Sábado Gigante llego a su fin, la
cadena de televisión “Univisión” pacto su cancelación definitiva con el
programa después de una longeva existencia de 53 años comandado por el infalible
Don Francisco. Para los chilenos aparentemente esto nos debería decir algo y es
que uno no puede escapar de la cultura popular que se construye en la práctica
misma de la existencia.
Para los que no lo sepan (que
deben ser la minoría más recalcitrante) Sábado Gigante era un programa chileno de
variedades que nació en los sesenta en Canal 13 (Canal de la Universidad Católica)
y en el que se intercalaban diversos espacios de concursos para el público presente
del programa (siendo el más popular el de un Karaoke en donde cuyos
participantes desentonados eran castigados por un personaje llamado “El chacal”)
así como también de conversación con
estrellas famosas o personajes “notables” del diario vivir o simplemente con
especialista de un tema en específico y también
de infaltables sketch humorísticos. El programa llegó a un nivel de notoriedad
tan impactante en la sociedad chilena que a fines de los ochenta el concepto fue comprado por la cadena
Univisión y el show se comenzó a grabar y transmitir desde Miami y aunque en un
principio Don Francisco sólo co-animaba debido
a que se trataba de un desconocido para la masa latina ya desde la década de
los noventa asumió el control total del programa y a partir de ese momento éste
sólo se transmitió desde Miami hacía al mundo dejando por muchos años a Chile huérfano de la marca “Sábado Gigante”
aunque esto no quito que por gran parte de aquella década el programa siguiese
siendo el más visto durante las tardes de Sábado en el país, será a principios
del 2000 cuando el programa vuelva a grabarse en estudios chilenos bajo la
conducción de la hija de Don Francisco, Vivi Kreutzberger, alternando así
contenido que se realizaban en Miami y en Chile generando un hibrido un tanto
extravagante para el público, pero que no obstante resulto bien y volvió a inyectar
al espacio de popularidad, el 2010 Vivi Kreutzberger renuncia a Canal 13 y la
estación televisiva vuelve a emitir el programa en su versión
internacionalizada.
Bien, con ese resumen queda claro
la magnitud del programa y la importancia que generó en la cultura popular al
ser prácticamente el único show televisivo que se ha mantenido con vida y
estable desde los sesenta no sólo en Chile sino que en toda Latinoamérica conservándose
en el inconsciente colectivo de una generación como un emblema televisivo y
siendo asumido por todos como una cosa eterna que iba a seguir ahí para
siempre, de hecho, expresiones propias ingeniadas por Don Francisco como “¡Que
venga la modelo!”; “¡Se lo ganó!”; “Y, fuera y fuera”… han sido llevadas a la
jerga común y naturalizadas como propias en el hablar diario, sin embargo,
desde hace ya varios años el programa iba en caída libre con respecto al rating
lo cual sumado al cada vez más evidente desgaste de su consagrado animador no
auguraba más que una obvia cancelación, por eso no es una sorpresa que se anunciase
su cierre, para nada, lo que a mí sí me llama la atención es esa lambisconería que
este hecho genera en la gente, las redes sociales no tardan en inundarse de
pesares ante el final y son más las voces de agradecimiento y tristeza que los
que realmente ven esto como un gesto natural de la historia televisiva.
Al cesar lo que es del cesar, sea
como sea, es un programa que ha llevado a Latinoamérica a un cierto nivel de
importancia para la cultura gringa, y el sólo hecho de que se haya mantenido
con fuerza durante tantas décadas es una proeza difícil de igualar para
cualquier equipo humano que vive de la televisión, aunque por lo mismo a mí me
parece tan inaudito que Sábado Gigante no se haya extinguido antes, su formato
es anticuado, obtuso e insustancial, ni siquiera como un programa de
entretenimiento mantenía buenos parámetros y ya para la década pasada no tenía
razón de ser, representaba una televisión prehistórica donde la ingenuidad del
televidente era el motor que la echaba a andar. Más allá de eso Sábado Gigante
logró su tiempo de oro en la década de los ochenta, cuando chile estaba en el
proceso más duro económicamente de la dictadura militar y la misión de este
programa que se estiraba como chicle en maratónicas sesiones de siete u ocho
horas era básicamente la evasión de la cruda realidad hacía la clase social que
justamente era la más golpeada a raíz de aquella crisis económica, está bien,
cuando hay problemas es mejor tirar para arriba que para abajo, pero evadirse
completamente tampoco te lleva a nada, al contrario a las finales te seguirás
topando con los problemas y eso sólo puede desencadenar en una fuerte
depresión, mejor escudriñar y pensar que esquivar y bloquear, pero está bien, démosle
crédito ya que de todas formas en esa época represiva la televisión en general
era un circo que no buscaba –ni podía buscar- la reflexión, mas, aun así dentro
de su propia envergadura Sábado Gigante (programa importante y con influencia
por si misma) tenía la oportunidad de echarle una mirada a la sociedad con una postura
si bien neutral no menos reflexiva: la realidad de los jóvenes, los problemas
en el trabajo, todo se podía abordar con la mirada más políticamente correcta,
pero al final todo era transformado en un chiste por parte de Don Francis, un
chiste redundante que no llevaba a ninguna parte. Don francisco entendió su
carrera en base a la irreverencia, humillación y denostación de la clase más
humilde así como también a la ambigüedad política (bueno, ambigüedad, ambigüedad,
tampoco tanto creo que es obvio que este personaje no llevaría jamás la bandera de un gobierno de
verdadera izquierda) Con su profesionalismo y carisma supo darle al público un
fanfarrón soportable y a los poderes facticos un eslabón indisoluble para mantener las cosas a tal como le conviene
al poder que estén.
