sábado, 25 de noviembre de 2017

Los típicos argumentos de derecha


 
Hace poco hubo elecciones presidenciales en Chile y como suele suceder desde hace un buen tiempo los resultados no fueron suficientemente amplios para generar una victoria única produciéndose el llamado balotaje, es decir, una segunda vuelta electoral en la que sólo se elegirá entre dos candidatos, uno de centro-derecha y otro de centro-izquierda. En chile las posiciones políticas más radicalizadas (o progresistas) son mal vistas por un electorado que básicamente no quiere cambios muy estructurales en la sociedad, pese a que la ciudadanía sale a marchar por educación gratuita y fin al modelo de fondos privados para la jubilación.


 

Pero bueno, dejando un poco de lado los matices políticos de los candidatos que se enfrentan en esta segunda vuelta, podríamos decir que tenemos un escenario con un electorado que lo ve todo como si fuesen posiciones de derecha e izquierda y como suele suceder los monigotes de la derecha (dicho sea de paso, los que constituyen las familias más poderosas de Chile) ya han empezado a tirar sus típicos argumentos para cooptar electores, argumentos que vienen repitiendo hace varios años y en muchos lugares del mundo.

1.- Devolver la moralidad al país

Henry Boys. El niño ideal de la Derecha
 
En un país obsceno que deja pequeño a Sodoma y Gomorra, se han perdido los valores que cimentaron la humanidad. Las buenas costumbres sociales (que se remiten básicamente a ser dócil y buen lacayo), recomponer la institución familiar, el amor heterosexual, las mujeres calladitas, las misas en latín. En fin, la derecha siempre tendrá ese discursillo bajo la manga desde que las mujeres se comenzaron a divorciar de sus maridos (imaginen el escándalo que han hecho con la ley de aborto en tres causales entregando opiniones tan lucidas como estas)

En realidad cualquier avance en materias de diversidad sexual  o empoderamiento femenino (con respecto a su cuerpo) son asuntos que la derecha aborrece, en su mente el mundo debe seguir siendo esa adorable postal gringa de los años cincuenta con esposos que trabajan y mujeres que se quedan cocinando en casa preocupándose de los hijos y de que no le falte ningún botón en la camisa a su hombre. Por cierto, cualquier política pública en contra de la violencia de género es tiempo perdido para la derecha porque es sólo histeria de un par de locas…la familia se cimenta en la autoridad y el hombre tiene que hacer valer su poder…y bueno cualquier problema de golpes o aspavientos son cosas que deben quedar a puertas cerradas porque son cosas de pareja ¿no?, el mundo no tiene por qué enterarse ni menos interceder con medidas políticas al respecto, lo personal es íntimo, no político amigos comunistas feminazis del régimen taliban de Isis. Hagamos grande a la iglesia nuevamente.

2.- La delincuencia


Chile es un país moderado en temas de delincuencia ciudadana, no llega a extremos tan peligrosos como Brasil o México, pero obviamente hay atracos, robos con violencia y más cosas de ese estilo que lamentablemente son sólo cosa de mala suerte del azar y no de algo totalmente generalizado. Obviamente la derecha magnifica estos temas a extremos de barbarie, poco más y Chile es el país en donde se desarrollan los juegos del hambre y caminar por la calle es una odisea en la que puedes perder la vida. De que tengo memoria el caballito de batallo de todo candidato de derecha es decir que va terminar con la delincuencia utilizando la figura retórica y patriarcal de la mano dura, esto es, básicamente tirar más gente a la cárcel y darle más facultades a las fuerzas policiales al punto de que si ellos quieren pueden considerar un delito el caminar y silbar al mismo tiempo. La exacerbación de la violencia para generar un sentimiento paranoico que busca un salvador que prometa soluciones simples es una de las tácticas más efectivas de los candidatos de derecha, ahí lo tenían a Piñera prometiendo en 2010 que acabaría con la delincuencia y bueno…los índices no bajaron casi nada. Ante la luz de la evidencia y para que nadie le reproche a los de derecha que ellos son los que generalmente están metidos en operaciones delictuales de cuello y corbata, pues la derecha recarga su argumento sobre la delincuencia aderezándole una vieja confiable…

3.- Control migratorio


Para Focault el  control en las sociedades modernas tiene que ver ya no con imponer formas de vivir (aunque igual esto se hace por medio de algunas instituciones) en realidad se trata de conducir la conducta de los habitantes por medio del biopoder. Este control de la población se basa en un poder que tiene como tarea tomar la vida (de las personas) a su cargo por lo que necesita mecanismos continuos, regulatorios y correctores, pero no impositores ni totalmente autoritarios. De este modo la vida pública se regula y distribuye en un dominio de valores y de utilidad (es decir, de acuerdo a la productividad de los individuos). De esta forma se instauran normas para justamente normativizar nuestra vida y creer que las cosas tal como son, son naturales. Es natural que los ricos vivan en casas más grandes porque producen más, así como es natural que los pobres vivan en la periferia porque ganan menos dinero…y así estas nociones se les van agregando un discurso generalista para acreditar que el que es pobre es porque es flojo y cosas por el estilo.

