desarrollada por el gracioso y siempre inquieto Tyler, the creator con su potente obra Igor (2019) Sin duda, una gran década para el rap Estadounidense que hace años no veía una explosión tan popular de sus raperos, pero esto también se debe a la buena factura en cuanto a calidad, no obstante, si tengo que poner un disco referente para toda este "movimiento" creo que To Pimp A Butterfly debería ser una especie de brújula, personalmente es mi favorito a la hora de acuñar toda esa epoca en algún sonido.

Kendrick Lamar fue pavimentando su camino con sólo dos discos anteriores que remitían mucho al sonido más gangsta del hip hop, es decir, era un militante de la nostalgia con ideas muy estrafalarias en cuanto a lírica y en donde un flow contenido, pero equilibrado conseguía dotar a las canciones de anécdotas que tomaban un tono casi de crónica o narración que jugaba con lo poético y a veces, incluso lo criptico. Lo sé, no es el primer rapero que juega en el campo de lo metafórico, ahí está la larga carrera del ignorado Dalek para constatarlo (algo que para muchxs llega a ser pretencioso), pero este disco consiguió impulsar a Kendrick a un nivel musical, rítmico y lírico muy elevado, al punto que consiguió vender una considerable cantidad de copias y conquistar los chart de los más escuchados con una obra tan conceptual y profunda como cualquiera que hubiese hecho Pink Floyd, y tal vez estamos ante eso, una especie de época progresiva del rap.       

El disco quizás establece uno de los ejercicios literarios más excitantes de la era (razón por la que Kendrick fue galardonado con un Pulitzer) se enfoca más como una novela, a diferencia de sus discos anteriores que tenían una mirada más "cinematográfica" por decirlo así con imágenes muy palpables como sonidos de disparos, botellas que rebotan contra la acera y conversaciones entre pandillas. Si bien recursos utilizados cientos de veces en álbumes de hip hop, Kendrick conseguía llamar la atención en irresistibles  temas que señalaban una realidad marginal como "Good city", "Money Trees" o "Sing about me, I´m Dying of Thirst" en este caso el disco muestra lo que ocurre cuando Lamar vuelve a su casa, después de conseguir el exito y la fama. Es un disco mucho más reflexivo que descriptivo como sus anteriores. De hecho Lamar recita al final de cada canción una línea, que se compone como una sinopsis del argumento de To Pimp a Butterfly: "Recuerdo que estaba en conflicto/ desperdiciando tu influencia/ a veces hice lo mismo/ abusando de mi poder, lleno de resentimiento/ resentimiento que se convirtió en una depresión profunda/ me encontraba gritando en una pieza de hotel/ no me quería autodestruir/ los demonios de Lucy me rodeaban/ entonces fui corriendo por respuestas/ hasta que llegué a mi casa".

La critica especializada se rindió ante la grandeza de este disco e inundó a Lamar y su crew de flores, ganándose hipérboles como "abrumadoramente negro" o "profundamente poderoso"por lo que estamos ante todo un clásico contemporáneo, pero ya es hora de degustar los maravillosos 16 temas que componen esta obra.

La depresión y la introspección por medio del funk, el soul, el jazz y el flow


 

Es un poco conflictivo establecer este disco únicamente como un trabajo de hip hop, en esencia lo es, pero la cantidad de instrumentos, melodías, ritmos y mezclas que el trabajo se despacha de forma tan orgánica hacen que la etiqueta quede pequeña. Todo comienza con Wesley´s theory en la que se escucha una grabación soul de Boris Gardiner (Every Nigger is a Star) para luego dar pie a un frenetico rap acompañado de un delicioso funk cortesía del bajista Thundercat y el acompañamiento en los coros de George Clintón, la producción del tema a cargo de Flying Lotus es estupenda, sin duda un equipo de primera linea para desplegar ese funk que parece una evolución del alegre, pero intrepido trabajo de Jaco Pastorius. ¿La letra? nada sutil, Lamar narra como la industria musical estadounidense corrompe  a los artistas afroamericanos con joyas y dinero, pero luego los mete presos por no pagar impuestos. Básicamente es seguir señalando otras formas de discriminación. Lo que viene luego es un interludio, pero de una genialidad tan grande que da para ser una bomba de tema For free? (Interlude) por medio de un free jazz tan propio de los abres de Brooklyn se puede escuchar un Kendrick salvaje reflexionando sobre el papel que la industria del espectáculo lo pone sólo por el color de piel, finalmente esta trilogía de denuncia racial termina con la mucho más radial King Kungta uno de los singles del disco y que seguramente es el tema más adaptado a un estilo de hip hop estándar , pero no por ello tiene poca fuerza o sorpresa tanto en lo musical (unos ritmos muy bien llevados) como en lo lirico. 


 

El jazz, el funk y el neo soul vuelven a dar cátedra con la inmensa  Institucionalized donde se deja caer un lucido Snoop Doog que retorna a ese estilo G-Funk con el que se hizo famoso a inicios de su carrera. Más allá de la bella armonía que se crea, la canción está repleta de sonidos que brindan de mucho brillo como pasajes de violines y saxo, dulces arpeggios y hasta clarinetes añadidos en  una impecable producción, claramente algo que podría resolverse por medio de samplers, pero se escogió mantener el pulso orgánico. These Walls antecedido por unos inquietantes gemidos, prosigue con unos golpes de R&B que recuerdan a la excelente banda The Internet, en este caso, considero que es uno de los pocos temas donde Kendrick prácticamente sobra ya que la música se hace sola y con un par de frases sueltas es hasta suficiente, aún así la letra es bastante sabrosa  haciendo creativas alusiones al sexo, sus placeres y el abuso del que algunxs pueden jactarse de ejercer sobre él gracias a la fama. 


