martes, 12 de mayo de 2015

Pequeña novela por entregas: Reseña de un bajista despreocupado Tercera parte


Continuamos con esta historia inspirada en Mr Bungle, aproposito, Faith No More ha confirmado su regreso a varios países Latinoamericanos en el marco de la gira promocional de su nuevo disco (un disco después de 20 años) del que pronto estaré hablando por estos lados. Ahora sin más los dejo con el penultimo capítulo de esta novelita llamada "Reseñas de un bajista despreocupado"

Aquí el capitulo I
Aquí el capitulo II


 
  • Disco B
Los siguientes tres años después de la gira del primer disco nuestros encuentros fueron sólo para eventos puntuales (como mi graduación o la boda de Michelle con su novia francesa) aunque también solíamos toparnos esporádicamente en shows de otras bandas o artistas ya sea como público o como músicos invitados, muchas veces se dio que Dave Duh nos convidaba a participar en alguno de sus proyectos y entonces nos encontrábamos de la noche a la mañana realizando un alucinante concierto en Los Ángeles para después irnos a emborrachar en alguna cantina, a raíz de estos encuentros es que surgió la idea de un nuevo disco, se le ocurrió principalmente a Eras, yo me sorprendí, pues hace tiempo que nadie hablaba de eso y ya hasta había pensado que Los payasos no tendrían más vida, sin embargo, basto que Eras lo propusiera para que todos nos motivásemos.

En ese momento todos (excepto Michelle que andaba de gira) nos encontrábamos viviendo nuestro día a día en Eurecka así que nos solíamos juntar en alguna sala de ensayo para practicar o crear ideas. Fuimos componiendo melodías que en realidad ya nada tenían que ver con las estructuras de nuestras canciones anteriores Isu y Michelle (cada uno por su lado) configuraban temas que estaban muy influenciadas por la música noise, Isu por ejemplo grababa sonidos de autos o de pájaros que cantaban por la mañana cerca de la ventana de su cuarto y trataba de incluirle algo de música minimalista a ese sonido, mientras que Michelle jugaba con su voz y con el uso de sintetizadores, nos enviaba lo que grababa en cintas que llegaban por correo y cuando las escuchábamos nos quedábamos maravillados, Michelle se había convertido en un pequeño genio de la música, sus composiciones nos abrieron la mente para inmiscuirnos en los sonidos electrónicos. Por otra parte yo y Ornette solíamos componer juntos, pues ya estábamos algo acostumbrados a trabajar así e indudablemente nuestro sonido seguía campeando en el jazz, pero de a poco mutó en un free jazz que de pronto no le hacía ascos al beat bop o al soul y que tampoco se limitaba frente a un death metal aunque la principal influencia para toda la banda fue la basta e inconmensurable obra de Dave Duh.

Era una cosa muy extraña lo que hacíamos, pero lo hacíamos y no sabíamos bien cómo juntábamos ideas tan discordantes. El único que no parecía ir en la misma línea (que en realidad no era ninguna línea delimitada) era Eras que componía canciones más rockeras, diría que estaba pegado con el rock setentero y la verdad es que si bien el disco que se estaba cocinando era indiscutiblemente una cosa ecléctica (era un disco “sin razón” como comentó un crítico) el rock setentero que componía Eras estaba demasiado marcado, ceñido y no dejaba espacio para la improvisación que a nosotros nos gustaba realizar. Se hacía difícil ir rechazando todas sus canciones porque eran demasiadas, tal vez por eso siendo este un trabajo para nada rockero la batería sobre sale ostentando exactamente el pulso del rock.

Eras en ese momento estaba de novio con una chica acomodada que sólo vivía de los millones de su familia ósea que no hacía nada en la vida salvo divertirse. Con el dinero que ella le pasaba (derrochaba) diariamente a nuestro batero él comenzó un fructífero y fugaz negocio como proveedor de carnes de res para negocios de comida rápida. Con el dinero que ganó nos compramos un equipo de sonido mucho más profesional (todos aportamos, pero el que más dinero puso fue Eras) este asunto que en un momento nos pareció tan feliz tiempo después se convertiría en un grave problema ya que un viejo cliente de Eras nos acusó de vender productos en mal estado, nuestro baterista alegó que había sido engañado por los distribuidores que resultaron ser una empresa fantasma, es decir, el negocio de Eras era un completo fiasco. Todo fue un verdadero caos ya que Eras se había tomado la libertad de incluir permanentemente nuestros nombres como accionistas de su negocio cosa que hicimos sólo circunstancialmente una vez que compramos los equipos de sonido, por fortuna Brian ya se había titulado de abogado y nos pudo salvar de aquel problema, Eras termino pagando una pequeña indemnización al afectado, un pequeño precio que pudo haber sido peor para él y para nosotros.
 


