No, por ahora no realizaré ninguna crítica a la
tercera temporada de Better Call Saul, principalmente porque aún le quedan algunos capítulos que
mostrar y porque a estas alturas sería de mi parte realizarle una genuflexión a
ojos cerrados ¡QUE SERIE MÁS INCREIBLE! No hace más que mejorar…en fin, tomando
eso en cuenta he decidido realizar un artículo que tenga que ver con la serie y
en especial con los acontecimientos de esta temporada por lo que tendremos uno
que otro SPOILER aunque nada muy importante no se preocupen, mientras tanto intentaremos dilucidar como un
hombre de cierta moralidad puede llegar a convertirse en un hijo de puta sin
escrúpulos.-
En Better Call Saul
presenciamos de manera dilatada la transformación interna de un buen hombre
llamado Jimmy Mcgill en Saul Goodman, un abogado de moral bastante cuestionable
que defiende criminales, esa transformación si bien hasta el momento no se
concreta, esta tercera temporada de la serie decididamente nos está dando todas
las pistas necesarias para llegar a ese punto. Quienes conocieron a Saul
Goodman en “Breaking Bad” sabrán que se trata de un personaje sin escrúpulos capaz
de barajar hasta las últimas cartas de la situación que enfrenta para ponerlas
a su favor, casi siempre utilizando trucos sucios, pasando por alto la
legalidad o ética de lo que sea, esa viveza y habilidades de persuasión se
consumieron cuando al final de la serie decidió escapar de todo con una maleta
llena de dinero, optando por un decidido
bajo perfil y un estilo de vida anónimo que lo hará apartarse del riesgo de su vida
pasada logrando perdurar al margen de la ley, pero esa vida internamente lo
empieza a pudrir convirtiéndose simplemente en un reflejo de ese Saul Goodman
brillante que tantas tetras urdió, tal como se nos muestra en el prólogo del
primer capítulo de su serie homónima. No obstante antes de ser un abogado
malandrín Saul era Jimmy y se esforzaba
bastante por salir adelante en un camino donde todo lo tenía cuesta arriba.
Jimmy era básicamente un looser, alquilaba y vivía en una pequeña oficina que
le rentaba a un salón de belleza oriental, ensayaba sus discursos frente al
espejo, le asignaban casos de poca monta y ningún cliente importante lo miraba
en serio, a pesar de que desde el primer capítulo se nos presenta a un
personaje que no duda en usar medidas extremas para torcer las cosas a su
favor, es ante todo un tipo con una gran humanidad, capaz de desvivirse por su
hermano mayor, sacrificar buenas oportunidades de trabajo en pos de su amiga
Kim y especialmente mantener fieros códigos morales como no robar dinero (algo
que en el futuro será el detonante de su vida anónima y consecuente miseria),
no es que se trate de un santurrón, Jimmy es ambicioso, hiperventilado y
pasional, pero a lo largo de estas tres temporadas podemos comprobar que era
ante todo un tipo que día a día se esforzaba por apartarse de una línea que
separa lo permitido de lo ilícito.
Fácil sería decir que
Jimmy pierde todo rasgo de humanidad y compromiso con la ética al defraudarse
completamente de su hermano quien en reiteradas ocasiones demuestra su apatía
hacía él, primero prohibiéndole formar parte de la prestigiosa firma de
abogados que él fundó y luego emboscándolo con el fin de que le revoquen el
título de abogado. El desprecio de su hermano fue un golpe bajo para Jimmy y
potencio rápidamente el despertar de sus instintos más despiadados que luego
sabrá manejar con vileza cuando ya asuma el rol de Saul Goodman, pero no se
trata simplemente de una transformación por mera decepción, en realidad a lo largo
de la serie se deja ver con cierta ambigüedad que Jimmy siempre se sintió
inclinado a una vida delictiva, desde niño cultivo en su cabeza la idea de que
era mejor ser un lobo que una oveja (la oveja simbolizada por la figura de su
blando padre) y eso le hizo en su adolescencia convertirse en el “Slippin Jimmy”,
un típico chico problema que realizaba actos de vandalismo menor, este alter
ego persiguió a Jimmy por muchos años convirtiéndose en una perpetua carga para
su hermano mayor Chuck quien muchas veces tuvo que sacarlo de la cárcel y
hacerse cargo de sus desastres, al ir creciendo Jimmy empezó a mostrar ciertas
habilidades con las estafas y se fue puliendo en ese ámbito, sin embargo, en
algún punto de su vida quiso seguir el camino de su hermano a quien siempre
admiró y decidió estudiar derecho para terminar obteniendo su título de abogado,
esto sin el apoyo de nadie. Sin embargo, para Chuck esto era inconcebible, el
mismo chico que le había ocasionado tantos problemas en el pasado ahora con un título
en la mano seguramente haría un chiste de la profesión que tanto amaba.
