Secret Chiefs 3 es la banda que Trey Spruance, guitarrista de Mr. Bungle, creó luego de su malpaso por Faith No More en el periodo del King for a day… El dato no lo traigo a colación porque sí, ya que la experiencia de Trey grabando el disco con los de San Francisco así como su posterior salida casi involuntaria y por meros problema contractuales, lo hizo decidirse a dar el paso definitivo para crear un proyecto musical tan exótico como inigualable. Su segundo disco será el que revisaremos porque ha sido el que más ha conseguido envolverme dentro de la discografía tan atípica como sorpréndete que el grupo ostenta.
Al mal paso sólo + música
No
soy un gran admirador de guitarristas dentro del mundo de la música, pero Trey
Spruance es definitivamente una rara avis que va más allá del concepto de rock
y que salvando algunas distancias me recuerda bastante al modo de composición
caótico y ecléctico de Frank Zappa. Pese a su elaborada virtuosidad, Trey jamás
ha sido un guitarrista que guste de aprovechar las bondades de su técnica, no
lo hizo en Mr. Bungle y se puede sentir esa especie de bajo perfil en el mismo
disco del King For a Day que ya de por si es bastante guitarrero. Por lo mismo
Secret Chiefs 3 no es una banda que orbite sobre la guitarra, de hecho, siendo
un instrumento muy presente, Trey prefiere echar mano a instrumentos
provenientes de tradiciones culturales más ajenas a él como lo son la música
india, la música árabe y algunas provenientes de la cultura Europea del norte.
Evidentemente el sincretismo que amalgama la banda le da de inmediato a su música ese carácter casi místico o cabalístico si se quiere, aunque han realizado obras de distinto tenor como la sorpréndete (Traditionalists) - Le Mani Destre Recise Degli Ultimi Uomini algo así como la banda sonora de un filme Giallo inexsitente (con todos los recursos típicos que ese tipo de banda sonora ocupaba) hasta temas más orientados al ruidismo oscuro o incluso al pop europeo más profundo como la versión de La Chanson de Jacky una barroca y tradicional canción belga originalmente interpretada por Jaques Briel en los albores de los años sesenta, en esta caso cantado por el mismísimo Mike Patton. Pese a todo, la banda en su estética mantiene una esencia casi ritualista, de hecho su nombre sugiere claves de ceremonias masonicas y Spruance ha declarado medio irónico que le encanta leer y educarse sobre todo tipo de conocimientos en materias ocultas, ya sean estas sociedades secretas o textos antiguos.
Sin duda no es una banda con la que te aburrirás si es que te gusta estar escuchando constantemente nueva música, de alguna manera Secret Chiefs 3 toma esa posta de bandas que no se decantan por un estilo y siempre exprimen las libertades necesarias para definir el concepto de sus discos, en este caso Second Grand Constitution and Bylaws- Hurqalya (lo llamaremos simplemente Second Grand) se pueden apreciar muchas reminiscencias a música que parece venir de otras culturas, algo que se mantendrá en los próximos dos discos, pero que en este caso se siente mucho más cohesionado, pero también mantiene bastante del potencial casi demencial que Mr. Bungle poseía musicalmente en aquel grandioso disco llamado DISCO VOLANTE.
Una
vez que Trey se enteró que no seguiría trabajando con Faith No More, luego de
grabar las guitarras del quinto disco (la banda optaría por fichar para la gira
de promoción al no muy carismático Dun Menta) entre uno que otro problema de
comunicación que pudo (o no) haber gatillado las tensiones y futuro quiebre de
Mr Bungle a principios del actual milenio, decidió tomar todas las
composiciones que tenía pensado llevar adelante con los creadores de Epic
y enfocarse en producir un nuevo proyecto de la mano de su propio sello
discográfico Mimicry Records, hogar musical de cuanto proyecto bizarro exista,
incluso más que Ipecac records (el sello de Patton, su colega) me atrevería a
decir. Ahí se pueden encontrar desde las resonancias metaleras afónicas de
Faxed Head, los imprevisibles ASVA, lxs ingeniosxs sleepytime gorilla museum o la casi
incomprensible banda miasma & the carousel of headless horses. Mimicry
Records se entiende, así como un laboratorio musical lleno de expresiones
disonantes en el que Secret Chiefs 3 parece ser la puerta necesaria para tratar
de llegar a una dimensión de artistas tan ilógicos como extremos. Pero ya basta
de contexto, veamos que nos trae un disco que pese a ser lanzado a finales de
los noventa parece provenir de un no tiempo.
Una
torre de babel
Pese
a que Secret Chiefs 3 es un proyecto integro de Trey Spruance, durante toda su
existencia ha estado acompañado de diversos músicos que han pasado por esas
filas, desde Timba Harris hasta Trevor Dunn, e incluso Eyvind Kang, la banda no
ha sido muy regular a la hora de mantener una alienación. Para la grabación de
este disco Trey Spruance uso su veta multi instrumentista haciéndose cargo de
una cantidad de instrumentos casi apabullantes, desde la mandolina, los
sintetizadores, las programaciones, la citara, teclados, bajo e incluso uno de
los instrumentos más representativos de esta banda, la baglama, una especie de
guitarra turca de sonidos ancestrales. A su vez su compañero de Mr. Bungle Danny
Heifetz se encarga del área de la percusión junto con el dinámico William
Winant. El resto son músicos adicionales que le dan más cuerpo al disco
agregando una cantidad de instrumentos de orden más oriental que envuelve al trabajo
en un constante ambiente que sabe mezclar la experimentación con los sonidos
más folclóricos de una cultura remota.
