Hoy en la mañana
escuchaba por la radio a unos periodistas hablar sobre Pokemon Go y estos
decían a modo de broma que el juego sería nuestro Skynet, que en cincuenta años
más cuando las maquinas nos dominarán miraríamos esta fecha para decir “Aja, ahí
comenzó todo” Fuera de la obvia
caricatura y de las simplonas protestas de los neo hippies que alegan (por
medio de las redes sociales) que la tecnología hace que nos encerremos más en
nosotros mismos y no seamos capaces de conectarnos con el resto directamente,
es fuerte salir a la calle darse un par
de vueltas y ver a muchas personas caminando con la mirada fija en el celular emocionados
por atrapar criaturas que no existen. Es fuerte, pero después uno dice “Bah, es
normal y no es la gran cosa” El impacto que esto genera en la dinámica de
nuestra realidad es tan relativa que ya nadie podría impresionarse por algo que
seguramente fue el sueño de muchos en nuestra niñez.
Mostrando entradas con la etiqueta juegos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta juegos. Mostrar todas las entradas
jueves, 4 de agosto de 2016
domingo, 15 de mayo de 2016
Ciclo de entrevistas a Youtubers: Hoy Coca Lightman de Salón Clásico
Qué tal amigos de Salón Clásico…y lectores ocasionales del
Blog de Perra Chica. Hoy me enorgullece presentar a un youtuber que se atrevió
a imponer un estilo distinto en cuanto a videos con temática de juegos, fue un
precedente para muchos e indudablemente una inspiración. Metódico, neurótico,
quisquilloso, sus videos son muchas veces fuente de conocimiento ilimitado
llegando a escarbar en datos casi imposibles de captar así como así. Ha
logrado ir más allá de la simple review de juegos del ayer, Salón Clásico es toda una enciclopedia
viviente y un referente para jóvenes promesas como Much more tan a gamer o el mismo
Erick. Con ustedes un hombre que no merece demasiados preámbulos, pero que en
sus videos vaya que los hace…COCA
LIGHTMAN del Salón Clásico, de inmediato a todos se nos viene esa sensual voz que dice
“Video creado para el salón clásico” Gamers del ayer regocíjense.
Etiquetas:
ciclo de youtubers,
Coca Lightman,
Gamer,
juegos,
Killer Instinct,
Legend Of Zelda,
Mario Bross,
mi vida como no gamer,
nostalgia,
Salón Clásico,
youtuber
jueves, 23 de abril de 2015
Mi vida como no gamer: The Binding of Isaac
La apertura de los
juegos de desarrollo independiente en este último tiempo ha colmado internet de
buenas ideas, tampoco se trata de un dominio exclusivo porque las empresas
grandes siguen imperando y motivando las decisiones de gran parte del público
gamer y en última instancia terminan adquiriendo el juego que ha resaltado de
entre las sombras del underground para engrosarlo a su lista de éxitos como fue
el emblemático caso de Minecraft que con una gráfica simple y una jugabilidad
casi básica motivo una nueva forma de adaptarse a este mercado hoy líder en
entretención (por delante del cine y la música)
Pero si los videojuegos
tienen un cierto sentido artístico en su fisura, en su matriz (por supuesto no
me estoy refiriendo a su estructura técnica) en su concepción mejor dicho,
supongo que como casi todas las cosas esto se ve reflejado con mayor fuerza sólo
a la hora en que las ganas empujan el
desarrollo de la gestión. Lejos de la danza de los billetes la idea de un
pequeño equipo de desarrolladores invocando formulas computarizadas para dar
vida a una historia interactiva parece romántica, pero no esta tan lejos de la
realidad. Caso emblemático del desarrollo de videojuegos independientes del
último tiempo es Jonathan Blow quien se encerró en su pieza y después de tres años estrenó Braid un juego que llama la atención justamente por sus elementos anexos al
estilo de videojuego, una buena gráfica, hermosa paleta de colores, un objetivo
intrincado y por sobre todo una historia sórdida, pero llamativa. Otro caso
donde el esteticismo se luce con mayor preponderancia se da en el juego LIMBO
de la compañía Play dead estudio y estrenado en 2010. Tampoco hay que vanagloriar todo el arsenal de
juegos independientes ya que muchos de ellos al verse imbricados por la escases
de producción y recurso humano desembocan en tristes, monótonas y
desalentadoras entregas y otros en cambio sólo están entregando versiones
demo de lo que en el futuro será su proyecto por lo que los juegos suelen ser
ensayos, pruebas o trabajos menores que van en pos de otra cosa (como ejemplo
la gran cantidad de proyectos presentes en Newgrounds) Pero a las finales caemos en lo mismo que decíamos
al principio, si el juego es bueno y recontra llama la atención los fríos
