Video original: https://www.youtube.com/watch?v=yQnBTp3knw8 |
Fue el año 2012, ¿o 2013?, no
recuerdo exactamente, pero la cosa es que mientras ordenabamos la casa mi novia
puso en el computador un video de youtube de un chico que se hacía llamar
German y parloteaba frenético frente a
la pantalla. ¿De qué hablaba? De las mascotas, de los hermanos, del colegio,
cosas así, pero no tanto de forma seria ni anecdótica sino más bien lo suyo era
un monologo con tintes cómicos, un intento de stand up comedy muy simplón,
¿daba risa? No. ¿Causaba gracia? No. ¿Por qué lo poníamos? Porque no le hacía
daño a nadie, creo. Pasaron los años y ese fenómeno que en realidad era un
síntoma global se expandió con fuerza hasta llegar a convertirse en el referente
de los niños y jóvenes millenials. Hoy a portas del 2018 podemos decir que ese
boom ha acabado y aquellos youtubers que fueron como dioses para toda una joven
generación viven un ocaso.
Esa fue la desafortunada frase
que lanzo Rubén Doblas, mejor conocido como Elrubius, a una radio chilena
cuando visito el país con motivo de ese inexplicable evento llamado Club media
Fest, el cual buscaba de manera bastante inescrupulosa exprimir la billetera de
los niños (es decir, de los padres de los niños) por ver a sus estrellas favoritas
de youtube, poniéndolos en escena con shows que en muchos casos no eran otra
cosa que mera improvisación y repetición de las bobas rutinas de sus videos, por
su puesto sin el plus de la edición por lo que toda gracia quedaba simplemente
en verlos en vivo y en directo haciendo el loco por varios minutos sin que ni
ellos mismos se aguantasen (aquí una reseña muy buena al respecto) demostrando
que cualquier talento o gracia era simplemente haber ganado fama por internet. De
todos modos, con talento escénico o sin él, Elrubius tenía algo de razón ya que
para ese entonces los youtubers Vivian su veranito de San Juan y efectivamente
eran tan famosos como los Beattles, con la única diferencia que el legado de
los de Liverpool siguen tan vigentes hasta la actualidad, mientras que los
youtubers el breve tiempo ha demostrado que sólo fueron una moda más alimentada
por el capitalismo.
Aquel
maligno evento que se anunciaba como “El festival de youtubers más grande”
(porque sí hay versiones más pobres y localistas al respecto) estaba auspiciado
por empresas transnacionales y se desarrolló en más de cinco países
latinoamericanos, con la algarabía y locura que caracteriza a los fans quienes
no tuvieron reparo en gastar fortunas en entradas y meet and greets. Pero a
medida que han pasado los años, el fenómeno se ha desfragmentado en su auge, y
no es tanto porque no hayan nuevos rostros que renueven el panorama, de hecho
hay demasiados rostros, el problema es que simplemente la formula se agotó. En
Madrid, por ejemplo, se intentó emular este festival el 2016 armando un
proyecto llamado MADFUNFEST auspiciado por Samsung que tenía como “plato
fuerte” al Rubius (que mostraría sus dotes de DJ) y a su compinche Mangel, pero
no cumplió las expectativas en cuanto a asistencia de público. (A pesar de que
los youtubers acusan que el fracaso de este festival se debe a otras causas de
carácter más técnico y logístico).
El hecho de que
ya no haya Club Media Fest el 2018 o de que justamente el evento que se celebró
el 2016 en Chile tuvo menos de la mitad de la concurrencia que tuvo el 2015 es
una clara señal de que los youtubers ya no son los dioses de internet y que
como todo paladín en desventaja deben empezar a retroceder ante el monstruo del
olvido que se los tragara cuando menos lo esperen.
El ingenuo sueño de ser famoso siendo “uno
mismo”
Volviendo a
German, quizás lo que a mí y a mi novia más nos caía bien de él era su
espontaneidad. Porque su contenido abundante en humor blanco sólo podría hacer
reír a las abuelas que encuentran muy violento a una caricatura de Tom y Jerry,
y ni hablar de su frenético y molesto ritmo de edición. Así y todo German con
sus características frases se convirtió en un buen rato para perder o al más
puro estilo de la televisión, en ruido de fondo mientras uno hace las cosas de
la casa. Germán ante todo se veía un chico simpático, con gracia genuina, algo
que paulatinamente fue perdiendo ante la presión de su creciente fama, en menos
de un año el imberbe hobbie de este muchacho se convirtió en un soporte de vida
y fama. German en poco menos de un año se volvió un Dios y junto a eso la
modesta comunidad que se había forjado en torno a sus videos paso a ser una
religión de fanáticos que como tales se mostraron complacientes ante un nuevo
ídolo que no nacía de la tele, ni de la radio, nacía de internet, desde el
corazón mismo de los millenials. German después de todo, fue el grito de la
joven generación actual.