Este
disco de algún modo es una continuación del desprolijo debut del grupo, con
Trevor Dunn en ese momento en el bajo quien decidió no sumarse para este disco,
razón por la que Spruance lo reemplazo, pero también se hizo cargo de la
producción, el diseño gráfico, el concepto general y compuso la mayoría de los
temas, consiguiendo una grabación tan gratificante y original en cada una de
sus piezas, las cuales no buscan choquear con una mezcla de estilos, sino más
bien, desde el advant garde, darle forma a diversos estilos de manera casi
atípica. El arranque tranquilo con The rose garden of Mystery que remite
a las antiguas composiciones de Morricone debido a esa trompeta y violines tan
italianos, profundamente arraigados en una melodía de media tarde en medio de
la toscana, contrasta inmediatamente con el surf discordante de Book T –
Waves of blood que pese a ese obligado acento a lo Dick Dale se las arregla
para mantener un frenético giro hacía el noise que no desencadena del todo.
Una
continuación de aquel tema se puede entender en la reverberante y animada Book
T – Broken Glass Hearse donde los instrumentos de cuerda parecen
desdoblarse en meras percusiones. Sin duda una canción tan original como
inusual para un ritmo de ese estilo. El disco continúa sorprendiendo
arremetidamente con la enigmática Renunciation de tonos arabescos y
completamente misteriosa, es sin duda una de las mejores canciones que Secret
chiefs 3 ha podido llevar adelante, desde el inicio con los sonidos orientales
de una citara y una gloriosa interpretación de violín por parte del maestro
Eyvind Kang, es sin duda uno de los momentos más potentes del álbum que
presenta una insospechada sección rítmica que le da un aire cada vez más ritualistico
al tema.
Jabalaqa
parece insertada en los ritmos arabescos aunque con una electrónica trepidante
que podrá hacernos recordar a la incombustible música del sultán Oumar
Souleyman, otro de mis temas preferidos y que de alguna manera sería un
leitimotiv en la carrera del grupo, mezclar elementos de electrónica con ritmos
orientales. Book T – Orbital
Ballroom in the Hall of Resurrection vuelve
a las guitarras más reverberantes y recuerda mucho al espíritu jocoso
(extrañamente jocos mejor dicho) del Disco Volante con esos teclados sesenteros
tan propios de Scoby Doo, de hecho la canción en todo momento mantiene un tono
algo irónico. Otro momento mágico llega con la muy superior Mera Pyar
Shalimar en la voz casi india de Laura Allen, es sin duda una de las
canciones más enigmáticas del disco y a la vez una de las que mayor belleza
consigue resaltar, el tema se trata de un cover adaptado de un antiguo tema Bollywodense
creado por el artista Asha Bhosle. Según Trey la canción lo mantuvo obsesionado
por muchos años y a mí también, la primera vez que escuche el tema lo sentí tan
hipnótico, atrapante, un quiebre para el desarrollo que el disco venía dando,
pero un quiebre muy reconfortante, sin duda esta versión supera en atmosfera a
la original.
El
folclor árabe y los tiempos de composición más complejos y progresivos vuelven
con la sublime Zulfikar II, pero las experimentaciones más electrónicas
se vuelven a aplicar con totalidad en Jabarsa, tema que en cuanto a
materia de percusión se lleva las palmas por su complejidad que parece
desprenderse de esa maravillosa canción de DISCO VOLANTE Dessert for techno
Allah, llena de tiempos cortados y programaciones aceleradas, es una
delicia para cualquier amante de lo exótico. La parte más noise se hace
presente con la intrigante Beyond the Mountain Qaf un tema que arranca misterioso
y se va transformando en un colofón de ruido que desembarca en una suerte de
experimento a lo Krautrock con sonidos de viento, lluvia y otras grabaciones de
campo. El disco cierra con la epicidad al tope, Hurqalaya regresa a esas
melodías de medio oriente que recuerda las imágenes de la soberbia película de
David Lin Lawrence de Arabia. La pista continúa con variaciones sobre el
tema principal, esa melodía épica y hasta trágica, pero luego se pierde dejando
varios minutos de un silencioso viento, antes de hacer una repetición con una
nueva variación como si de un tema encontrado en medio del desierto se tratase,
cerrando este viaje místico.
Este
disco lo recomiendo totalmente para quienes quieran ingresar a este universo
sonoro. No sólo las composiciones están bellamente elaboradas y consiguen
mezclar de forma inusual un montón de géneros dispares, también vale destacar el
increíble trabajo de producción que crea una experiencia aún más dinámica sin
dejar detalles al azar: Los timbres, tonos, dinámicas y cadencias corresponden
a una historia más intrincada que es inaccesible pero que igualmente se logra percibir.
No puedo pensar en demasiados álbumes con un diseño tan brillante y lo más
probable es que este ocupe un lugar destacado en mi lista durante mucho tiempo
más (hasta siento que debería estár un poco más cerca de los primeros lugares).
No obstante, indudablemente la música de mundo en la que mella no es dentro de
todo la música que más prefiero escuchar y como el disco se encumbra en razón
de esa amalgama de estilos disparejos, pero tan varipinto en lo cultural, a
veces el disco me suele generar algo de imponencia al tantear su escucha. No
obstante una verdadera obra maestra, un punto altisimo en la discografía de
este proyecto de Spruance y sin duda, un disco tan injustamente ignorado por su
carisma tan incognito. -
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