ejecutivos de tal o cual compañía abrirán un suculento maletín, como pasó con
“The Binding of Isaac” videojuego creado por Edmund Mcmiller y desarrollado por
su compañía Nicalis. Nos encontramos sin alaraquéar con uno de los mejores
juegos que se han cruzado por la internet pese a su contenido perturbador (aunque en la escala de juegos
morbosos no se podría ubicar en el top 10)
El juego recurre a
simple vista al clásico estilo de “camina y mata lo que encuentres” que es algo
más viejo que el hilo negro, con una visión en picado, es decir, vemos todo
dese arriba y los movimientos del personaje principal están ceñidos al cubículo
que designa el escenario. La historia que recurre a un punto demencial es la
siguiente: Isaac es un pequeño niño que vive apaciblemente con su mamá quien un
buen día escucha una voz que la posee y ordena matar a su hijo, Isaac al constatar el peligro encuentra una entrada…
“mágica” al sótano de su casa y escapa por ahí teniendo que enfrentar en el
subsuelo de su casa a todos sus miedos infantiles representados en los
monstruos mutantes, morbosos y desagradables que se le aparecen. La primera
arma con la que cuenta Isaac son nada más que sus lágrimas que lanza a modo de
proyectil y una bomba que explota a los pocos segundos de ser depositada,
vamos, nada del otro mundo, pero a medida que avanza el personaje va cogiendo
diversos ítems que le ayudarán en su objetivo de avasallar a los monstruos que
se le pongan encima. De esta forma a través de
cinco etapas vamos desplegando toda nuestra táctica a la hora de encarar
a los enemigos que te hacen la encerrona en cada escenario.

The Binding of Isaac es
un juego realmente adictivo, con re
jugabilidad aceptable por el hecho de incluir algunos mini juegos de estilo
reto que se pueden desbloquear. En cuanto a la gráfica y calidad artística, se
puede considerar como bastante acorde y
funcional con el estilo del juego y su propuesta, por supuesto no esperes
grandes animaciones ya que en ese sentido es algo muy básico, pero dentro de
los parámetros establecidos en el 2D es bastante completo, llamativo y
asqueroso (por qué no decirlo) Las características generales del juego han
generado inclusoc creepypastas (aburridos por cierto) por lo que si el creador
quería generar algún grado de incomodidad al momento de experimentar el juego
lo logró en algún grado.-
martes, 9 de septiembre de 2014
Expiación: Mi vida como NO Gamer
En muchos momentos de
mi vida me ha tocado hablar con ñoños sobre videojuegos que nunca he
experimentado y doy mi opinión sobre el tema para caer bien o simplemente
mantener viva la conversación y aunque no sé nada igual hablo tal como un
político habla de la sociedad (ríanse fue una broma) bueno hoy diré la verdad, no soy gamer y por mucho
que me gustaría tener la capacidad de perder el tiempo de mi vida enviciado en
una realidad virtual y disfrutar cada segundo apasionado de explosión y
gráficos computarizados, no me da la gana ni la constancia actualmente para
mantenerme activo y pasar todo un fin de semana (o una semana) enfocado en un juego,
por eso debo decir que todo lo que he aprendido de juegos es gracias a reseñas de
revistas o páginas web dedicadas a eso, yo sólo absorbo los datos y después
vomito lo que me han dicho, lo que he leído, lo que se ha rumoreado de tal o
cual juego. Así me muevo en la selva...de los nerds, lo que en realidad no
tiene sentido porque la experiencia de un juego es única y valerse de la
opinión de terceros anula tu capacidad de conjugar realmente una opinión
crítica basada en las cosas que realmente te gustan. No se me malentienda, a mi
me gustan los videojuegos, pero he jugado muy pocos y en contrapartida tengo en
mi cabeza una especie de base de datos sobre TANTOS que eso aminora la hora de
juzgar un juego, porque simplemente no conozco
la experiencia, sólo se de datos igual a un robot que puede definir el amor,
pero no sentirlo (AWW)
A pesar de mi flojera
por esforzarme en querer ser "el mejor gamer del mundo" debo decir
que igual a veces trato de perder mi tiempo en esa pantalla de irrealidad y en
unos pocos casos la he pasado bien. He tenido sólo dos consolas en mi vida, el súper
nintendo y el nintendo 64. Para la primera sólo tuvo cuatro juegos, el Donkey
Kong Country, un juego de Porky bastante aburrido, el Mickey Mania que sí
disfrute mucho y otro de Bugs Bunny muy soso. En esa época tenía entre seis y
ocho años, yo quería los juegos de verdad como el Mario o el sonic (ni tenía
idea que el sonic no era de Nintendo) pero nunca encontraba el Mario o el Yoshi
