viernes, 31 de diciembre de 2021

100 Discos para mis treinta: #13 D´Angelo and The Vanguard - Black Messiah (2014)




D´Angelo es un artista cuya influencia hoy en día esta muy viva. Sin él no tendríamos a The Weekend, la banda The Internet, Alicia Keys, Beyonce o incluso al costado más soul de Bruno Mars. Es indudable que su aparición en la música a mediados de los noventas con esa propuesta soul-jazz de flow callejero cautivó mucho. Años de silencio, malas decisiones y ciertas especulaciones de la prensa lo empujaron a crear uno de los trabajos más sorprendentes de la década pasada, el cual reinventa su hasta ese momento aún fresca propuesta sonora. Un disco sorprendente que abraza un nuevo espíritu sin dejar de conservar en su mejor estado aquello que hizo a D´Angelo en el pasado un artista singular.


Soul y magia

D´Angelo no es un artista que yo difunda demasiado, su estilo no es algo a lo que le hinco el diente muy seguido, pero puedo notar su solida propuesta y contundente estilo a la hora de llevar adelante sus destacados trabajos. "Brown Sugar" apareció en 1995 para alimentarle a esa vibra de sensualidad propia del soul, algo de ritmo urbano, un poco del flow propio del hip-hop de aquellos años, tanto en la forma de canto como en los beat que los temas manejaban. Este efecto fue tan provocativo que D´Angelo, hasta ese momento sólo un compositor de otros artistas y eterna promesa del canto, elevó un disco que en cuanto interpretación debería ser mucho más recordado en la decáda de los noventa que el endiosado "Grace" de Jeff Buckley.  

En el 2000 otro buen disco sacudió el panorama de lo que el soul estaba consiguiendo a nivel mainstream "Voodoo" entendido como el gran disco del neo-soul que elevo la figura de D´angelo dentro de la crítica. Se trato de un trabajo que consolido un estilo menos cuadrado de composición para los ritmos melosos. Sin duda a raíz de este disco se puede rastrear cierta influencia a The Wekend. Tuvieron que pasar cerca de 14 años para que D´Angelo volviera asestar un golpe de efecto con un disco que nuevamente eleva mucho más su figura a nivel artístico, consiguiendo realizar una de las obras más intrépidas dentro del soul contemporáneo, un disco que sienta nuevas bases para quienes quieran desenvolverse en esa área.

El vídeo de su single ‘Untitled’, con un D’Angelo a torso desnudo, proyectó una imagen como icono sexual que desvió el foco de su arte y le sumió en el abatimiento. El nubarrón creció con la muerte de varios amigos (entre ellos, J Dilla, influencia clave en "Voodoo"), la ruptura sentimental con Angie Stone, enganches y hasta un grave accidente de tráfico. Si bien fue una época de mala racha, ninguno de estos eventos inspiran lo que podemos escuchar en "Black Messiah",  al contrario, y en total sintonía con lo que Kendrick Lamar lanzaría un año después, el disco de D´Angelo se cubre ante todo de un comentario sociopolitico. Es de esta manera que el discurso marca una pauta contra el racismo, en un momento donde la sociedad volvía a manifestar fuertes injusticias por esos temas. Interesante es como este trabajo consigue abrir la ventana (dentro de la veta artística comercial) para nuevamente la cultura afro-estadounidense reconecte con elementos que en algún momento los dotaron de identidad, usándolos ahora para darle cara a los conflictos que los determinan durante esos años.


Es por ello que "Black Messiah" no se siente como un simple ejercicio de marketing, al contrario, se puede olfatear a lo lejos intenciones totalmente artísticas para darle forma a cada una de las canciones que componen el mensaje de esta obra. Curiosamente la muerte de Amy Winehouse juega un papel importante para la aparición futura de este cancionero. Amy había entablado una gran amistad con Questlove de The Roots, uno de los amigos de mayor confianza de D´Angelo. La muerte de la británica fue el detonante definitivo para que D’Angelo pusiera fin al proceso que había iniciado una década antes, cuando su amigo le suplicó que no siguiera el camino de toda la gente que admiraba y que conducía a la muerte. Esto pasaba en 2011, y el cambio de actitud le sirvió al artista para retomar las canciones en las que llevaba trabajando desde hacía mucho tiempo y que ahora dan forma a este ‘Black Messiah’. Es en esa época cuando entran a las sesiones del disco, los músicos que conforman de The Vanguard: Pino Palladino, James Gadson y Questlove. Todo comienza a cobrar forma. Luego una gira por Europa y ya todo parecía ir en marcha. 

El músico aclaró que ese "Mesías" al que hace mención en el título no tiene nada que ver con la figura bíblica que se podría llegar a suponer automáticamente, sino más bien está relacionado con el poder que cada individuo tiene de guiar, de ser un ejemplo. Pese a esta explicación media apolitica, es innegable el tono social de algunos pasajes del disco, incluso desde su portada.

Un trabajo redondo y excelente

Los golpes de calidad que arrancan con "Ain´t that easy" se embravecen gracias a una guitarra galvanizada tocada por el mismo D´Angelo, mientras el tono mucho más callejero se siente en los ambientes que el bajo, la batería y los coros van adhiriéndole al tema. De esta forma el disco abre con un tono mucho menos meloso que lo acostumbrado, y con perspectivas casi cósmicas en su nivel musical. "1000 Death" samplea el documental The Murder of Fred Hampton, sobre un líder asesinado de los Panteras Negras, y reclama la negritud de Jesucristo, la canción va adquiriendo un tono de discurso político con una excelente base de funk/soul que se siente totalmente orgánico, es un canto a la fuerza común, a la unión por encima del individuo frente a las convulsiones presentes alrededor del mundo. Por su parte "The Charade" incide en el racismo con una sombría y creciente construcción musical que remite de inmediato a la música de ambiente sideral que la banda The Internet consigue aplicar muchas veces.


"Sugah Daddy" recuerda en su tonada la música que Jim Lang compuso para la serie de Nickelodeon Hey Arnold. Algo de acid jazz, cantos bien compasados y muy dinámicos en donde los coros y los falsetes te llevan a otro lugar, todo comandado por un especiado piano en donde intervienen vientos y guitarras que juegan paneando su sonido de un lado a otro, quizás la canción más entretenida del disco y que destaca muy bien por el excelente uso de elementos de otros estilos. "Really Love" es otro excelente corte, que comienza como emulando una antigua telenovela Latina con la voz de una mujer hablando en castellano con el fondo de una clásica guitarra española dándole más ambiente al tenor del tema, para luego mezclar toda esa influencia hábilmente con R&B, sin duda una de las canciones que más suben el nivel y maestría del álbum. "Back to the Future (Part I)" comienza más como un tema de rap que va presentando una sutil tensión a medida que avanza y adorna la melodía con instrumentos de viento. En "Till It´s Done (Tutu)" hay algo de la esencia de Funkadelic dando vuelta aunque la reposada y multitimbríca voz de D´Angelo le otorga al tema una delicadeza inusitada.




"Prayer" cuenta con un riff y beat muy desmenuzado que recuerda los ejercicios de funk de Thundercat, mientras que "Betray My Heart" tiene un sonido mucho más rockero que con uno que otro aire de jazz hace referencia muy a su modo a Hendrix. Si bien la voz y presencia de D´Angelo son protagónicos en casi todas las canciones, los instrumentos y su cuidada composición elevan muchísimo más la fuerza que propone el vocalista, retrotrayendo a grandes clásicos del soul, pero con una fuerza y estilo único, pese a la sencillez que pueden llegar a aparentar, como ocurre con la cándida "The Door" donde se puede escuchar algo de Sly & The Family Stone. Los temas finales "Bakc To the Future (Part II)" funciona como un ajustado epilogo en donde las voces y coros se llevan las palmas, mientras que la canción última "Another Life" regresa al jazz de atmosferas sugerentes y voces deliciosas que van creando un cierre perfecto y completamente acorde a todo lo previamente escuchado. 


"Black Messiah", demuestra ser más que un disco al uso, D’Angelo and The Vanguard han creado un ecosistema, un oasis musical, un refugio en el que esconderse como mínimo durante su hora de extensión. Viaja más a las raíces que nunca, permeable, tocando el meollo del asunto con más humanidad que la mayoría de los lanzamientos que durante ese año satelitaron por el mismo estilo. D´Angelo impregna en las canciones más relajadas y de luz cálida, un tamiz agridulce que le otorga un contrapunto interesante y siempre entretenido. Para mí uno de los mejores discos de la música afro.-  

No hay comentarios:

Publicar un comentario