sábado, 22 de enero de 2022

100 Discos para mis treinta: #11 Naked City - Naked City (1990)


 
 
La matemática no le falla a John Zorn y ya para finales de los 80', aún con una carrera relativamente joven, el saxofonista ya había producido y publicada una buena suma de materiales hoy considerados de culto. La mirada vanguardista de John Zorn frente al mundo sonoro consiguio sacudir los convencionalismos del Jazz Neyorquino. Cuando Naked City aparece se convirtió inmeditamente en un referente clave para la dilatada trayectoria del músico, además de ser lejos uno de los proyectos más queridos por parte de su fanaticada y que elevó los estandares personales de Zorn.


Una vanguardia persistente
 

 
Corría 1990 y Zorn era una figura de la música vanguardista que sabía llevar el sabor del Downton de Nueva York de una forma desafiante. Nacido en el barrio de Queens y con una cultura musical formidable, el compositor a lo largo de su juventud fue asimilando para su influencia sonora un montón de autores contemporaneos que simplemente hicieron que jamás se catalogue en un solo estilo. Desde Morricone hasta John Coltrane, el abanico de ideas y expresiones que Zorn fue acumulando lo convirtio casi automaticamente en el jazzista más desprejuiciado de la escena, para muchxs una suerte de Frank Zappa de ese mundo, comparación que el mismo desacreditó, pero ciertamente el caracter fluido y versatil del guitarrista se condice y emparienta bastante con la actitud del saxofonista especialmente en este esplendoroso proyecto.

Naked City nace y se plantea por el propio Zorn como un "Taller de composición" por lo que era el espacio ideal para la experimentación especialmente aquella que se atrevía a cruzar el mundo del Jazz con las viscisitudes más extremas del rock como lo era el punk y especialmente el grindcore, un subgenero del metal y el Hardcore que por esos años ya había alcanzado un nicho gracias a la propularidad de la banda Napalm Death. 
 
Los experimentos Noisecore, Zorn los venía ejecutando hace rato, casi desde el inicio de su carrera, pero esta vez con Naked CITY pretendía darle un marco mucho más establecido a las piruetas del jazz improvisado, para eso se reunio de un equipo de colegas con los que solía trabajar, curiosamente ninguno seguría explotando estos universos ruidosos, salvo Joey Baron el baterista quien acompañaría a Zorn en multitud de otros proyectos como Moonchild, el cual ya reseñé aquí Junto a él también estaban Fred Frith en el bajo, Bill Frisell en la guitarra, Wayne Horvitz en los teclados y por supuesto Zorn en el saxofón, además como invitado especial para oficiar como vocalista de este primer disco (aunque su participación "medio" que se repetiría en el segundo disco de la banda "Torture Garden") tenemos a una figura iconica del noise, Yamantaka Eye de la legendaria banda japonesa Boredoms. Un coctel explosivo sin dudas.

Este formato de banda de rock venía de perillas a las pretensiones que buscaba Zorn en el proyecto: Sacarle el máximo provecho a una banda que contenga esos instrumentos  y ese número de participantes. La banda saco siete discos en sólo 4 años y con eso basto para comprobar la tesis que buscaba probar Zorn al respecto. Este proyecto también fue el detonante para que Zorn fundase su propio sello músical, Tzadik Records, básicamente porque el sello que publicaba Naked City, Nonesouch Records no le gustaba el arte conceptual de imagenes con que Zorn pretendía ilustrar la música de la banda. Ilustraciones del obsceno mangaka Maruo Suehiro, imagenes de sadomasoquismo, de ejecuciones, finalmente conceptos un poco demenciales y más cercanos a una estetica punk. Este mismo disco presenta en su portada una fotografía de Weegee un conocido fotografo de los años 50´ que se destacaba por estar siempre en el lugar del crimen antes que la misma policia. En la foto de la protada del disco se ve el cuerpo de un hombre posiblemente acribillado a balazos, ya que un par de metros cerca del cuerpo se distingue una pistola, ese hombre era un mafioso y la fotografía sugiere una historia sordida que sólo puede tener sabor en la gran cioudad. A travez de eso podriamos formularnos una pista sobre qué es lo que vamos a escuchar, pero al final el concepto queda corto frente a la música, el disco eleva, pisotea y excede cualquier espectativa.

Covers y miniaturas hardcore al pulso de la locura
 

 

Una de las peculiaridades del primer trabajo de esta banda es la reinterpetación de canciones de otros autores, por lo que el disco como buen trabajo de jazz esta lleno de covers, pero también canciones agitadas que explotan en el espiritu más cercano del noisecore, guiados por los gritos demenciales de Eye, estas canciones luego serían seleccionadas y compiladas en el segundo trabajo de la banda, junto a más temas de ese estilo, pero enfoquemonos en el debut que arranca con "Batman" que pese a lo que se podría pensar, no es un cover a algún tema del conocido súper héroe nocturno, más bien es una interpretación personal que trae esa vibra medio surf que tenía la serie protagonizada por Adam West, curiosa elección para abrir un disco, pero a medida que el tema va creciendo se nota la mano locuaz de Zorn de convertirlo todo en un caos en menos de un minuto.

