Surgidos en pleno peak
del nu-metal, esta banda proveniente del sur de California en realidad no tenía
nada que ver con los sonidos característicos de dicho estilo (en realidad su primer disco iba más por esa línea )
mucho más orientados al rock alternativo, respirando fuertes influencias que
iban desde el post-grunge hasta grupos como Faith No More o A Perfect Circles. La
banda hasta el día de hoy es recordada únicamente por su cover a “Smooth
Criminal” de Michael Jackson, no llegó a ser considerada una banda de culto, ni
se le recuerda con especial cariño, además, su truncada carrera discográfica no
les ayudó a mantener una estabilidad ni creativa ni comercial, viéndose
bastante superados por la magia que consiguieron brindar en este su segundo
disco, entonces que tiene de importante para mí un disco que a todas luces
simplemente parece ser un relleno más del catálogo del rock de principios de
los noventa. Ah quédate conmigo amiguitx que te contaré una historia que involucra tristeza y robo.
Más
que un disco, una sensación
En una entrevista producto de su regreso
a los escenarios chilenos, le preguntaron a Mikko Siren, baterista de la banda Apocalyptica,
qué sentía al saber que mucha gente sólo conoce su proyecto por el disco
tributo que realizaron a Metallica, el genial Plays Metallica By Four Cello. Siren con una sabiduría que sólo lxs
grandes músicos saben tener respondió que si bien Apocalyptica ha hecho muchas
otras cosas a lo largo de su carrera, también era cierto que ese disco fue muy
importante para el grupo y que no le molesta en lo absoluto que exista gente
que sólo se quede con ese aspecto de la banda. Quizás podríamos decir lo mismo
con Alien ant farm (AAF), realmente
nunca volvieron a tener notoriedad luego de sus quince minutos de fama tributando
a Michael Jackson, ejecutando un cover bastante poco innovador, pero que por
algún afortunado motivo hizo que la carrera del grupo despegase…al menos por
unos meses. A casi treinta años de eso, la gente sólo recuerda a AAF por ese
cover, la carrera irregular y poco lucida que han tenido los ha obligado a
quedarse un poco en la sombra, viendo de lejos aquel éxito que alguna vez
tantearon de cerca, incluso ahora que han vuelto a sacar un single y se han convertido en esas noticias absurdas y virales de las redes sociales, no pueden
sacarse el rotulo de one hit wonder, pese a que ellos nunca desaparecieron,
incluso, hace algunos años salieron de gira por Latinoamérica con otras bandas
olvidadas de aquella época. Volviendo a la no cita textual de Mikko Siren, en
este caso considero que es un poco injusto que AAF dejen como legado para la cultura popular ese
ajustado, pero predecible cover al rey del pop, ya que “Anthology” es realmente
un gran trabajo que refleja a una banda con mucho potencial y que tenía muchas
armas para salir de la etiqueta de banda one hit wonder, pero ya llegaremos a eso,
primero mi oscura historia:
Todo empezó a principios
del año 2001, mi Madre se había separado de mi papá por primera vez y junto a
mi hermana menor nos fuimos a vivir a la casa de mi abuelo materno, la cual fue
una de las etapas más desgraciadas de mi niñez, no tanto porque mi papá y mamá
no estuviesen juntxs, en realidad porque irse a vivir a la casa de mi abuelo
involucraba terminar de un sopetón con una infancia que aún sigo recordando
como hermosa. Yo me crie y pase mis primeros años de vida en la soleada ciudad
de Quilpue, V región, ahí tuve una niñez muy de idilica, de salir a jugar por
las tardes con otros niños y hacer cosas realmente alucinantes a través de esa
ingenuidad que proporciona la experimentación mediante el juego directo. Viajar
a otra ciudad, una mucho más fría, en una casa que ya no podía sentir como mía
y en la que hace poco había muerto mi abuela, con la situación económica de mi
familia totalmente quebrada, yo notándolo en la resignación de mi papá y las
constantes depresiones de mi mamá, y lo peor y más fulminante, cortar contacto con
todos mis amiguitos de ese entonces, fue duro, había pasado de la alegría a la
desolación sin mucha gradualidad y en lo único que me pude refugiar fue en la
música.
Primero intente tocar
un instrumento, una tía me regaló una guitarra eléctrica y me pagó unas clases,
pero no era lo mío, al final lo único que me sacaba de la desoladora realidad
que vivía en ese momento (sí lo sé, hay gente que la pasa mucho peor, pero para
mí en ese momento estaba todo mal) era, cómo no, ver televisión: Caricaturas, telenovelas,
pornografía y videos musicales. Fue en esos años cuando comencé a coleccionar
discos de música, los CD, esto por un fetichismo de coleccionista (también
juntaba casete), pero en parte también porque mediante eso iba construyendo una
personalidad a través de mis gustos, los cuales iba descubriendo solo (es decir
sin un grupo de amigxs o unx hemanx mayor que me recomendase). Generalmente me
los obsequiaban, pero en algunos casos yo mismo juntaba la plata en un lento e
infructuoso proceso de ahorro y este disco fue uno de esos casos...mas o menos.