Por favor fans "NO SE METAN EN MI CASA" porque no quiero volver a hacer esta clase de videos donde expongo mi vida |
Entrevistas a
diversos medios, polémicas, acoso mediático, hacer de su nombre una marca
empresarial, publicar un libro de autoayuda, ser rostro promocional de un
paquete de golosinas, tener su propia banda de rock, aparecer como la voz de
personajes en películas infantiles….en fin, en estos seis años como rostro
publico German ha hecho de todo, menos potenciar un verdadero contenido
estructural en su canal de youtube. Se ha agenciado y promocionado hasta el límite
de exponer su vida privada como un producto más de la mercancía, de hecho actualmente está más activo en un
segundo canal dedicado al gaming, a las reacciones ridículas de cosas que ve
por internet, a hablar de su vida, a mostrar cosas pedestres de su día a día,
en fin, a vivir en una casa de vidrio en vez de invertir tiempo en sus antiguos
monólogos que le dieron una irracional fama. Su popularidad bajo considerablemente
porque el público que lo seguía se aburrió de su inconsistencia. Actualmente German
cuando no está jugando o reaccionando a estupideces, está hablando de él y no
esforzándose en hacer una parodia de él que era lo que originalmente hacía y
gustaba a los niños…supongo. Tal vez German debe pensar ingenuamente “Hey, sí
me volví famoso prácticamente haciendo nada, puedo mantener un cuarto de esa
fama con el mismo merito” Falso querido German, si tuviste un ángel en tus
inicios, créeme que ya lo has perdido, pero no ha sido tanto tu culpa, entiendo
que la fama repentina puede hacerte perder la percepción de la realidad y la
creencia de que ser tú mismo es suficiente material para mantenerse en un mundo
donde el espectáculo gira en torno a lo – valga la redundancia – espectacular.
Si quieres ser un chico normal que sube su vida a internet sin mayor pretensión
que compartir tu existencia, está bien, todos lo hacemos en cierta medida, pero
si quieres mantenerte como un Dios de internet será mejor estructurar algunos
contenidos y que propongan algo más allá de un chiste improvisado que se te
ocurrió mientras paseabas a tu perro.
Plata, poder y opinión
Cuando se abrió
la caja de pandora y se supo que los youtubers eran una moda que traía
consistencias monetarias, todo el mundo quiso subirse al barco de alguna u otra
forma, incluso ciertos rostro consagrados de la televisión latinoamericana aceptaron
hacer el ridículo llegando tarde al fenómeno (como la actriz mexicana Florinda
Mezza). Pero lo que pocos entendieron que en esta empresa dominada por el
mercado había que aprender una formula muy simple para llevar adelante un
inmediato camino al estrellato. Para que contenidos tan rupestres sobresalieran
y se pudiesen capitalizar hacía falta esbozar un personaje mediático que
hablase desde su ombligo hacía el mundo. Quizás la gran diferencia que tiene Hispanoamérica
con el fenómeno de youtubers en otras partes del mundo y específicamente en
Estados Unidos donde desde el comienzo se planteó fijamente como un espacio más
de entretenimiento parecido a los contenidos televisivos (con canales como Smosh
o Good Mitycal Morning) Es que los grandes canales de youtubers
hispanoamericanos están apadrinados por personajes cuyo pico más alto de
popularidad lo logran cuando hablan de “salseos”. El caso de German y la
acusación de que usó boots para conseguir más suscriptores fue un referente para
demostrar que nuestra región continental es inherentemente chismosa. Desde que
muchos youtubers como Dallas, Yao Cabrera, Dross, Zoorman o el mismo German
suben un video respondiendo a las acusaciones que han recibido de otro,
aclarando situaciones, o hablando sobre aspectos exclusivos de su vida en forma
de opinión “responsable”, entran en la dinámica que más visitas y por ende más
plata les genera, el chismorreo. Algo que supuestamente esta por fuera de los
contenidos que quieren llevar adelante, pero ya vemos, los youtubers son como
esos artistas que hacen carrera más por la exposición que por su propuesta.
Esto les daba
además un espacio privilegiado para opinar de lo que se les cantara y que sean
escuchados por una audiencia que los tomaba como principal referente para su
formación. Muchos de estos youtubers que sacan libros y que se muestran como
autoridades en la materia de la vida terminan
construyendo la simple idea en su audiencia de que la fama es lo que trae poder
y por ende la única forma de ser respetado, a pesar de que digan lo contrario
para quedar como seres responsables. Por lo mismo, muchos youtuber novatos
dejan de lado cualquier rasgo de integridad y terminan humillándose o
realizando prácticas poco éticas con el fin de ganar rápida notoriedad.
