Lo sé, son dos series
que aparentemente no se acercan ni un centímetro. Una es una comedia negra
sobre un loco y ególatra abuelo que arrastra a su desafortunado nieto a
aventuras intergalácticas e interdimensionales con el fin de cumplir sus egoístas
objetivos, la otra es la continuación de aquel famoso anime de peleas de los
noventa que explotaba los niveles de poder de sus personajes a estados
ridículos de paroxismo. Formalmente ambas
tramas no pueden equipararse y menos compararse, de hecho su audiencia
destinada es supuestamente muy diferente, pero aun así hay algo que logra unir
a ambas, su noción de vacío existencial ante la vida.
La
fragilidad del día a día ante el sin sentido de la vida
Rick es un científico brillante,
es capaz de construir lo que sea en cuestión de minutos, en la serie hemos
visto todo tipo de locuras producto de su genio desde la implantación de un
parque de diversiones al interior del cuerpo de una persona hasta una jeringa
biomolecular capaz de alterar su genética y convertirlo en un pepinillo. Goku
es un luchador de la raza guerrera Sayayin que constantemente está superando sus
fuerzas siendo capaz de teletransportarse
y también de someterse a cualquier clase de gravedad. Rick es egoísta,
muy pocas veces ha realizado algún gesto de entrega a otro, suele evadir sus
asuntos personales, no pensar en ello y seguir trabajando en sus inventos. Goku
también es egoísta, no está interesado en compartir demasiado con sus seres
queridos sólo busca entrenar para hacerse más fuerte y enfrentarse a sujetos que
le supongan un reto aún si eso llega a poner en peligro a terceros. Rick viaja
por distintas dimensiones con tal de obtener lo que quiere, no le da mayor
importancia a la vida de los demás y es capaz de matar a sus propias versiones
de otros universos, abandonar a su familia y seguir adelante, total, hay una
multitud de universos y mundos que le impiden sentir apego o siquiera darle un
sentido a la existencia de sus seres queridos. Goku en sus ansias por pelear
con oponentes más fuertes conmina al dios del todo – Zenosama - a realizar un
torneo intergaláctico cuyo premio es únicamente la supervivencia, los universos
que van perdiendo (aparentemente) son destruidos sin más llevándose con ello a
millones de vidas inocentes, Goku es el causante directo de esto, sin embargo,
él nunca se cuestiona tal asunto aun cuando varios personajes lo interpelan al
respecto, la nula autocritica del personaje con respecto a sus acciones es
llamativa, para él es más importante mantenerse peleando con enemigos nuevos, disfrutando
las peleas incluso si eso lo llegase a poner en desventaja.
Zeno Sama, el Kim Jong-Un de Dragon Ball Super |
El concepto de
multiverso se ha vuelto fundamental en ambas series, no es nada original ni
profundo de analizar, la tradición del comics gringo ha hecho mella en la
cultura popular al respecto. Como sea, en el mundo de Dragon Ball este concepto
se empezó a introducir lentamente con el
advenimiento de la nueva serie que se estrenó el 2015, ahí aparecieron nuevos
personajes que correspondían a deidades de la destrucción que llegaron para
dejar claro una cosa: El mundo que uno habita no tiene nada de especial dentro
de la vasta existencia universal y el equilibrio de las cosas no depende de la
voluntad de las personas. Suena raro y hasta incomodo de entender que una seria
tan “inocente” y directa en su argumento como Dragon Ball guarde tal mensaje.
Esta misma lógica se empieza a poner en marcha cuando el dios del todo organiza
su desquiciado torneo sólo por diversión (aunque supuestamente hay un fin de equilibrio en toda esta dinámica
de destrucción de mundos y universos, aun así en varias escenas de la serie
esto se contradice ya que se ha dejado claro en varios momentos que los dioses actúan
y destruyen más por capricho que por sus obligaciones divinas) Si viviésemos en
el universo de Dragon Ball simplemente tendríamos que tener claro que la
existencia es efímera (sin contar a las milagrosas esferas del dragón, por
supuesto), que los dioses son impetuosos y que finalmente el universo no es más
que un punto que convive con otros múltiples donde ninguno está por sobre otro.
En Rick y Morty existe
un mensaje parecido, en un capitulo por un error de cálculo los protagonistas
terminan convirtiendo a todos los habitantes de la tierra en horribles seres
mutantes, ante esto Rick no ve otra solución que simplemente mudarse a otro
universo, en la escena final él y su nieto entierran los cadáveres de sus
versiones alternas a quienes suplantan sin más. Morty completamente perturbado
no concibe que haya perdido aquel universo donde vivió, claro está el nuevo
universo es completamente igual al anterior, pero aun así no es el mismo y peor
aún, ha terminado matando a su otro yo por su mera sobrevivencia. A su abuelo esto
no le importa en lo más mínimo, su expresión es de monotonía como si ya
estuviese acostumbrado a hacerlo. En otro capítulo Rick le vende armas a un
sicario intergaláctico, su nieto horrorizado por los negocios de su abuelo
salva a la victima de éste la cual se trataba de una masa gaseosa
transdimensional, Morty mata al asesino, pero la cosa se descontrola y tanto
él, su abuelo y la masa gaseosa terminan
escapando y llevándose a varias almas inocentes por delante, finalmente después
de todo eso Morty logra llevar a la masa gaseosa a un lugar en donde se podrá
comunicar con sus compañeros de su propia dimensión, pero cuando la masa le
explica que su intención final es eliminar a toda forma de vida solida a Morty
no le queda otra que matarlo haciendo que todas las muertes que provocaron a lo
largo del capítulo carecieran del más mínimo significado. Los creadores de la
serie nos lanzan de esa forma un mensaje que raya en el absurdo de la
existencia. Para Rick la vida no tiene ningún sentido y a lo largo de la serie
Morty poco a poco ha ido aceptando esa actitud.
