Otro pequeño ejercicio audiovisual en donde leo uno de mis poemas y le pongo imágenes para ver qué pasa.
Este poema surgió una tarde en que salí a vagabundear por el centro de la ciudad de Córdoba, pensando mil cosas que no terminaban de concluirse: El trabajo, qué haré con mi vida, cómo fluir en esta existencia, cómo lograr algún día vivir solo de la escritura, para dónde emigraré después, cómo vencer la tiranía del dinero, cómo romper los esquemas sexuales que dictaminan mi mente. En fin, mucha paja mental que era acompañada de las imágenes de un centro atestado de gente que iba y venía, muchas familias y muchas parejas dando vueltas, matando la tarde, cagándose de risa y yo ahí con mi amargura y absurdo existencial mirándolos como un gato que sólo quiere soledad en medio de la bulla, pensando que quizás, en el fondo, sólo me hacía falta un amigx, pero quién y bajo qué condiciones, o quizás me hace falta voluntad, o quizás salir del trabajo de mierda en el que estoy y hacer algo que me gratifique más. O quizás... no sé, no me sentí tan integrado al andar urbano de todas esas almas que iban y venían. Lo mío fue una deriva, tanto física como mental. En fin acá va el poema, inicia con el extracto del audio de una entrevista que le hicieron a Cortázar en un programa español de los años 70', una entrevista que recomiendo completamente. En el extracto Cortázar habla sobre sus ansias de soledad, que al mismo tiempo a veces llega a ser una condena, lo que me identificó bastante.
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