Película: The Bunny Game
Año: 2011
Director: Adam Rehmeier
País: Estados Unidos
Una prostituta (Bunny) adicta a la droga es raptado por un siniestro camionero (Hog) que tiene un fuerte
fetichismo con la prácticas de asfixia. A partir de ese momento vemos las sucesivas sesiones de tortura y
degradación humana que el camionero hace pasar a la prostituta sumergiéndonos a
los espectadores en una espiral de sofocante y lenta autodestrucción.
Le tenía mucha aprensión a esta
película desde que vi el tráiler hace un par de años, no me atrevía a hacerle
un visionado decente pensando que se trataría de algo que realmente quebraría
mi cabeza, algo que me dejaría por varios días perturbado y emocionalmente
noqueado, pero lejos de eso me termine encontrando con un filme que no cumple
su cometido además de estar pobremente resuelto en lo técnico y ser súper
letárgico en lo narrativo, la historia únicamente estira un chicle a puntos
desproporcionadamente ansiosos.
The Bunny Games no es un film de
horror al estilo de películas como “I spit on your grave” ni mucho menos como
las franquicias de “Saw” o cualquier cosa parecida. Para los amantes del terror
gráfico donde la sangre chorrea hasta por las pupilas del protagonista tienen
que tener en cuenta que la exploración que propone Bunny Games es meramente
psicológica, un terror que busca perturbar más que impactar, shokear más que
encrespar. Es más, algunas reseñas de internet han optado por rotularla como
una “Shock movie” básicamente porque se supone que una vez terminada la
historia y comenzado los créditos uno queda demasiado desconcertado como para
reaccionar, en ese sentido la sensación de shock que esta película sugiere
puede llegar a asemejarse a la búsqueda perturbadora que han logrado otras
producciones como “Irreversible”; “A serbian film” o la legendaria “Saló o los 120 días de Sodoma” Pero basta de
comparaciones desproporcionadas porque por más buenas intenciones que el
realizador haya tenido, a mi juicio “The Bunny Games” no logró su objetivo ni
mucho menos conjugo bien los elementos para mantener la expectativa del público
que se concentró en su historia y no en su amalgama de sensaciones.
Films que busquen despertar el
horror en el público fuera del ámbito comercial ya se han intentado esbozar como Subconscious Cruelty (1999) y Begotten (1990),
obviamente siempre bajo una exploración artística y un objetivo concreto
alejado del interés de generar morbo con un incentivo comercial y es ese el
problema inicial de esta película, su mala decisión publicitaria y es que si
uno se guía por su llamativo tráiler pareciera que nos enfrentaremos a una
experiencia horrorosa, una historia que bordea el phyco-slasher y que para
darle más caña al asunto utiliza elementos del torture porn, pero nunca una obra
conceptual ni exploratoria que es con lo que finalmente quieren engancharnos.
La historia abre en todo caso de la manera correcta si es que compramos la idea
que nos quería vender el tráiler. Una chica está teniendo sexo oral con un tipo
que la ahoga con su verga sin ninguna delicadeza, la escena es explicita y los
gemidos de la chica muy terribles, ella no disfruta para nada el acto, pero
parece no tener otra opción. Los primeros minutos son los mejores y los más
bien logrados para lo que se convertirá después todo, luego de esa escena
seguimos a Bunny el personaje principal y víctima de esta historia, deambular
por las calles de Hollywood y sin ni un solo diálogo nos vamos enterando de su
situación que nos deja a nosotros como espectadores bastante traumados, se
trata de una prostituta adicta a la cocaína que ha caído en la escala más baja
de la degradación humana, esos primeros minutos no se cansan de repetírnoslo a
través de continuos jump-cuts de escenas en donde Bunny se le ve teniendo sexo
duro con hombres de mala pinta, moteles sucios, líneas de coca, clientes
violentos, humillación…La vida de BUNNY es básicamente una mierda y ella parece
estar arrinconada sin posibilidad de nada, resignada y abatida, hasta ese punto
nadie se siente realmente muy cómodo con la película lo que es bueno desde el
punto de vista del sentido que se quiere transmitir. La música black metalera
que adorna esta secuencia más el blanco y negro en que se presenta la historia
te hace sentir el peso de una existencia abrumadora, y si bien la edición
dinámica (que parece sacada de un video musical de una banda de rock-industrial)
tiene valor en todo este momento adentrándonos rápidamente en un caos ya para
cuando la película realiza su primer gran giro dramático todo queda envuelto en
un desorden más nefasto que artificioso.
