martes, 24 de noviembre de 2020

100 discos para mis treinta: #57 Deftones – White Pony (2000)

 
 
Deftones es de las pocas bandas que han logrado trascender la etiqueta de Nu-metal y de algún modo  sobrevivir a los clichés de aquel vilipendiado genero. Aunque para el año que este disco se lanzó, Limp Bizkit y cia estaban en la cúspide de su popularidad mainstream, "White Pony" fue la declaración absoluta del grupo Californiano respecto a un sonido mucho más propio que eventualmente los liberaría de cualquier etiqueta. 


El cambio de eje perfecto
 
 


Mucxs fans establecen a "White Pony" como el mejor disco del grupo, personalmente no lo veo tan así, pero sí puedo entender la importancia de este trabajo frente a otros del conjunto. Deftones venían de un sonido furioso que se acoplaba bastante bien al estilo del metal comercial que empezó a proliferar después de la segunda mitad de los 90's y que tuvo su mayor auge con Limp Bizkit dominando por unos momentos las estaciones de radio y sobre todo la MTV. 

Los primeros dos discos de Deftones son implacables en su enérgica rabia y aunque elementos significativos como el push sofisticado de Abe Cunningham para darle a las baquetas o el errático cantar de Chino Moreno, Deftones no parecían destacar más allá de los grupos de moda, con "White Pony" el salto es de una magnitud cualitativa.

No renegaron del Nu-Metal, pero sí estaban muy conscientes de que el sonido debía ofrecer mayores matices y en esto la mirada casi romántica que Chino Moreno tiene a la música ochentera fue decisiva para proponer un lado más sideral al catalogo. Aunque no por ello las guitarras de Stephen Carpenter perdieron intensidad, al contrario, se amplificaron con mayores inclinaciones a la distorsión  experimental, así mismo, el bajo del recordado Chi Cheng continua sosteniendo la rabia con una envolvente oscuridad de profundas resonancias.
 
Producido por Terry Date quien ya venía trabajando con ellos en los álbumes anteriores, este "White Pony" fue a todas luces el disco que mostró la maduración absoluta del conjunto, siendo mucho más sofisticados en su oferta y con letras bastante ambiguas y crípticas que se alejaban un poco del carácter más directo de los anteriores discos. Así mismo la inclusión de Frank Delgado como DJ (muy en la onda de lo que hacían los grupos de esa época) fue una decisión que iba más allá de querer encajar dentro de un movimiento, Delgado es quien aporta los detalles más ricos, dotando al trabajo de un aura turbia, pero elegante. Algo que se reforzaría y perfeccionaría mucho más con su siguiente trabajo.

"White Pony" hace alusión a drogas fuertes, especialmente la cocaína y desde allí el disco se dispara como un viaje introspectivo, furioso, alocado, melancólico y hasta suicida. Chino Moreno quien venía perfilando un estilo cada vez menos rapeado y más variopinto en su cantar (tomando como referentes a grandes como Mike Patton) en este disco desato sin tapujos una gama vocal que es capaz de ir desde los gritos destemplados hacía los hilos vocales  más frágiles y prístinos. Honestamente nunca sentí a Chino Moreno como un buen vocalista (y en vivo da verdadero ocote) pero el trabajo en estudio para este disco es impecable y consigue estampar con su voz un estilo distintivo y único con el que la mayoría reconocería de inmediato a Deftones. De esta forma, el cambio de eje fue el indicado y algo apresurado tomando en cuenta que para ese momento el Nu-Metal aún tenía algo que decir, Deftones se bajaban de ese barco, tal vez, conscientes de que la moda pronto se acabaría o quizás simplemente porque sus inquietudes artísticas los hicieron virar sin mucho problema a un sonido más alternativo que se supo rodear de algunos referentes de aquello gracias a la participación de artistas como Scott Weiland, James Maynard Kennan y Rodleen Getsic, gente que no tenía ninguna relación con el genero del Nu-Metal.

Entre la paranoia y el ensueño
 

 

"White Pony" no es un disco conceptual, pero tampoco es un rejunte de temas, realmente se siente una idea que mantiene la vibra estética del trabajo por detrás y eso sería algo que Deftones  replicaría en sus discos posteriores (con una que otra caída...ejem, Staurday Night Wrist) La vibra tiene que ver mucho con lo turbio, lo ambiguo y los sentimientos de paranoia y tibia esperanza frente a los mambos mentales, la cosa es bastante introspectiva. 
 
Pero comencemos por el elefante en la sala: "Back to school" la canción odiada por Moreno quien declaró sólo la hizo para dejar contentos a los ejecutivos de la discográfica que le pedían un single más Nu-Metal, al tenor de la moda. Puedo entender que a Chino le resultase odioso agregar casi de la nada un tema que medio desentona con el resto del disco, pero honestamente a mi me encanta "Back to school", recuerdo que gracias a esa canción conocí a la banda mientras pasaban el videoclip del tema en un canal de música que, de hecho, no era MTV. Por cierto "Back to school" es como una versión alternativa del último tema del disco "Pink Maggit"



Soy victima de la nostalgia, no me jodan. Es cierto que "Back to school" tiene los clichés más absolutos del Nu-Metal en su estructura, pero la canción está muy bien armada y en cierto modo era una forma con que Deftones nos decía "Miren, no nos cuesta nada hacer un buen tema de Nu-Metal, pero ya no nos interesa seguir haciéndolo" Cuando pude tener el disco en mis manos y escucharlo por completo, la sorpresa de que el resto de las canciones distaba mucho de la onda de "Back to school" en lo personal fue muy grata, ya que el trabajo realmente me sorprendió y pude conectar mucho más con el, después de todo yo en ese momento sólo esperaba un sonido similar a Korn o algo así. El hecho de que el tema fuese incluido en versiones posteriores de lanzamiento sólo por petición de los ejecutivos, da muestra de que Deftones realmente querían desenmarcarse de cualquier movimiento con que la prensa de la época los haya encasillado, pero qué puedo decir, creo que esta es una de esas raras veces donde las decisiones corporativas favorecen el producto artístico porque el contraste de este primer tema con el resto del disco resulta en un choque bastante positivo.