 

U uno de los temas más geniales del álbum, regresa con el jazz más oscuro y un Kendrick mucho menos sosegado en su tono de rap ya que empieza a enfrentar sus propios fantasmas, el autoestima y la depresión empiezan a asomarse en la temática de las letras de una forma bastante poco convencional, con un quiebre muy sorpresivo en la canción que da pie a uno de los segmentos más dolorosos con un Kendrick rapeando casi con su voz quebrada, empujándose al limite de la autodestrucción. Alright con la participación de Pharrel Williams (entre otros, ya que este disco explota bastante el concepto de colaboradores) vuelve a los ritmos más pop y comerciales aunque con letras bastante reflexivas: "Mis rodillas se están debilitando y mi arma va a explotar pero vamos a estar bien"

“For Sale?” se sale de los esquemas, salen a relucir sintetizadores psicodélicos, una línea de bajo interesante, pero inclasificable en su armonía y un intro repleta de armonías, podría ser un homenaje a Pet Sounds, en este momento el rapero se enfrenta a Lucy, el demonio encarnado en la Industria Musical quien lo tienta con los lujos, pero el viaje de la historia ahora nos lleva a un rincón más introspectivo sacando adelante dos temas súper sobresalientes y únicos en su forma Momma y Hood Politics. Ambos temas que vuelven el eje sobre la infancia en un barrio marginal y en donde los ritmos de soul y funk se van entremezclando con pequeños intervalos de jazz.

 


How Much a Dollar Cost es otra joyita unica en su composición, que recuerda un poco a los Radiohead de Piramid Song en cuanto a la anrrativa del disco, este momento es clave ya que más allá de replantear su pasado de pobreza, Kendrick es capaz de reflexionar con dolor sobre la vacuidad del exito y la fama cuando en su barrio natal sus amigos siguen siendo asesinaodos tanto por la policia y otras pandillas, y él ya no puede hacer mucho al sentir que ha cruzado un umbral. Sé que contarlo así se ve como algo muy simplón, pero les recomiendo encarecidamente buscar las letras de este disco (especialmente de esta trilogia de canciones) y deslumbrarse por el talento lirico de Lamar.

Complexion (A Zulu Love) es otro tema perfecto en cuanto a su composición y como el rap de Lamar consigue encajar a la perfección transmitiendo un sentimiento mucho más maduro que los temas anteriores. Pero si hay lugar para otra obra muy superior ese llega con The Blacker the Berry un rap mucho más cercano al estilo de sus colegas ya mencionados arriba, Vince Stample y Danny Brown, con un Kendrick militando por los derechos afroamericanos de una forma muy inspirada y vital, definitivamente a este punto del disco el rapero ha conseguido salir de su capullo y convertirse en una decidida mariposa. You Ain´t gotta lie (Momma Said) vuelve al g-funk aunque con un toque casi familiar, es un tema totalmente positivo y bello hasta podríamos decir, pero el final explosivo y luminoso llega con I un pop con ecos a gospel y Disco (sí, ¡Música disco!) en donde Lamar se siente liberado de cualquier tentación respecto a la industria del espectáculo y entiende que el camino de su oficio es seguir despertando la conciencia afroamericana.  



El final con Mortal Man funciona como un largo epilogo a esta historia de caída y redención, aquí Lamar dice directamente “When shit hit the fan, is you still a fan? Do you believe in me?" reclamando sobre esa necesidad que tiene mucha gente de erigir ídolos, de esta manera él se proclama simplemente como un promotor de conciencia negra mediante un atinado dialogo (musicalizado con ese jazz de sabor tan negro) junto a 2Pac, para poner la voz del legendario rapero, se edito una entrevista, consiguiendo de esta forma una surrealista conversación que esta lejos de ser un traspaso de antorcha como muchxs pueden llegar a imaginar. Aquel compromiso social que mantiene este disco no es algo que se suela ver mucho en artistas de esta talla, pero vamos que luego de esto hasta la misma Beyonce intento replicar esta especie de formula de denuncia conceptual en uno de sus mejores trabajos hasta la fecha Lemonade.

Tanto en lo musical como en su concepto este es un disco impecable, quizás peca de excesivo (especialmente por la duración del último tema) y podemos replantearnos si fuera de este disco Lamar ha seguido sus propias predicas, pero tampoco es argumento para criticar un trabajo que es prácticamente perfecto y que consiguio dotar al hip hop contemporaneo de una cara mucho más profunda y madura. Luego vendría DAMN en 2017 un trabajo mucho más elaborado dentro del genero hip hop, con menos experimentación, pero igualmente activo y repleto de declaraciones de principios. No obstante, lo logrado en To Pimp A Butterfly es un hito que pocos artistas dentro del hip hop consiguen con esa impecable fluidez.


**Muy bien, ya hemos llegado al puesto 50, a la mitad, no sé cuanto tiempo más me tomará llegar al número uno, pero me tomaré una larga pausa de este conteo para concentrarme en escribir y hacer otras cosas y en cuanto al blog volver a publicar otro tipo de contenido, así que por el momento dejaremos en Stand By esta lista, pero si estan impacientes por saber qué se viene les adelante que son varios discos de Alberto Plaza, Los del Rio y Pablito Ruiz.

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