Como vemos la
personalidad de Jimmy llama directamente al desastre, su modo salvaje de ser no
coincide ni se adapta al estilo formal y recto de una oficina de abogados comunes,
Jimmy parece tener más los rasgos de un artista que de un simple obrero, no
sigue las normas, prefiere manejarlas a su antojo, este toque apasionado
mezclado con la decepción que le produjo los eventos con su hermano pueden ir
forjando y empujando la personalidad inescrupulosa de Saul Godmman. Casi como
si se tratase de una responsabilidad compartida, el monstruo dormía en Jimmy,
pero la sociedad y sus devaneos lo han despertado de sopetón.
EL SINDROME DEL TÚ NUNCA
Cuántas veces hemos
escuchado que se sentencia la vida de alguna persona según su lugar de origen,
de esta forma un pobre esta destinado a ser ladrón, delincuente o drogadicto
porque lleva aquel estigma en su frente, “ése nunca llegará a nada más que ser
ladrón” solemos escuchar a veces de un muchacho que se pasa las horas del día
en las esquinas del barrio sin nada que hacer, ciertamente el ambiente en que se
mueve y aquel prejuicio que lo predefinen, le hacen a su mente convencerse de que realmente no tiene otro
destino que el que todos le sentencian sin si quiera darse un tiempo para
decidir realmente por su vida. Ese mismo prejuicio también cayó sobre Jimmy al
ser el Slippin Jimmy que su hermano tanto detesto, pero el problema aquí fue
que aunque Jimmy intentaba cambiar el rumbo de su vida luego de la muerte de su
madre, Chuck nunca pudo convencerse de aquello, sobre todo de que realmente
quería ser un abogado como él, siempre sintió que se trataba únicamente de
alguna malsana jugarreta de su hermano por llamar la atención. Jimmy fue capaz
de elegir su destino, pero el prejuicio que su hermano (la persona más
influyente en su vida) tenía sobre él lo termino hundiendo y haciendo que el Slippin
Jimmy surgiera de vez en cuando amenazando con controlar su vida.
Cuando en el capítulo
3X06 Jimmy le muestra a Kim el primer comercial en donde usa el alter ego de
Saul Goodman parece avergonzado ante ella, como si el personaje que ambos están
viendo en la tele fuese un ente ajeno y desequilibrado, pero en realidad la vergüenza
de Jimmy está al exponerse tal cual es frente a Kim y es que la tesis que
baraja esta serie es que Goodman siempre estuvo dentro de Jimmy, no fue tanto
como el caso de Walter White donde el poder lo termino convirtiendo en un duro,
aquí Jimmy siempre se sintió inclinado al riesgo, a vivir al límite, cuando
tuvo la oportunidad de quedarse en un buen trabajo que estaba plagado de normas
se sintió asfixiado, pero el personaje mantuvo sus códigos aunque como vimos al
final del capítulo 3X07 al dejar de importarle su hermano y pasar por sobre él
para conseguir sus objetivos (por primera vez en su vida) se está empezando a
dejar en claro que Saul Goodman será el
refugio perfecto para cuando Jimmy ya no le quede nadie por quien sentir alguna
clase de afecto.
¿Ese
tipo era tan bueno qué le pasó?