Ahora sí, con el disco propiamente tal, el arranque con "Feicitera" es excelente, desgarrador, agresivo y desafiante, con guitarras potentes que contrastan con versos lentos y súbitas explosiones en los coros. La producción es brillante y consigue que cada integrante destaque con su instrumento, un buen arranque que deja en claro ese distanciamiento fulminante con el Nu-Metal. "Digital Bath" es una canción alucinante, llena de detalles electrónicos, sombría en su melodía y con un coro irresistiblemente altivo. La letra trata de una chica que Chino lleva a su casa para darle un baño de tina para luego sumergir en esas aguas un instrumento electrónico. Para este punto las letras del vocalista resultaban tan ambiguas que no hay una interpretación unánime en su significado, pero podemos decir que ese ese tipo de letras acompañan bastante bien el sentimiento gris de la música.
 

 
 
"Elite" recuerdo a los mejores temas de su disco anterior "Adrenaline" donde ya comenzaban a perfilar un camino mucho más cercano al metal alternativo. "RX Queen" comienza lento, con unas cuerdas que dibujan un sonido intrigante acompañado por unas baterías lejanas que se funden en efectos electrónicos (siempre en segundo plano, pero aún así bien definido) en cuanto a la participación de Weiland, mantiene un perfil muy bajo sumándole energía a los coros, pero no repercute más allá. "Street carp" remite a las composiciones del primer disco, con riff que funcionan como todo un mazo en la cabeza, podría ser el tema más violento, pero a la larga y quizás por ese sonido que remite al primer disco también es el más olvidable.  Más destacado es la casi orgásmica "Knife Party" un tema envolvente, de reminiscencias algo místicas y completamente eufórico, con una presencia implacable en la bateria y los gritos finales de la artista visual  Rodleen Getsic (de quien ya comente una sórdida película que protagoniza) hacen uno de los mejores temas del disco, sobre la letra, mantiene ese sabor underground pues en un lenguaje clave narra la experiencia de ir a un antro donde la gente se inyecta droga.
 


La ternura llega con "Teenager" canción que justamente trata sobre un romance adolescente que llega a su fin, en este caso sin demasiadas ambigüedades y manteniendo un tono casi acomedido. Es una de las grandes sorpresas del disco ya que el dream pop y  trip hop, estilos que Chino Moreno práctica con su proyecto paralelo Team Sleep, aquí consiguen fundirse bastante bien con el ritmo frío y brusco de la banda, consiguiendo uno de los temas más siderales del disco. "Korea" es otro tema que remite a las raíces de la banda, brutal, enérgica, con guitarras muy pesadas y bastante "agros" es otro tema que parece un momento de transcicion entre lo Deftones de "Adrenaline" y los que vendrían después. Por cierto, esta canción es la que tiene la letra más "pecaminosa" por así decirlo, muchas referencias a la droga, los antros y el mercado negro, ese gusto de los Deftones por querer ser tan edgys, aunque les queda bastante bien con su estética. Mucho más interesante es "Passenger" junto a la inconfundible voz del hombre de Tool, J.M Kenan. Un tema espacial, que recuerda en algo a Puscifer (aunque la banda apareció muchos años después) y sin duda es un gran momento en la carrera de la banda proponiendo nuevamente un sonido sin etiqueta que lo cubra.
 

 

"Change (the house of file)" es otro de mis temas favoritos del disco (y de la vida en general) muy nocturna, sórdida y profundamente delicada, la canción es una verdadera delicia y Chino se manda una performance vocal excelente que luego replicaría con mayor énfasis en una banda llamada Psalm la cual compartió brevemente con los miembros de aquella legendaria banda de post rock, ISIS. Definitivamente "Change" con esa aura intrigante, sonidos de refilon, baterías hipnoticas y guitarras tan pesadas, pero no metaleras ni genéricos, hacen que sea una de las canciones más potentes del disco. ¿Lo mejor? Ese coro irresistible de Chino cantando "Ay-ay-ay-ay" (o algo así) realmente se me paran los pelos de los brazos cuando escucho ese segmento. El final llega con "Pink Maggit" tema que supuestamente habla del primer día de clases, aunque es obvio que esconde muchas más intepretaciones. Este tema se encumbra como una especie de epilogo perfecto para todo el sentimiento oscuro que el disco estuvo expresando, dándole un toque de esperanza o luminosidad bastante necesario, pero a grandes rasgos, es un tema que sólo funciona en el contexto del álbum y da muestra de las ganas que tenia el conjunto de experimentar con su sonido.
 
 

 
"White Pony" es un disco de transicion sonora para una banda que supo no estancarse en modas, dotarse de una estética sideral sin caer en obviedades y simplemente conseguir un sonido potente e introspectivo a partes iguales.  

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