Los noventa, los
noventa ¡Los noventa! Yo viví mi niñez en esa época y fue genial, no había
internet así que había que salir a la calle para hacer amigos y no sólo se
jugaba a la pelota si no que a una infinidad de cosas (paco-ladrón, la pinta,
la escondida, los comandos, los escaladores, la telaraña, el subterráneo del
terror…) que sólo recordarlos me produce una gran nostalgia por todos esos
amigos de la infancia que ya no veo hace tantos años, pero el no tener internet
también involucraba llamar por teléfono a tus compañeros de curso obligándote
muchas veces a conversaciones incomodas con sus madres o arrendar juegos del Súper
nintento o Nintendo 64 en los video club (así como las películas obviamente)
Aunque en honor a la verdad a finales de los noventa sí tuve internet, de
hecho fui algo así como el primero de mi cuadra en tener internet, pero bueno
ese primer internet ya saben cómo era, una cagada, una hermosa cagada.
Como era niño la música
que apareció en los noventa no fue relevante para mí durante ese periodo, al
contrario, estaba pegado con los “monos japoneses” que la rompían por este
hemisferio, ya saben, Dragon Ball y sus derivados, Pokemon, Digimon, Ranma 1/2,
Detective Conan, Slum Dunk, uff es que fueron un montón, es más, para los que
no saben el canal llamado chilevisión un tiempo baso su programación únicamente
en transmitir animes (así como hoy en día todos los canales sólo ponen y ponen
novelas turca, antes el anime la llevaba, es más, una vez fuimos con mis amiguitos a
una facultad de una universidad y el casino estaba lleno, repleto, atestado de
pailones viendo un capítulo de Dragon Bal Z) Pero bueno, no hay que llorar y
lamentablemente debemos asumir este presente de jóvenes adultos (para los que
fuimos niños en esa época) Pero no puedo dejar pasar algo que de seguro la
mayoría de mis compatriotas reservan en un rincón meloso de su inconsciente
colectivo, los jugos Kapo.
Los jugos Kapo como
todo alimento chatarra que se precie de tal eran riquísimos, dulces, azucarados,
colorizados, en fin, la pesadilla de cualquier diabético, pero de seguro a
todos nos parecían sabrosos en nuestro delicado paladar infantil ajeno a gustos
vinagre y agrios que con el correr de los años van ganando más textura en
nuestras papilas. Los jugos Kapo eran básicamente el refresco infantil que se impuso en
chile a la hora de los recreos del colegio o en los días de paseo a la playa por gran parte
de los noventa, por supuesto, después llegaron malas copias u opciones más
toxicas que empresas rivales y de menores recursos sacaban, opciones de bajo
costo, sin embargo, los jugos Kapos se habían ganado una marca, una
característica, un reconocimiento, pero para un publico infantil, iluso si se
quiere, que el jugo fuese rico no era lo principal y ahí fue donde el ingenio
de los diseñadores comerciales, artistas anónimos iluminados del comercio de
ayer y hoy supieron hacerla. La gracia de los Kapo naturalmente no era que se
distinguiesen por su sabor, era por lo característico de sus personajes, cada
sabor estaba representado por un personaje determinado, pero a los creativos no les cayó la teja de realizar esta jugada comercial hasta mediados de los 90, unos años antes ya habían hecho algunos timidos esbozos de personajes, pero más que nada porque el producto apuntaba a un publico infantil. Como se puede aprecíar en este comercial del 92 el sabor multi frutal luego fue reemplazado por el de frambuesa.
Luego se decidió potenciar a los personajes de cada jugo, de esta forma el de naranja tenía a
Mike Naranja, el de limón a Ziko (¿o sería saico?) limón, Willy Piña, Eugenio
Frambuesa (el nerd) y el de manzana que no recuerdo su nombre (Jay manzana). Todos estos
personajes tenían una actitud cool y bastante llamativa, sus diseños eran
atractivos por supuesto, pero lo que pocos niños sabían es que su distintivo
estaba sugerido de acuerdo al color que los representaba, por ejemplo Mike
Naranja era una estrella de rock y el color de su envase (de la primera
edición) era naranja que se relaciona con elementos de fuerza, alegría,
entusiasmo, felicidad. Willy Piña que era un surfista tenía dentro de sus
colores el verde azulado que naturalmente nos sitúa en una isla o ambiente
caribeño, el de manzana cuyo color era verde fuerte (y no rojo) nos transmitía
seguridad, algo extraño ya que se trataba de un skater, quizás por lo mismo.
