Por mucho tiempo esta banda fue
una especie de placer culpable, en el 2004 cuando impactaron popularmente en el
mundo, su marca estaba muy ligada al gusto otaku y a su extravagante moda que
vestía las tribus urbanas más insólitas, me hicieron apreciarla casi a
escondidas y renegando de su genialidad. Eventualmente deje de escucharlos por
mucho tiempo y como todo en la vida es cíclico, los volví a escuchar cuando me
encontré el año pasado con un video de ellos tocando en vivo. El santo
algoritmo de youtube me hizo volver a escucharlos y también volver reconocer en
ellos una banda única, más allá de modas y tonterías otaku.