Recuerdo que en la
amada/odiada película “500 days of Summer” una de las líneas de diálogo más
memorables era aquella en la que Zooey Deschanel declaraba que Ringo era su
favorito dentro del cuarteto de Liverpol, a lo que Joseph Gordon-Levitt le
cuestionaba con ironía que nadie quiere a Ringo y ella le espetaba que por eso
le gustaba tanto. Siempre me pareció que no dejaba de ser algo medio poser
decirle al mundo que te gusta Ringo, ya que vamos, musicalmente no es la gran
cosa, pero en retrospectiva podemos ver que tal vez sí era el Beatle más
necesario o al menos, la unión que por un tiempo el grupo necesitó para
funcionar.
Ese
tipo buena onda y relajado
A medida que los
Beatles crecían en patrimonio musical,
la guerra de egos entre Lennon y McCartney se hacía más notable al
interior de la banda, al mismo tiempo que George Harrison se animaba a mostrar
composiciones grandiosas, Ringo parecía siempre estar fuera de toda esa dinámica,
evitando entrar en aquella competitividad con sus compañeros y limitando su
papel creativo. Si repasamos su aporte compositivo veremos que es bastante
pobre, fuera de las canciones que el cantaba o que co-escribió con sus
compañeros (no muchas), los temas de su completa autoría son sólo dos: la campirana
“Don't Pass Me By” del grandilocuente disco blanco de 1968 y la adorable
“Octupos Garden” del último disco grabado por la banda “Abey Road”. A la par de
esto, dos canciones cantadas por él fueron número uno en las listas de música:
“Yellow Submarine” y “Whit a Little help from my friend”.
Cuando Ringo escribía una canción
En plena Beatlemania
Ringo fue enormemente popular por la fanaticada, quienes compartían frases como
RINGO FOR PRESIDENT y al cabo de muy poco tiempo se olvidaron de Pete Best, el
baterista original de la banda, no obstante, nadie le daba mucho crédito a
Ringo e incluso en más de alguna ocasión le cuestionaron su calidad como
músico. Por otro lado, Ringo tenía mucho ángel, no era un buen actor, pero su
interpretación en “A Hard Day's Night”
aunque no pasaba de ser una broma interna, consiguió transmitir genuina gracia,
lo cual le ayudo a cimentar años después una pequeña, pero audaz carrera
actoral en películas no muy memorables, eso sí.
Todos estos elementos nos
hablan de un personaje carismático, atrayente, pero dentro de todo agradable.
Frente al autoritarismo de McCartney, la bipolaridad de Lennon y el
ensimismamiento de Harrison, Ringo era sin duda la figura que congraciaba a todos,
es por eso que sus habilidades, hayan estado o no al nivel de sus compañeros, a
fines prácticos de la historia del grupo no importan mucho, porque entre más
escarbamos en las anécdotas de esta legendaria banda, más parece claro que
Ringo era aquel chico relajado y locuaz que permitía equilibrar, al menos hasta
algún punto, los caracteres disonantes del grupo.
En todo grupo - no
necesariamente de amigxs – siempre hay una persona que cae bien porque sí, y a
quien se le espera en toda reunión, y si no llega todxs quedan algo
decepcionadxs. Yo siento que Ringo cumplía esa labor dentro de los Beatles,
destensionaba a sus compañeros: Era bueno para el chiste, ingenioso (de él
nacen las expresiones “Tomorrow never knows” y “Hard days night”), dueño de una
personalidad muy relajada (fue el primero de los cuatro que acepto probar
cannabis) y bastante sencillo. Jamás se
le subieron los humos e incluso en más de alguna ocasión temió ser reemplazado
por otro baterista. Sin embargo, Ringo siempre fue muy querido por sus colegas,
cuando los Beatles empezaban a perder el vínculo de amistad que los había unido
en un comienzo, él era el único que les recordaba aquello, al punto de que
cuando dejo la banda por dos semanas, exhausto de las tensiones en el estudio
mientras grababan el “White album”, al volver encontró su batería cubierta de
flores como una señal de disculpas hacía él.
El
tiempo le dio la razón
Richard Starkey, el
verdadero nombre de Ringo, por muchos años fue denostado en su calidad de
baterista, y de hecho, en la discografía de los Beatles podemos notar que su
pulso no siempre es muy aprovechado, aunque el tipo era una máquina, nunca
resalto demasiadas cualidades. Hoy en día varios músicos han declarado que
tocar como Ringo no es tan fácil como se cree. El hombre tenía un pulso
perfecto que le permitía a los Beatles hacer 60 tomas de una canción y elegir
las mejores partes y la batería siempre sonaría igual, además su aporte al rock
es bastante profundo ya que al ser zurdo y ocupar un kit para diestro, Ringo se
vio obligado a tocar casi de forma marchante. En la época de los sesenta, fue
algo bastante característico (se notaba mucho más en vivo) ya que todos los
bateristas venían de una tradición del jazz, por lo que dominaban quiebres
técnicos y versátiles, en cambio Ringo sonaba mucho más rustico. Sin embargo,
su forma acelerada y potente de tocar la batería es lo que le dio al rock and
roll un toque más duro y pesado que con los años y de la mano de otros grupos
se iría perfeccionando hasta llegar a elementos tan intensos como el punk, de
hecho, si aislamos algunas canciones, notaremos que la batería bien puede
entrar en un ritmo proto-punk. Para la época esta vibración sonora era casi
espasmódica, sin duda, otra de la razones por la que las chicas se volvían
locas por la banda, era porque el ritmo que marcaba Ringo era furioso.
