El mundo de las bandas sonoras es alucinante, la primera que me voló la cabeza creo fue la de Star Wars, que es uno de esos trabajos que tienen sinfónicamente de todo. El caso de los animes no es ajeno, hay muchas bandas sonoras que me encantan incluso más que el anime en sí (como el caso de Cowboy Bebop que ya reseñe por acá) pero en este caso se juntan las pasiones porque Hunter X Hunter es quizás mi anime favorito de la vida y en este caso su score no queda lejos de mi corazón.
Una sinfonía palpitantemente extrema
Barroco, no en el estilo sino más en el sentido de la palabra es que podría definir esta banda sonora de Hunter X Hunter (HXH) compuesta por el maestro Yoshihisa Hirano quien ya ha realizado otros score importantes para el mundo del anime como Death Note o Hajime No Ippo así como de juegos emblemáticos como Final Fantasy XIII. Como verán, se trata de un tipo muy inmiscuido en el mundo sonoro de lo audiovisual cuya peculiaridad es ser muy apegado a usar instrumentos reales, es decir no todo sintetizado.
La historia de Hunter X Hunter, creada por el mangaka Yoshihiro Togashi para la Shonen Jump en 1998 tuvo un éxito inmediato, qué se podía esperar, todo el Japón amaba a Togashi y sus creaciones, presumía a sus treinta años de una competente carrera como mangaka adquirido fama internacional por el éxito de una de sus obras, Yu Yu Hakusho, otro anime legendario y cuya banda sonora no se queda atrás. En el caso de Hunter X Hunter su primera versión animada se dio en el año 99 a cargo del estudio de animación Nippon Animation y debo decir que es una de los animes más impredecibles que existen. Aquella versión que cuenta las aventuras de un grupo de personas que buscan obtener, a través de distintas y letales pruebas, la licencia del cazador, una especie de tarjeta honorifica que les abre las puertas a lo desconocido. Se trató de una adaptación estupenda, capaz de reflejar los matices de las complejas personalidades que movían la trama, ya que más que una simple serie de aventuras repleta de clichés propias de su género, Hunter X Hunter es una serie que encanta con el carisma y particulares maquinaciones de sus personajes y de ese mundo bizarro que la historia nos propone, completamente llena de trampas, encrucijadas y sobre todo, poderosas alianzas.
No quiero detenme a profundizar demasiado sobre la historia de la serie porque no viene tanto al caso, pero sobre la versión animada de 1999 sólo quiero decir dos cosas más:
1.- Aunque la serie mantenía un tono y ritmo encantadoramente oscuro e intrigante, a partir del capítulo 71 todo eso cambia y la calidad decae mucho.
2.- La música de la serie tenía momentos interesantes y que funcionaban muy bien con las escenas, pero en general, salvo un par de temas que se repetían más dentro de los capítulos, no es muy recordable, tal vez porque se vio limitada en asuntos de presupuesto o simplemente se buscó hacerla más genérica al tenor de las series similares de la época.
El arco de las hormigas Quimera (A.Q) saga en la que entramos durante el anime del 2011 y cuya música compone esta especifica banda sonora que considero magistral (la serie tiene otras bandas sonoras, pero realmente esta la única que vale) A.Q es una trama fascinante que combina elementos de historias de aventura, exploración, peleas, bélicas y hasta de cine negro. Combinado con reflexiones bastante intensas de carácter filosófico y político, estamos hablando de una trama bastante atípica para el género que HXH representa, por lo mismo la banda sonora toma una importancia vital a la hora de complementar el sentido emocional de cada escena. Es tan importante el uso del score en esta saga que ocupa un lugar preponderante.
A grandes rasgos A.Q es una exploración filosófica sobre el concepto de la evolución humana, sus aspectos más oscuros y tétricos. En la historia seguimos a nuestros protagonistas Gon y Kilua inmersos en una expedición dentro de un país que ha rechazado la tecnología y ha decidido vivir apartado del mundo moderno y de sus reglas con el fin de no corromper la esencia natural de las cosas, es aquí donde una colonia de seres antropomórficos crean un reino que busca alimentar a una reina hormiga quien pronto dará luz al próximo rey del mundo, el alimento es la carne humana, la cual luego se regenera haciendo que el humano asesinado reencarne en una nueva criatura. Todos los personajes que aparecen tienen distintas motivaciones, actúan bajo su propia naturaleza y consiguen ser mucho más que un antagonista de turno. Son seres complejos, con historias propias que incluso a veces están por fuera de lo que entenderíamos como trama principal, pero igual se les brinda su tiempo, eso hace que la historia desemboque en situaciones que nadie podría prever. Si fuese un Shonen genérico sabríamos muy bien para dónde van los tiros, pero este no es el caso.