El
absurdo de la existencia
Para Camus la vida
carece de sentido, no tiene significado en cuanto a que el ser humano tenga una
misión asignada para esta. En su llamada filosofía del absurdo la vida no tiene
ningún sentido justificada en el raciocinio, raciocinio que en todo caso es
consecuencia del ser humano y no al revés, no existimos por un plan, existimos
porque creamos un plan basado en la razón, pero cuando esta razón falla en
algún aspecto sólo nos quedan dos caminos: O negar esta falla cerrando los ojos
o simplemente caer en el absurdo de la existencia. Es por eso que la vida no
tendría más significado que el que nosotros queramos darle. La vida, en realidad, sería según Camus, un
conjunto de repeticiones que se llevan adelante por costumbre, tradición e
inercia. La religión u otras creencias intentarían orientar nuestra existencia
hacía algún lado, pero todas se basan en la promesa de algo que escapa al plano
de la existencia-temporal, justamente toda religiosidad propone un trabajo que
será recompensado después de nuestra existencia, entonces jamás sabremos
empíricamente si acaso esa recompensa realmente llegará, finalmente ante eso
existe la posibilidad de que en un 50%
al menos nuestra vida no tenga sentido.
Para Rick la vida no tiene sentido por dos cosas:
-La infinidad de
existencias universales que evitan darle un sentido especial a una vida en
concreto.
-El menosprecio que
siente hacía todo aquel que este por debajo de su genio, que es básicamente
todos.
Aún a pesar de su misantropía
Rick es incapaz de vivir solo, en más de una escena se ha demostrado que la
soledad es una espina que lo atormenta, necesita demostrar su genio a otros y
en el fondo necesita seguir rompiendo sus límites, desafiándose principalmente
porque así también busca escapar de sus miserias personales. Claro el alcohol y
las drogas también lo ayudan en esta operación de evasión, pero aun estando consciente
del vacío existencial que es su vida (podría morir en cualquier momento por
algún otra de sus versiones multiversales) igualmente mantiene viva una llama
de sentido para su existencia gracias a la presencia de sus nietos.
En Dragon Ball es obvio
que el objetivo unidimensional de Goku es la clave que mueve su existencia, el
sentido que justifica sus acciones no están motivadas por la voluntad de un
héroe capaz de sacrificarse por el bienestar de los demás, más bien el sentido
que cruza la existencia de Goku está motivado por sus ganas de quebrar sus límites
hasta el infinito. Goku a diferencia de Rick no se evade, tampoco le importa medir
sus consecuencias, le da lo mismo que otros universos sean destruidos por
completo. Él sólo quiere pelear.
En ambos casos los
protagonistas le otorgan a su existencia un significado basado en su pleno
egoísmo o dicho de otro modo en su plena autorrealización. Para Nietzsche esto
es bueno ya que superar el sentido de la realidad más allá de las creencias
religiosas o místicas significaría enfocar
el sentido en un plano terrenal en donde
el sufrimiento puede ser trascendido y no aplacado. No obstante, si nos
remitimos a nuestros ejemplos, Rick no ha logrado del todo aplacar sus dolores
internos, es más, después de una segunda temporada en donde aparentemente se
ablandó un poco más respecto a sus cercanos, la temporada actual lo ha mostrado
más apático que nunca, evitando mostrar alguna mínima conexión emocional por los
otros para así no tener que relucir ni enfrentarse a sus dolores internos. Por
su parte Goku y compañía sólo buscan quebrar sus límites a costa de todo, parece
ser que el mensaje esencial que Dragon Ball Super es superar las limitaciones
que nos rodean a pesar del sinsentido constante que amenaza nuestra existencia.
Si bien por el target al
que está destinado Rick and Morty, sus personajes pueden permitirse tratar con
mayor o menor ironía estas cuestiones, resulta interesante ver como en Dragon
Ball Super, pese a sus lineamientos argumentales que aparentemente sólo buscan
otorgarle al espectador un rato de mero divertimiento (el propio creador de la
serie ha dicho que no le interesa crear complejas historias sino simplemente
historias que diviertan) igualmente termina ofreciendo una oscura visión de la
existencia en donde podemos ver una corrupción divina que es capaz de destruir
un mundo, un planeta y un universo no por maldad ni por ambición, sino por
simple capricho y ante esto la vida se presenta como un vacío incapaz de
hacerle frente a los avatares del destino por lo que nuestros objetivos sólo
pueden estar regulados por el propio
sentido que nosotros le queramos dar a la vida. Es como si por debajo de toda
la parafernalia de las batallas y niveles de poder Toriyama nos esté diciendo que
el real valor de su serie estaría en captar que no hay que depender de ningún
dios porque a ellos no les interesa en lo más mínimo nuestra existencia, simplemente
hay que depender de nosotros mismos, no queda otra. Y así está la cosa, sólo
las comedias se pueden permitir tal nivel de sinceridad.-
Y esto define la actitud de Rick ante todo |
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