No soy un seguidor acérrimo del trio británico, pero si algo tiene MUSE es persistencia. Consiguieron a punta de trabajo y perseverancia salir del encajonado sitial en que en un principio la esquiva prensa musical los etiquetó. Con el britrock dando sus últimos zarpazos antes de hundirse, muchxs consideraron que el grupo era un remanente de Radiohead, por lo demás, de los Radiohead de sus primeros tres discos, pero el tiempo nos dio muestras que esto no era para nada así y encontrando su propio estilo con uno que otro punto bajo discutible, Matt Bellamy, Cris Wolstenholme y Dominic Howard han forjado una discografía exquisita y digna de admirar, por lo mismo y porque este año regresarán y parece que volverán a la épica que tanto les gusta, vamos a revisar este RANK del peor al mejor disco de Muse (ese mejor disco creo que automáticamente saben cuál es) sin más demora embarquémonos en este viaje lleno de conspiraciones, paranoias, secretos de estado y pulverizadores sonidos de rock.
#8 The 2nd Law (2012)
Primero que todo habría que aclarar que no siento que Muse tenga malos discos, de hecho, este que es el que está más abajo en la lista es realmente un trabajo destacable sólo que en comparación a su historia es el que más flancos criticables tiene, careciendo un poco del estilo, originalidad y prestancia con que los británicos han sabido moverse. Para empezar la mezcla de dubtep y electronica (muy de moda por esos años) con temas como “The 2nd Law: Unsustainable” o “The 2nd Law: Isolated Syste” esta un poco desnivelado, en el primero siento que se usa el dubstep de manera inteligente ya que el tema tiene aires de ser un trailer cinematográfico que te presenta una inminente catástrofe y la parte dubstep es realmente delirante, pero para el momento en que aparece dentro del disco (de los últimos temas) se siente sin sentido, a todas luces la canción debió haber abierto el disco, tenía mucha fuerza para generar expectativas, pero aún así para mí funciona bien, no obstante en el segundo tema la electrónica parece una experimentación sosa, poco imaginativa. Así mismo los temas compuestos y cantados por el bajista Cris Wolstenholme lamentablemente se sienten sin magia, quizás “Save Me” tiene un toque nostálgico que podría enganchar de algún modo con los temas del primer disco de la banda, pero no enciende motores, mientras que “Liquid State” aunque con una excelente línea de bajo, es bastante predecible en su estructura. “Survival” es un homenaje al Queen más olímpico, no por nada el tema fue usado en los juegos olímpicos de ese año en Inglaterra, pero se siente demasiado carente de originalidad, aunque la interpretación realmente es magnífica con coros orquestales y toda la parafernalia. Quizás ahí esta el problema de este trabajo, la distribución de sus temas en los que puedes encontrar una odisea épica a un delirio apocalíptico con dubstep de fondo, sin mucha coherencia entre si. Incluso hay momentos que los vuelven a remitir a RADIOHEAD como en “Animals” otra vez gran canción, pero pésima premisa, lo peor quizás son los momentos pop edulcorados como ocurre con “Explorers” o “Big Freeze” que es a todas luces un U2 con esteroides. De todos modos hay momentos que sobresalen aunque sea sólo como canción aislada, ocurre con la divertida y Funky “Panic Station” o la bien lograda “Madness” donde la electrónica más popera consigue fusionarse de un modo correcto con el sentimiento intenso de la banda. Incluso el tema que abre el disco “Supremacy” parecería haber estado mejor en alguno de sus antiguos discos, excelente canción, llena de recursos ingeniosos, pero que se pierde en un álbum tan poco cohesionado.