Nuestro baterista siempre constituyo un misterio, no es que fuese un tipo imposible, de vez en cuando le solíamos jugar bromas tontas y charlábamos sin tapujo ridiculeces junto a él, sobre todo en la época anterior a la grabación del nuevo disco, pero en general nunca le preguntábamos cosas de su vida y lo que sabíamos sólo lo sabíamos porque él mismo se permitía contarnos, por ejemplo, un día me toco quedarme solo con él, hablamos de variedad de cosas sin relevancia y finalmente le comente que Michelle un día nos dijo que él mismo le había dado ánimos para que fuese el vocalista de la banda, Eras se rió y dijo que tal cosa nunca fue así, que él ese día en el autobús en realidad le había dicho a Michelle que podría ser un buen bajista y yo un mejor vocalista, el asunto me enredó, nunca pensé que realmente Michelle podría ser tan egocéntrico como para querer brillar por sobre los demás, por otro lado, nunca tuve el valor de preguntárselo directamente hasta varios años después, luego de una gira con Monster (la banda que Michelle formaría después de Los payasos y de la que también participé) y estando ambos bastante borrachos me dijo que tal cosa nunca fue así, al final no supe quién decía la verdad y bueno, ya no importaba mucho. Más allá de esta anécdota, Eras empezó a comportarse de forma muy rara un día en que de sopetón nos juntó y nos dijo, nos exigió  que había que grabar el disco cuanto antes. El interés repentino que puso en el trabajo que minuciosamente íbamos armando nos dejo pasmados, poco a poco fuimos cediendo a sus presiones por lo que viajamos a Los Ángeles e ingresamos al estudio profesional del sello para comenzar con las grabaciones después de cuatro años de haberlo hecho por primera vez, aunque en esta ocasión nosotros seríamos los productores. El sello había contratado nuevos sonidistas e ingenieros cosa que era favorable porque nos encontraríamos con nuevos prejuicios que enfrentar ante nuestro trabajo, de hecho, uno de los ingenieros de sonido al escuchar gran parte del material nos comentó muy seriamente que lo que estábamos cometiendo era el peor suicidio comercial de la historia de la música, bueno, ante estos comentarios no captábamos bien por qué el sello continuaba aceptándonos, pero lo más seguro es que fuese por mantener firme la presencia de Michelle en Out of state. Como sea, grabamos el nuevo disco y nos fuimos encontrando día a día con la presión de Eras que lo único que quería era tener el asunto terminado lo antes posible, poco después nos enteramos  que su novia había muerto en un accidente automovilístico, creímos que él estaba así de jodido con nosotros por eso. Eso creímos.

Con quien más Eras se enojó fue con Michelle que no había podido estar presente en los ensayos y que a diferencia de nosotros trabajo todo su material de manera independiente debido a sus compromisos de gira con Out of state. Eras vivía puteándolo y llamándolo para que viniese lo antes posible a grabar sus partes. “No te creas la estrellita de aquí, mierda. Ven a grabar rápido que no tenemos toda la vida para esperarte” Recuerdo le dijo una vez por teléfono de manera seca e iracunda, estos fueron los primeras roces considerables que la banda tuvo que soportar, recuerdo que cuando Michelle por fin llegaba al estudio después de sus giras lo primero que se encontraba era a Eras con una cara de ogro que lo echaba de inmediato a grabar y cuando Michelle se cansaba Eras se ponía a gritar y a maldecir al mundo entero, recuerdo ver a Isu con la cabeza gacha fija en la consola de mezclas y a Ornette tratando de salir del estudio en ese incomodo momento.

Finalmente grabamos una canción por cada dos días, yo no sé cómo lo habré hecho, pues sin darme cuenta había adquirido un compromiso para una serie de conciertos junto a Dave Duh y su banda de jazz en Melboure, debí haber estado muy loco porque finalmente termine viajando cada día en avión de aquí para allá para estar presente en ambas cosas. Como se imaginarán las grabaciones caóticas dieron como resultado un disco caótico (bueno, eso ya lo saben) lo más horrible eran las sesiones de remasterización, una canción en especifico estuvimos dos días mezclándola, creo no haber estado despierto para cuando Isu termino el trabajo con aquel tema (que se llamaba “I went go to school dady”) A raíz de este proceso lunático es que decidimos titular la obra como B, por considerarlo proveniente de una dimensión alternativa donde el orden se organizaba bajo otros patrones. Después de intensos cinco meses terminamos el disco, sin embargo, los ejecutivos del sello no quisieron lanzarlo al mercado hasta tres meses después de que Out of state lanzase su nuevo álbum. Al enterarse de esto Eras se puso como loco y casi golpea a Michelle instándolo a que amenazase a la discográfica para estrenar antes el disco, pero eso ya no estaba en manos de nuestro vocalista. En su desesperación Eras inclusive amenazó con quemarse a lo bonzo frente a los ejecutivos, pero finalmente consiguió que éstos le concedieran una cita y luego de aquella junta Eras salio tranquilo y campante con cerca de medio millón de dólares en el bolsillo, al parecer lo único que quería era viajar y veía en el nuevo disco de Los payasos como una oportunidad para girar, recuerdo que después de todo ese alboroto nos dijo fríamente “Ya solucione los problemas, cuando salgan de gira llámenme por favor”

Aparte de la presión que nos puso Eras día a día, en el último tiempo de grabación surgió otro conflicto: Resultaba que Out of state iba a grabar un nuevo disco en el que ya no estaría presente uno de sus miembros más característicos, su guitarrista, quien se había marchado de la banda hablando pestes de Michelle por lo que todos los dardos de la prensa lo atacaban a él como principal figura de destrucción. La banda decidió contratar como reemplazante a nada más ni nada menos que Isu. Yo nunca fui fans de Out of state, inevitablemente (por razones obvias)  escuche alguna vez una que otra canción, pero para mí no eran de gran interés, no obstante, yo sabía que para Isu era una cosa distinta, pues esos chicos eran sus ídolos y estar con ellos era algo que él siempre hubiese deseado.

 Trey Spruance (el último a la izquierda) guitarra de Mr Bungle junto a Faith No More en 1995 para las grabaciones de KFDFFL

Un día me encontré con Isu en un bar, lo salude, se veía fatal había estado bebiendo. Rápidamente me confesó que las cosas con los Out of State no iban bien que el mismísimo Michelle no lo quería en el grupo y le hacía la vida imposible para dejarlo componer, que Michelle quería acaparar todo el control creativo del nuevo álbum y desalentaba las demás creaciones, esto sé que hoy en día es historia conocida entre los fans, pero en aquel momento a mí me impactó, no supe qué decirle y en realidad no le dije nada simplemente le palme el hombro, entonces Isu se puso a llorar y ya nadie lo pudo callar hasta que se emborrachó y cayo inconsciente. De esta forma, en los últimos días que grabamos el Disco B existía entre Michelle e Isu una fuerte fricción que nos dejaba helados a todos, no se dirigían la palabra a menos que fuese para un asunto meramente laboral “¿Dónde dejaste las mezclas para la canción Mezcal” Preguntaba Isu a Michelle y este le respondía “en la mesa de adentro” y eso era todo. Para mí era duro verlos así, pues la amistad de esos dos (basada en locuras y música) era una de las cosas más alucinantes que yo haya conocido, habían hecho cuanta algarabía juntos en su juventud y estuvieron incluso una temporada rentando un departamento juntos, pero ahora con suerte se hablaban. Mal.

Unos meses después de que termináramos todo el proceso del disco B me encontré otra vez con Isu en un bar, pero esta vez no estaba borracho, se veía tranquilo, sereno. Me dijo que se estaba tomando unos días de relajo junto a su nueva novia que me presentó en fotos, yo no tenía idea de qué había pasado con Out of state (ni siquiera había escuchado el nuevo disco) pero estaba seguro que Michelle estaba de gira con ellos, promocionándolo. Le pregunte qué había pasado con todo ese asunto e Isu muy campante, sin remordimientos de nada me dijo “Ah, cuando terminamos de grabar el disco me echaron de la banda. No les iba a estar rogando tampoco.”  Se rió y yo también (aunque lo hice más que nada por cortesía) salimos del bar y fuimos hasta una estación de gasolina para comprar burritos, ahí Isu me relato con todo y detalles lo mal que lo había pasado grabando junto a Out of state, que le había visto una faceta desconocida a Michelle la cual era la arrogancia, pero que ya no tenía resentimientos, pues me conto que Michelle en ese tiempo estaba muy presionado, demasiado nervioso debido a que todos se iban en contra de él: Eras, los periodistas, el ex guitarrista de Out of State, era natural que estuviese siempre de malas. Justamente la situación era así, personalmente no tuve problemas con él, pero recuerdo una noche estando Michelle aun grabando el nuevo disco de Out of State  y nosotros con el Disco B ya acabado que lo llamé para preguntarle cómo estaba. “Hola” me contesto enfadado. “Hola, soy yo” Le dije. “¿Qué quieres Tito?” Me pregunto de manera brusca y pesada, me sentí pasmado y le dije en una voz no muy audible que simplemente quería saber como estaba. “No tengo tiempo para hablar ahora” Me dijo y yo enojado creo haberle regañado y cortado. Tres días después me llamo para disculparse e inclusive se puso a llorar alegando que no se sentía bien y que la presión de Out Of state lo tenía acabado, en fin, aparentemente todo eso ya era cuento del pasado para Isu quien realmente no se veía turbado ni enojado por la situación ni siquiera cuando una nueva canción de Out of State que él mismo había compuesto sonó de improviso en la radio, se rió y me comentó cómo había creado esa canción para acto seguido confesarme que con todo lo ocurrido había escrito una cantidad considerable de música para la cual pensaba armar una nueva banda y que además con lo que Out of state le había pagado más unos buenos ahorros fundaría de una vez por todas su propio sello de música.   

