viernes, 6 de mayo de 2016

El cine que no vimos: The Bunny Game



Película: The Bunny Game
Año: 2011
Director: Adam Rehmeier
País: Estados Unidos

Una prostituta (Bunny) adicta a la droga es raptado por un siniestro camionero (Hog) que tiene un fuerte fetichismo con la prácticas de asfixia. A partir de ese momento vemos las sucesivas sesiones de tortura y degradación humana que el camionero hace pasar a la prostituta sumergiéndonos a los espectadores en una espiral de sofocante y lenta autodestrucción. 

Le tenía mucha aprensión a esta película desde que vi el tráiler hace un par de años, no me atrevía a hacerle un visionado decente pensando que se trataría de algo que realmente quebraría mi cabeza, algo que me dejaría por varios días perturbado y emocionalmente noqueado, pero lejos de eso me termine encontrando con un filme que no cumple su cometido además de estar pobremente resuelto en lo técnico y ser súper letárgico en lo narrativo, la historia únicamente estira un chicle a puntos desproporcionadamente ansiosos.


The Bunny Games no es un film de horror al estilo de películas como “I spit on your grave” ni mucho menos como las franquicias de “Saw” o cualquier cosa parecida. Para los amantes del terror gráfico donde la sangre chorrea hasta por las pupilas del protagonista tienen que tener en cuenta que la exploración que propone Bunny Games es meramente psicológica, un terror que busca perturbar más que impactar, shokear más que encrespar. Es más, algunas reseñas de internet han optado por rotularla como una “Shock movie” básicamente porque se supone que una vez terminada la historia y comenzado los créditos uno queda demasiado desconcertado como para reaccionar, en ese sentido la sensación de shock que esta película sugiere puede llegar a asemejarse a la búsqueda perturbadora que han logrado otras producciones como “Irreversible”;  “A serbian film” o la legendaria Saló o los 120 días de Sodoma Pero basta de comparaciones desproporcionadas porque por más buenas intenciones que el realizador haya tenido, a mi juicio “The Bunny Games” no logró su objetivo ni mucho menos conjugo bien los elementos para mantener la expectativa del público que se concentró en su historia y no en su amalgama de sensaciones.

Films que busquen despertar el horror en el público fuera del ámbito comercial ya se han intentado esbozar como Subconscious Cruelty (1999) y Begotten (1990), obviamente siempre bajo una exploración artística y un objetivo concreto alejado del interés de generar morbo con un incentivo comercial y es ese el problema inicial de esta película, su mala decisión publicitaria y es que si uno se guía por su llamativo tráiler pareciera que nos enfrentaremos a una experiencia horrorosa, una historia que bordea el phyco-slasher y que para darle más caña al asunto utiliza elementos del torture porn, pero nunca  una obra conceptual ni exploratoria que es con lo que finalmente quieren engancharnos. La historia abre en todo caso de la manera correcta si es que compramos la idea que nos quería vender el tráiler. Una chica está teniendo sexo oral con un tipo que la ahoga con su verga sin ninguna delicadeza, la escena es explicita y los gemidos de la chica muy terribles, ella no disfruta para nada el acto, pero parece no tener otra opción. Los primeros minutos son los mejores y los más bien logrados para lo que se convertirá después todo, luego de esa escena seguimos a Bunny el personaje principal y víctima de esta historia, deambular por las calles de Hollywood y sin ni un solo diálogo nos vamos enterando de su situación que nos deja a nosotros como espectadores bastante traumados, se trata de una prostituta adicta a la cocaína que ha caído en la escala más baja de la degradación humana, esos primeros minutos no se cansan de repetírnoslo a través de continuos jump-cuts de escenas en donde Bunny se le ve teniendo sexo duro con hombres de mala pinta, moteles sucios, líneas de coca, clientes violentos, humillación…La vida de BUNNY es básicamente una mierda y ella parece estar arrinconada sin posibilidad de nada, resignada y abatida, hasta ese punto nadie se siente realmente muy cómodo con la película lo que es bueno desde el punto de vista del sentido que se quiere transmitir. La música black metalera que adorna esta secuencia más el blanco y negro en que se presenta la historia te hace sentir el peso de una existencia abrumadora, y si bien la edición dinámica (que parece sacada de un video musical de una banda de rock-industrial) tiene valor en todo este momento adentrándonos rápidamente en un caos ya para cuando la película realiza su primer gran giro dramático todo queda envuelto en un desorden más nefasto que artificioso.