Island cuando me iban a comprar un nuevo juego, lo que sí hice muchas veces fue
rentar videojuegos, principalmente el Donkey Kong Country 3 que me aburrí de
intentar darlo vuelta y así como ese no recuerdo muchas experiencias
agradables, me gustaba el Megaman X, pero jamás pude pasar una sola etapa así
como el Battletoads que nunca pude dar vuelta por más que obligaba a mi papá a rentármelo
en el videoclub que estaba en la esquina de Paicavi en ese entonces. En mi
infantil afán de buscar títulos con colores llamativos y personajes en boga
descarté otros que realmente eran excelentes y que mucho después conocí en
pleno como el sangriento Mortal Kombat (que en todo caso me lo tenían
prohibido) Killer Instinct o Star Fox. Por cierto todos los juegos que tuve
sólo el Porky me di vuelta, el Donkey Kong me lo di vuelta muchos años después
y "juegando" en un simulador de snes desde el computador (igual fue
emocionante)
De los mejores soundtrack que he escuchado y ni conozco el juego
Y en cuanto al 64, casi
la misma historia, sólo tuve un juego el Didi Kong Racing que sí me di vuelta
por mis propios medios (como en un año) pero jamás pude desbloquear al
personaje del reloj, lo que me frustró y bueno me conseguía juegos prestados o
rentados, el único que realmente me mantuvo con total absorbencia fue el Super
Smash Bros que sí me di vuelta, pero nunca pude desbloquear a los personajes
ocultos salvo Jiglipuff y eso no es mucho decir, todos los demás juegos que
conseguí nunca pude pasar. Por ese tiempo me dio por coleccionar las revistas
club nintendo (sólo por afán de coleccionista ya que tiempo después de dejar de
ocupar mis consolas las seguí comprando)
y conocí muchos títulos interesantes que saboreaba por jugar, pero nunca
pude, después pasó de moda el 64 y llego el gamecube, yo ya no jugaba con mis
consolas y las tenía botadas ahí en medio de la nada. La revista club nintendo
(o mintiendo) empezó a reseñar los juegos del gameboy advance y de la gamecube
y yo aunque compraba los números que sacaban con cierto masoquismo -porque jamás me iban a comprar una de
esas consolas- ya no me llamaba tanto la atención y simplemente leía porque no
había nada más que hacer y aparte estaba más pegado con el anime, hoy en día
muchas de esas revistas están en el baño de mi papá como material de lectura o
quizás como sustituto del papel higiénico en caso de emergencia.
Como he dicho para mí
los video juegos que siempre llamaron mi atención eran aquellos que eran muy
coloridos, con mucha plataforma y con personajes muy caricaturescos, era un
afán infantil que debió desaparecer a los catorce años, pero no pasó, a mis
catorce años para mí los videojuegos que valían la pena seguían siendo los de
plataforma y eso me cerró la posibilidad de otras experiencias. Iba a los
arcades de mi ciudad, pero básicamente jugaba el juego de Los Simpsons o el de
las Tortugas Ninjas, hasta el día de hoy cuando puedo voy y los juego (solo o
con mi novia, que se aburre cuando jugamos) pero nunca llegó más lejos de la
tercera o cuarta etapa, algún día digo, me compraré como cien fichas y me
pasaré toda la tarde jugando, pero después de estar veinte minutos adentro me
empieza a doler la cabeza y me dan ganas de irme a la mierda, esa gente que se
junta ahí, pienso, me da mala espina.
Y así, cada juego que
he probado no he podido pasar, siempre digo que mis favoritos son los de
plataforma, pero es porque no tengo paciencia para otras modalidades, soy lento
y me cuesta acostumbrarme a los juegos de pelea (incluso en los Smash Bros que
tanto llaman mi infantil atención) a veces trato de dármelas de intelectual y
me propongo jugar Point and click como Grim Fandango o Sanitarium, pero tanto
texto me indigesta, un tiempo jugué por mucho el Warcraft y llegué a la parte en donde los héroes se
convierten en zombis y ahí ya me aburrió, intente los juegos de rol como el
Ragnarok, me aburrió, los juegos de shoter como el House of Dead (que es
antiguo en realidad) eran imposibles de llevar porque mi computador ralentizaba
mucho la imagen, no procesaba bien el juego aparte me daba miedo cuando salían
los zombys. Un tiempo tuve un Game Boy y jugue el Pokemon Silver, no me lo pude
dar vuelta, llegue a un punto en que no sabía cómo mierda avanzar, atormentado
le preste el juego a un compañero del
colegio que en un sólo fin de semana se lo dio vuelta y me había conseguido a
todos los pokemon y yo mostraba eso como si hubiese sido mi logro, no he vuelto
a jugar pokemon excepto el pokemon adventure que me aburrió porque sólo era
texto y texto, por cierto no me moleste en buscar más juegos de Game Boy.