La primera vez que
escuche AAF fue cuando vi el video de su single “Movie” y me encanto, recuerdo
por esos años anotaba en un cuadernito todas las bandas que aparecían en el
programa MTV Rocks (conducido por Alfredo Lewin) y las que me gustaban mucho
las subrayaba. Mayores datos no tenía, pero “Movies” me parecía un tema
buenísimo, con una vibra muy arriba y con unos integrantes que se notaban
bastante buena onda y carismáticos. Con la irrupción del mencionado cover, el
grupo empezó a tener mayor rotación en MTV y la canción paso a escucharse por
las radios, así mismo su disco fue mucho más fácil de encontrar en cualquier
tienda comercial chilena. Yo me sentía un poco “especial” porque de pronto la
banda a la que le había echado el ojo había conseguido mucho éxito y mucha más
gente los escuchaba (me paso algo similar con Gorillaz) fue entonces cuando me
decidí a tener ese CD, obstáculo, no tenía dinero y era un niño de 11 años. No
quedo otra que volver a juntar los billetes que a veces me daban, ahorrar la
plata que encontraba por ahí, trabajar como jardinero en la casa de mi abuelo y
por supuesto, robarle plata cuando se daba la ocasión….así es señor juez, le
robe plata a mi abuelo y de hecho descubrí que en vez de hacer todas esas
pelotudeces de ahorrar peso a peso o trabajar por unas chauchas, para efectos
prácticos era más fácil robarle a mi abuelo (a quien ese año fui perdiéndole
cada vez más el respeto y cariño). De esa forma un día le mangué cinco luquitas
que tenía colgando de su billetera, ese
mismo fin de semana fui a la tienda de discos del centro de la ciudad y me
compre este disco con una extraña satisfacción, generalmente los discos me los
regalaban o me los compraba yo mismo sintiendo un dolor de estómago terrible
cuando veía que en una sola transacción se iba de un plumazo todo lo que había
juntado y que me había tomado tanto tiempo colectar, esa vez, en cambio, me
sentí genial cuando adquirí el disco.
Y bueno esa es la
historia de porque considero que este es un trabajo tan especial en cuanto al
recuerdo y sensaciones que me produce. Lo conseguí casi a fines del asqueroso
2001 por lo que de algún modo también sentía que había adquirido algo en mí que
cambiaría un poco las cosas en mi vida, era la actitud que había tomado al
respecto, no sé, nunca me sentí realmente culpable por robarle esa plata a mi
abuelo, y quizás hubiese intentado hacerlo de nuevo de haber podido, fue como
una forma de revelarse ante un año de mierda. La cosa es que más encima, el
disco resulto ser buenísimo, no perfecto, pero buenísimo. Por lo que en ese
pequeño momento de mi infantil vida todo parecía pura felicidad y actitud…y ya
era hora porque ese año no fue más que un túnel eterno.
Más
que un one hit wonder…creo
Por esos años internet
no funcionaba de la misma forma que hoy, y tener un disco sólo conociendo dos singles
era básicamente apostar por algo. Yo no tenía idea absoluta de esta banda,
sabía que eran amigos de Papa Roach y por lo mismo se habían colado en el vagón
del nu-metal, pero yo mismo a mis 11 años podía notar que la música de AAF no
tenía nada que ver con lo que hacía Linkin Park, por ejemplo. Por aquel tiempo,
entonces, cada disco era un objeto de descubrimiento y estudio, ya que la única
forma de desentrañar su mensaje era a través de la obra discográfica.
A decir verdad
“Anthology” no es un disco demasiado impactante o innovador para el sonido de
su época. Siguiendo fuertes lineamientos de un post grunge cuyo sonido había
sido casi monopolizado por Foo Fighters, al conjunto que se estructuraba como
una clásica banda de rock (baterista, guitarrista, bajista y vocalista) parecía
tener una propuesta lo suficientemente simple como para cautivar, pero al mismo
tiempo muy genéricos como para llamar mucho la atención. “Courage” entra con
fuerza, recuerdo que me encantaba ese riff de guitarra afilada y batería tan
sincopada, por alguna razón relacionaba el sonido con un videojuego de pelea, y
esa era la actitud adecuada, no obstante,
no conseguía ser un tema que estuviese por encima de otros.
