domingo, 3 de mayo de 2015

Sábado Gigante... ¡A los leones, a los leones!



Sábado Gigante llego a su fin, la cadena de televisión “Univisión” pacto su cancelación definitiva con el programa después de una longeva existencia de 53 años comandado por el infalible Don Francisco. Para los chilenos aparentemente esto nos debería decir algo y es que uno no puede escapar de la cultura popular que se construye en la práctica misma de la existencia.

Para los que no lo sepan (que deben ser la minoría más recalcitrante) Sábado Gigante era un programa chileno de variedades que nació en los sesenta en Canal 13 (Canal de la Universidad Católica) y en el que se intercalaban diversos espacios de concursos para el público presente del programa (siendo el más popular el de un Karaoke en donde cuyos participantes desentonados eran castigados por un personaje llamado “El chacal”) así como también de  conversación con estrellas famosas o personajes “notables” del diario vivir o simplemente con especialista de un tema en específico  y también de infaltables sketch humorísticos. El programa llegó a un nivel de notoriedad tan impactante en la sociedad chilena que a fines de los  ochenta el concepto fue comprado por la cadena Univisión y el show se comenzó a grabar y transmitir desde Miami y aunque en un principio  Don Francisco sólo co-animaba debido a que se trataba de un desconocido para la masa latina ya desde la década de los noventa asumió el control total del programa y a partir de ese momento éste sólo se transmitió desde Miami hacía al mundo dejando por muchos años  a Chile huérfano de la marca “Sábado Gigante” aunque esto no quito que por gran parte de aquella década el programa siguiese siendo el más visto durante las tardes de Sábado en el país, será a principios del 2000 cuando el programa vuelva a grabarse en estudios chilenos bajo la conducción de la hija de Don Francisco, Vivi Kreutzberger, alternando así contenido que se realizaban en Miami y en Chile generando un hibrido un tanto extravagante para el público, pero que no obstante resulto bien y volvió a inyectar al espacio de popularidad, el 2010 Vivi Kreutzberger renuncia a Canal 13 y la estación televisiva vuelve a emitir el programa en su versión internacionalizada.

Bien, con ese resumen queda claro la magnitud del programa y la importancia que generó en la cultura popular al ser prácticamente el único show televisivo que se ha mantenido con vida y estable desde los sesenta no sólo en Chile sino que en toda Latinoamérica conservándose en el inconsciente colectivo de una generación como un emblema televisivo y siendo asumido por todos como una cosa eterna que iba a seguir ahí para siempre, de hecho, expresiones propias ingeniadas por Don Francisco como “¡Que venga la modelo!”; “¡Se lo ganó!”; “Y, fuera y fuera”… han sido llevadas a la jerga común y naturalizadas como propias en el hablar diario, sin embargo, desde hace ya varios años el programa iba en caída libre con respecto al rating lo cual sumado al cada vez más evidente desgaste de su consagrado animador no auguraba más que una obvia cancelación, por eso no es una sorpresa que se anunciase su cierre, para nada, lo que a mí sí me llama la atención es esa lambisconería que este hecho genera en la gente, las redes sociales no tardan en inundarse de pesares ante el final y son más las voces de agradecimiento y tristeza que los que realmente ven esto como un gesto natural de la historia televisiva.


Al cesar lo que es del cesar, sea como sea, es un programa que ha llevado a Latinoamérica a un cierto nivel de importancia para la cultura gringa, y el sólo hecho de que se haya mantenido con fuerza durante tantas décadas es una proeza difícil de igualar para cualquier equipo humano que vive de la televisión, aunque por lo mismo a mí me parece tan inaudito que Sábado Gigante no se haya extinguido antes, su formato es anticuado, obtuso e insustancial, ni siquiera como un programa de entretenimiento mantenía buenos parámetros y ya para la década pasada no tenía razón de ser, representaba una televisión prehistórica donde la ingenuidad del televidente era el motor que la echaba a andar. Más allá de eso Sábado Gigante logró su tiempo de oro en la década de los ochenta, cuando chile estaba en el proceso más duro económicamente de la dictadura militar y la misión de este programa que se estiraba como chicle en maratónicas sesiones de siete u ocho horas era básicamente la evasión de la cruda realidad hacía la clase social que justamente era la más golpeada a raíz de aquella crisis económica, está bien, cuando hay problemas es mejor tirar para arriba que para abajo, pero evadirse completamente tampoco te lleva a nada, al contrario a las finales te seguirás topando con los problemas y eso sólo puede desencadenar en una fuerte depresión, mejor escudriñar y pensar que esquivar y bloquear, pero está bien, démosle crédito ya que de todas formas en esa época represiva la televisión en general era un circo que no buscaba –ni podía buscar- la reflexión, mas, aun así dentro de su propia envergadura Sábado Gigante (programa importante y con influencia por si misma) tenía la oportunidad de echarle una mirada a la sociedad con una postura si bien neutral no menos reflexiva: la realidad de los jóvenes, los problemas en el trabajo, todo se podía abordar con la mirada más políticamente correcta, pero al final todo era transformado en un chiste por parte de Don Francis, un chiste redundante que no llevaba a ninguna parte. Don francisco entendió su carrera en base a la irreverencia, humillación y denostación de la clase más humilde así como también a la ambigüedad política (bueno, ambigüedad, ambigüedad, tampoco tanto creo que es obvio que este personaje  no llevaría jamás la bandera de un gobierno de verdadera izquierda) Con su profesionalismo y carisma supo darle al público un fanfarrón soportable y a los poderes facticos un  eslabón indisoluble  para mantener las cosas a tal como le conviene al poder que estén. 