Canciones destacadas: “Supremacy”; “Panic Station”; “Madness”; “Animals”
#7 The Resistence (2009)
Nunca me quedo muy claro que pretendían hacer con este disco, parte de una manera desafiante con “Uprising” canción la cual si bien por si sola funciona perfectamente, igualmente no produce mayor atractivo y termina cansando si se escucha reiteradamente. Bebiendo de sobremanera del pomposo rock progresivo setentero, Bellamy lleva adelante un imaginario de escenarios distopicos que ya para ese tiempo parecían bastante inocente, superficial tal vez, al contrario de las letras de otros discos en los que sólo un conspiranoico podía llegar a entender las verdaderas referencias ocultas. Por supuesto la banda ejecuta su tarea de manera impecable, el baterista que ya venía deslumbrando por su versátil técnica es quizás lo mejor que podemos apreciar, sus redobles en el tema “Resistence” le dan al corte una sensación muchísimo más rica de lo que es realmente. “Undisclore Desire” es una canción que no suele gustar mucho a la audiencia más cabeza de rock de la banda, pero creo que es un ejercicio interesante de llevar adelante la influencia de Depech Mode, pero al mismo tiempo creo que es la canción que más se aleja del estilo de la banda y sirve más como una curiosidad, como sabemos a futuro mejorarían mucho más este cruce de pop electrónico con rock pomposo, en todo caso ¡que buen juego de percusiones! “United States of Eurasia” es el tema más logrado dentro de esta idea de generar un rock fenomenal para estadios con pomposidad y niveles altos de epicidad, con pasajes en piano de Chopin y ecos al Queen de “Bohemia Rhapsody”, realmente una canción con mucha clase en toda su composición. “I Belong to you” tampoco es un tema que guste mucho en general ¡pero a mí me encanta! el reemplazo de la guitarra por un piano de cabaret (y un posterior clarinete), además de un bajo funky mucho más protagónico de lo que suele estar (pobre Cris casi siempre a la sombra) y ese interludio en francés es honestamente sobrecogedor, quizás un poco pretencioso, pero a mí siempre me resulto perfecto. Por desgracia el resto de los temas parece esforzarse mucho en llevar adelante la complejidad del rock progresivo a un nivel de estadios en el que a veces simplemente no tiene lugar, el mejor ejemplo es “Exogenesis” un tema de tres partes que agota y atrona.
Canciones destacadas: “Resistence”; “I Belong to You”; “United States of Eurasia”; “MK Ultra”
#6 Drones (2015)
Drone en su momento fue una especie de bengala que anunciaba al Muse más eufórico y directo que se había perdido hace algunos discos atrás, eso lo insinuó “Psycho” tema efectista que se plagia de “Uprising” sólo que de forma más agresiva por decirlo de algún modo. Finlamente “Drones” no fue lo que esperaban, pero creo que este disco consigue puntos muy altos en los climas que propone, mucho más asfixiantes y terroríficos como pasaba en “Absolution” así ocurre en la grandiosa “Dead Inside” el concepto del disco sigue la narrativa de un simple mortal que busca revelarse del gris sistema, simple, pero bien llevado, el primer corte nos sitúa en el contexto de este personaje y la banda sabe llevarnos por recovecos complejos usando la emoción de su música. “Reapers” es otra mezcla de buen rock progresivo, siguiendo el camino pavimentado por Rush como power trio, la banda se despacha una de sus canciones más salvajes con una intro de guitarra demoledora y fantástica. “Defector” antecedida por una intra en la que escuchamos un audio de John F Kennedy, es otro gran tema que exprime lo mejor del disco “The Resistence” mientras que “Aftermath” en su misteriosa obertura nos transporta a una intro de órganos tubulares da paso a uno de los momentos más lisérgicos de la banda. “The Globalist” son palabras mayores, un track de diez minutos, complejo, narrativo, con ecos al Radiohead más introspectivo, pero con guitarras marcadas del estilo Bellami: pasajes violentos, tiernos, introspectivos, es una maravilla de canción, hermosa e intensa. Por supuesto el disco por momentos tropieza en su ímpetu por querer seguir siendo un éxito masivo y fuerza temas bastante flojos que sólo parecen funcionar en torno a su coro y que se alejan bastante de la mayoría de las canciones que menciono, es el caso de la popera y muy Coldplay “Mercy” o la prescindible “Revolt” momentos que hacen decaer el disco por ser de una melodía demasiado sonsa.
