II PARTE: Del amor al odio
Sigo con mi experimento de creerme periodista de rock, en qué
íbamos... así LOS PRISIONEROS.
Corría el año 2002 y los ex Vinchukas ya habían
decidido continuar una carrera más o menos
regular para una -a esas alturas- súper banda de rock: Grandes
conciertos a lo largo de chile tanto en las provincias principales como en
lugares más pequeños del interior de las mismas, había también un ejercicio de
obra social, los ex pseudopillos tocaban también a beneficio de
fundaciones infantiles o de niños con alguna enfermedad rara, había alma de
consciencia social lo que después de todo no venía nada de mal, eso los
humanizaba mucho más, no los exponía como las mega estrellas que no pueden
tocar el piso si no es de oro, al contrario, se sentían más cómodos tocando en
lugares pequeños, recintos chicos y bromeando con el público que frente a
audiencias gigantescas, tenían un alma localista los ex Gus-gusano
Con el disco "Estadio Nacional" en el mercado
comenzó por otro lado el ataque de la prensa que odiaba a González y esperaban
de alguna forma hacerlo arrebatarse para que quedase como un loco, después de
todo para nadie es un secreto la animadversión de los poderes fácticos ante
este personaje, el mismo sello que los acogió no sabía bien como controlar a
este niño terrible cuando en una conferencia de prensa dictada en el mismo
sello González dijo que encontraba que la piratería estaba bien, por aquellos
años internet y sus ficheros para descargar música no estaba tan insertados en
la sociedad por lo que el mercado pirata callejero era el torrent de cada día,
algo que los grandes ejecutivos creían se podía controlar si se les daba la
pelea (ja, ingenuos y miopes como tantos empresarios) pero por el otro lado
estaba Narea que ahora tenía opinión y no dudaba en soltarla por mucho que ésta
contrastase con la de González, Narea no apoyaba la piratería a gran escala
porque encontraba que era una mafia, los ejecutivos del disco lo felicitaron y
lo consideraron su favorito dentro del grupo, las rencillas empezaban a
asomarse entre él y Jorge, ah y Miguel Tapia, nada, miraba no más.
El 19 de Junio del 2002 la banda realiza su primer concierto
fuera de chile, en Lima, Perú, donde eran muy conocidos y tuvieron mucho éxito,
dieron una conferencia de prensa en donde ya se dejaba ver que planeaban grabar un disco nuevo, los estilos estaban muy marcados: Jorge estaba escuchando mucha
electrónica, Claudio mucho blues y Miguel mucho folclore. Luego viajaron a México, Estados Unidos,
España, este ascendente y meteórico triunfo les hacía aspirar a más, la idea
del disco nuevo, que de hecho se veía tentadora desde que se juntaron, cobraba más fuerza y no había nada que lo impidiese, Los prisioneros
estaban sonando más que nunca en las radios locales e internacionales (bueno,
tampoco era una cosa increíble en el extranjero, pero eran algo notable) todos
estaban ganando mucho dinero, no había por donde perderse.
Al regresar de su gira internacional vino uno de los momentos más comentados y que quedo pegado en la cultura popular, Los prisioneros son invitados a tocar en el cierre de la Teletón del año 2002, como todos saben la Teletón es un evento benéfico televisado hecho para ayudar económicamente a una fundación que trata la rehabilitación de niños discapacitados físicamente que no pueden costearse sus tratamientos (algo que antes de la dictadura lo cubría el seguro social de manera excelente) Una cadena de empresas
en pos de ayudar a esta causa aportan una dotación de dinero para que la fundación siga en
pie. La presentación de Los prisioneros esa noche fue sin duda algo de culto,
Jorge antes de comenzar la canción "Quieren dinero" dijo delante de
todos los que estaban en el estadio, gerentes, empresarios, políticos,
animadores inmortales de la televisión y por supuesto mucha, muchísima gente,
lo que realmente pensaba de la Teletón, dichos que en cierto modo rememoran las palabras de Gladys Marín, para ellos La Teletón debía ser una obligación del
estado, no de los ciudadanos que por querer ayudar, por sentirse mejor consigo
mismos apoyan a un conjunto de empresas que evaden sus impuestos gracias a
estas prácticas y de paso tienen un blanqueamiento de imagen, así como también
tantos animadores de televisión y personajes intrascendentes que tienen su
oportunidad de figurar en la Teletón de alguna forma.