Espectacularizar la vida, crear polémicas y denigrarse como individuo parece
ser la única receta posible para este ocaso post boom youtuber que actualmente
se ve en las propuestas de algunos nuevos rostros de la cibernética pantalla,
pero todo esto ha sido finalmente una contraindicación ya que ha llevado a un menosprecio
generalizado por parte de la audiencia que ya ha asimilado el fenómeno de los
youtubers y empieza a exigirles más. Las practicas del clickbait y los
contenidos repetitivos no podían dominar por siempre, mucho menos en un espacio
que no está restringido por sponsors (o al menos así era en un primer momento).
El decaimiento de la formula y el desprestigio en que caen muchos de los
cabecillas es algo difícil de superar con golpes de efectos simplones tipo “ice
buck challenge” o cosas por el estilo. Simplemente la gente consume con mayor
rapidez y exige cada vez más especificidad en los contenidos que se le proponen,
pasamos de hablar de uno mismo a hablar de lo que manejamos y sabemos.
Actualmente, a mi parecer, lo que la
gente busca en los youtubers es que sean expertos en determinadas materias,
básicamente que propongan algo que vaya más allá de entretener ilusamente.
El plus agregado
Lusito Comunica, uno de los rostros "emergentes" de youtube |
Si hacemos una
rápida e imprecisa línea de tiempo el decaimiento de los youtubers fue más o
menos así: Vblogers – gamers – polémicas. Estos tres puntos conviven de alguna
forma y se siguen produciendo, pero entre medio de todo esto empezaron a surgir
youtubers con canales dedicados a algo en concreto, hasta el mismo Dross (quien
no abandona sus ganas de comentar el mundo y su vida) en un momento determinado
decidió llevar las causas de su canal por alguna temática especifica que bien
manejaba. De esta forma actualmente se abrió paso a Youtubers que más que concentrar
masas de público que no saben bien lo que quieren ver, empiezan a segmentarlo.
Canales dedicados a Los Simpson, a Star Wars, a Dragon Ball, a la cocina, a la
ciencia, a la sexualidad, a la filosofía, a la cultura…parece como si los
contenidos se refinaran en base a quienes los construye, pero incluso los
canales basados enteramente en videojuegos empezaron lentamente a abandonar los
gameplays y actualmente se concentran en informar sobre novedades tecnológicas,
reseñar juegos, entrevistar a creadores independientes, comparar consolas y
así, de esta forma el contenido se va haciendo más específico y profesional. Obviamente
sigue haciendo falta que quien entregue estos contenidos tenga cierto ángel o
sea un personaje característico (por lo mismo los canales que siguen usando la anticlimática
voz de loquendo mueren cada dos por tres), pero ahora hay que sumarle un plus,
el conocimiento que este personaje maneja con respecto a algo en particular.
El desprestigio generalizado
en que cayeron muchos youtubers al lanzar libros y hacer shows donde
básicamente no mostraban nada digno de mostrar en un escenario les pasó la cuenta.
No supieron capitalizar hábilmente su fama y la poca consistencia de su
propuesta les termino pasando factura. Incluso el humor actualmente se le empieza
a exigir más potencia, no simples bromas ni chistes que sean resultado de una
edición segmentada.
Chicos que lindo que fue el 2012-2013 |
La crítica bien
articulada a los contenidos de youtube, las parodias y sketch humorísticos con
identidad, y los contenidos exóticos son las cosas que empiezan a ser tomadas
en cuenta por una audiencia a la que ya no le resulta tan caótico manejarse por
youtube. El hecho de que un canal como Luisito Comunica empiece a arrebatarle
el primer lugar de los más vistos en México a un lameloide como Werever
Tomorrow, es una clara señal de que el público en general empieza a exigir
otras cosas que ya no expriman la misma fórmula de hace tres años. Y por supuesto
empiezan a exigir un estándar de calidad (aun discutible, pero mucho mayor que
antes) a los videos que se consumen.
Obviamente toda
la basura se seguirá acumulándose, youtube no es ningún soporte cultural y
cualquier canal que busque repercutir en esos temas lo hace a costa de la
plataforma. German, Werever, Fernanfloo, Caelink y tantos otros siguen vigentes
en youtube. Pero en todo caso ya se puede hablar del ocaso de aquellos Dioses
infanto-juveniles, restara ver como mueren o se reinventan – si es que lo
hacen- en el difícil camino de mantener una fama esquizoide.
Les dedicó un tema queridos youtubers
Eu muy zarpado tu articulo Nico!
ResponderEliminarMuchas gracias amigx
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