Uno de los clientes de Bunny aprovechándose de su estado narcótico la viola mientras ella está inconsciente y le roba todo lo que tiene, sin dinero para trasladarse y muy lejos de la ciudad, la chica se ve obligada a hacer auto-stop y sin que el filme se enfoque en mayores sensaciones decide presentarnos inmediatamente a nuestro maligno antagonista. Hog un desagradable camionero que decide subir a Bunny a su vehículo en principio para pedirle algo de droga, pero al notar éste que Bunny es una ramera la decide secuestrar drogándola con cloroformo o algún anestésico. Y es de aquí en adelante donde la película ya se desarma y su historia se fragmenta con el objetivo de proporcionarnos sólo sensaciones shockeantes. Hog se lleva a Bunny a un desierto, ocultándola en el tráiler del camión y encadenándola la tortura por varios días privándola de agua, golpeándola, rapándola, marcándola con un fierro caliente y….Bueno, no les puedo contar el final, pero no es bonito.
 
Bien, equivocar los contextos para una película como esta es muy peligroso porque finalmente uno se lleva algo que no buscaba en principio, sin embargo, el mayor problema es que la exploración conceptual sobre la bajeza humana en la figura de Bunny y de la perversidad en la figura de Hog no llegan a buen puerto. De Bunny vimos bastante al principio de la trama y con eso ya era suficiente, todo el sufrimiento que vino después proporcionado por Hog fue algo que a nadie le termino pesando mucho  y hay que ver como el personaje dentro de su estado de prisionera tampoco logró explotar mayores sensaciones o empatías como sí lo hizo en un principio donde parecía más terrible y tortuosa su vida.  El problema es que en un determinado minuto Bunny ya te deja de importar, las sensaciones que transmite y el sufrimiento que la invade son una reiteración agotadora que insensibiliza al espectador, su papel se limite a ser un paño que se estruja, un prisionero sin anhelos, pues desde el principio se le había presentado así, pareciera a fin de cuentas que por más terrible que sea el asunto no termina siendo una tragedia muy llamativa, pero de vuelta con la confusión y es que “The Bunny Games” no pretende sorprender a nadie sino que hacer sufrir al espectador con su mensaje…cosa que tampoco logra. En cuanto a Hog, el tratamiento que se le hace al personaje rápidamente va decayendo en una caricatura, en un maniático estereotipado que si bien, de todos modos logra dar miedo gracias a la interpretación del actor, no aporta nada interesante al planteamiento conceptual que la película quería exhalar. El fetichismo de Hug por la asfixia no es algo que se ahonde ni en los infértiles planos de él meditando ni en sus innecesarios flashback  torturando a otra chica que poco aporta en si mismo a la trama más que dejar claro que el tipo realmente estaba loco. La asfixia elemento monolítico dentro de la historia por lo que se puede sospechar en un primer momento pasa finalmente a convertirse en un tema satelital que aburre por su pesado discurrir. A las finales tenemos a dos personajes principales que no llegan al contrapunto ni representan adecuadamente los ideales que la película quería explotar, además de muchos momentos inertes en donde  la sensación de que el tiempo se detuvo se hace más bien un asunto forzado ya que la tensión sobre las torturas sucesivas que Hog realiza sobre Bunny se ven trastocadas por jump-cuts molestos o elipsis inoperantes que fastidian la experiencia, al final se le da más tiempo a las pajas mentales que se toma Hug y el griterío de Bunny que se vuelve aburrido más que sofocante.