Canciones destacadas: “The Globalist”; “Aftermath”; “Reapers”; “Defector”; “Dead Inside”
#5 Showbiz (1998)
Luego de varios años de prueba y error, la culminación del duro proceso de formación llegó con este debut que realmente dejo la nota muy alta. Ciertamente muchas compañías disqueras eran reticentes a contratar a Muse ya que no encajaban en una línea muy clara del rock mainstream de la época. Este disco despliega un sonido que envuelve, es un rock que toma elementos de las principales influencias de la banda, desde el grunge de Nirvana, pasando por el rock gotico de The Church, algo de post punk de Killing Joke y un inconfundible tufillo a Led Zeppelin. El disco se considera como uno de los más directos del conjunto al carecer de mucho artificio en términos de producción, son simplemente tres muchachos muy virtuosos sacando adelante un rock musculoso, pero lleno de matices que los hace casi inclasificables en su momento, del mismo modo es el disco que menos temática lirica comparte a diferencia de los que le siguieron, ya que más allá de cantarle a conspiraciones planetarias, alienígenas o guerras secretas, en este disco Bellamy narra de forma media fragmentada todas las experiencias que la banda tuvo que pasar para llegar a grabar el disco, lo que no es menor si consideramos que la banda entre tira y afloja comenzó sus andanzas el 94’ y este disco se publicó el 98’ recién, justamente al calor de la efervescencia que había dejado Radiohead con su Ok Computer, y por supuesto el falsete de Bellamy y las notas más introvertidas sólo fueron achacadas a una copia de identidad musical, lo que no tiene nada que ver, si bien es cierto el tema “Showbiz” en algunos momentos puede sonar a algo que Radiohead elaboraría en su segundo disco, realmente se nota la fuerza de la guitarra y el clima más catastrófico que los de Abbington jamás se hubiesen atrevido a operar, pero no puedo decir lo mismo de “Unintended” o “Cave” que de algún modo transmiten esa vibra entre deprimente y confusa que Radiohead llevo adelante, aunque con un poco más de decibeles. De todas formas, la fuerza más orgásmica de temas alucinantes y poco valorados como “Fillip”; “Uno” u “Overdub” dan cuenta de una energía visceral, explosiva, pero acertada. Que decir de “Muscle Museum” el germen de lo que sería el sonido más definitivo de esta banda o la cándida “Escape” (que también respira mucho del Iron Lung de Radiohead, pero de algún modo termina sintiéndose como una canción que no tiene nada que ver con esa banda) así como el desenfreno con toques de blues que despliega “Falling Down” Un disco entretenido, enérgico, con excelente equilibrio entre los instrumentos y climas bastante bien logrados, que deja más de alguna sorpresa a quien lo escuche.
Canciones recomendadas: “Muscel Museum”; “Falling Down”; “Uno”; “Fillip”; “Hate this & I love you”; “Overdue”
#4 Simulation Theory (2018)
Vaya sorpresa me lleve con este disco del cual había leído comentarios y criticas muy negativas, pero realmente este uno de esos ejercicios que yo valoro, así como aplaudí que Green Day en su último disco buscara “nuevos horizontes” (dentro de su espectro) Muse lo hizo muy bien llevando adelante un disco de sonidos new wave y synth pop, géneros que de alguna manera ya habían llevado adelante en otras canciones, pero esta vez deciden enfrascar ese sonido en una propuesta de disco logrando ampliar mucho más las posibilidades que ese genero les podría proponer. “The Dark side” es una gran canción que nos lleva a un mundo de colores cibernético vintage que se mezclan con la clásica intensidad del grupo, pero con una vibra popera retro bien producida. El disco mantiene todo el rato esa esencia conceptual lo que hace que la propuesta sea precisa y no se pierda por la tangente incluso cuando despachan un tema mucho más gamberro como lo es “Pressure” donde los momentos bailables no se dejan esperar. Lúdico y activo, canciones como “Break it to me” o “Dig Down” saben manejar un pop electrónico y juguetón con los clásicos coros melodramáticos de Bellamy. “Get up and fight” es pegadiza, bien new wave, pero con la característica estridencia que tiene la banda para transmitir coros. “Blockades” es mi favorita, techno pop que de algún modo ya han probado en muchas otras canciones, pero dentro del contexto del álbum se siente fresca y vigorizante, por cierto, gran provecho saca Cris de su bajo para todo este disco, quizás el que más le hace justicia dentro de la discografía. Por supuesto el disco tiene algunos patinazos como la soporífera “The Void” que es además con la que concluyen el disco, pésima elección. O, también, la muy Imagine Dragons “Thought Companion” que realmente suena a ese pop de moda desprovisto de musculo, característica constante en la banda. De todos modos un ejercicio que abre nuevos caminos para los sonidos de Muse y de la que considero salen bastante bien parados.