En ese sentido el score opta por un estilo sinfónico y clásico con tintes dramáticos que reemplaza el tono épico, jolgorioso y casi medieval de las sagas pasadas, esta vez se opta por algo más romántico, que exhala tristeza, desesperanza, melancolía y sobre todo muchos momentos intensos. Se puede percibir esa influencia de la música renacentista en In The Palace~Agitato que referencia al violín iracundo de Paganini en alguno de sus 24 Caprichos, para luego desembocar en una estruendosa armonía de cuerdas con ecos a una composición del clasicismo más formal, lo que encaja con algo que podríamos relacionar la realeza.
Si bien el Score de Hirano repite las estructuras y melodías que remiten a un estilo cercano a la música sinfónica de carácter dramático (operas, misas) no todo el disco gira sobre las mismas tácticas. Kingdom of predator abre como un temblor, la fanfarria de una batalla, pero continua como un lamento cínico de Nerón tocando su lira frente a las llamas del imperio Romano. Es un tema mágico, tenso y agitado. Hegemony of the food chain es quizás el mejor tema del disco. Una ejecución de score muy propio de lo que haría Hans Zimmer, pero con un crescendo excitante que se convierte en un frenético concierto de metal, la producción de esta canción hace que la parte de metal conecte y se sienta tan orgánica con la orquestal que luego nos encajan una pieza electrónica que simplemente va haciendo que la canción sea más y más majestuosa, hasta tornar a un lúgubre apagado que anuncia un ataque estrepitoso.
Otros temas más cortos como Capture o The prey transmiten terror mediante piezas de música contemporánea que recuerdan a compositores como John Cage o Penderecki. Mientras que los momentos más incómodos vienen de la mano de Man-Hunting composición cercana a músicas incidentales de sagas de terror como “El aro” o “Silent Hill”. Elegý of the dinasty, Rhapsody on the theme of Holst y Soldier ants parece una trilogía barroca de tintes bélicos, con momentos de score bastante pomposos y otros muy oscuros, toda una sinfonía a la destrucción, la sección de vientos e instrumentos con distorsión también producirán un deleite al oído.
Riot aparecida en una de las escenas más emblemáticas de la serie, la transformación de Gon y su posterior pelea con Pitou, es un tema movido por el excitante coro de una Opera que otorga esa sensación de juicio final definitivo. Sudden evolutión cambia el estilo orquestal por una propuesta más minimalista y electrónica que continua dotando de intriga a la producción. The anthill parece una producción mucho más psicodélica propia de un envolvente Terry Rylley.
Nowhere to escape es puro avantgarde, John Zorn ha realizado composiciones similares para su disco “Duras: Duchamp” de 1997.
New Mutation es otra favorita, mucha más siniestra y apocalíptica que las anteriores, tiene tintes de música de un videojuego épico tipo Good of Wars. El disco no escatima en experimentar y Obbios diference of power al ritmo de una guitarra casi black metalera guía los sonidos de una orquesta anunciando la muerte de una especie.
El disco de sentires mayormente angustiantes y que te hacen permanecer al borde de la tensión, igual hay breves momentos para respiros como en la enigmática Concentration o la solemne Victims cuyas vibras recuerdan a los mejores momentos de la banda sonora de la serie original. Undestanding es la canción que ofrece un poco de calidez celestial, bella y acompasante, contrasta con el resto de las canciones por su aura de bondad.
El disco contiene algunos bonus track que no tienen nada que ver con el concepto que manejan el resto de las composiciones. Es así como GI Theme nos recordará al menú de un videojuego de play station, pero justamente ese es el tema ya que el arco al que la canción hace referencia transcurre justamente en un universo de – prácticamente - un videojuego. Bien con su concepto, pero completamente alejada de lo inspirado de las composiciones anteriores. You can be stronger sigue con esa línea de instrumental genérico de serie de aventuras, pero Holding card file consigue ser una agradable sorpresa: de ritmos célticos y haciendo leve referencias a la música de Dragon Quest (uno de los videojuegos favoritos de Togashi) resulta en un tema entretenido, complejo y rico en armonías, y que quizás por alguna razón calza mucho mejor con las canciones del A.H.
Lamentablemente el disco así como fue lanzado cierra con el tema del opening de la serie Departure! que es realmente una canción bastante olvidable y muy copia del tema que cualquier anime de esas características suele tener. Dejando de lado estos puntos, o mejor dicho obviándolos, el disco termina siendo una experiencia realmente intensa y entretenida sumergiéndonos de algún modo en una aventura épica y complejo, conozcamos o no la historia a la que esta dirigida. Por último y de cariño a lxs nostalgicxs les dejo el segundo opening de la versión del 99, una canción preciosa.-
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