domingo, 13 de diciembre de 2020

100 discos para mis treinta: #50 Kendrick Lamar - To Pimp A Butterfly (2015)

 


¡Por fin! Hemos llegado a la mitad de esta lista la cual francamente nunca pensé me tomaría tanto tiempo, pero bueno ya estamos en el meridiano y con que pedazo de disco. Es cierto que tengo una deuda con el hip hop, en el puesto número 100 marque el impecable disco de Big Notorius "Ready to die" un trabajo que me vuela la cabeza cada vez que lo escucho, pero considero que este disco del joven Lamar supera en mucho la vara que el hip hop gringo había estado impulsando durante la década del 2010. Un disco que se alimenta tanto del jazz como de las composiciones experimentales para desplegar una narrativa tan dispersa como potente, me atrevería a decir que éste es el gran trabajo que el rapero oriundo de Compton ha podido firmar, pero aún le queda mucho carrete y no se descarta que a futuro nos entregue algo igual o más potente, sin más dilación vamos a revisar esta obra.

sábado, 12 de diciembre de 2020

100 discos para mis treinta: #51 At the drive in - Relationship of Command (2000)

 

 
Subir la vara con que el Hardcore melódico había llegado a finales de los noventa fue uno de los hitos más relevantes que este trabajo consiguió. Es que Relationship of Command podría condensar en gran medida la carrera de los frenéticos At the drive in, este disco es un súmmum  de toda su historia sonica y a la vez da muestra de una evolución bastante considerable hacía los caminos del punk, hardcore e incluso garage, casi tan impactante y relevante como lo hizo Refused con su legendario "The shape of punk to come"  y al igual que pasó con los Suecos, este disco fue la despedida digna (pero sorpresiva) para la banda de Texas, hasta que se reunieron un par de años atrás para arruinarlo todo.

miércoles, 9 de diciembre de 2020

100 discos para mis treinta: #52 Pescado Rabioso - Artaud (1973)

 


Si el rock Argentino tiene la particularidad de poseer un sonido muy característica al del resto de Latinoamérica es gracia (en gran parte) a Luis Alberto Spinetta, El flaco, quien perfiló con sus obras el ADN del rock de su país. Este trabajo es uno de las más reverenciados y no hay discusión alguna acerca de su dimensión cultual dentro del país del difunto Maradona, pero más allá de los estereotipos, nos enfrentamos a un disco sensible, experimental y totalmente adelantado a su momento, por lo mismo, siento yo, es un disco al que no necesariamente tienes que haber nacido en Argentina para poder disfrutar en todas sus vertientes.

viernes, 4 de diciembre de 2020

100 discos para mis treinta: #53 Dimmu Borgir - Puritanical Euphoric Misanthropia (2001)

 


Estoy consciente que el black metal suele ser una pared de hierro para la mayoría. Es uno de esos estilos que intenta mantener su pedigrí a costa de todo, y créanme que el fundamentalismo de algunos fanaticxs por mantener “puro” el género los ha llevado incluso a aborrecer trabajos tan destacados como éste mismo, con decir que Fenriz, el hombre tras Darkthrone, habló pestes respecto de este álbum, únicamente por incluir orquestación y ambientes, lo que en cierto punto salvó bastante al black metal de su monotonía.

martes, 1 de diciembre de 2020

100 discos para mis treinta: #54 Kali Uchis - Isolation (2018)

 


Últimamente la música popular ha dado un pequeño giro en cuanto al consumo que la juventud le está exigiendo. De esta manera el género urbano donde confluyen el regetone, el trap, el hip hop y otros menos conocidos, comienzan a ser la sensación con sus propios referentes. Debe ser duro para los yankees que los nuevos gustos masivos provengan de otras latitudes lo que al mismo tiempo se traduce en un progresivo, pero seguro apagón de ese estilo de rock anglosajón que nos estiró las orejas desde que Los Beatles aparecieron. Ahora lo que se escucha y al mismo tiempo se reivindica es una música enérgica, sensual y empoderada (sea lo que sea que signifique eso a estas alturas) y uno de los discos que dejo a muchxs con los ojos saltones fue el espectacular “Isolation” de la colombiana-estadounidense Karly Marina Loaiza, mejor conocida como Kali Uchis, que después de este disco no ha parado de ascender.