Entonces vamos sumando, personajes llamativos, un jugo aceptable en sabor y un
truco publicitario que nublaba las mentes de los niños ¿era suficiente todo eso
para ser un éxito en ventas? No, faltaba lo esencial, el precio y aquí es donde
todos recuerdan a Kapo al unísono
Sí, sólo cien pesitos, cien pesitos chilenos que era el mínimo que un refresco te podía exigir, los ejecutivos de Coca Cola Company supieron hacer una estrategia excepcional, pero eso no sería todo y la mercadotecnia se dejo sentir de inmediato, empezaron a aparecer las figuritas coleccionables de los personajes de Kapo, se conseguían mediante tres puntas recortadas de envases vacíos y algo de dinero extra, fue un éxito total, se agotó el stock muy rápido y la promoción se tuvo que renovar, esto por supuesto motivó a la empresa a sacar continuamente nuevas promociones con otros motivo: Pistolas lanza aguas, juguetes de broma (como un caleidoscopio que te manchaba el ojo con tinta, un cojin sonoro) las esponja tira agua (prácticamente otra versión de las pistolas lanza aguas) los kapo helicóptero, en fin, incluso hubieron comics de una página que salían en revistas de papel cocuge que promocionaban esta maravilla y un montón figuritas coleccionables que eran bien recibidas por los pequeños del hogar. Era tal el nivel de popularidad y consagración de esta marca que hasta se rumoreaba sobre un juego de computador con los personajes de Kapo (yo fantaseaba con una serie de TV aunque de seguro hubiese sido un bodrio) pero hasta el día de hoy no se ha comprobado ni una versión beta de ese supuesto juego.
¡¡Nostalgía al ataque!! Sí, sólo cien pesitos, cien pesitos chilenos que era el mínimo que un refresco te podía exigir, los ejecutivos de Coca Cola Company supieron hacer una estrategia excepcional, pero eso no sería todo y la mercadotecnia se dejo sentir de inmediato, empezaron a aparecer las figuritas coleccionables de los personajes de Kapo, se conseguían mediante tres puntas recortadas de envases vacíos y algo de dinero extra, fue un éxito total, se agotó el stock muy rápido y la promoción se tuvo que renovar, esto por supuesto motivó a la empresa a sacar continuamente nuevas promociones con otros motivo: Pistolas lanza aguas, juguetes de broma (como un caleidoscopio que te manchaba el ojo con tinta, un cojin sonoro) las esponja tira agua (prácticamente otra versión de las pistolas lanza aguas) los kapo helicóptero, en fin, incluso hubieron comics de una página que salían en revistas de papel cocuge que promocionaban esta maravilla y un montón figuritas coleccionables que eran bien recibidas por los pequeños del hogar. Era tal el nivel de popularidad y consagración de esta marca que hasta se rumoreaba sobre un juego de computador con los personajes de Kapo (yo fantaseaba con una serie de TV aunque de seguro hubiese sido un bodrio) pero hasta el día de hoy no se ha comprobado ni una versión beta de ese supuesto juego.
Mercadotecnia a su servicio
Lo que sí salió al mercado fue un nuevo sabor de Kapo con su correspondiente personaje, Jerry Durazno cuyo diseño parecía inspirado en un comediante gringo de los ochenta y cuyo mensaje era un poco dudoso porque mientras el resto de los Kapo eran deportistas o al menos expertos-apasionados de su área (en el caso de Eugenio Frambuesa que era una especie de Gamer y Mike que era un rockero) el nuevo kapo de durazno salía comiendo pizza y con una expresión onda “Papito, zorron, vamos a carretear” en fin, como que no pegaba con la onda estética de los otros Kapo de hecho ni siquiera usaba anteojos como estilaban sus hermanos y el diseño en realidad publicitariamente era muy soso, pero bueno ahí apareció y fue la excusa perfecta para lanzar más mercadotecnia.
Comics promocional de Kapo, salía en las paginas de algunas revistas
Los nuevos personajes, el comienzo de la decadencia
Kapo se empezó a
chacrear, a debilitar, a perder estabilidad cuando justamente los de su misma
compañía se les ocurrió la genial idea de lanzar al mercado una botellita de
Coca Cola a sólo cien pesos, era cuestión de tiempo para que pronto el resto de
las bebidas emularan lo que la gran C había hecho, con esto Kapo se iba al
averno, además a esas alturas Kapo ya no costaba sólo cien pesitos redonditos,
costaba 120 o 150 en el peor de los casos, cifra que seguían siendo bastante
asequibles a cualquier niño pobre de Chile, pero bueno, de pronto tienes que
una botellita de Coca Cola que equivalía a un vaso normal y costaba un poco
menos, pues nadie se lo pensaba dos veces, de hecho a Kapo le había ido tan
bien antes de eso que hasta lanzaron una edición en lata como se ve en la
imagen de más arriba, pero eso se acabó de golpe. Kapo intento seguir llamando la
atención de los niños que habían crecido con ellos, pero a esas alturas esos
niños ya eran pubertos descubriendo la fascinación por la sangre por lo que la
compañía en un giro que hasta el día de hoy nadie se logró explicar bien
tuvieron la ocurrencia de cambiar el diseño de sus queridos personajes y darle
rasgos más orientales con el fin de que coincidieran con lo que los niños veían
en ese momento, ANIME.
