jueves, 11 de junio de 2020

100 discos para mis treinta: #75 XTC – Drums and Wires (1979)


 

En este puesto revisaremos uno de los discos más importantes de una banda que ha quedado un poco perdida en la historia y que no suelen referirla mucho cuando se habla de new wave. Este disco tuvo la mala suerte de ser lanzado a finales de una década y su propuesta sonora fue rápidamente refinada y amplificada por otros exponentes, haciendo que XTC quedase como precursora de un movimiento y al mismo tiempo algo ajena a éste durante la década de los 80’


 Sonido extravagante y visionario



XTC, una banda inglesa venía de experimentar un New wave bastante colorido y empezaba a dibujar cierta cadencia de lo que ese estilo sería un par de años después, pero la llegada del tercer disco cambió un poco los horizontes con que el grupo definía su música. Ya sin   Barry Andrews en los teclados, la banda decidió enfocarse en la presencia retumbante de las baterías así como en unas guitarras juguetonas que serían de algún modo todo un referente para The Cars.

Si bien XTC entraría en la larga lista de bandas new wave ochenteras, esa clasificación desaparece un poco cuando nos enfrentamos a “Drums and Wires” donde podemos notar un componente musical tan vivo y extravagante que bandas de la época como Devo, Talking Head o The B-52’s también tenían. Es como si el disco, desde su portada figurativa, nos estuviese gritando locura viva.

Con retazos de punk en el ritmo colorido de las percusiones cortesía de un lúcido Terry Chambers, guitarras estrafalarias por parte de Dave Gregory  y un canto nasal de Andy Partridge que consigue transmitir cierta calidez ya que contrasta con el grito constante del que los colegas de su época hacían gala. Este disco consigue ser una antesala muy bien elaborada para grupos que vendrían después como The Cardiacs u Oingo Boingo, la banda de Danny Elfman. 

Aunque gran parte del trabajo compositivo se lo lleva Partridge, creando melodías con acento burlón y conscientemente grandilocuentes, pero tontorronas, es el bajista de la banda  Colin Moulding quien otorga las composiciones más notables de un disco donde ninguna canción tiene gran semejanza entre si. Fue obra de Moulding la genial “Making plans for Nigel” una canción que respira una energía muy ochentera y que fue sin duda la pauta para el sonido de algunas canciones de Men at work o los ya mencionados The cars. “Making plans for Nigel” cuenta la historia de un niño cuyos padres ya han trazado su destino, esa mezcla entre seguridad y desazón por un futuro establecido se traspasa anímicamente en una canción que prevalece no sólo por su interesante línea de bajo o extraña letra, si no, por sobre todo gracias a su envolvente percusión.



Las baterías estridentes que se anticiparían al sonido que el propio Phil Collins buscaría en “The air tonight” tienen sus momentos de locura en la lúdica “Helicopter” o en la fresca “Reel by reel” quizás la más cercana a un sonido más propio del rock setentero. “Ten feet  tall” es otra de las composiciones de Moulding, ese sonido luego dejaría ecos en el rock ochentero en grupos como The Police o incluso en la banda argentina HIT, al mismo tiempo se trata de uno de los temas que más explota un sonido post-punk tan desaliñado como elegante.

“Day in, day out” es uno de esos temas adelantados a su tiempo, mucho más progresivo y conscientemente ridículo en su canto, es uno de los temas mejor logrados e inclasificables del disco. “When You’re Near Me I Have Difficulty” coquetea con el ska mientras que “Roads Girdle the globe” parece una mezcla del sonido más emblemático de Wings la banda de Paul McCartney, pero no sólo en su música sino también en su letra, la mirada algo boba de un hombre sencillo,  Partridge ha declarado que su inspiración para las letras son las cosas cotidianas que atacan tu inconsciente, de esa manera su canto y mirada parecen genuinamente naif, pero es una óptica que le viene bastante bien al sonido de este trabajo.



“Millions” vuelve a los tiempos más progresivos y los quiebres de batería casi math rock, “That is the way” regresa con un sonido new wave que nos parece clásico, pero que gana mucho por los detalles como el rever de la guitarra o una trompeta que le termina de otorgar un toque curioso que hace que el tema de pronto pase de un confuso rock a un relajante jazz. “Outside world” mantiene las baterías preponderantes y unos riff punkis que recuerdan a The Dickies (sí, esa banda que tocaba la canción de aquella inolvidable película “Killer klows from outer space”) “Scissor Man” es un juego de voces y riff disparatados, sin duda una canción única, casi infantil, pero muy vigorizante. El último tema del disco “Complicated Game” mantiene la esencia que se puede respirar en todo el trabajo: un bajo sinuoso, una voz alocada, pero no desgarrada, guitarras entrelazadas y baterías retumbantes, por lo que pude leer en una entrevista Moulding confirmó que el sonido de la batería aporto mucho en construir un sonido distintivo que luego sería ocupado por los discos solistas de Peter Gabriel, no en vano Genesis parece ser la influencia más directa al sentir las ondas del “Drums and wires”



El disco ofrece algunas canciones Bonus que han conseguido a estas alturas del tiempo tanta notoriedad como los temas propios del disco “Life begins at the hop” es otra contribución de Moulding en donde destaca un bajo potente así como un huracanado solo de guitara. “Chain of command” es otro tema que respira buen post-punk y que a ratos recuerda por su despliegue robótico a las encabalgadas composiciones de Devo. El final con “Limelight” no es muy llamativo, sigue en una línea parecida a los últimos temas, aunque la alegría soterrada de los riff sincopados y el bajo preponderante le dan al tema un color mucho más pop, quizás pop progresivo.

XTC fue una de esas bandas que se adelantó a muchas cosas, probo sonidos  que luego explotaría con mayor impacto en la década de las ochenta. Ellos finalmente nunca traicionarían su sentimiento localista (nunca se mudaron de su pueblo Swindon) y se enfocaron siempre en buscar un sonido que los representase más allá de crear hits, de hecho este disco tiene el que sería su mayor hit en su carrera, y la banda luego de esto siguió por un buen tiempo, incluso sin otorgar giras. Son de esas bandas de culto que logran proporcionarnos discos que son mucho más de culto aún y que de alguna manera avizora los ejes del sonido que dominará en unos años más la escena.-

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