Sobre los aspectos técnicos no hay muchas cosas buenas que decir, pero es interesante notar como toda la primera parte del filme parece ordenarse y funcionar más adecuadamente logrando interesar genuinamente al espectador. El desorden argumental que se quiso proponer en la segunda parte  está acompañado de una gran cantidad de malos encuadres, movimientos de cámara erráticos que parecen más bien una mala gestión del camarógrafo (cosa que no se da en la primera parte en donde los planos y movimientos sí eran prolijos) y la música electrónica de suspenso se vuelve tediosa y poco original, en realidad la banda de sonidos en general es bastante limitada, poco acertada y sin duda mal realizada, se entiende que es por una cosa de poco personal y presupuesto (13 mil dólares), pero bueno, de nuevo, la primera parte no era la gran cosa, pero superaba mucho esos aspectos. Tal vez alguien pueda defender todo esto aduciendo que podía ser una decisión del director el querer establecer un estilo despreocupado y descentrado (muy descentrado,  observen ese horrible ultimo plano donde termina el filme) Sin embargo, de nuevo les digo, el comienzo es prolijo, funcional en cuanto a edición e introduce los conceptos y sensaciones de una forma más adecuada, pero después…lo único que sí se mantiene digno durante todo el filme es la iluminación, la buena utilización de los pocos recursos de luz en un ambiente oscuro sin caer en sobrecargos dramáticos. Las interpretaciones están bien, pero es extraño que aunque el peso de la historia caiga sobre dos personajes estos no puedan destacar demasiado, Jeff Renfro sabe hacer de malo, pero no es muy creativo en su forma mientras que la artista visual, músico y actriz   Rodleen Getsic entrega un papel bastante descarnado y sorprendente como Bunny aunque para hacerlo tuvo que pasar por una experiencia propia del teatro de la crueldad, pues todos los golpes, vejaciones, castigos, folladas, mamadas, rapadas, todo lo que se ve en la película (salvo el consumo de droga) la actriz no lo actuó si no que lo vivió, todo eso se dejó hacer en la filmación convirtiendo la experiencia en un infierno real, incluso se autoimpuso una ayuna de 40 días para verse más demacrada y sentirse realmente en la piel de una cautiva.  Esta experiencia tan al borde del abismo se entiende por las cualidades de la actriz quien ya ha realizado varias performance de este estilo además ella co-escribió el guion y puso plata directamente para la producción de la película así que su disposición para alcanzar esa vivencia es indudable, no obstante su personaje en un momento del filme indefectiblemente se estanca y sus esperanzas de liberación se vuelven algo de poco interés para cualquiera.  

Al final toda esta experiencia visceral queda a medias en la cabeza del espectador, pero hay que ser justos, la película tampoco es un vaso de leche, después de todo tal como lo afirma su director la historia realmente es implacable y es bastante probable que alguien sí sienta que es una bofetada a su sensibilidad, eso no lo dudo, por ahí yo ya tengo la cabeza más curtida en ese aspecto y es difícil provocarme perturbaciones tan vehementes, pero nuevamente (Y PARA QUE SE ENTIENDA BIEN) mi crítica central no se dirige a ese aspecto sino que simplemente a que la película no cumple con su doble cometido, el teórico y el narrativo. 

Adam Rehmeier el director se enfrentó a un gigante de hierro en la realización de este filme, según él muchas escenas fueron improvisadas y dejaron las técnicas al azar para enfocarse en la sensación que querían provocar ya que el argumento se basa en una experiencai real de secuestro que sufrio la actriz protagonica, aún así fue pretencioso y peco de descuidado en varios momentos, sin embargo ganó una experiencia poderosa a la hora de encarar sus próximos proyectos.-



1 comentario:

  1. Muy buena resena, de hecho con todo lo que acabas de explicar, vi el trailer por primera vez y basicamente ahi tambien fue el resumen de tu opinion, un trailer en el que ya pusieron toda la historia basicamente y lo unico que busca con la musica, los sonidos y esas imagenes es dejarte desconcertado pero sin lograr darte una impresion, simplemente es un meh, no se que acabo de ver pero meh...

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