Canciones destacadas: “Pressure”; “Break it to me”; “Dig Down”; “Get up and fight”; “Blockades”; “The Dark Side”; “Algorithm”; “Propaganda”
#3 Origin of Symmetri (2001)
Un verdadero salto cualitativo fue el que se pegó Muse entre su primer y segundo disco, prácticamente la banda, aunque manteniendo elementos claves de su debut, en este ya dan rienda suelta a todo eso que en el futuro los perfilarán como la gran banda de estadio que son actualmente. Un rock mucho más épico, pero milimétrico en sus funciones, bien ajustado, cada nota en su lugar, la voz de Bellamy ya no abusa tanto del del falsete y propone jugar con otros timbres vocales, alejándose mucho de las comparaciones odiosas con Thom Yorke. Se podría decir que aquí es donde MUSE pone la piedra final para definir un sonido con características mucho más románticas con respecto a las escalas de sus canciones. Si bien la implementación del piano no es una novedad, sí lo es la forma dinámica y protagónica que éste adquiere en el enjambre de sonidos a ratos psicodélicos, pero potentes así como esa línea popera que se incrusta de forma excelente con la explosión melódica, otorgando genuinos momentos sentimentales. La temática también comienza a ser un tema recurrente desde este disco, abordando cuestiones filosóficas, físicas y espaciales, en este caso gran parte de las letras son inspiradas en el libro “Hiperspacio” del científico Michio Kaku, haciendo que el disco por todos lados mantenga un halo de originalidad y al mismo tiempo referencialidad a grandes exponentes del rock progresivo de fines de los setenta, pero ojo, MUSE aún no se acerca del todo a los vericuetos del progresivo, sí coquetean bastante bien con elementos propios como pasa con la bestial intro guitarrera de “Hyper Music” la cual deviene en un tema de rock crudo, pero con un bajo palpitante y una batería técnica y bombeante. Las melodías de coros masivos y poperos como ocurre en “Plug in Baby” o en la volátil “Bliss” dejan ver la potencialidad que la banda tiene para construir verdaderos himnos tanto en canto como en melodía instrumental. Por supuesto momentos más dramáticos y rimbombantes se encuentran presentes en la excelente “New Born” con un quiebre jodidamente genial, o la compleja “Citizen Erased” que parece a ratos sacada de alguno de los primeros discos de Placebo, pero si éstos le hubiesen puesto esteroides a sus guitarras. El sonido distorsionado de las cuerdas de Bellamy, muy cargado y enfático está presente en casi todos los temas, pero es indudable que en algunos destaca más como ocurre en la acojonante “Micro cuts”, mientras que el piano mantiene la tensión en momentos claves, en canciones como la paradójica “Space Dementa” o en “Megalomania” en donde los tubos de piano de iglesia le otorgan ese sonido barroco y medio catedrático a la banda. Pero incluso hay momentos para homenajes y muy buenos como ocurre con el laureado cover a “Feeling Good” que la banda nunca pudo quitar de sus setlist, manteniendo el blues y la sensualidad - pero de forma coherente con los principios sonoros del disco – son los elementos que elaboran un cover que consigue hablar el propio idioma de la banda. Un disco imprescindible para entender el panorama musical de principios de los 2000.
Canciones recomendadas: “New Born”; “Bliss”; “Space Dementa”; “Hyper Music”; “Plug in Baby”; “Citizen Erased”; “Screenager”; “Feeling Good”; “Megalomania”
#2 Black Hole And Revelations (2006)
No creo que sea sorpresa el disco que esta en el primer lugar de este RANK, pero para mi corazón “Black Hole And Revelations” siempre será el mejor disco de Muse. Parafernalia, rock de estadio, variedad de melodías, concepto totalmente enfocado, propuesta estilística. Es para mí el disco que mejor llevo adelante la propuesta musical del trio. Además le tengo mucho cariño prácticamente porque fue el primero que escuche de esta banda y me engancho de inmediato, lo que no es difícil porque este trabajo a nivel de producción es impecable, a nivel comercial consigue desplegar un rock amigable, pero contundente propio de bandas del nivel de Rush o Queen y a nivel artístico sorprende por sus impredecibles giros. En cierto modo mantiene la estela que dejo su anterior disco, pero un poco más compactada. Las influencias en este caso empiezan a ser mucho más grandilocuentes y se alejan bastante del estatus medio de culto que habían alcanzado con “Absolution” disco que pese a todo mantiene cierta complejidad que en este caso prefieren omitir y quizás ahí está el por qué muchxs fans consideran mejor uno que otro, es cierto que este trabajo busca