Uno de los clientes de Bunny
aprovechándose de su estado narcótico la viola mientras ella está inconsciente
y le roba todo lo que tiene, sin dinero para trasladarse y muy lejos de la
ciudad, la chica se ve obligada a hacer auto-stop y sin que el filme se enfoque
en mayores sensaciones decide presentarnos inmediatamente a nuestro maligno
antagonista. Hog un desagradable camionero que decide subir a Bunny a su
vehículo en principio para pedirle algo de droga, pero al notar éste que Bunny
es una ramera la decide secuestrar drogándola con cloroformo o algún anestésico.
Y es de aquí en adelante donde la película ya se desarma y su historia se
fragmenta con el objetivo de proporcionarnos sólo sensaciones shockeantes. Hog
se lleva a Bunny a un desierto, ocultándola en el tráiler del camión y encadenándola
la tortura por varios días privándola de agua, golpeándola, rapándola, marcándola
con un fierro caliente y….Bueno, no les puedo contar el final, pero no es
bonito.
Bien, equivocar los contextos
para una película como esta es muy peligroso porque finalmente uno se lleva
algo que no buscaba en principio, sin embargo, el mayor problema es que la
exploración conceptual sobre la bajeza humana en la figura de Bunny y de la
perversidad en la figura de Hog no llegan a buen puerto. De Bunny vimos
bastante al principio de la trama y con eso ya era suficiente, todo el sufrimiento
que vino después proporcionado por Hog fue algo que a nadie le termino pesando
mucho y hay que ver como el personaje
dentro de su estado de prisionera tampoco logró explotar mayores sensaciones o
empatías como sí lo hizo en un principio donde parecía más terrible y tortuosa
su vida. El problema es que en un
determinado minuto Bunny ya te deja de importar, las sensaciones que transmite
y el sufrimiento que la invade son una reiteración agotadora que insensibiliza
al espectador, su papel se limite a ser un paño que se estruja, un prisionero
sin anhelos, pues desde el principio se le había presentado así, pareciera a
fin de cuentas que por más terrible que sea el asunto no termina siendo una
tragedia muy llamativa, pero de vuelta con la confusión y es que “The Bunny
Games” no pretende sorprender a nadie sino que hacer sufrir al espectador con
su mensaje…cosa que tampoco logra. En cuanto a Hog, el tratamiento que se le hace
al personaje rápidamente va decayendo en una caricatura, en un maniático
estereotipado que si bien, de todos modos logra dar miedo gracias a la
interpretación del actor, no aporta nada interesante al planteamiento
conceptual que la película quería exhalar. El fetichismo de Hug por la asfixia
no es algo que se ahonde ni en los infértiles planos de él meditando ni en sus
innecesarios flashback torturando a otra
chica que poco aporta en si mismo a la trama más que dejar claro que el tipo
realmente estaba loco. La asfixia elemento monolítico dentro de la historia por
lo que se puede sospechar en un primer momento pasa finalmente a convertirse en
un tema satelital que aburre por su pesado discurrir. A las finales tenemos a
dos personajes principales que no llegan al contrapunto ni representan
adecuadamente los ideales que la película quería explotar, además de muchos
momentos inertes en donde la sensación
de que el tiempo se detuvo se hace más bien un asunto forzado ya que la tensión
sobre las torturas sucesivas que Hog realiza sobre Bunny se ven trastocadas por
jump-cuts molestos o elipsis inoperantes que fastidian la experiencia, al final
se le da más tiempo a las pajas mentales que se toma Hug y el griterío de Bunny
que se vuelve aburrido más que sofocante.
