domingo, 16 de enero de 2022

100 Discos para mis treinta: #12 Placebo - Whithout you I´m nothing (1998)


 

Placebo es una banda con una discografía - a mí parecer - muy solida con puntos más altos que otros, pero en general todos sus discos suman bastante al panorama del rock alternativo (por poner una etiqueta muy amplia a su música) Ya hablé de la osadia que tuvieron al lanzar "Battle for the sun" uno de los discos que hasta la fecha considero más interesante en su catalogo, no obstante, amo intensamente casi todos sus trabajos y de su época más pomposa no puedo ignorar "Whithout you I´m nothing" como una verdadera obra maestra, a pesar de que muchxs considerarían a "Black Market Music" o "Sleeping whit ghosts" ese honor (y razones hay varias) yo me quedo con su segundo trabajo discografico simplemente porque aquí el sonido de la agonía adolecente noventera me parece transmitido de forma brillante por Molko y compañía, este disco a mis 14 años fue una obsesión algo culposa y cada vez que lo vuelvo a escuchar de principio a fin ese sentimiento fragil y juvenil se sigue sintiendo con igual frescura.

Ansiedad y rabia


Placebo es una banda que surgió en los noventa con la oleada de brit-rock en boga, pero ellos realmente nunca tuvieron mucho que ver con esa movida, desde su estetica hasta su sonido se podía sentir una vibra completamente única que los podía emparentar más con bandas como The Replacement o The pixies, incluso Nirvana si nos ponemos más rebuscados, pero lo cierto es que Placebo nunca termino de englobarse en el estilo de Oasis, Blur o incluso Radiohead en su momento. Ellos eran los bichos raros de la escena y eso más que una jugada marketinera tenía que ver con su propia identidad politica, al punto que Brian Molko por esos años se dejaba un look totalmente androgino sólo con el fin de confundir a sus espectadores varones y así estos  cuestionasen su heterosexualidad. Herederos del caracter sonoro de Bowie, Marc Bolann y The Cure, Placebo consigue condensar muy bien esas influencias y dotarlas de un caracter juvenil ansioso y rabioso que en este trabajo dosifican muy bien en cada corte.

Tal vez si hablamos de inovación o impacto este disco queda bastante rezagado de los clásicos noventeros, totalmente opacado por el "Ok Computer" o el "Parklife" e incluso dentro de la misma discografía del grupo puede sentirse un poco mirado en menos ante el "Sleeping whit ghosts" pero para mí no es así, "WYINM" a más de 20 años de su publicación se mantiene como una joyita refinada y poderosa en la que convergen sensaciones acidas que se expresan al mismo tiempo con una belleza casi fragil. En cierto modo sólo mejoraron la propuesta que habían presentado en su primer disco, pero a la enesima potencia, por lo que se siente un gran salto cualitativo entre disco y disco pese a que el tiempo que los separa en años corresponde sólo a dos, lo común  para el mercado del mainstream noventero. Pese a la importancia generacional que tiene el disco hoy en día, no tuvo la mejor acogida por parte de la crítica, algo que en esta lista se ha repetido en muchos otros casos.

Conscientes de algunos elementos caracteristicos en cuanto a su propuesta que los hicieron ser un grupo llamativo con su primer trabajo, en este segundo disco la banda da muestra de que su punto fuerte es llevar a quien escucha el disco mediante un vaiven de emociones directas y sensibles. Una inestabilidad que se refleja en las letras de Molko quien aseguraba por esos años que la banda no eran de quedarse quietos en un estado de animo, sino más bien extremos y algo border, por lo mismo la parcimoniosidad o templanza no podía encontrarse ni como esbozo en la música que presentaba "WYINM" disco capaz de azotarnos con el tema más rabioso y luego tender una manta de depresión absoluta en la siguiente canción, todo manteniendo una vena pop muy sofisticada y energetica que incluso hacía amagues de momentos de experimentación. Los siguientes trabajos de Placebo que por esos años funcionaba casi como un power trio, irían experimentando y dandole más matices a estas emociones tan primarias que bien supieron exprimir, pero la vibra genuina de este trabajo a mí parecer es única y refleja de una forma casi perfecta toda esta energía adolecente que cualquier que haya pasado su juventud en los noventa y haya sido una persona completamente inadaptada al críterio hegemonico, supo sentirse identificado

Un trazo alternativo y oscuro


 

Uno de los ejes con que Placebo le dio sentido a su música es la afinación de la guitarra, la cual esta medio tono más alto con la excepción de la última cuerda, esto hace que todo gire en torno a una sensación más oscura que emparienta el trazo sonoro de Molko con Billie Corgan quien por esos años también estaba realizando sus propias obras que supieron definir a lxs rarxs de los noventa. Pero volvamos a Placebo quienes con su forma de afinar la guitarra envolvieron el disco en un halo de completa oscuridad, coqueteando con elementos de rock goticos y cierta herencia glam, Brian Molko, Stefan Olsdal y Steve Hewitt consiguen desde el primer momento de "Pure Morning" atrapar a curiosxs de un rock menos empalagoso, pero no tan explosivo en apariencia. Con el primer corte la banda abre las espectativas ante un sonido que se siente pantanoso, pero al mismo tiempo electrificante, en cuanto a material lirico Molko, pese a que siempre suele ser muy declaratorio, en este disco aparentemente expuso todos sus demonios, sus lios por esos años con la adicción a la heroina es un tema que no deja de sentirse brutal en la forma que él consigue cantarlo ya que a grandes rasgos esta hablando de sentirse solo pese a todas las fiestas y momentos divertidos que pudo gozar, igualmente esa felicidad no vale nada si al llegar a casa te sientes vacio y ansioso por no poder conectar con nadie realmente, no tener un «A friend in need’s a friend indeed» como dice la letra, algo que me sigue representando bastante bien. De esta forma pegado al final estridente del primer corte arranca  "Brick Shithouse" una canción que es imposible no reconocer al sonido de los Placebo noventeros. Rápida, sentimental y con un riff que le salpica cierta luminosidad a la letra desgarrada de Molko, la cual cuenta una historia de fantasmas, un tipo que ve a su novia muerta tener sexo con el hombre que la asesinó, letal y dentro del contexto del album es un perfecto contraste con la ominosidad del primer tema.