“Movies” es quizás el
gran tema del disco, y lamento mucho que sea a estas alturas una canción tan
ignorada y opacada por “Smooth Criminal”, de una tonada energizante y con una
batería bastante destacada, su vocalista además da muestra de un estilo vocal
lo suficientemente característico y único, “Movies” sigue pareciéndome una
verdadera gema. “Flesh and bone” es otro tema muy a contracorriente del sonido
nu-metalero que dominaba la escena, de vibra fresca y algo optimista, pero con
arranques de guitarra que recuerdan la estridencia de grupos como Filter, es
sin duda un tema que define en gran parte el espíritu divertido y cálido del
grupo.
“Whisper” amaga con un
riff mucho más propio de Papa Roach (quienes recordemos fueron los grandes
responsables de darle un empujón mediático a AAF) pero rápidamente en su coro
consigue sonar más cercano a Creed, pese a los gritos que su vocalista Dryden Mitchell proporciona, en un estilo que
tributa más al canto furioso y espontaneo de Mike Patton. “Summer” es otro de
mis temas favoritos de este trabajo, traspasa una vibra muy agradable y realmente suena como una canción bucólica,
siguiendo un poco los pasos del sonido relajante del Californication de los Red
Hot, aunque con las frecuencias un poco más arriba.
“Sticks And Stones”
sigue el camino trazado por Incubus, nuevamente con una guitarra en modo más
hardcore, pero con unas letras delirantes y una vocalización cautivante, hacen
que incluso una canción que arranca con cierto dejo rabioso vaya tornando en
algo melancólico. “Attiude” es otro tema genial que rescata la esencia del rock
alternativo de los años noventa, con un bajo que pasa a protagonizar con
excelsa desenvoltura un tema que nuevamente está muy por arriba de la media que
este disco ofrece, podemos notar aquí que cuando la banda se propone
experimentar fuera de la etiqueta a la que su sello los obligaba a arrinconarse,
son capaces de despacharse temas de una gran capacidad, sin duda una canción
que Chino Moreno hubiese aceptado cantar.
“Stranded” devela
quizás gran parte del problema de este disco, si bien las canciones se
sostienen bastante bien, su estructura resulta repetitiva y sin lograr dotar de
muchos momentos interesante, rápidamente el disco se va volviendo predecible. Afortunadamente
hay espacio para pequeñas sorpresas “Wish” es el tema más heavy del trabajo,
enfocado en un riff bastante punk así como una batería cercana a Soufly que
brinda de constantes revoluciones al ciclo de la canción, y con una voz
impecable en todo momento que se permite jugar con los tonos sin sonar extraña,
“Wish” es uno de las canciones que la acotada audiencia de fans de esta banda
siempre piden ya que tuvo cierto reconocimiento al ser incluida en el soundtrack
del legendario juego de Play Station Tony
Hack Pro skater 3. “Calico” a su vez sigue un camino mucho más power pop,
un sonido cercano a Wezeer, pero con una voz mucho más limada, una canción
realmente positiva y energizante. “Happy death day” es una balada que va en la
tradición del post grunge, aunque lejos de cantar a la frustración, el tema resulta
tan alegre y positivo que llega recordar
en algún punto la faceta más country de Bon Jovi.
De “Smooth Criminal”,
bueno, no hay mucho más que decir. En su momento el cover me pareció bastante
bueno y el video que lo acompañó era genial, con un estilo muy de principios de
los años 2000, pero más allá de dotar al tema original de un poco de vibra punk
y de que las voces de Mitchell suenan bastante similares a las tonalidades del
rey del pop, actualmente es un cover que no aporta demasiado y que se nota
mucho que grabaron y produjeron únicamente para ganar más audiencia, cosa que
lograron con creces. El final con “Universe” intenta tomar un tono más oscuro,
en donde ya se puede notar a total cabalidad la influencia de A perfect circle,
aunque finalmente termina convirtiéndose en un tema que se acota demasiado a la
línea del disco y la única sorpresa que propone es un tema secreto que arranca
a los pocos segundos de que termina “Universe” y que parece más una pequeña
broma con un sonido que no tiene nada ver con todo lo que escuchamos.
Lo sé, no es una gran
banda y no es para nada un gran disco, pero le tengo cariño por lo que
representó en algún punto de mi vida. Aún lo guardo y de vez en
cuando lo escucho, encontrándole cada vez cosas más malas que buenas, pero todo
lo que lo disfrute en su momento y el potencial valioso que se puede notar en varios
temas hacen que sea, a las finales sin duda, uno de esos discos que pese a
todo, no dejan de transmitirme mucha actitud y felicidad.-
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