A medida que vamos
formándonos en esta sociedad nos dejan de importar muchas cosas, ya sea a
manera de rebeldía o simple egoísmo, pero queramos o no vamos forjando una
misantropía que en algunos explota mucho más, el apego al poder (en la forma
que sea) es el detonante indicado para que dejemos atrás ciertas creencias,
evitemos la mirada y la opinión sobre cosas de las que antes manteníamos una
fiera opinión…básicamente vamos abandonando nuestros códigos. Ciertamente la vida a veces nos
enfrenta a situaciones donde tomamos decisiones cuestionables al punto que
podemos llegar a desfavorecer a otros para salvar nuestro pellejo y simplemente
preferimos no pensar en ello. No soy quién para juzgar, pero evidentemente
mantengo ciertos códigos en mi cabeza que me impiden romper con toda norma o
contrato social implícito, sin embargo, qué pasa por la cabeza de aquel que
pierde toda clase de escrúpulos, aquella persona que no duda un segundo en
avasallar al resto en todo momento con tal de conseguir sus objetivos. Según la
psicología las personas que no tienen escrúpulos y suelen manejar al resto para
su conveniencia son denominadas como maquiavélicas por su extrema
despreocupación en cuanto a la moral circundante. Su falta de conciencia a la
hora de ver el resultado de sus acciones es un rasgo distintivo que a veces se
cruza con el narcicismo e incluso la psicopatía, por su puesto estamos hablando
de casos sumamente extremos así que no se asusten si en más de alguna ocasión
se han comportado como cerdos egoístas queridos lectores.
Una investigación
públicada en la revista Brain and Cognition y llevada a cabo por psicólogos Húngaros
descubrieron que los neurotransmisores de las personas que tenían una tendencia
a dominar a sus compañeros en un entorno laboral se ponían a mil cuando se
encontraban con gente más apegada a las leyes que ellos, según esta
investigación esto era básicamente porque buscaban la forma de aprovecharse de esas
personas. En los años 60’ los psicólogos sociales Richard Christie y Florence
L. Geis desarrollaron un test para adivinar el nivel de maquiavelismo de cada
persona. El test recibió el nombre de Mach IV y utilizaban algunas de las
máximas del famoso politólogo Nicolás Maquiavelo con las cuales los aludidos
tenían que decir si estaban o no de acuerdo con frases como “La mayor
diferencia entre la mayor parte de criminales y los demás es que los criminales
son lo suficientemente estúpidos como para que los atrapen”; “En general, la
gente no trabaja duro a no ser que la obliguen a ello.” o “Se puede dar por
seguro que todas las personas tienen un lado oscuro que saldrá a la luz en
cuanto tengan la oportunidad.” Aunque también habían frases un poco más
luminosas como “En términos generales, es mejor ser humilde y honesto que
importante y deshonesto.” O “Es posible ser bueno en todos los sentidos.” Este
test aunque no definía necesariamente el comportamiento social de aquellos
individuos que podían parecer más egoístas, sí arrojaba un indicativo clave que
aquellos que avanzaban por la vida sin escrúpulos tenían una menor carga
emocional en las áreas de su cerebro, gente más fría a la hora de proceder.
¿Será entonces como muestra la serie que Jimmy sólo necesita perder el cariño
de todas las personas que están a su alrededor para convertirse en un completo
hijo de puta?
El gran Nicolás Maquiavelo, tratado injustamente por la historia |
Etimológicamente los
escrúpulos son piedrecitas que se incrustan en los zapatos, por lo que andar
con escrúpulos literalmente sería andar con una molestia que no te deja
caminar, llevado al plano moral los escrúpulos son aquellos que no te dejan
dormir en paz, la gente con un nivel de maquiavelismo muy elevado según los
psicólogos se sienten a full al ver la posibilidad de aprovecharse de alguien,
es algo adictivo, así como Jimmy siente esa adición al riesgo y romper las
normas para hacer las cosas a su modo. En definitiva lo que te convierte en un
hijo de puta es alejarte de aquello que en algún momento te proveyó de una
inmensa humanidad, en particular el caso de Jimmy es claro que en el momento
que Kim se aparte de su lado él mandará todo a la mierda y el último retazo de
bondad se irá a la alcantarilla, convirtiéndose en ese desgraciado sin
escrúpulos que sin embargo tan bien nos caía a todos.-
Si quieres hacer el test Mach IV pincha aquí
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