Lo interesante (o alarmante) de todo esto es que el biopoder regula la vida y no la muerte, se hace cargo del cuerpo de los habitantes, de su vida cotidiana, a diferencia del derecho de muerte que tenían los reyes sobre sus ciervos en las sociedades medievales. Justamente para direccionar ese hacer morir dentro de nuestra sociedad, el bipoder echa mano al racismo, a la idea infundada de que algunas razas son mejores que otras, de que hay que defender a la población contra ciertos grupos que pueden contaminarla. Se produce una relación de enfrentamiento de tipo biológica y resulta que la muerte de otro es necesaria en cuanto signifique una protección a mi especie. Bueno, la derecha ocupa muy bien este conocimiento para echar mano a la idea de que la patria no se debe contaminar, de que hay inmigrantes buenos y otros malos, de que gran parte de la delincuencia se desarrolla por culpa de la llegada de esos inmigrante malos y así pueden ir siguiendo en argumentos hasta proponer la idea de poner un muro que divida las fronteras. No es que un gobierno de centro-izquierda (o hasta de izquierda) no eche mano a este tipo de argumentos, pero como siempre la derecha lo exacerba para apuntar a un enemigo con el que todo un pueblo pueda sentirlo como común, y con el que puedan sentir un respiro de superioridad biológica y genética. La derecha echa mano a nuestro instinto de facho pobre.

4.- Menos impuestos

Baja de impuestos, pero cuando hay crisis los más ricos son la que menos la siente.


En este caso Piñera creo que no se ha pronunciado tan enérgicamente, pero es otro clásico que todo derechista dice siempre: “Vamos a bajar los impuestos” lo que siempre es algo que todo buen ciudadano celebra. El tema son dos variantes que nadie toma en cuenta y que los candidatos poco se preocupan de explicar: Una baja de impuestos produce que el gasto en proyectos públicos se vea reducido enormemente y pase a ser direccionado por alguna empresas privadas en donde- oh sorpresa- muchos de la derecha están metidos en gerencias. Al final este movimiento hace que uno termine pagando  más por salud, educación, transporte público, de lo que pagaría por su renta. Además eso de bajar impuestos es siempre una trampa, porque obviamente los grandes grupos económicos, empresas y conglomerados también se les asignan una baja de impuestos cuando justamente son ellos los que deberían pagar más. Cualquier proyecto de universidad pública, farmacias populares, salud pública, proyectos de extensión cultural, arquitectónica, planes sociales (los temidos planes sociales) o lo que sea van a caer en segundo plano y dependerán de otros factores no del estado.

5.- ¡Seremos Venezuela!  



La situación en Venezuela es terrible y no da para comentarla con ligereza porque hay muchos factores tanto internos como externos que han provocado ese caos social. Ahora que vengan los de derecha con una campaña del terror a decir que si votamos por la otra opción nos volveremos automáticamente una nueva Venezuela, es tan ridículo como creer que votar por la derecha nos convertirá en Finlandia o algo así. Además para que seamos la nueva Venezuela como que las fuerzas militares deberían ser de izquierda ¿no? En fin este argumento absurdo que da para puros chistes parece que sí es tomado muy en serio por algunas personas que horrorizados ven esos videos virales de facebok en donde muestran la devastación de Venezuela y de que eso le podría pasar a Chile si vamos por un camino similar ideológicamente, aquello es jugar muy sucio. Primero, creo que nadie de la coalición de centro-izquierda tiene ganas de dejar sus arreglines empresariales ni de realizar cambios ta estructurales al modelo económico y social que rige chile, Bachelet ha hecho una serie de modificaciones graduales en cosas como la educación publica o las políticas de equidad de género, pero por favor, Chile sigue siendo uno de los países más salvajemente capitalistas de la región, que venga un gobierno a cambiar eso es imposible. Este es seguramente el argumento más absurdo, pero al mismo tiempo más efectivo que ha logrado la Derecha porque mucha gente se la cree, quizás  por el desconocimiento sobre qué pasa realmente en Venezuela y las causas y factores que llevaron a eso. En fin, decir esto es tan ridículo como creer que un gobierno de centro-derecha nos devolverá a una dictadura militar… ¿o no?

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