Sin embargo, Ringo, al
igual que sus compañeros, también le gustaba experimentar en el estudio, popularizó nuevos sonidos para la batería,
rebajando los tonos, amortiguando el toque tunal con materiales envolventes y
haciendo que sonara más cerca al colocar micrófonos en el tambor. Otro de los
aportes de Ringo al mundo del espectáculo musical es que el instauró la idea de
subir la batería en un pedestal para que no quedara tan oculta frente al resto
del grupo. Todos estos elementos hicieron que Ringo no fuese simplemente un
baterista más sino que fuese simplemente Ringo, al punto de que figuras como Dave
Grohl, Taylor Hawkins, Stewart Copeland, Tré Cool, Max Weinberg y Chad Smith le
han rendido honores.
No obstante, es
evidente que sus dotes musicales nunca fueron tan potentes como para armar una
buena carrera musical. De los cuatro es el que tiene la carrera independiente
más lerda y aunque él mismo ha declarado que lo más importante que ha logrado
en su vida es haber ido un Beatle, sus constantes referencias a su pasado
glorioso son cansadoras, hasta el día de hoy en sus nuevos discos sigue echando
mano a aquello para sus repetitivas nuevas composiciones.
Los
años tóxicos
Quizás uno de los
problemas de Ringo que hizo que su estrella se apagara un poco fue su alcoholismo. Ya de la época de los Beatles
su carácter fiestero y liviano le hizo vivir muchos excesos, pero fue en los
ochenta donde comenzó su debacle, algo que se reflejó a nivel tanto artístico como
humano. Peleas de pareja, separaciones, infidelidades, posibles maltratos de él
hacía su mujer y, por supuesto, un alcoholismo terrible hicieron que la época
de los ochenta fuese la más oscura de Ringo, casi diez años en que estuvo
perdido, con muchos líos, desenfocado musicalmente (sus primeros discos de los
setenta no eran la gran cosa, pero no eran malos comparado con los que fue
sacando después) y perdiendo la oportunidad de perfeccionarse en lo actoral.
Todo esto termino en 1989 cuando él y su mujer, la actriz, Barbara Bach,
ingresaron a una clínica de adictos. La rehabilitación fue aparentemente
exitosa. Hoy en día Ringo continua siendo el tipo sonriente y positivo que
siempre fue, sólo que sin alcohol.
"She said, she said" para mí la canción con una de las mejores baterías de Ringo
Es evidente que perdió
mucho tiempo de su vida y carrera enviciado por el trago, componente que no le
ayudaba a ser más creativo ni ingenioso. Después de su periodo más oscuro,
Ringo intento reactivar su carrera, pero las cosas no le fueron tan fáciles,
cargar con el peso de ser el Beatles menos lucido, era duro. No fue hasta que
murió George Harrison que la gente volvió a prestar su atención en Ringo, quien
ha declarado en algún lado que a Paul le gusta pensar que es el único Beatles
que queda vivo. Desde el 2000 en adelante, Ringo ha propiciado su carrera con
más fuerza, aunque no llegando a los niveles de McCartney ni mucho menos, sí ha
sido cada vez más valorado, aunque tal vez sea sólo por un interés necrológico colectivo
de tener un sobreviviente de los Beatles entre nosotrxs.
Sea como sea, es claro
que Ringo fue el alma del grupo. En una conferencia de prensa, un periodista
con algo de malicia le preguntó a John Lennon si acaso Ringo era el mejor
baterista, a lo que Lennon con su sarcasmo dijo que era el mejor para los
Beatles y en esta frase no hay engaño, de hecho fue Ringo por mucho tiempo el
único que siguió colaborando con sus compañeros cuando estos emprendieron
carreras solistas, y él tuvo la devuelta de mano de éstos siempre que se los
requería.
Con todo esto,
simplemente quiero decir, que muchas veces en los proyectos (sobre todo en los
de índole artístico) una personalidad como la de Ringo es necesaria para mantener
buena convivencia y equilibrio. Aunque bien sabemos que tampoco es que sea un
pegamento indisoluble, pero a pesar de todo estoy muy seguro que los Beatles
fueron lo que fueron, no sólo porque sus canciones eran geniales y estaban en
el momento indicado, sino que porque Ringo tenía una personalidad llamativa y
espontanea que hacía que la gente le cayese bien y asumiese que el grupo iba
por ese lado. Sin nunca proponérselo, Ringo fue el relacionador público de la
banda y un ser totalmente necesaria para el desarrollo de esta.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario