FIN DE AÑO. Época de balances,
pero creo que la mitad del mundo debe concordar conmigo de que en términos
generales fue un año bien de mierda: La derecha más recalcitrante sube cada vez
más al poder, el dinero falta en todos lados, la gente se vuelve más fascista,
muchos músicos buenos han muerto y en general todo parece más sintético que
nunca, pero en fin, no quiero pecar de odioso, PERO ESTE TOP NO SERÁ DEL AGRADO
DE TUS OIDOS, en realidad es lo más parecido a un meadero.
Como ya mencione este no fue un
buen año para la música por la calidad de las pérdidas que tuvo, dejando eso de
lado igual hubieron gratas sorpresas que sacaron la antorcha de la calidad,
pero como todo se equilibra (y en realidad como pasa todos los años en mayor o
menor proporción, no nos hagamos los locos) tuvimos un cerro de éxitos radiales
infumables, horribles y de baja vara creativa que de todos modos se metieron en
la cabeza de todo el mundo, gracias a las radios pop y en especial a los
oyentes más casuales a la hora de valorar la música. Es así como tenemos
gusanos mentales a destajo, es decir temas musicales simplones que se quedan en
nuestra cabeza de forma molesta quizás por meses y de los que no podemos
escapar fácilmente, este año los éxitos radiales tuvieron mucho de eso y lo
peor es que yo tenía ciertas esperanzas en que eso no fuese tan así, digo el
año partió bien con “Sorry” de Justin Bieber, una verdadera sorpresa para ser
un hit radial y de esa clase de artistas, pero después todo se fue gradualmente
al averno. Revisemos qué onda.