El último que me
entretuvo fue Plants Vs Zombys. Lo pude dar vuelta y todo, un niño de cinco
años lo haría también, ah y me gustaba Angry Birds In space, pero llegué a un
punto en que ya no pude pasarlo. Hay otros juegos que me gustan, pero que
siempre llego hasta cierta etapa y ya me vale gorra seguir intentándolo. El
primer sonic de Sega, eartworm Jym de Súper Nintendo, el Super Mario 3 para
Nes, el Super Mario World y el Yoshi Island para SNES, el Mario 64 y el Yoshi
Story (mentira, ese sí me lo di vuelta, era fácil) Intente jugar el Final
Fantasy, pero me aburren los RPG, aunque igual valoro su versatilidad técnica,
intente jugar esos divertidos juegos tipo Sam Y Max, pero como no soy tan bueno
con el ingles me aburrieron. He querido jugar el Conker Bad Fur Days, pero
nunca lo he encontrado y filo tampoco me voy a desgastar haciéndolo, sin
embargo, he leído tanto de él que pareciera que me acompañado de por vida
(pequeño granuja) No me gustan los juegos de guerra salvo el Metal sludge que
jamás llegué a dar vuelta, no me gusta el Metal Gear... (cualquiera de sus
entregas) pero he leído tantas críticas que sé más o menos de que se trata y
como se siente el jugador cuando lo experimenta. Nunca tuve capacidad para
jugar SIMS o Age of Empire, menos para un Tetric.
Tampoco me gusta probar
juegos de realizadores independientes porque no quiero que llenen mi memoria en
el computador, tengo uno que se llama Papers Please que después de un par de
partidas no tiene gracia, nunca me daría la ganas instalar Battlefields o
Minecraft o cualquiera de esas mierdas cuyos videos en youtube son más largos
que una película de Einseinstein O David Lean. Tampoco he jugado Slenderman o cualquiera de esos
juegos screamers, pero sé de que se tratan y sé cómo uno podría reaccionar ante
ellos. Cuando chico me daba miedo jugar el Resident Evil y tampoco me gustaba
la forma del Play Station, para mí era la versión pobre del nintendo y en mi
clasismo infantil la veía inferior, ni hablar de la Dreamcast que solo ganaba
puntos por su control con pantallita. No creo que juegue Silent Hill o Saw,
pero me gusta aprender sobre ellos así como buscar juegos raros o curiosos,
sólo por temas de conversación.
Sobre juegos de
deportes ni lo intento, ningún FIFA o PES ha llamado mi atención siento que el
fútbol sólo se disfruta cuando se juega de verdad, no me gustan los juegos de
carreras de autos ni siquiera el Mario Kart (aunque el Mario Kart para la WII
lo jugué una vez y me divirtió) sin embargo, sí el Didi Kong Racing porque
tenía historia y eso llamaba mi atención (y colores y personajes graciosos) me
gustan esos juegos de baile, pero me aburren después de un rato y soy muy
descoordinado además. Me gustaba un juego de tenis que era para el computador,
no recuerdo su nombre, el juego tenía la particularidad de que cuando lanzabas
la pelota hacía el publico todos se corrían y a veces a alguien le llegaba el
golpe, por eso me gustaba, es lo que más hacía. Me gustaba el crazy taxi y el Worm Armagedon, nunca
jugué el GTA ni al Left 4 dead, no me interesa hacerlo.
Me di vuelta el juego
para Game Boy Adavnce de Los simpsons, con ayuda de tutoriales, y uno de Kirby
también para GBA por mis medios, pero jamás he podido pasar algún Zelda y esos
sí que valen la pena. En resumidas cuentas si pasase más horas dedicadas a
jugar que ha interiorizarme de juegos podría argumentas con ideas nuevas,
frescas, ricas, vividas, pero ¿vale la pena jugar tanto si la pasión por eso no
lo acompaña a uno? será mejor esperar el santo grial, de seguro llegará el
juego a mi medida, no hay necesidad de desesperarse, creo que después de todo
tengo una buena base jugabilistica.-
Suscribirse a:
Entradas (Atom)