-¿Quieres participar?.- Me dijo de pronto, ofreciéndome el puesto de bajista para su virtual nuevo grupo. De inmediato le dije que sí.

El nuevo grupo de Isu recogió sus influencias musicales más orientales por así decirlo, pues mi amigo estaba escuchando un buen puñado de música hindú y árabe por aquel tiempo, eso y mucho noise. La banda se llamaba “The guardians” y al contrario de Los payasos era netamente instrumental y en cierto modo mucho más psicodélica y epiléptica que Los payasos. Invitamos algunos músicos amigos (por supuesto que entre ellos estaba Ornette) para conformar la banda y salir a tocar por el país, casi todas las presentaciones Isu las iba registrando en una mesa de sonido que para cada concierto disponía de distinta forma. Su idea original era que el disco estuviese únicamente compuesto por canciones grabadas en vivo, sin embargo, después igual editó algunas cosas y grabó en estudio otras, por lo demás estaba feliz ya que pudo estrenar sin dificultades su pequeño sello lanzando tres disco de bandas amigas. Fue un buen comienzo, tanto en calidad como en dinero.

Como supongo han de saber, nuestro Disco B no vendió nada, tengo el recuerdo de ir alguna tienda de música asquerosa (de esas que se arman en los suburbios) y encontrar mi disco ahí despreciado por el respetable público. Sólo por curiosidad fui dónde el vendedor (un adolescente lleno de acne que estaba escuchando lo último de Nine Inch Nile) y le pregunte qué música tocaba el disco que tenía en mis manos. “No tengo idea, la otra vez lo escuche y me dio lata seguir. Es como puros sonidos y unas guitarras. A mí no me gusta” Sentí unas ganas de golpear a ese tonto, quería darle un puñetazo tan profundo en la nariz, pero me contuve, compré el disco y un vinilo que también estaba por ahí botado, el chico me dijo que me arrepentiría.

Cuando Michelle terminó sus compromisos más próximos se nos unió para realizar una gira que la compañía pago en parte. Giramos por unos pocos estados y también por ciertos países de Europa. La verdad no tengo buenos recuerdos de aquel tour, para empezar los ánimos entre todos no eran de lo mejor, Ornette, Isu y yo hablábamos continuamente de The guardian y eso a Michelle parecía molestarle, por otro lado Eras ya no le hablaba a nadie y el grueso de la comunicación con estos personajes pasaba por el estricto profesionalismo, de repente yo iba y trataba de conversar algo banal con Michelle, pero éste mismo me terminaba tirando a un lado. Por lo demás las giras fueron físicamente agotadoras, la que hicimos por EE.UU un completo desastre, tener que ir en un autobús rentado que a veces solía quedarse sin gasolina o se le averiaba el motor en plena carretera era angustiante, además tuvimos un roadi estúpido que perdió parte de nuestros equipos y cómo no, alguien nos estafó con un par de conciertos y luego pasó lo del juicio de las carnes…demasiadas cosas malas como para mantener una buena energía, sin embargo, todos teníamos la esperanza de que la parte de la gira en Europa fuese mejor, al menos tres de nosotros no conocíamos el viejo continente y eso cambiaba un poco las expectativas, a pesar de aquello el asunto no fue para mejor, nos topamos con que en muchos países el invierno había caído y nosotros veníamos de un polo veraniego o al menos primaveral, o al menos lo suficientemente fresco como para poder usar camisa y shorts todo el día.... nos terminamos congelando y enfermando. Hicimos la mitad de la gira y luego  la cancelamos. Cuando volvimos a Norteamérica estábamos tan agotados que nos bajamos del avión y nadie le dirigió la palabra a nadie, simplemente al salir del aeropuerto nos fuimos cada uno por su lado. Aun así quedaba todavía una historia más por escribir.  


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