El segundo tema si es un cover, "The Sicilian Clan" es una de las canciones que Ennio Morricone compuso para la película del mismo nombre del año 69´ Aquí no hay momentos de sobresalto, se respeta mucho el clima original del tema aunque hay más juego de rock lo que incluso permite que el tema tome un dinamismo más interesante. "You will be a shot" es el primer bocado de demencia en donde el jazz consigue filtrarse en el ruido más ensordecedor, con extraños interludios que remiten a música country, un ejercicio extremo de rápides y estilo. "Latin Quarter" abre como un tema de jazz convencional en donde las guitarras se lucen y poco a poco nos adentramos en una especie de club de burlesque que deviene en algo un poco más mounstruoso, aunque siempre manteniendo un singular sentido del humor ya que el tema se va haciendo y deshaciendo volviendose una impensada composición que transita sin problema alguna por el rock a lo Neil Young y el doo woop. A estas alturas el caracter polimorfo del disco esta claro, es capaz de llevarte por todos los extremos inimaginables como ocurre rápidamente con la confusa "Reanimator" que sin aviso ni nada, pero de forma bastante fluida se convierte en otro intrepido tema digno de una película de Agentes Secretos, diferente es lo que ocurre con la algida "Snagglepuss" bateria ametralladora, un saxofón que chilla como los infernos y un siniestro interludio de guitarra, para después explotar con fuerza con los gritos de Yamantaka que compite con el ruidoso saxo de ZORN, el tema toma otros recovecos, pero siempre vuelve a lo explosivo en momentos inpensados.
 
 

 
"I Want to Live" de Johnny Mandel y "Lonely Woman" de Ornette Coleman son dos covers que le hacen justicia a sus versiones originales, aunque se impulsan con más frescura especialmente por el protagonismo de Zorn que hace una interpretación magistral y consigue darle a las versiones una impronta. Luego desde el tema 10 "Ingeneous Ejaculation" (tema que conocí por un video porno japones de anos dilatados) hasta el tema 16 con "Speedball" la constante sería la explosión subita de jazz y noise en breves segundos que ni llegan al minuto, YAMANTAKA ganaría mucha relevancia en esta parte del disco y conseguiría desplegar el sonido de Naked City a rincones muy extremos. Estos temas tienen un estilo marcado de acelerones y pausas. Cambios impredecibles, la palabra coherencia pierde, valga la redundancia, la coherencia. Ritmos de Jazz y acelerones de Grindcore en el mismo hábitat, mi favorita sin duda "Ujaku"y "Fuck the facts" totalmente intrepidas, pero hay lugar para momentos más imprecisos incluso con el arranque sigiloso de bajo que escuchamos en "Spedball" la cual en sus casi 40 segundos de duración resume muy bien la lógica músical, arranques de locura, subsanados con intervalos de melodías más estandar, todo a una velocidad demencial. Luego de este segmento seguimos con otro cover de otro compositor de películas, Jerry Goldsmith con "Chinatown" película y música que grafican muy bien el sentimiento de peligro y maravilla que puede causar una ciudad como Nueva York, la melodia reflexiva y media nocturna parece ser el momento de descanso luego de una sesión de fotos de cadaveres mutilados.
 

 

El clima urbano y misterioso del disco aumenta con "Punk China Doll" que arranca con otro redoble de bateria y una guitarra estrangulando sus cuerdas, nuevamente el hardcore se toma el disco, pero esta vez con un toque mucho más estilizado con un interludio calmo que hace pensar en un sonido más western y que termina casi en una nota sostenida de incertidumbre. "N.Y. Flat Top Box" es otro tema corto que juega con la mezcla subita de estilos y que recuerda composiciones de Carl Staling para los Loney Tones, otro de los compositores favoritos de Zorn. "Saigon Pickup" es otro buen ejemplo de rock/jazz con toques únicos que hacen que el tema bucee en varios estilos sin salir de su propio marco, incluso algo de reegaee se llega a tocar. El cover del tema de James Bond, original de John Barry, ilustra ese sonido más nocturno de una ciudad en la que el detective privado parece enfrentarse más a sus demonios que a sus propios casos, interesante que el rimbonbante toque de la versión original de Barry aquí queda mucho más sublimado a un tono de punky/jazz que le da a la caracteristica melodia un eco más profundo y oscuro.
 

 
 
 "Den of Sins" no evita ser oscura, caotica y poderosa. Mientras que sorprendentemente "Contemp" original de George Delerue toca una fibra que se podría decir parece más tragica, romantica y tragica. Es uno de mis momentos favoritos del disco y la manera que en Zorn reversiono el clásico tema usado por Goddar en la película "Le Mépris" resulta totalmente sublime y esos alaridos de saxofon se sienten como gritos de desesperación frente al oceano de peligro que es la ciudad. Las últimas paradas del disco son las más largas "Graveyard Shift" mantiene ese grindcore y noise en sus primeros minutos, pero inevitablemente va decantando a un costado más post-punk para luego convertirse en una atrevida canción que el propio Miles Davis seguramente hubiese tocado en su reconocido "Live Evil" especialmente por los segmentos de Dub. El último tema "Inside Straight" te deja a la deriva ya que arranca como un jazz de antro urbano, y se eleva en ese estilo con maestría, pero por supuesto a Zorn le gusta revolotear por los aires a quienes escuchen sus discos y luego de un rato el tema con la intervención sonora del saxofonista se vuelve cada vez más gigante y convulsionado. Esta es la ciudad, esta es la locura, no puedes escapar a ella, a lo más sólo disfrutarla, parece querer decir eso al cerrar el disco con un tema que no reniega el sonido más caracteristico del Downtown Neyorquino para otorgar un final increiblemente convencional a ese tipo de sonidos.
 

 

Naked City es impredecible y vale la pena escuchar este disco para quienes quieran inmiscuirse en los proyectos más salvajes del saxofonista, una cuota de razón sin duda se pierde luego de entrar en estos sonidos tan desaforados, la música en general no se vuelve a percibir igual y creo que pese a que muchos sonidos vanguardistas con el paso del tiempo se van asimilando de una manera más masiva, con Naked City creo que Zorn consiguio mantener la sorpresa hasta el día de hoy.-








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