Sobre los aspectos técnicos no
hay muchas cosas buenas que decir, pero es interesante notar como toda la
primera parte del filme parece ordenarse y funcionar más adecuadamente logrando
interesar genuinamente al espectador. El desorden argumental que se quiso
proponer en la segunda parte está
acompañado de una gran cantidad de malos encuadres, movimientos de cámara
erráticos que parecen más bien una mala gestión del camarógrafo (cosa que no se
da en la primera parte en donde los planos y movimientos sí eran prolijos) y la
música electrónica de suspenso se vuelve tediosa y poco original, en realidad
la banda de sonidos en general es bastante limitada, poco acertada y sin duda
mal realizada, se entiende que es por una cosa de poco personal y presupuesto
(13 mil dólares), pero bueno, de nuevo, la primera parte no era la gran cosa,
pero superaba mucho esos aspectos. Tal vez alguien pueda defender todo esto
aduciendo que podía ser una decisión del director el querer establecer un
estilo despreocupado y descentrado (muy descentrado, observen ese horrible ultimo plano donde
termina el filme) Sin embargo, de nuevo les digo, el comienzo es prolijo,
funcional en cuanto a edición e introduce los conceptos y sensaciones de una
forma más adecuada, pero después…lo único que sí se mantiene digno durante todo
el filme es la iluminación, la buena utilización de los pocos recursos de luz
en un ambiente oscuro sin caer en sobrecargos dramáticos. Las interpretaciones
están bien, pero es extraño que aunque el peso de la historia caiga sobre dos
personajes estos no puedan destacar demasiado, Jeff Renfro sabe hacer de
malo, pero no es muy creativo en su forma mientras que la artista visual,
músico y actriz Rodleen Getsic entrega un papel bastante descarnado
y sorprendente como Bunny aunque para hacerlo tuvo que pasar por una
experiencia propia del teatro de la crueldad, pues todos los golpes,
vejaciones, castigos, folladas, mamadas, rapadas, todo lo que se ve en la
película (salvo el consumo de droga) la actriz no lo actuó si no que lo vivió,
todo eso se dejó hacer en la filmación convirtiendo la experiencia en un
infierno real, incluso se autoimpuso una ayuna de 40 días para verse más
demacrada y sentirse realmente en la piel de una cautiva. Esta experiencia tan al borde del abismo se
entiende por las cualidades de la actriz quien ya ha realizado varias performance
de este estilo además ella co-escribió el guion y puso plata directamente para
la producción de la película así que su disposición para alcanzar esa vivencia
es indudable, no obstante su personaje en un momento del filme indefectiblemente
se estanca y sus esperanzas de liberación se vuelven algo de poco interés para
cualquiera.
Al final toda esta experiencia
visceral queda a medias en la cabeza del espectador, pero hay que ser justos,
la película tampoco es un vaso de leche, después de todo tal como lo afirma su director
la historia realmente es implacable y es bastante probable que alguien sí
sienta que es una bofetada a su sensibilidad, eso no lo dudo, por ahí yo ya
tengo la cabeza más curtida en ese aspecto y es difícil provocarme
perturbaciones tan vehementes, pero nuevamente (Y PARA QUE SE ENTIENDA BIEN) mi
crítica central no se dirige a ese aspecto sino que simplemente a que la
película no cumple con su doble cometido, el teórico y el narrativo.
Adam Rehmeier el director se
enfrentó a un gigante de hierro en la realización de este filme, según él muchas escenas fueron improvisadas y dejaron las técnicas al azar para enfocarse en la sensación que querían provocar ya que el argumento se basa en una experiencai real de secuestro que sufrio la actriz protagonica, aún así fue
pretencioso y peco de descuidado en varios momentos, sin embargo ganó una
experiencia poderosa a la hora de encarar sus próximos proyectos.-
Muy buena resena, de hecho con todo lo que acabas de explicar, vi el trailer por primera vez y basicamente ahi tambien fue el resumen de tu opinion, un trailer en el que ya pusieron toda la historia basicamente y lo unico que busca con la musica, los sonidos y esas imagenes es dejarte desconcertado pero sin lograr darte una impresion, simplemente es un meh, no se que acabo de ver pero meh...
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