 

El viaje sigue cierta estela punky con la movida "You don´t care about us" la cual por esa unión tan emvolvente entre el bajo y la bateria más los momentos de distorcion guitarrera se ha convertida en una de mis favoritas de la banda y recuerdo que siempre me atrapo cuando la escuchaba a mis catorce años, ya que tiene una energia que fluye de manera muy organica, especialmente luego del coro donde todo se pone más sentimental, perfecto para cantarla en un momento de fuerte frustración. Pero si de animos bajos se trata  "Ask for answer" mantiene una escencia parecida a los Radiohead del "Ok Computer" aunque debo decir que el bajo de Osdal es magnifico y mantiene el tema siempre en un estado casi lisergico, lo cual no es casulidad ya que el tema en sí habla de la dependencia de Molko a la heroina y en algunas ideas suicidas aunque en este caso la letra no resulta ser tan explicita. El pase viene de maravilla para enfrentar una de las mejores canciones que el grupo ha escrito en su historia, el tema homonimo del disco, el mismo que maravilló a Bowie quien luego de escucharlo se comunico con la banda para cantar en el, algo muy insolito en el artista quien solía elegir cuidadosamente con quien realizar sus feat, aunque cierto es que su voz no le suma nada nuevo a la grandeza del tema. Depresiva, sinuosa y con una guitarra escalofriante, el tema sigue sintiendose tan jovialmente fragil y descaradamente ansioso, con esta canción todxs quienes nos sentiamos diferentes en la época de colegio (y diferente no de una forma cool, si no, terrible) encontramos nuestro lema, una canción que es un grito de ayuda por buscar y anhelar alguien que pueda entender toda la rareza que profesa, para alguien introvertido es realmente aliviador saber que el mundo está poblado de "Bichos raros" que podían sentir y disfrutar una canción como esa.

 

 "Allergic (To Thoughts of mother Earth)" sube la energia con los clásicos riff de Molko y la perfecta ejecución en sincronía de Osldal y Hewit, aunque suele ser el tema más ignorado, además de ser una certera crítica a las religiones, creo que es un acierto porque entrega cierto ritmo y poder luego del bajon emocional de los temas anteriores aunque la tristeza se vuelve a poderar del sonido con la oscura "The Crawl" en la cual es imposible no escuchar rastros de The Cure allí. Luego viene "Every you, Every me" uno de los temas que la banda consiguio meter en la cultura popular gracias a que formó parte de la banda sonora de la película "Cruel Intentions" la cual pese a las críticas igualmente mantiene esa vibra noventera con la que muchxs aún pueden sentirse seducidxs. En cuanto a la canción, quizás una de las más conocidad del conjunto, siento que sigue sonando refrescante, con aires a The Pixies, ciertamente es un acierto radial que mantiene muy alto el sonido más directo de la banda, a mí me encanta, pero siento que sí se ha quemado hasta el cansancio y Placebo es mucho más que este tema, además más allá de la línea musical es indudable que la letra la cual habla abiertamente de las relaciones amorosas y lo toxicas que pueden ser, encaja perfecto con el sentir un poco más masivo y se entiende que consigue representar perfectamente la retorcida historia de juegos de seducción que la película "Cruel Intention" quizo llevar adelante.


 "My sweet Prince" es una canción de amor dedicada a un chico, sin tanto preambulo ni explicaciones, el tema se siente intenso en su sonido, con momentos medio experimentales que Placebo a futuro seguiría considerando, demás esta decir que es una de las canciones más populares entre la base de fans más acerrima del grupo. "Summer´s gone" recuerda un poco a "I Know" de su primer disco, algo más acomedida y con cierto toque de nostalgia en las cuerdas de la guitarra y el canto plañidero de Molko. "Scared of Girl" toma cierta influencia glam en el sonido, pero dandole un giro mucho más contemporaneo consiguiendo algo más cercano a lo que Smashing Pumpkins hicieron en su segundo disco. Finalmente "Burger Queen" cierra el disco de forma admirable, una balada que expresa fragilidad y en la que Molko canta con dulzura palabras y frases punzantes generando ese disonancia tan genial que pocos saben llevar adelante, luego un curioso tema secreto que lleva el sonido del grupo por rincones más noise  y mantiene ese caracter urbano y peligroso que a ratos salpican. Placebo consiguio darle a la decada noventera otro disco que refleja el sentir de gran parte de la juventud de la época y lo mejor es que aún sigue teniendo sentido para muchxs, envejeciendo cada vez mejor y ganándose el respeto que en su momento no tuvo de la mejor manera por parte de la discriminadora crítica músical.-

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