Don francisco desaprovechando un buen momento en pos de la payasada


Después del éxito en la televisión Don Francisco sabía que debía inmortalizar su legado en algo menos vergonzoso y ahí vino su gran empresa solidaria -hoy también muy cuestionada- que es la teletón, su importancia política al momento de entrevistar candidatos a la presidencia y su poder accionista en bastante empresas y holding internacionales, su valor como figura latina en Estados Unidos,  su nivel de entrevistador al momento de pararse frente a cantantes y estrellas famosas del espectáculo. Don Francisco llegó más lejos que muchos, pero a decir verdad lo hizo pisoteando a una clase social que ya estaba hundida y que pensando en que estaban de fiesta con un compadre más se dejaron pisotear. ¿Por qué Don Francis no trata de igual forma a George Bush o a Obama cuando los entrevista que cuando lo hace con un jardinero latino al cual ningunea para chiste del público? ¿Acaso el jardinero latino tiene menos dignidad que los presidentes gringos? Al hacer ese simple acto Don Francis transmite esquemas de poder que se replican en la sociedad naturalizadamente, está bien, tampoco voy a ser tonto grave, es licito que si la broma se hace en un espacio lúdico como un concurso que es abiertamente jocoso como el karaoke del chacal pueda estar bien, pero muchas veces Don Francisco no esperaba la hora de los concursos para reírse de sus fieles asistentes. En todo caso esta crítica no es nueva ni original, Don Francis ya se la había ganado a los principios de su carrera, y sin embargo, tal vez ahí en los sesenta ese estilo hiperventilado y directo proponía algo más interesante para una televisión acartonada y en pañales, aunque seguir con la misma dinámica en una época que gritaba fuertes cambios como en la era de los noventa es algo imperdonable, un estilo que jamás busca meterse con los más fuertes, pero bueno el colmo ya fue mantener el mismo estilo denostativo y hasta misógino en las décadas del 2000 y 2010, eso sí que era para no creerlo, si hasta el mismo periódico inglés The Guardian lanzó una crítica al respecto.



"Simboliza una forma anticuada de ver a los latinos y un tipo de comedia que se basa en ridiculizar a la gente por ganar ratings. El programa unió a los latinos a través de continentes y generaciones, pero su misoginia y racismo se transformaron en su sello mientras quienes veían el programa superaban esa forma de ver el mundo".

"(Don Francisco) también saca a mujeres de todas las edades desde la audiencia, agarrándolas de las manos, muñecas, codos o de la cintura, para hacer comentarios de sus cuerpos. No sé si alguna mujer se ha quejado al aire de la insistencia física de Don Francisco, pero él fue demandado por acoso sexual por una ex modelo del show".

Fuente La tercera 
 
 En fin y con todo esto ya expuesto aún hay gente que no se lo piensa mucho y alza su lamento por el fin del programa ¿de verdad esas palabras de buena crianza son necesarias? Sábado gigante se sostenía por un público muy puntual, un segmento de tercera edad que ya no está tan presente sea por la razón que sea, yo recuerdo de pequeño largos sábados de estar junto a mi abuela, aburridísimo, viendo ese programa mientras le sacaba algunas revistas a mi nona y se las rayaba para solventar un poco el tedio de la jornada, en fin,  podía sentir empatía por un programa así y la gente que lo veía, como mi abuela, era simplemente porque no tenía nada mejor que hacer y se habían acostumbrado a que era lo único que valía la pena. Sábado Gigante se dejó de transmitir en chile desde el 2012, a esas alturas nadie lo echaba de menos y hasta se celebraba el corte en la programación, ahora que se anuncia su fin definitivo muchos lloran, ¿a qué se debe todo eso? ¿Realmente tan importante fue Sábado Gigante para la generación post 90?   El cadáver estaba respirando en paz, ahora por fin se puede enterrar y yo sí celebro eso, espero que de paso a una nueva y mejor televisión… aunque mi pesimismo me previene.-

                               El carismatico Don Francisco "jugando" con su publico

 


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