lunes, 4 de enero de 2021

Un poema salivoso


 Empecemos el año, como es la costumbre con un poema inédito e ideal para estas épocas de contagios y virulencias, por supuesto, qué rico que es besar, pero que más rico es que te tiren un buen gargajo directo a la boca, como todo un proyectil de guerra.


 

 Coleccionista de sabores

¿Qué placer buscamos

en tanta saliva ajena?

Qué vicio me atrapa cuando tu espuma se desliza sutil y prospera

por los montes heridos de mi lengua seca.

Fuego viscoso y baba ardiente

tus labios esconden un secreto sin palabras

que electrifica

bombea

y explota

mi sentir sensual, brusco, animal.

 

¿Qué placer esconde

el deseo de un escupitajo en el paladar del otrx?

como una serpiente eyectando su veneno

sobre la victima  de rodillas y brazos abiertos,

que espera complaciente

el centellante brillo

de aquel líquido espeso

que ahora se escapa por los costados de aquellos golosos labios

en un juego de secreciones

que confunden su inicio y  su final.

 

¿Qué placer sospechas

se cocina en tu retina

cuando echas a pelear cuerpo-cuerpo las lenguas?

cuando éstas se empujan hasta vaciar los fluidos mutuos

y se extingue tan rápido

que evacua el dolor de la rutina

y el amargo sabor de una asquerosa comida.

 

¿Qué placer sospechas?

Me da tu saliva

La membrana de tu lengua

De mi lengua

De tantas lenguas por probar

Por robar

Por saquear

Para la colección de sensaciones que esta lengua dormida pide hidratar.-


No hay comentarios:

Publicar un comentario