Los dichos de Jorge por
supuesto cayeron mal a la prensa stablishment, la guerra con los medios se
había desatado, González era enemigo público, su verborrea y frontal mirada
crítica era algo molesto para los medios, para peor Los prisioneros cada vez
tenían más presencia, había que bajar la imagen de González de alguna forma,
descorrerle el perfil, era peligroso que se alzara como figura pública, como
ejemplo a la juventud la prensa lo debía llevar como un marginado, como un
resentido, como un drogadicto tanto se esforzaron los medios en general por manchar la imagen de
Jorge que la banda desde ese momento pasó a segundo nivel y a la gente le
interesaba más saber lo que Los prisioneros (lo que Jorge) pensaba sobre cuál o
tal tema que volver a escuchar sus éxitos del pasado, eso estaba bien, pero era
más sabroso lo primero, en todo caso los
chicos de la prensa tenían un aliciente en la figura de Narea que muchas veces
se contradecía con Jorge, Narea era bien tratado por la prensa, se le alzaba como
la entidad consciente dentro del grupo, al alma consciente y pasiva, la medida
exacta para contraponer el peso de Jorge, se encumbro la imagen de Narea como
la antítesis necesaria que daba la equidad perfecta al grupo, ah y Miguel,
miraba no más. Narea fue mimado por la prensa, tampoco a un extremo exagerado,
pero de que se le trataba con más cuidado de como se trataba a González eso
nadie lo puede dudar, y las cosas se recrudecieron mucho más cuando Jorge dio una declaración incendiara en Lima, después de un concierto dijo que le daba vergüenza ser chileno. Por supuesto los medios monopólicos de información se
sobaron las manos ya que tenían cómo hacer trizas a Jorge, las cosas se
pusieron crudas, y ya estaba delicadas, Narea tuvo que asumir por un breve
periodo la vocería del grupo y hacerse cargo de los dichos de Jorge a modo de
mediador, finalmente Jorge explicó en una conferencia de prensa todo muy a su
manera y sin dejar contento a ningún pez gordo:
"no son los que mandan al
país [el gobierno de Lagos] sino grupos económicos muy importantes, que se
afianzaron desde la época del general Pinochet (…), esa gente tiene un
ánimo que siempre está dispuesto a ir a la guerra o
fomentar el racismo, y que ahora incluso se alegran de la desgracia de nuestros
hermanos argentinos… Quiero pedir disculpas si el 99 por ciento restante de los
chilenos se ha sentido ofendido"
La presentación en Viña del Mar fue el último eslabón para
destruir la relación entre la prensa de la época y González, el grupo había
sido invitado a tocar en el certamen del año 2003, por supuesto, desde el
comienzo las cosas olían mal, Jorge acusó una campaña de desprestigio en su
contra, se publicaba en los medios que el grupo sería pifiado, que sería un
fracaso y se recordaban los dichos anti chilenos de González en la presa
peruana que igual es bastante sensacionalista cuando puede serlo. Musicalmente
la banda seguía bien posicionada, sonaban bien, Narea sobre todo aunque ya eso
a nadie le importaba en lo más mínimo la atención estaba puesta en las
polémicas y era difícil mantener las cosas al margen, separarlas, Los
prisioneros eran un combo agregado, estaban haciendo mucho ruido y quizás era
lo lógico. En el concierto la banda abrió los fuegos hurgando el dedo en la
herida, criticaron - o más bien Jorge- en su primera canción la presencia del morbo y sexismo en televisión abierta cuando horas antes se le
da tiempo a un sacerdote para dictar un mensaje de humanismo cristiano, la
crítica bien podía ser para el canal Megavisión que tenía el mensaje diario del
Padre Hasbún (títere de la dictadura) que hablaba entre otras cosas de prohibir
el condón y mantener las buenas costumbres cuando unas horas más tarde el canal programaba el show de
"MORANDE CON COMPAÍA" un programa que se basaba en mujeres
cosificadas sexualmente y humor burdo. Aunque también la crítica podía ir
dirigida hacía el mismo canal 13 (Canal en ese entonces de fuerte tendencia
cristiana conservadora que organizaba el festival y lo transmitía) que en épocas de dictadura transmitía espacios
televisivos de mensajes cristianos a cargo de un sacerdote, pero al mismo
tiempo encubrían información sobre delitos ocurridos en la dictadura. Bueno, la
gente se quedo con eso y la prensa obvio la parte musical para centrarse en
esos dichos incendiarios, los mismos fans que si bien disfrutaban la presencia
de los músicos y alababan que las canciones les salían mejor que nunca
("Tren al sur" "Corazones" "El baile de los que sobran" "Papapa" "La voz de los ochenta") igual no más terminaban reduciendo las cosas
a la personalidad de Jorge, era indudable que todo se mantenía en esa línea,
era muy difícil concentrarse en la música cuando los medios se sazonaban con
eso, lo más raro es que la banda triunfó en Viña y se llevo todos los premios
(menos la gaviota de oro, pero qué mierda, a quién le importa) y a nadie le importó mucho.
Las cosas se estaban poniendo color de hormiga, Jorge se
sentía paranoico sea por las drogas o por el acoso mediático y amenazante del
que era víctima, a eso había que sumarle el trato diferente que le daban a
Narea involuntario o no que sin duda creaba ciertos resquemores, al interior
las diferencias creativas también abrían una mella. A Narea le ofrecieron
grabar un disco solista y que abandonara a Los prisioneros, él lo pensó. Al
parecer las cosas no iban muy bien, definitivamente se había terminado la
bonanza de la gloria, lo más raro de esto es que esta clase de sucesos alimentó
que los programas de farándula creciesen un poquito más en ese tiempo, no digo
que se hayan basado en este tipo de cosas para cimentarse, pero Los prisioneros
juntaba el clamor popular con el ansia de la copucha, los programas de
farándula se supieron nutrir de ellos en su momento, que paradójico.
*Hasta aquí la segunda parte, en la tercera entrega
revisaremos todo lo que fue el disco Homónimo del año 2003, la salida de Narea
y sus coletazos.
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