ser mucho más masivo sin culpa alguna. Pero la mezcla con afectación melodramática de canciones tan easy friendly como “Starlight” o “Soldier´s poem” resultan efectivas y frescas, así como el bailable y sensual “Supermasive Black Hole” un batatazo que han intentado repetir varias veces en sus siguientes discos. Mixturas con elementos de la música flamenca se adhieren muy bien a la voz de Bellamy y la potente batería de Dominic en temazos como “City of delusión” o “Hoodo” mientras que en “Maps of problematic” la banda se atreve con algo que un poco ya venía tanteando, electrónica (en este caso muy influenciado por los New Order) adherida a la intensidad y virtuosismo rockero de la banda. Pero por supuesto el disco no tendría toda esta investidura si no fuese por el gran tema que el grupo hasta el día de hoy le cuesta superar “Knight of cidonia” un extenso track que combina con inteligencia el sonido del rock progresivo setentero, detalles de electrónica que en conjunto a la letra de imaginería épica nos otorga una estética steampunk, por supuesto un coro de ovación olímpica (otro recurso que seguirían usando mucho) y una excelente guitarra que recuerda al rock clásico de bandas como The Tornados, pero también a la escencia pura de Morricone. Pero el disco no es perfecto y hay canciones que por momentos no inspiran lo mismo pese a su excelente ejecución como “Exo-Politics” un hard rock que ya lo tenían re contra superado o la canción que abre todo “Take a bow” si bien con esos teclados a lo Rick Wakeman, el tema promete, pero no cumple demasiadas. De todos modos, otro gran momento en que la banda toco el cielo.
Canciones destacadas: “Knight of cidonia”; “Maps of problematic”; City of delusión”; “Hoodo”; “Starlight”; “Soldier´s poem” ;“Supermasive Black Hole”; “Assassin”
#1 Absolution (2003)
Predecible, esperable, pero la verdad que no quedaba de otra “Absolution” es una obra maestra, el único disco hasta el momento en que los tres integrantes se sumergieron en la composición de las canciones con técnicas de grabación originales que le agregan esos pequeños detalles que hacen que el trabajo se siente muchísimo más emblemático. Pasando por el rock alternativo, el metal progresivo, momentos de punk, elementos del art rock y un constante filo de melodías que te mantienen al borde del colapso, “Absolution” es una de esas joyas del rock dosmilero que parece no envejecer nunca. Un disco que resuelve muy bien la intensidad del rock más elemental en canciones como “Hysteria”, “Time is runing out” o “The small print” o la ignorada “Thoughts Of A Dying Atheist” cuyas escalas vocales recuerdan mucho el canto de Hyde de la banda japonesa L´arc en Ciel. A su vez la experimentación no se permite limites como ocurre en la dramática y elocuente “Apocalipsis now” o en el vals de aura maligna que emite “Sing for absolutions” los momentos calmos están bien distribuidos en canciones que mantienen esa vibra delicada e íntima como “Falling away with you” que se permite elevarse en sus coros con potencia, o la interesante “Blackout” un verdadero vals de borracheras y perdiciones. En este disco los tres integrantes brillan de forma acertada, tienen sus momentos destacados y además le proporcionan un aire solemne a cada canción, como ocurre en la grandiosa “Butterfly and Hurricane” que se permite una sección metalera digna de los momentos más álgidos de Porcupine Three, o el salvaje riff y acelerada batería que se expone en la genial “Stockolme Syndrome” sin duda una de mis canciones favoritas del grupo, con todos los efectos que le adhieren sigue siendo un tema bestial en su ejecución. “Endlessly” consigue llevar adelante un ritmo más cercano al acid jazz que propone mayores posibilidades a los sonidos del grupo, realmente parece un tema mucho más dance en su propuesta a su vez el último tema “Ruled by Secrecy” si bien puede sonar un poco a Radiohead, es un concentrado más práctico del dramatismo y fuerza que MUSE puede alcanzar. Este disco siempre ha sido el referente con que lxs fanaticxs de la banda han ido comparando el resto de los discos que vinieron después, un poco como una maldición para el trio, pero qué más se puede decir, realizaron una de las obras más destacadas y lucidas del nuevo milenio, se despegaron totalmente de las odiosas comparaciones con Radiohead y se adentraron con fuerza en las puertas del mainstream, pese a ser un disco conceptual y de variadas melodías en su forma. Honor a quien honor merece,
Canciones destacadas: TODAS (incluso la intro y los interludios)
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