Don francisco desaprovechando un buen momento en pos de la payasada
Después del éxito en la
televisión Don Francisco sabía que debía inmortalizar su legado en algo menos
vergonzoso y ahí vino su gran empresa solidaria -hoy también muy cuestionada-
que es la teletón, su importancia política al momento de entrevistar candidatos
a la presidencia y su poder accionista en bastante empresas y holding
internacionales, su valor como figura latina en Estados Unidos, su nivel de entrevistador al momento de
pararse frente a cantantes y estrellas famosas del espectáculo. Don Francisco
llegó más lejos que muchos, pero a decir verdad lo hizo pisoteando a una clase
social que ya estaba hundida y que pensando en que estaban de fiesta con un
compadre más se dejaron pisotear. ¿Por qué Don Francis no trata de igual forma
a George Bush o a Obama cuando los entrevista que cuando lo hace con un
jardinero latino al cual ningunea para chiste del público? ¿Acaso el jardinero latino
tiene menos dignidad que los presidentes gringos? Al hacer ese simple acto Don
Francis transmite esquemas de poder que se replican en la sociedad
naturalizadamente, está bien, tampoco voy a ser tonto grave, es licito que si
la broma se hace en un espacio lúdico como un concurso que es abiertamente
jocoso como el karaoke del chacal pueda estar bien, pero muchas veces Don
Francisco no esperaba la hora de los concursos para reírse de sus fieles
asistentes. En todo caso esta crítica no es nueva ni original, Don Francis ya
se la había ganado a los principios de su carrera, y sin embargo, tal vez ahí
en los sesenta ese estilo hiperventilado y directo proponía algo más interesante
para una televisión acartonada y en pañales, aunque seguir con la misma dinámica
en una época que gritaba fuertes cambios como en la era de los noventa es algo
imperdonable, un estilo que jamás busca meterse con los más fuertes, pero bueno
el colmo ya fue mantener el mismo estilo denostativo y hasta misógino en las décadas
del 2000 y 2010, eso sí que era para no creerlo, si hasta el mismo periódico inglés
The Guardian lanzó una crítica al respecto.
"Simboliza una forma
anticuada de ver a los latinos y un tipo de comedia que se basa en ridiculizar
a la gente por ganar ratings. El programa unió a los latinos a través de
continentes y generaciones, pero su misoginia y racismo se transformaron en su
sello mientras quienes veían el programa superaban esa forma de ver el
mundo".
"(Don Francisco) también
saca a mujeres de todas las edades desde la audiencia, agarrándolas de las
manos, muñecas, codos o de la cintura, para hacer comentarios de sus cuerpos.
No sé si alguna mujer se ha quejado al aire de la insistencia física de Don Francisco,
pero él fue demandado por acoso sexual por una ex modelo del show".
Fuente La tercera
En fin y con todo esto ya
expuesto aún hay gente que no se lo piensa mucho y alza su lamento por el fin
del programa ¿de verdad esas palabras de buena crianza son necesarias? Sábado
gigante se sostenía por un público muy puntual, un segmento de tercera edad que
ya no está tan presente sea por la razón que sea, yo recuerdo de pequeño largos
sábados de estar junto a mi abuela, aburridísimo, viendo ese programa mientras
le sacaba algunas revistas a mi nona y se las rayaba para solventar un poco el tedio
de la jornada, en fin, podía sentir
empatía por un programa así y la gente que lo veía, como mi abuela, era
simplemente porque no tenía nada mejor que hacer y se habían acostumbrado a que
era lo único que valía la pena. Sábado Gigante se dejó de transmitir en chile
desde el 2012, a esas alturas nadie lo echaba de menos y hasta se celebraba el
corte en la programación, ahora que se anuncia su fin definitivo muchos lloran,
¿a qué se debe todo eso? ¿Realmente tan importante fue Sábado Gigante para la
generación post 90? El cadáver estaba respirando en paz, ahora por
fin se puede enterrar y yo sí celebro eso, espero que de paso a una nueva y
mejor televisión… aunque mi pesimismo me previene.-
El carismatico Don Francisco "jugando" con su publico
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