Supongo que esa determinación se llevo a cabo a
raíz de un estudio de mercado y aunque intentaron hacer el aguante las frutas-anime no fueron del gusto del público y lentamente fueron perdiendo notoriedad
hasta que Kapo se sumergió en el olvido y pasó a ser un producto más en los
anaqueles del kiosko o súper mercado que a nadie parece interesarle mucho ya
ni rastros de una nueva promoción u oleada de marketing.
El diseño de personajes
fue decayendo cada vez más, el año 2005 se decidió jubilar totalmente a las
frutas y en su reemplazo pusieron unos niños que tenían pinta de haber sido
sacados de la película “Spy Kid” por sus atuendos, estos chicos aventureros que
parecían dispuestos a entrar a una matrix y en cuyos comerciales se insinuaba
que estaban en medio de una epopeya o algo así no fueron del gusto de nadie y
rápidamente se cambiaron por otros niños que emulaban las características de
los personajes clásicos (surfistas, motoqueros, en fin deportistas de alto
rendimiento) pero ya a nadie le importaban los Kapo a esas alturas y los jugos
sólo se vendían por inercia de la gente, sin embargo, la flojera y desidia de
los creativos de la marca se dejó ver con total desvergüenza en el último
diseño que la compañía entrego, fíjense en el arrebato creativo que tuvieron
los diseñadores.
Una K, ¿en serio? Una
simple y ordinaria K, una K computarizada que emula hacer algo cool diferente
según el sabor que representa, algo impersonal, nefasto y frío como una K de
gráficos 3D, bueno, para qué esforzarse más si el diseño ya a nadie le interesa
debieron pensar los creativos sin molestarse en buscarle una vuelta al asunto,
en fin no los culpo, supongo que Kapo al igual que tantos otros productos que
en los noventa brillo no volverá a su esplendor y me parece imposible que
resurja de una forma gloriosa dentro de las nuevas generaciones sobre todo con
el frenesí de bebidas que pretenden ser saludables hoy en día, a pesar de todo
le tenemos cariño a la marca y mantenemos grabado en la cabeza el jingle con el
que los conocimos, porque fueron el refresco que todo colegial noventero anelo
en sus recreos, fueron el refresco infantil que acompaño a la selección de fútbol en
Francia 98 (waa, mentira, pero pudo ser ¿no?) Tal vez ya los grandes ejecutivos lo han
pensado y descartado, pero por si no, y si llegan a este espacio de la torrentosa internet les
sugiero que saquen una edición limitada en lata con los personajes clásicos (y
no incluyan a ese ridículo de Jerry durazno) y saquen con ello un tiraje de
nuevas figuritas coleccionables, de seguro tendrán éxito, un breve éxito y un
bonito remember para muchos pailones que no puedan aceptar aún la madurez
(vamos, si hasta yo me compraría uno por tener nuevas figuritas coleccionables,
todas las que junte de niño se me perdieron) En fin, ideas que tiro no más, si
a Savory le resulto convirtiendo sus sabores clásicos (Centella, Trululu, Cola
de tigre) en Casatas de helado quizás mi idea no es tan descabellada, en fin,
los tenemos en nuestros corazones frutas cool, sé que ahora están en la bodega
del cielo del marketing junto al conejo de Nesquik, el conejo de Trix y el
osito del pan Bimbo.
Y si los creativos les hacen un diseño más Hipster a las frutas, ¿por qué no?
Ah y por cierto no
dejen de leer esta impactante entrevista a uno que casi fue y no pudo ser un
Kapo:
http://atlaszine.com/2014/05/conoce-el-lado-b-de-kapo-piter-platano/#.VMWsaC6iqDh
EDICION 2016:
Amigos esta entrada fue seleccionada para ser parte de los videos de El rincón de perra chica, así que también puedes verlo por youtube. Comenta y comparte el video :)
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